martes, 24 de noviembre de 2009

A XX AÑOS DEL PRIMER ENCUENTRO DE FILOSOFAR LATINOAMERICANO, por Mauricio Langón

Exposición en el panel Filosofar Latinoamericano en el X Corredor de las Ideas del Cono Sur, Maldonado, 10 de setiembre de 2009.


A XX AÑOS DEL PRIMER ENCUENTRO DE FILOSOFAR LATINOAMERICANO
Mauricio Langón
PRIMERA APROXIMACIÓN: FILOSOFAR LATINOAMERICANO YA FUE...

¡Cayó la flor al río!
Los temblorosos círculos concéntricos
Balancearon los verdes camalotes
Y en el silencio del juncal murieron.
(Juan Zorrilla de San Martín, Tabaré)

Filosofar Latinoamericano ya fue. Uno más en la sarta de fracasos del filosofar “nuestroamericano”... y también de cualquier cosa que pudiera llamarse filosofía uruguaya.

El fracaso de la propuesta de Filosofar Latinoamericano se mide -más que por el hecho de haber dejado de funcionar en cierto momento ignorado de nuestra historia, y por su no continuidad de hecho a partir de ese momento-
· Por el poco o nulo vínculo actual entre quienes estuvimos relacionados con esta propuesta, (algunos de los cuales no han venido hoy) que no encontramos ocasión siquiera para tomarnos un vino juntos, y que seguramente (los que hemos venido) sentimos cierta incomodidad y pocas ganas de estar hoy aquí;
· Por el radical olvido de la experiencia que fue Filosofar Latinoamericano; que, objetivamente, fue un hito en la historia de nuestra filosofía; aunque sea porque jamás había habido antes un Encuentro con las características del que hoy evocamos; este hito, sin embargo, (que yo sepa) no ha sido objeto de investigaciones, seminarios, comentarios, evaluaciones, artículos, discusiones... ni charlas de café.
· Por la certeza absoluta o al menos por la convicción profunda que cabe sospechar en todos los aquí presentes de que es indeseable o imposible cualquier “resurrección” o “remake”, o segunda parte de cualquier propuesta análoga o emparentada con “lo que fue” Filosofar Latinoamericano.
· Por la total ignorancia de esta experiencia por nuevas generaciones (formadas en el desconocimiento sistemático de Filosofar Latinoamericano), que, entonces, organizan sus nuevas, interesantes y prometedoras propuestas, sin relación con las que las antecedieron, y en ello sugieren la frustrante sensación de estar comenzando siempre de nuevo y nunca de vuelta.
· Por la sospecha de que algo como Filosofar Latinoamericano, a la vez que imposible, impensable e indeseable, es también imprescindible y necesario hoy.

Por eso, definitivamente, Filosofar Latinoamericano ya fue y no merece más que el nostalgioso recuerdo de una flor. De un lirio.

SEGUNDA APROXIMACIÓN: FILOSOFAR LATINOAMERICANO NO FUE

¡Cayó la flor al río!
Se ha marchitado. Ha muerto.
(Juan Zorrilla de San Martín, Tabaré)

Filosofar latinoamericano no fue.
Como supongo que la mayor parte de los que aquí estamos en este encuentro del Corredor de las Ideas no saben que hubo Filosofar Latinoamericano, mi tentación al tener que recordar aquí este olvidado asunto, era de:
a) Contar en qué contexto se dio, qué necesidades pretendió satisfacer, qué urgencias quiso atender, qué tipo de movimientos filosóficos quiso impulsar;
b) Relatar cómo se gestó; es decir, hablar de la gesta heroica que quizás se engendró en el encuentro de uruguayos de varios mundos, en un Congreso en Córdoba (Argentina); cantar la épica de quienes fuimos protagonistas de esa experiencia, que nos resistimos inútilmente a calificar de patética;
c) Registrar qué repercusiones tuvo su convocatoria, qué respuestas suscitó; qué efectos inmediatos tuvo. Y qué efectos no tuvo: quiénes la ignoraron o la ningunearon, quiénes se activaron sólo para descalificarla, castrarla, cerrarle caminos. O sea: qué movimientos impulsó; qué dinámicas generó.
d) Narrar qué hizo; cómo se fue desarrollando; cómo se mantuvo; cómo decayó; cómo desapareció; cómo “pasó como el ave, que no deja/ ni rastro de sus alas en el viento” (Zorrilla de San Martín La Leyenda Patria).
e) Historiar qué pasó luego con la filosofía en Uruguay, o en el filosofar uruguayo; qué espacios continuaron siendo; qué características fue adquiriendo nuestra mal llamada comunidad filosófica, hasta llegar a la situación actual;
f) Para poder preguntarnos ahora (filosóficamente) por “La problemática filosófica del Uruguay de hoy”; que casualmente fue el título del I Encuentro de Filosofar Latinoamericano, del que hoy se cumplen veinte años.
Pero Filosofar Latinoamericano no fue; no tuvo lugar. Así que ¿cómo narrarlo?

TERCERA APROXIMACIÓN: FILOSOFAR LATINOAMERICANO ESTÁ SIENDO

Ha brotado en las grietas del sepulcro
Un lirio amarillento
(Juan Zorrilla de San Martín, Tabaré)
“como esos lirios pálidos y yertos,
desmayados suspiros de los muertos,
que entre las grietas de las tumbas crecen”.
(Juan Zorrilla de San Martín: Leyenda Patria)

Filosofar Latinoamericano está siendo. He aquí el lirio y el delirio.

Me gustaría, hoy, tomar tres reflexiones sobre Filosofar Latinoamericano:

· La primera “se refiere al filosofar como ejercicio del pensamiento crítico, del pensar radical (...) que exige llegar a los límites de la propia posibilidad”, que “inquieta la conciencia cómoda”, ésa conciencia que “disuade esos actos de valentía intelectual, con el castigo del pensar” que nos lleva a aprender “la cobardía intelectual”. La “tarea esencial” es “romper con ese condicionamiento” y con la “autocensura”, sin excluir la “autocrítica”.
· La segunda, la importancia de “nuclear a los filósofos uruguayos en un proyecto común de filosofar juntos”, con “voluntad real y decidida de ejercer el pensar radical desde una dimensión propia”. Pero “hay otras formas de entender la tarea del filosofar”, y “sería poco prudente ejercitar formas intolerantes de relación”. “En general se han aceptado modelos formulados en algunos centros académicos (...) que al ser aplicados en otros centros no generan dinámicas satisfactorias. Entonces es importante tener en claro con qué modelo del filosofar estamos contrastando nuestro pensar”.
· Una tercera reflexión se refiere al filosofar latinoamericano. El riesgo es “quedarnos con la palabra y reemplazar con ella la realidad. (...) Y eso sería un error fatal. Porque (...) hay una función irremplazable que sólo cumple adecuadamente un auténtico filósofo: pensar radicalmente la realidad, iluminando así también el accionar humano”.

“Yo me exhorto a mí misma, permanentemente, a pensar con radicalidad, valentía y autenticidad. Yo sé que no es fácil un nuevo ámbito para estar acompañados. Espero que esta compañía nos ayude a todos”.

¿Sonó raro el femenino? Es que todo esto fue una larga glosa de las Palabras Finales que pronunció la Dra. Celina Lértora en ocasión del Primer Encuentro de Filosofar Latinoamericano, hace hoy exactamente veinte años.

Como Filosofar Latinoamericano ya fue y no fue, esta Exhortación a filosofar, está siendo ahora.



QUINTA APROXIMACIÓN: QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA

“Que veinte años no es nada”.

Que lo que no es, es el tiempo. Que lo que no tiene espacio, es el tiempo. Que, hoy, hay que volver a rediscutir el asunto.

Es lo que nos dice Guillermo Kerber en el mensaje que nos mandó desde Suiza, donde vive hace años y que me voy a tomar el atrevimiento de leer a continuación:

““Que veinte años no es nada…”(?)

Le Grand-Saconnex, 7 de setiembre de 2009


Queridos amigos y amigas de Filosofar Latinoamericano:

No quiero perder la oportunidad de acercarme a ustedes en este momento de conmemoración del 1er Encuentro de Filosofar Latinoamericana, aunque sea con unas breves líneas. La distancia temporal y geográfica no impide la cercanía afectiva.
Algunos autores recuerdan (o reinventan?) la etimología de la palabra experiencia (ex – periri – ens) para señalar algunos aspectos de la misma en su sentido profundo:
La voluntad de probar la realidad
El riesgo que se corre al hacerlo
La sabiduría que se obtiene al hacerlo
Los Encuentros de Filosofar Latinoamericano fueron, para mí una experiencia en estas tres dimensiones.
En primer lugar, fue una aventura audaz de recorrer los más diversos ámbitos de la filosofía. Estudiosos de las diferentes ramas del filosofar se reunían periódicamente para organizar el encuentro y a la vez compartir sus perspectivas y trabajos dentro de su especialidad. No sólo el Encuentro como tal fue un evento significativo, las reuniones preparatorias y posteriores tuvieron para mí una riqueza inmensa.
En segundo lugar, fue un riesgo asumido de sufrir el anatema desde las cátedras ortodoxas de filosofía. Tal vez no muy conscientemente, al menos en mi caso, el proceso de Filosofar fue un desafío a la filosofía establecida en diversos centros de estudio. El proceso, a mi modo de ver, rompió fronteras dentro de la Universidad de la República y entre la Universidad y otros ámbitos del quehacer filosófico, e.g. la Universidad Católica, el IPA, Enseñanza Secundaria, los filósofos “silvestres” no pertenecientes a ninguna instancia institucional de la enseñanza o la investigación o reflexión filosófica.
Fue, finalmente, una apertura a nuevos horizontes filosóficos que enriquecieron enormemente mi praxis filosófica. En primer lugar a partir de lo que trabajamos juntos con Mauricio Langon sobre Filosofía y Liberación en América Latina, pero también a partir del conocimiento de otros ámbitos de la filosofía totalmente desconocidos para mí hasta ese momento.
En suma: trascender, correr el riesgo, aprender juntos, sintetizan algunos de los logros de la experiencia de Filosofar.
Los años y décadas siguientes mostraron que la fuerza centrífuga fue más fuerte que la centrípeta (valga la analogía física) y ese proceso de Filosofar quedó, en mi caso, perdido entre los recuerdos. Tal vez valga la pena reflexionar juntos el por qué. A pesar de la distancia física, me gustaría ser parte de este proceso si hay otros interesados en hacerlo.
Me uno, orgulloso y agradecido, a este brindis por Filosofar Latinoamericano.
Fraternalmente,
Guillermo Kerber”


Yo, comparto. Pido un aplauso para estas palabras de Guillermo.
Una apertura, un riesgo, una prueba, una apertura a nuevos horizontes, lo que se gana en el camino (que no sé si se llama sabiduría).
Orgullo, agradecimiento. Sentimientos que hay que tener para sostener ese permanente “pensar con radicalidad, valentía y autenticidad”, y para pensar juntos “un nuevo ámbito para estar acompañados” en ese pensar radical. Esperando “que esta compañía nos ayude a todos”.
Para eso, un brindis.
Aporto al brindis algunos ejemplares de la separata de un artículo que acabo de escribir, en 1990.
MLC, 19-09-09
Etiquetas:

No hay comentarios:

Publicar un comentario