martes, 11 de mayo de 2010

La espiral del tiempo, Fernando Gutiérrez Almeira

Trabajo desde hace dos años en un instituto secundario cercano a mi casa. Este año se festeja el 25 aniversario de la existencia del liceo y decidí participar con una pequeña conferencia titulada “El Liceo 18 de Mayo y la espiral del tiempo”. ¿Qué me propuse decir en esa conferencia? Bueno...este es más o menos el contenido de esa breve conferencia...

El liceo tiene una arquitectura peculiar en forma de anillos concéntricos, al menos en lo que constituye su planta principal. Hay un patio central, luego hay un pasillo que lo rodea en forma de anillo rectangular y luego se encuentran los salones situados circularmente alrededor de este pasillo. Lo que quiero destacar es el singular pasillo en forma de anillo rectangular porque en él se da una actividad que no he podido ver en otros liceos y que en principio no podría decirse que constituye motivo de observación especial. Y es que los estudiantes acostumbran a moverse en círculos durante períodos a veces bastante prolongados recorriendo el pasillo anillado. Dan vueltas, y vueltas, y vueltas...como lo harían los presos en el patio central de una cárcel (hay un cuadro de Van Gogh que ejemplifica esto):



Sin embargo, está claro que el Liceo no es una prisión y que la costumbre de dar vueltas y vueltas, por más que relacione una situación con la otra, no hace que las situaciones sean equivalentes ni nada parecido (¿no es cierto?).

Ahora bien: ¿porqué los estudiantes dan vueltas por el pasillo anillado del liceo? Si se trata de ir de un lugar a otro está claro que este es un movimiento inutil porque al cabo de una vuelta el estudiante en cuestión estará en el mismo lugar del cual partió y para ello alcanzaría con que hubiera permanecido fijo en ese lugar. Otra posibilidad es que se trata de hacer ejercicio y esto es razonable ya que los estudiantes permanecen sentados en sus asientos durante el tiempo que duran las clases. Pero para hacer esto podrían adoptarse muchas otras diversas rutinas como ir de una parte del pasillo al otro girando cada vez obteniendo el mismo resultado físico, moviendose aproximadamente sobre un segmento de recta. ¿Porqué no realizar este movimiento en lugar del movimiento circular? Una posible respuesta es que en el movimiento circular no hay que girar el cuerpo para continuar moviéndose y así el estudiante se ahorra la incomodidad de hacerlo. Pero yo veo en esto más bien una ventaja psicológica...si un estudiante se mueve circularmente siempre va hacia delante sin girar el cuerpo y esto significa que no tiene nunca la sensación de que está retrocediendo aunque evidentemente vuelve al mismo lugar del que parte...pero lo importante es que esta sensación se disimula. Dar vueltas es, pues, mantenerse en un aparente movimiento continuo de avance, un avance que no solo es constante sino que es aparentemente infinito. Dar vueltas y vueltas...es lo mismo que avanzar, avanzar, avanzar...psicológicamente hablando. En esto hay que destacar la importancia de la clara diferencia topológica (en tanto que formas de espacio) entre el segmento de recta y la circunferencia. El segmento y la circunferencia comparten el hecho de ser medibles, de que dada una unidad de longitud esta unidad cabrá una cantidad fija de veces en ellos...pero mientras en el segmento hay comienzo y fin en la circunferencia no hay ni comienzo ni fin...la circunferencia es longitudinalmente ilimitada. Pero si nos quedamos con esta sola consideración aún asi está claro que en su movimiento anillado el estudiante vuelve al mismo lugar, exactamente al mismo lugar, y esto, aunque el hecho de que no ha tenido que girar el cuerpo nunca le permite obviarlo en parte, sigue siendo verdadero. Es decir, dar vueltas vendría a ser desde un punto de vista simplemente espacial...volver al mismo lugar, retroceder aunque parezcamos avanzar. El avance es aparente, siempre estamos retrocediendo. Y el camino abierto hacia delante también es aparente, siempre estamos encerrados en el círculo en el que nos movemos.

Si nos detuviéramos aquí en el análisis ya bastaría para tener una explicación satisfactoria del fenómeno: los estudiantes prefieren el movimiento anillado porque con ello se ejercitan y al hacerlo tienen la sensación, psicológicamente agradable, de que se mueven hacia delante sin fin, sin retroceso, siempre con el camino abierto delante suyo. Pero, ¿solo las características topológicas de la circunferencia y la asimetría corporal pecho-espalda alimentan esta sensación? Yo me atrevo a decir que aquí hay algo más, que aquí hay también una forma de experimentar el tiempo.

El tiempo, en el pasado remoto, ha tenido representaciones anilladas...



Aquí tenemos al Ouroboros. El uróboros u ouroboros (del Griego "ουροβóρος") es un símbolo ancestral que muestra a un gusano, una serpiente o un dragón engullendo su propia cola y formando así un círculo. Según la Enciclopedia Británica, el Uróboros u Ouraboros, es la emblemática serpiente del Antiguo Egipto y la Antigua Grecia, representada con su cola en su boca, devorándose continuamente a sí misma. Expresa la unidad de todas las cosas, las materiales y las espirituales, que nunca desaparecen sino que cambian de forma perpetua en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación, al igual que representa la infinidad. En algunas representaciones antiguas, el uróboros u ouroboros aparece complementada con la inscripción griega εν το παν (hen to pan), es decir todo es uno.
Al caminar circularmente el estudiante podría muy bien estar experimentando esa disolución del tiempo en si mismo que representa el Ouroboros...como una pérdida de tiempo constante, como un tiempo que no representa en realidad ni avance ni retroceso sino que por la destrucción de lo que él mismo construye, por el devoramiento que hace de si mismo, solo puede ofrecernos un aparente avance y con eso habrá que conformarse. ¿Porqué no moverse en círculos si al fin y al cabo antes de nacer no eramos y después de morir volveremos a no ser? Al menos al movernos en círculos tenemos la sensación de que aunque no vamos a ninguna parte, al menos no retrocedemos. Todas las cosas en realidad estan condenadas a desaparecer en el eterno circulo del tiempo...¿o no?. La más terrible expresión de la inutilidad a que el tiempo nos somete con la falsa apariencia de que vamos a alguna parte cuando en realidad, sin importar como nos movamos, no vamos a ninguna es un cuadro de Goya en el que el pintor representa al Tiempo-Saturno devorando a sus hijos, es decir, a sus creaciones...



Esta es una versión horrenda, sin duda, de lo que el Tiempo es y de lo que el tiempo hace con nosotros sin importar lo que nosotros intentemos hacer con él. ¿Cómo escapar a esta visión del tiempo como un anillo asfixiante en el que perpetuamente estamos encerrados y definitivamente condenados a desaparecer? Hay una salida.

Lo que tenemos que hacer para escapar y reconsiderar el valor de dar vueltas por el pasillo anillado del liceo es que no vivimos en el espacio simplemente sino en el espacio y en el tiempo...en el espacio-tiempo. Esto lo solemos admitir diciendo que si bien una personas puede volver al mismo lugar no puede, sin embargo, volver al mismo instante. Pero si no puede volver al mismo instante entonces tampoco puede volver al mismo lugar puesto que entre un instante y otro todos los lugares cambian. Asi pues...los estudiantes no se mueven circularmente más que de un modo aparente y aquello que llamabamos antes solo una apariencia psicológica es lo que realmente sucede. Al dar vuelta continuamente avanzamos porque jamás volvemos a las mismas coordenadas del espacio-tiempo. Y si no volvemos es que en realidad no nos movemos en circulos...¿cómo nos movemos, entonces? Nos movemos en ESPIRAL, en LA ESPIRAL DEL TIEMPO...



Ahora veamos desde otro ángulo la posible virtud de caminar en círculos con respecto a caminar sobre un segmento de recta: podemos decir ahora que si el tiempo transcurre como una espiral que se desarrolla espacialmente o que el espacio se desenrolla en una espiral de acontecimientos, entonces sentiremos la participación en la naturaleza misma del tiempo con más intensidad si nos movemos sobre un círculo espacial...porque espaciotemporalmente estaremos experimentando un movimiento espiralizado, mientras que si nos movemos en linea recta esta sensación facilmente se pierde. De esto nos podemos dar cuenta por el gusto que les da a las personas los movimientos giratorios vertiginosos...como en la calesita o en los discos giratorios para adultos. Uno puede sentir que ese vaivén lo transporta a un estado en que parece flotar en el tiempo y en el espacio, un estado en el que participamos de la espiral del tiempo. Más facil aún de lograr esto es cuando al danzar se gira el cuerpo sobre si mismo. Y al participar de la naturaleza del tiempo sentimos que no nos oponemos a él, que el tiempo no es nuestro enemigo, sino que el tiempo nos envuelve y nos transporta. Girar libremente es algo muy parecido a la felicidad...en muchas escenas románticas podemos ver a los enamorados tomándose de la mano o de la cintura y girando uno alrededor del otro.



Volvamos al pasillo anillado del liceo. Aquí no se puede decir que los estudiantes se sienten transportados notoriamente hacia una feliz participación en la naturaleza del tiempo pero si pueden experimentar esa sensación de suave deslizamiento sin interrupciones por el cual uno se abandona al movimiento y se relaja...avanza casi sin mirar el camino porque el camino es algo archiconocido, se despreocupa del camino, y entonces puede dedicar la mente a pensar, divagar, conversar con el que camina al lado y se encuentra en la misma condición de despreocupado avance sin rumbo...porque ciertamente si damos vueltas no tenemos un rumbo, un lugar al cual ir. Se puede decir que dando vueltas experimentamos el tiempo como un eterno presente donde podemos estar despreocupadamente hablando, por ejemplo, de lo que nos entusiasma o nos enamora. Como el espacio queda fijo y el tiempo es una experiencia interior, dar vueltas es meterse un poco dentro de uno mismo, sentir más la propia vida interior. Dando vueltas sin rumbo es que los poetas y los pensadores seguramente están más a gusto para crear ideas y metáforas.

Para terminar: podemos entender perfectamente la relación entre girar y ser feliz si entendemos que al girar vamos sin rumbo no porque estemos perdidos sino porque queremos y que cuando vamos sin rumbo a propósito nos sentimos libres...y tanto más libres si nos acompaña alguien cuando vamos sin rumbo...y esto es una forma de felicidad.


Parasitismo humano, Fernando Gutiérrez Almeira

El parasitismo es algo de lo cual todos tenemos noción pero demos una definición a los efectos de realizar esta disquisición... "Un parásito es aquel ser vivo que se nutre a expensas de otro ser vivo de distinta especie sin aportar ningún beneficio a este último. Este otro ser vivo, recibe el nombre de huésped u hospedador, a expensas del cual se nutre el parásito, pudiendo producir en algunos casos daño o lesiones." Esta definición es bastante precisa y deja adecuadamente espacio para concebir el parasitismo entre seres de la misma especie...pero haremos una pequeña modificación en la misma. La definición que usaremos es la siguiente: "Un parásito es aquel ser vivo que VIVE a expensas de otro ser vivo de distinta especie sin aportar ningún beneficio a este último. Este otro ser vivo, recibe el nombre de huésped u hospedador, a expensas del cual VIVE el parásito, pudiendo producir en algunos casos daño o lesiones." El pequeño cambio hace que el concepto adquiera una amplitud filosófica apropiada donde el hecho de vivir un ser a partir del otro puede tener infinidad de connotaciones y puede ser resumido en el hecho de que la energía de que dispone un ser vivo para realizar un despliegue vital la obtiene no a partir de sus propios gastos sino a partir de los gastos de otro ser al que parasita. El parasitismo humano vendrá a ser según esto una situación en la que un ser humano despliega su vida utilizando energías y materiales para cuya obtención no ha realizado esfuerzo sino que se ha limitado a obtenerlos a partir del esfuerzo de otro ser humano sin brindarle a éste nada a cambio. La explotación directa de un esclavo o de un asalariado son formas de parasitismo humano y en este caso al explotador empresarial o al amo los podemos llamar sin dificultad conceptual alguna agente parasitario humano. En efecto, tratándose de un esclavo este realiza infinidad de esfuerzos de los cuales obtiene su propia subsistencia y brinda materiales y energía en forma de alimento u otros bienes al amo explotador mientras que este no hace más que expresar un panorama de amenazas simbólicamente establecidas que sostienen su condición de dueño del esclavo y apropiarse de buena parte de lo que el esclavo produce sin realizar esfuerzo ni dar al esclavo nada a cambio en tanto que amo. En el caso del asalariado el salariaje es solo un disfraz de la esclavitud persistente, pues el pago salarial es simplemente la traducción en forma de dinero, es decir, una traducción simbólica, de la parte del esfuerzo que el esclavo dedica a su propia subsistencia. El salario es solo una máscara de la esclavitud que suaviza sus aspectos simbólicamente denigrantes. Y es una máscara tan suavizante que sobre la premisa de que paga salarios a los individuos que prostituye, explotando sus cuerpos, un proxeneta puede ser considerado un empresario en regla. Pero no solo existe la explotación directa de buena parte de la humanidad a cargo de estos agentes parasitarios esclavistas y empresariales, sino que existen infinidad de formas de parasitismo indirecto. Por ejemplo, un accionista empresarial puede obtener beneficios constantes de una empresa que explota el trabajo de miles de seres humanos y cuya administración, contralor, actualización tecnica, etc, ha dejado en terceras manos, con lo cual semejante accionista es un agente parasitario humano mucho más perfecto que un amo que tiene que mantener una constante vigilancia sobre el esclavo o un empresario que tiene que enfrentar las exigencias salariales de sus sometidos...porque ni siquiera tiene que involucrarse en el proceso de explotación y en los esfuerzos mínimos simbólicos que se necesitan hacer constantemente para reasegurarlo. Los intermediarios comerciales de todas clases son también, notoriamente, agentes parasitarios humanos, pues ellos obtienen ganancias y viven a costa de la diferencia engañosa entre lo que le pagan al dador y lo que le cobran al que recibe el producto...e incluso pueden poner, para colmo de su parasitismo, todo el esfuerzo de realizar los intercambios en empleados a los cuales pagan salarios!!!!. Es decir, un comerciante es capaz de explotar a otros seres humanos con el mismo desparpajo y golosinería con que lo hace un accionista en la medida en que haga que terceros asalariados se encarguen del proceso de comercialización parasitario. Entonces puede vivir del fraude constante entre lo que paga y lo que cobra sin mover un dedo, sin gastar energía en ello...excepto la mínima para tener las circunstancias bajo observación (Y aún esto puede dejarlo en mano de terceros creando una administración, una gerencia, un equipo de vigilancia de los propios empleados y de los clientes). El parasitismo entre los seres humanos no solo abunda sino que se ha vuelto sofisticado y mundial, habiéndose creado gigantescas corporaciones parasitarias que in-corporan a seres humanos para garantizar la explotación de otros seres humanos en beneficio de los accionistas corporativos que solo se limitan a obtener el beneficio y festejar el proceso complejo y reasegurado por el cual todos esos seres se han convertido para ellos nada más que en un gran engranaje que exprime la tierra y la carne humana de manera global y multinacional para brindarles riqueza. ¿Cómo se sostiene el proceso de parasitismo entre los seres humanos? Hay dos elementos esenciales para ello. En primer lugar los agentes parasitarios deben apropiarse de los medios de vida de los parasitados pues estos, para acceder a esos medios de vida, necesitarán someterse a la voluntad de los agentes parasitarios. En segundo lugar los agentes parasitarios deben construir un gran sistema de instituciones y símbolos que continuamente justifique ante los ojos de los parasitados el proceso parasitario.

El otro perro, Roberto Genta Dorado

Hay un perro en el poema.
Ladra escondido entre palabras.
Sobre sí gira y cae
a un pozo que no termina
no
hasta que el eco devuelve estrellas.

El golpe seco.

Un sonido
desde el fondo de la nada.

Tridimensionalidad de la realidad y praxis humana, Alberto Esquivel


DIMENSIONES DE LA REALIDAD Y ANALISIS ESTRATEGICO


“Seis humildes servidores,
me enseñaron cuanto se.
Sus nombres son: cómo,
dónde, cuándo,
qué, quién y por qué”.[1]



1. OBJETIVOS.

Con este escrito se pretende esbozar una reflexión sobre problemas que se suceden en la praxis de trabajo regular de entidades del Estado, donde la interacción de los colectivos laborales representa un reto a la madurez y la capacidad intelectual de sus miembros.

Sobre todo para ponerse de acuerdo en el menor tiempo posible, con el menor costo y con los resultados más eficaces y pertinentes para, en conjunto, formular propuestas de solución a los retos que plantea la dinámica de transformación, en aras del desarrollo social integral de la nación nicaragüense.

1.1. OBJETIVO GENERAL.

Plantear la necesidad de abordar diversas facetas del trabajo en las instituciones del Estado, considerando, para el análisis y modus operandi de los funcionarios y miembros de comisiones y equipos de trabajo, la tri-dimensionalidad de la realidad, con enfoque dialéctico y con visión estratégica.

1.2. OBJETIVOS PARTICULARES.

1.2.1. Exponer algunos casos donde se manifiestan errores de concepción sobre la realidad, que a su vez se traducen en desaciertos y fracasos en la praxis institucional y profesional de colectivos de trabajo y sus miembros.

1.2.2. Formular algunas valoraciones sobre formas, normas y procedimientos (por lo general no explicitas en documentos formales) acerca de cómo ir superando las insuficiencias y falta de pericia, concernientes a la aplicación de análisis, procesamiento de alternativas de solución y formulación sintética de soluciones ante las problemáticas que se abordan las comisiones (equipos de apoyo) en las entidades de Estado.


2. INTRODUCCION.

En el ámbito de la vida institucional, de los colectivos de trabajo en las diversas entidades estatales del país, se conoce de situaciones donde se incurre en errores.[2] Llámense éstos: a) apreciaciones equivocadas de la situación; b) divorcio entre objetivos y actividades para cumplir los anteriores; c) información vertida a los ejecutores, no coherente con los planteamientos iniciales emitidos por la conducción superior; d) miopía en la definición de finalidades u objetivos generales de áreas de trabajo; e) intolerancia ---por el arraigado defecto de “no saber escuchar”--- en la comunicación interpersonal tan necesaria para el trabajo en equipos; f) traspolación de nociones, costumbres y pautas de actuación de otras latitudes que no encajan en la doctrina, idiosincrasia, e identidad nacional y otros escenarios de la misma naturaleza.

Escenarios donde se vuelve imprescindible el conocimiento, por parte de los diferentes actores, de rudimentos básicos de lógica, de pautas de análisis de la realidad que permitan paulatinamente ahondar en los misterios y complejidades de la realidad laboral, profesional en que viven, premisa indispensable para su transformación acorde con los intereses institucionales, particulares de equipo o individuales.

Algunas situaciones donde la praxis cotidiana de trabajo revela cuan necesario resulta el conocimiento y trabajo para la superación de lo antes expresado:

2.1. Caso 1. En el proceso de discusión y toma de acuerdos, durante la reunión de comisiones y sus correspondientes equipos de apoyo.[3] Donde el consenso es la condición sin equa non para avanzar en el tiempo y en la consecución de las metas orientadas por la conducción superior de cada área de trabajo.

2.2. Caso 2. Durante la comunicación entre cargos de dirección y sus jefes intermedios. Cuando no se interpreta correctamente el mensaje del jefe, o se transmite éste con adulteraciones a los cargos ejecutores y termina desarrollándose otra idea que nadie orientó y que menos aún, que nadie quiso.

2.3. Caso 3. Al momento de ejecutarse procesos de planificación, organización y toma de decisiones, donde tan alta importancia le asiste a la visión sistémica y dialéctica de los procesos de trabajo a ejecutarse en tiempo y espacio definidos, con recursos y posibilidades, hasta cierto punto concretos, escasos.

2.4. Caso 4. Situaciones de enajenación de la cultura organizacional, cuando se importan términos, hábitos y procedimientos de otras latitudes o instituciones, sin que tenga lugar la necesaria reflexión y adecuación consciente a las realidades institucionales propias, a la cultura vernácula del país, a la identidad de nación.

2.5. Caso 5. Al momento de formular una visión nacional sobre determinados aspectos de la realidad institucional donde se conoce del avance cultural de otros países del centro o la semiperiferia global, sin detenerse a pensar que la experiencia autóctona también es valiosa no solo en haber logrado una adecuada adaptación a las condiciones particulares de Nicaragua, sino que se encuentra pendiente la sistematización, su formulación teórico-conceptual para el estudio y desarrollo dinámico en la sociedad. Muy frecuente se escucha la frase clásica mutiladora de esas pequeñas explosiones de creatividad: “No hay que andar inventando el agua helada”.

Muy importante, en este sentido, resulta estudiar y apropiarse de normas y procedimientos que han probado su validez a través del tiempo y por diferentes civilizaciones: el legado de la lógica relacionado con las tres dimensiones de la realidad.

Cualquier objeto de estudio, fenómeno o proceso que requiera ser abordado se encuentra o se desenvuelve en las dimensiones: a) general, b) particular y c) singular. Cuando este hecho sencillo, pero insoslayable de la realidad, se desconoce u olvida, vuelve vulnerable el proceso de búsqueda de soluciones fiables, verdaderas, conducentes a la superación de problemas o al cumplimiento de objetivos y finalidades institucionales, particulares de comisiones de trabajo o individuales.

La omisión consciente o inconsciente de estas categorías en el pensamiento y quehacer institucional ejerce una influencia no deseada en los equipos de trabajo, en los jefes intermedios, operarios de línea, en la cultura organizacional de la entidad pública, indistintamente de cual se trate.

Se toman en consideración, en lo que a continuación se presenta, las ideas expuestas por el Dr. Alberto Machado durante el desarrollo del I Módulo: “Metodología del análisis estratégico”, donde se plantea ---por ejemplo en el segundo objetivo--- la necesidad de “conocer la complejidad y capacidad natural del sistema humano para estar conscientes de los recursos con que contamos para ir de la opinión al saber” y el tercer objetivo “definir las categorías fundamentales del conocimiento como herramienta fundamental para la investigación”. (Las cursivas son de la redacción)

Se ha llegado a pensar en el tres como “número perfecto”. Talvez como número que expresa un sinnúmero de vínculos e interacciones de la realidad: sus tres dimensiones, ante las cuales el profesional está obligado a actuar con propiedad y la competencia del caso. Algunos ejemplos:

a) El pensar, el sentir y el actuar en el ser humano, que deviene en las capacidades intelectuales, actitudinales y procedimentales de moda en la actualidad en ámbitos académicos.[4]

b) Los componentes de la cultura espiritual de los pueblos, los grupos sociales y cada una de las personas: conocimiento (científico, paracientífico o común-espontáneo); arte (aptitudes, talento práctico, desempeño eficaz y eficiente de la excelencia profesional, praxis secular de los pueblos) y moralidad (actitudes, comportamiento acorde a la ética social, institucional, corporativa, de grupos humanos o individual)

c) Emisor, receptor y mensaje en la comunicación social.

d) El centro, semiperiferia y periferia del mundo, según la geopolítica. O si se quiere los términos un poco en desuso de: primer, segundo y tercer mundo.

e) La estrategia, el arte operativo y la táctica en la conflagración bélica, como niveles en la conducción de la guerra.

f) Alto, medio y bajo desarrollo humano, según clasificación que hace de los países del mundo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

g) Dos interlocutores y la relación que acontece entre ellos, suman 3 dimensiones.

h) El tiempo pasado, presente y futuro como condición en la que se manifiesta el devenir de todas las formas de realidad.

i) Los tres subsistemas en que se divide la sociedad: económico, socio-político y cultural-ideológico.[5]

j) La naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, tres ámbitos en que metodológicamente se divide la realidad para el estudio filosófico, en general.

k) Ciencias naturales, sociales y tecnológicas, otra clasificación convencional que se corresponde con los objetos de estudio que se abordan en cada caso.

l) Psiquis, conciencia y subconciencia en la vida interior de cada ser humano.

m) Otros ámbitos de tri-lateralidad de tri-dimensionalidad de la realidad objetiva.

Se expresan a continuación ideas acerca de las normas y procedimientos, dignos de ser tomados en cuenta para prevenir, neutralizar, esquivar o superar errores 1) de concepción del mundo, de estrategia, 2) junto a errores en el plano operativo, intermedio o particular que inevitablemente se manifiestan luego, en la dinámica propia de 3) la visión técnica concreta, singular y única de la praxis cotidiana en los colectivos de trabajo.

3. DESARROLLO.

3.1. Las dimensiones general, particular y singular de la realidad.

Caso 1. Durante la reunión de comisiones y sus correspondientes equipos de apoyo. Donde el consenso es la condición sin equa non para avanzar en el tiempo y en la consecución de las metas orientadas por la conducción superior de cada área de trabajo. Este tipo de situaciones se registran, generalmente, cuando entran en juego las relaciones interpersonales tanto a escala interna de las entidades del Estado o en los vínculos de trabajo interinstitucionales: comisión y equipo de trabajo técnico (funcionales) para elaborar ---caso sencillo, por ejemplo--- propuesta de plan y cronograma de acciones que deben recibir aprobación de la autoridad superior correspondiente, para comunicarse luego a las instancias ejecutoras o de línea.

Normas que se imponen en el trabajo de equipo, actuando en calidad de iguales todos sus miembros pertenecientes a especialidades u órganos diferentes, bajo la coordinación de una autoridad elegida o designada, a juicio del suscrito, son las siguientes:

a) Considerar ---y actuar en correspondencia--- que todo proceso de trabajo comprende etapas: introductoria, de desarrollo y culminación o cierre. La primera etapa es de conocimiento y tanteo, creación de clima de trabajo, limado de asperezas, búsqueda de lenguaje común, de un método, técnicas y terminología de trabajo de consenso, etcétera. La segunda etapa descansa en los avances o infelices realidades de la primera etapa. Se debiera desenvolver ésta por las vías del debate de las ideas, de las contradicciones y superación de las mismas ---con alta cultura de comunicación---, considerando que nadie es dueño de la verdad absoluta y de una vez construida para nunca más ser modificada.[6] Generalmente los consensos se alcanzan en aquellos aspectos fundamentales, las facciones en una mesa de trabajo interinstitucional ceden en parte a los requerimientos de carácter no fundamental planteados por la contraparte. Casi nunca se gana en todo y los resultados no son de suma cero.

b) Muy valiosas resultan las prevenciones que sugiere la programación neurolingüística (PNL)[7] asociada al proceso de conocimiento con enfoque de lógica dialéctica. Es decir, la consideración y pauta de actuación que debe adoptar todo miembro de comisión o equipo de trabajo en las relaciones interpersonales al abordar situaciones, problemas o casos que exigen de visión compartida, análisis multidisciplinario, interdisciplinario o transdisciplinario.[8] La verdad es un constructo que se constituye con la participación de todos, se perfecciona en el tiempo, de alcances inmediatos, intermedios o de largo aliento.

Lo anterior previene respecto a que el libre debatir de las ideas no conduzca, sin embargo, a la adopción de acuerdos que no consideren el contenido de los objetivos finales, parciales e inmediatos que la conducción superior ha establecido al respecto para ser alcanzados por la comisión y equipo de trabajo constituidos. En teoría del conocimiento se avanza:

- De lo general a lo particular y de aquí a lo específico, singular o único de la realidad.
- De lo simple a lo complejo y de lo poco a lo mucho.
- Del plano de lo inmediato, a la visión mediata de las cosas, hasta lo lejano y remoto.
- Considerando el antes, durante y el después de cada evento o proceso.
- Ordenando los casos por orden de prioridad, jerarquizándolos del más importante al medianamente importante hasta el de menor valía.
- Por orden de aparición e importancia de la eventualidad: primero, segundo, tercero; mayor, menor e ínfima o escasa peligrosidad.
- Del exterior aparente de las cosas al conocimiento mediato y luego más amplio y profundo de los objetos, fenómenos y procesos de la realidad.
- Demostrando la suficiente tolerancia con los criterios y opiniones de los demás, sin menoscabo del propio modo pensar y convicciones personales, únicamente sometidos a la objetividad de los hechos o elementos del objeto de estudio: dirección colegiada, centralismo democrático, se le ha denominado a diversos estilos de dirección, en este sentido.

Caso 2. La comunicación entre cargos de dirección y sus jefes intermedios. El proceso de gestión y solución de problemas se asemeja a un paralelogramo de fuerzas ---apuntaba F. Engels--- donde la suma de diferentes voluntades por su fuerza, contenido u oportunidad, termina en una resultante histórica que a veces nadie, conscientemente, se propuso. La ciencia va corrigiendo paulatinamente estas irregularidades.

No menos importante para el establecimiento de una buena, fluida y eficaz comunicación entre jefe y empleado, jefes y subordinados en las entidades estatales, llega a ser la prevención que cada persona ---desde su posición--- adopte en el sentido de tener presente siempre las siguientes normas y procedimientos:

a) Enunciar la política de relación y tratamiento para con los escalones superior, medio y de ejecución de la entidad, departamento, división, área o sección bajo su conducción. El extremo de los ejecutivos a cualquier nivel consiste en la adopción de un comportamiento servil-adulador para con los jefes superiores, por un lado, y déspota, irrespetuoso e intolerante para con el personal subordinado.

b) Respetar el margen de facultades formales y radio de influencia que compete a los jefes intermedios, por parte de la conducción superior de una entidad, para no “pasar por encima” de su autoridad al llamar la atención (distinguir con reconocimientos, ordenarles cumplir con una actividad, etc.) a personal que está subordinado directamente a los primeros. En todo caso, que ocurra por excepción, no como hábito.

c) Hacer los llamados de atención a la persona que incurre en falta en privado y directamente, no recurriendo a la recriminación pública o ante reunión de todo el personal. Ventajas: Primero, la persona atiende mejor las observaciones del superior y está consciente del error. Se pueden intercambiar información adicional y esclarecer la situación con mayor amplitud y profundidad. Segundo, si es ---a todas luces culpable de la situación que se le imputa--- el individuo ante el superior no le queda otra que adoptar compromisos para corregir y mejorar su desempeño, etc. En caso contrario cuando los llamados de atención se hacen públicos al menor conocimiento de la falencia, yerro o insuficiencia acaecida en la entidad, entonces esta acción incide negativamente en el ánimo de los demás innecesariamente. Esto proviene de no considerar que, los actos u omisiones individuales, deben ser juzgados y resueltos en esa dimensión muy singular o particular de la realidad, sin trascender a la generalidad de la institución.

Caso 3. Procesos de planificación, organización y toma de decisiones. Los procesos clásicos de administración comprenden dos momentos importantes y estrechamente vinculados entre sí: la mecánica y dinámica de gestión. Al primero le son propios procesos de previsión, planificación y organización. En el segundo, se desarrollan los procesos de integración, control y evaluación. Cuando no existe la suficiente comprensión de la importancia, totalidad y trascendencia de conocer, comunicar, hacer, evaluar y retroalimentar para volver a conocer ---en la pauta que el Dr. Machado orientara durante la conferencia a que ya se hizo referencia--- estas insuficiencias en la teoría, en la concepción personal, de grupo o institucional se revela funesta en la práctica, en los resultados de la gestión, de la administración de la cosa pública.

Sucede muchas veces que en los planes se pasa de considerar objetivos generales directamente al planteamiento de objetivos específicos. Cabe la pregunta, ¿y los objetivos particulares? ¿Por qué obviar ese segmento de la realidad tan importante como es toda la parte intermedia de las cosas? Por ejemplo, el manual de campaña estadounidense de operaciones FM 100-5 consideró el Arte Operativo ---como parte intermedia del arte militar--- hasta en 1982, al darse cuenta de semejante vacío en su concepción doctrinaria acerca de la conducción de la guerra.[9] No obstante, este descubrimiento sobre la unidad, interacción e interdependencia de las tres dimensiones de la realidad bélica fue concebido no sin lucha por parte de los diversos componentes de la institución militar de EUA.

Volviendo a los planes. Estos se preparan, se ejecutan y raras veces se evalúan. ¿Cómo se va a mejorar? Las herramientas de la planificación estratégicas no se advierte en la praxis de muchos funcionarios de entidades públicas. La necesaria reflexión sobre el pasado que conduce a corregir pautas actuación en el presente con el objetivo de crecer, desarrollarse institucionalmente en el futuro, no se manifiesta con la regularidad que se requiere.


5. CONCLUSIONES.

Se han abordado diversas facetas del trabajo en las instituciones del Estado, donde es una necesidad apremiante considerar para el análisis y modus operandi de los funcionarios y miembros de comisiones y equipos de trabajo, la tri-dimensionalidad de la realidad con enfoque multilateral, inter-vinculante e inter-dependiente, es decir, dialéctico.

Se concluye que en la mayoría de los casos donde se manifiestan errores de concepción sobre la realidad, casi siempre son causa de desaciertos en la praxis institucional y profesional de colectivos de trabajo y sus miembros, donde un papel no menor juega la enajenación cultural: la apropiación de modelos y pautas de pensamiento y acción no propios de nuestra identidad y cultura: nacional y latinoamericana.[10]

Se considera necesario entonces, tomando prestadas las palabras del Dr. Renán Vega Cantor[11] :

(…) diseñar instrumentos analíticos, adecuados a las urgencias de nuestra época, que ayuden a entender lo que está pasando, recuperando al mismo tiempo las innumerables luchas y rebeliones que los humillados y ofendidos han librado a través de la historia y contribuyendo a construir alternativas que recuperen la esperanza (las negrillas, de la redacción).[12]


6. FUENTES CONSULTADAS.

- González Fernández, Antonio. Introducción a la praxis de la filosofía. Texto de iniciación. San Salvador. UCA Editores. 5ª. ed. 1993.

- Guetmanova, Alexandra. Lógica. Moscú. Editorial Progreso. 1986.

- Holder, L. D. Ejército de EE.UU. "Educando y entrenando para el combate en el teatro de operaciones". En Military Review. Hispano-American. Nº. 11-12. Fort Leavenworth, Kansas. EE. UU. Edición de Nov. Dic. 1990, p. 22-23.

- Huntington, Samuel P. El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. México. Paidós. 1998.

- Machado, Alberto. “Análisis internacional. Teoría del conocimiento”. Managua. 14 de junio de 2008. Conferencia dictada en la Academia Diplomática José de Marcoleta.

- Ortega Saavedra, Humberto. “A treinta años: integración o el caos”. En El Nuevo Diario. Edición del 22.08.08. Sección “Opinión”.

- Serrano Caldera, Alejandro. Dialéctica y enajenación. Seis ensayos sobre el pensamiento moderno. Managua. Editorial Universitaria UNAN-RURD. 1ª. ed. 1993.

- Vega Cantor, Renán. “El pensamiento crítico en un mundo incierto”. Caracas. humanidadenred.org / 25-08-2008.

- Venezuela. “Declaración Final del IV Foro Internacional de Filosofía de Venezuela”. Maracaibo, julio 2008. rebelion.org



Notas.
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[1] Consejo juicioso del escritor británico nacido en la India Joseph Rudyard Kipling (Bombay, 1865 – Londres, 1936) Premio Nobel de literatura en 1907. Sencillas interrogantes que sirven de “filtro”, de prevención ante cualquier acto que se emprenda con el objetivo de aproximarse al estudio de una situación con visión estratégica, holística, dialéctica.

Para profundizar en el conocimiento de la realidad con el propósito de intentar el análisis más comprensivo posible, resulta apropiado formularse varias preguntas. En la medida en que se alcanzan las respuestas buscadas, se va despejando el camino hacia el conocimiento progresivo del objeto de estudio [cualquiera que este sea]

Se logra configurar un constructo teórico-formal de la realidad objetiva, siempre perfectible, de avanzada, procesal, como la vida misma, como la realidad en constante movimiento y transformación.

[2] Errores en el sentido humano, por desajuste del pensamiento, de la subjetividad a la realidad estudiada, al caso abordado, a las mejores vías de solución de un problema. Falta de correspondencia entre nuestros pensamientos y la objetividad de los hechos.

[3] Durante la labor de colectivos multidisciplinarios, donde se intercambian ideas, se someten a votación acuerdos, se perfeccionan propuestas, se finiquitan proyectos en el diario trabajo de comisiones orgánicas o interinstitucionales, donde se espera prive un clima de trabajo con alta cultura de comunicación, para que la causa progrese.
[4] Se conocían antes como: conocimientos, hábitos y habilidades o actividades cognitivas, afectivas o psicomotoras del individuo.

[5] Ver Antonio González, “Las estructuras de la actividad social”. En Introducción a la práctica de la filosofía. Texto de iniciación. Págs. 255-264.
[6] Es ilustrativa en este sentido la propuesta, en lo general, que compete al tema que aquí se desarrolla, formulada por el general Humberto Ortega Saavedra (Ver END, Sección Opinión, 22.08.08.): “Nadie es poseedor de la verdad absoluta ni tampoco el único dueño de la solución… Es relevante la actitud de no reconocer en el contrincante ninguna virtud, ni logros; sólo se acentúan los defectos y los errores. Debemos comprender al adversario…”.

[7] El concepto PNL, fue creado por Jonh Grinder y Richard Bandler, a principios de los años setenta. Al respecto cabe citar la opinión de Bandler (1982, pág.7) quien afirma: “La programación Neuro-Lingüística es el nombre que inventé para evitar la especialización de un campo o en otro… una de las maneras que la (PNL) representa, es enfocar el aprendizaje humano... básicamente desarrollamos maneras de enseñarle a la gente a usar su propia cabeza. La PLN describe, pues, la dinámica fundamental entre la mente (neuro) y el lenguaje (lingüístico) y cómo la relación entre ambos afecta a nuestro cuerpo y a nuestro comportamiento (programación).

[8] Estas tres dimensiones inter-vinculación profesional, según Piaget.

[9] La versión de 1982 del FM 100-5, Operaciones -- introdujo el nivel operativo de la guerra en la "jerga" militar estadounidense; sin embargo, se dejó de elaborar detalle alguno sobre la idea. La versión de 1986 del Manual fue escrita con el fin específico de presentar el tema de una forma más detallada. Este describía la naturaleza del arte operativo, ofreciéndoles además una básica idea general sobre la materia a los Comandantes y Oficiales de Estado Mayor del Ejército. Ninguna de las ideas expuestas en el manual fue coordinada por los otros Servicios ni con los Jefes del Estado Mayor Conjunto y estas entidades no aceptaron las ideas del Ejército. Coronel L. D. Holder. Ejército de EE.UU. "Educando y entrenando para el combate en el teatro de operaciones". En Military Review. Hispano-American. Nº. 11-12. Fort Leavenworth, Kansas. EE. UU. Edición de Nov. Dic. 1990, p. 22-23.

[10] En la declaración final del IV Foro Internacional de Filosofía en Venezuela se destaca la denuncia acerca de que el capitalismo como sistema “(…) aplica sistemáticamente una guerra simbólica y mediática que reproduce en las conciencias patrones de dominación de clase y alienación cultural moderno-coloniales: racismo, homofobia, machismo, exclusión identitaria y autoritarismo”. Caracas 2 de agosto de 2008.

[11] Renán Vega Cantor. humanidadenred.org / 25-08-2008. Merecedor del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2007, el 7 de agosto de 2008.

[12] Una de las propuestas más destacadas del Dr. Vega Cantor, que publica en el texto de la referencia anterior, es la siguiente: “Escudriñar los mecanismos actuales del sistema capitalista requiere de un esfuerzo por integrar diversos saberes que nos permitan aproximarnos al conocimiento de la forma como el capital se despliega y subordina todo lo que encuentra a su paso, incluyendo la naturaleza. Y ese esfuerzo analítico también precisa de una gran apertura mental, que no se opone a la firmeza política, para interrelacionar lo que pasa en el mundo y lo que sucede en nuestros países, a partir no de un universalismo abstracto sino de un análisis concreto que integre lo mejor del pensamiento emancipatorio universal con el legado de nuestros grandes pensadores, los que han vivido y luchado al sur del Río Bravo, y que desde el siglo XIX se han atrevido a eso, a pensar, y no simplemente a copiar y a imitar, porque como indicaba José Martí: “Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen el decoro de muchos hombres. Estos son los que se rebelan como fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos la libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.

Volver a la caverna, Raúl Álvarez

Nota: Esta es una intervención en el libro VII de La República de Platón. En este caso Galucón ofrece una interlocución activa modificando las intenciones Socraticas. Las Palabras de Socrates no han sido modificadas del texto original.



Sócrates -Después de eso —proseguí — compara nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.

Glaucón Extraño lugar, extrañas circunstancias Sócrates. ¿Porque encarcelarían a niños enfrentándolos a una pared y los mantendría tanto tiempo de esa forma? Que crueldad tan grande la de esos hombres, por mas guerra y perdedor de la misma, que castigo tan ruin para un grupo de niños inocentes de los errores de sus padres. Pero me dejare llevar por tu relato y aceptare el mismo tal cual lo cuentas. Por otro lado sin llegar a saber cuales fueron las causas de tal acontecimiento, aunque ambos sabemos que las causas se terminan por diluir y las consecuencias terminan por prevalecer a través del tiempo sin que unos u otros sepan el origen de tal o cual estado de las cosas.
Pero maestro permíteme cuestionarte, sin llegar a poner en duda tu historia, ya que la misma seguramente y doy fe de ello es muy sensata y justa para el ejemplo y enseñanza que pretendes darme.
Dejando en claro eso, antes me gustaría saber también para que esa imagen me sea clara y no sombría, ¿Cual sería la razón por la cual estos prisioneros no pueden mirar hacia atrás? Seguramente los hombres que los han apresado prefieren que estos miren solo hacia delante. Aunque pensándolo bien, desde el punto de vista de los guardias y las salida de la caverna, el atrás de ellos es el frente de los prisioneros. Déjeme inducir que estos prisioneros miran todo el tiempo hacia atrás. Perdóname por distraerme con nimiedades y detalles insustanciales.
El ejemplo de los titiriteros me deja muy claro y me permite dar una imagen clara de tal situación. Más adelante, en otro tiempo, me sentiría muy honrado de que me explicases claramente, sobre la representación y en el mejor caso de los títeres. Me fascina ver a los niños como creen historias narradas por alguien mayor que ellos escondidos tras un muñeco inerte. Me gustaría saber, o gran Sócrates, como una mano escondida en un disfraz de otro hombre puede parecer real a un grupo de infantes deseosos de distracción. Y es claro que también muchos padres disfrutan de tales historias como si fuesen reales. Esto es supongo yo, que la creen en base a que tienen un conjunto de códigos en común, algo así como las palabras, o las ideas que nos permiten comunicarnos. Pero mas allá de eso me parece extraño que algunos niños lloran asustados, otros ríen porque se creen la historia y otros descreen y no le prestan atención al titiritero.
Pero perdóname tal distracción y volvamos a tu historia para aprender de la misma, déjame ser llevado por tu sabiduría, ya que sabes que me cuesta representarme este tipo de cosas y te pido que seas claro y sepas entender mi lentitud.

Sócrates -Me lo imagino. Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.

Glaucón Sería interesante saber de donde provienen esos hombres, que relación tienen con los guardias y por que pasan por ahí, seguramente hay otras cavernas laterales donde guardan esos objetos, ¿no? Son como actores en un escenario que pasan para aquí y para allá sin decir palabras unos y diciendo algunas otros. Pero nosotros estamos en las butacas mirándolos, ¿no?, al menos, nosotros que sabemos quienes son, por supuesto que los prisioneros no lo saben. Es como ir al teatro y estar de espaldas a los actores. Pero sigue y cuéntame mas detalles de esta morada, húmeda, oscura, escondida del viento y las brisa, apartada del frío y de las inclemencias del tiempo o lo abrasador del sol. ¿Y como serían estos prisioneros?

Tendrían la sabiduría de reconocer sonidos más que nadie, como es bien sabido Sócrates, los ciegos desarrollan el tacto y el oído más que cualquiera de nosotros que nos guiamos casi exclusivamente mediante la vista. Es mas supongo que podrían llegar a saber, luego de años que insecto se posa sobre su espalda y percibir como le recorre la piel alguno de estos insectos.
Me surgen dudas respecto a su historia maestro, como comen sin ver la comida ya que seguro se pueden ver por lo menos, la punta de su nariz, el labio superior o las cejas, por lo menos de una forma algo difusa. Creo fehacientemente que podrían ver por lo menos lo que comen, a menos que tu relato se refiera a una clase de hombres que nunca necesiten ingerir ningún alimento, y en ese aso que carga seria para los guardias tenerlos ahí, darles de comer para más nada que mirar hacia delante. Sería ininteresante suponer que estos prisioneros están sometidos a algún tipo de examen o prueba, para obtener algún conocimiento sobre las cavernas o sobre los cuerpos de estas personas. Tal vez sean los primeros que están probando la caverna ya que los hombres que viven fuera por alguna razón ya no pueden soportar la luz. Pero disculpa lo extenso de mi intervención, casi parece un monólogo esto, crecería que quisiese disolver el diálogo con UD. Maestro. Así que le pido disculpas por la intromisión insustancial y le ruego que siga su historia tal cual la venia desarrollando sabiamente. Sin más me queda la pregunta si ¿no es posible que muevan tan solo un poco la cabeza para ver a su compañero?

Sócrates -Indudablemente. Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los objetos que pasan y que ellos ven?

Glaucón Estoy de acuerdo, nombrarían a la sombra y le pondrían el nombre del objeto real, serio interesante saber si comparten el mismo idioma o si el hecho de estar en la caverna los guiaría a desarrollar otro tipo de lengua, nacida de la sombra. Por lo menos escritura no tendrían, eso queda mas que claro, solo se remitirían a hablar y hablar todo el tiempo. Tal vez alguien algún día escribiera sobre ellos y pudieran saber las generaciones futuras que injusticias se cometieron en su tiempo donde esclavizaban a pobres niños solo para tenerlos frente a una pared. Aunque dudo que alguien fuera del grupo de los prisioneros se digne a escribir su angustia, importaría más el experimento que las personas.
Pero permíteme reflexionar sobre tus palabras, déjame entender la complejidad de esta situación ya que carezco de tu sabiduría, maestro. Me resulta muy interesante el hecho de darle nombre a las cosas. Hay varias posibilidades, ya que según la distancia de los prisioneros a la pared la sobra en su perspectiva se vería diferente. Permíteme ser claro, si dos prisioneros están a una distancia considerable y una sobra se posa justo frente a uno de estos, la sombra se vería muy diferente desde el otro punto de la caverna. Resultaría interesante reflexionar que pasaría si este acontecimiento se le repitiera al otro prisionero. Sabes maestro , creo que nombrarían a una sombra de una manera y el otro prisionero le daría el mismo nombre a la sombra en perspectiva, por lo tanto cuando la misma situación se reitera a este segundo prisionero le pondría otro nombre a la sombra generada por el mismo objeto pero exactamente frente a el. Tendríamos 2 nombres para la misma sombra, ¿no? Siempre y cuando haya solo dos prisioneros, y en caso contrario cada uno de los prisioneros llamaría de forma diferente a su sombra, cada uno tendría su sombra particular o algo por el estilo.
Tampoco me queda claro si los objetos que tienen los hombres que pasan por el camino, siempre están en la misa posición respecto a la luz. Porque es ese caso tendrían una infinidad de nombres para el mismo objeto o podría pasar que pudieran percibir a través de los años y de los pequeños movimientos, que estos objetos tienes una especialidad. Pero esto son solo conjeturas indemostrables para mi infantil modo de ver las cosas, así que te pido que prosigas con tu relato así me permites imaginarme tal escenario. Prosigue pues, maestro en donde quedamos y hablábamos sobre nombrar a las sombras en lugar de los objetos.

Sócrates -Necesariamente. Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos?

Glaucón Bueno maestro, no es por caer en cuestionamientos, pero permíteme afirmar sin temor a equivocarme que en todo caso si existe el eco, no hay otra posibilidad de que reconozcan el sonido antes de llegar a la pared y luego escucharían el eco en una segunda oportunidad. Por supuesto que se abren una infinidad de posibilidades al respecto y que de todos modos pueden creer que el segundo sonido es el que viene de la sombra que da la pared y el primero es solo una consecuencia de la misma. Perdona por no ser claro, pero tal vez los prisioneros ante tal situación creyesen que el tiempo acontece inversamente y creyeran en el pasado como lo futuro y por venir y la inversa, el futuro como algo que ya fue. Tal vez no tenga argumentos para fundamentar esto pero es la única forma que veo que asocien la sombra con el eco y tu relato encaje con este ejemplo. Perdón por el atrevimiento e impertinencia, debería moderar mi tono y dejarme llevar por tu historia, pero hiciste que recordara a mi padre y a este nunca se le puede cuestionar, su palabra siempre absoluta y omnipotente. Sigue tu historia y permíteme cuestionarte, permíteme tener ese privilegio ante ti.

Sócrates -¡Por Zeus que sí! ¿Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?

Glaucón Si, es posible que crean que la sombra es real porque no saben que el objeto no existe. Y he llegado a una conclusión, maestro , y es que cada persona tiene dentro de si una forma de pensar y una forma de reflexionar, que cada uno por mas parecido que sea a otro es diferente, porque lo que vemos de cada persona son solo las apariencias de lo que realmente son, como la sombra que parecen iguales y que esconden a distintos objetos. Si las estatuillas son de madera o mármol poco importa para los prisioneros porque no ven su verdadera existencia y cada uno de nosotros tiene un contenido y unas propiedades diferentes, algo así como estar construido con diferentes materiales.
Pero volvamos a lo que es real para los prisioneros y aquí me surge otra pregunta: ¿Qué importancia podría tener para un prisionero como es o como deja de ser el objeto en si?, si tal como el esta en el mundo necesita de las sombras, así como los caminantes necesitan de los objetos, para esta acción, para aquella función, los prisioneros necesitan de las sobras para vivir en la caverna. La necesidad del objeto es tan irrelevante para ellos como para nosotros que nos interesan las ideas. Algo así que la sombra es más ideal que el propio objeto, creo. Al menos es más pura, y objetos similares proyectarían la misma sombra. Pero no estoy seguro, creo que tal vez sean solo intuiciones sin un fundamento suficiente, perdona por eso.
En lo que veníamos hablando acerca de las sombras, recuerda maestro que te expuse mi pequeña sugerencia acerca de los insectos, el agua condensada en las paredes, los sonidos serían tan reales como las sombras, la textura etc. Pero supongo que si tú lo encaminas por ese lado deberá ser cierto, tal vez este enceguecido y no pueda ver algunas cosas que tú puedes ver.Ahora me gustaría preguntarte o sugerirte nuevamente un problema en esto de las cadenas, las personas y su sombra. Seguramente los propios prisioneros tienen su sombra, los guardias al traer la comida o las personas que pasan por detrás de ellos la tienen. Ahora pues, seria interesante saber si ellos mismos se ven a si mismos como un cuerpo o se piensan como sombra en si misma. Déjame ser mas claro, si solo ven su sombra y como seres que piensan sobre la sombra, se verían en su sombra y se creerían que son la sombra, ¿no?, al menos trato de seguir tu razonamiento al respecto. Y pensar que ellos ven como real a la sombra y le dan e estatuto que nosotros le damos a los objetos. Pero bueno disculpa mi atrevimiento y mis pregustas obvias, ya que si no lo hago nunca podré aprender y ser como tú a tu imagen y semejanza, o mejor dicho no ser semejante pero si ser tan sabio como tu gran Sócrates.

Sócrates -Es de toda necesidad. Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentiría en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?
Parece que aquí llegamos a un acontecimiento puntual y extraordinario de la vida de una de esas personas, tanto tiempo encadenado frente a la pared y ahora nuevamente sometido a todo tipo de atropellos e imposiciones que no pide ni reclama. Nuevamente es sometido al deseo de los que llegas de la luz para guiarlo hasta su propia vida, ¿no?

Glaucón Me siento algo ofuscado, Sócrates, por tu relato, esta historia que creo fehacientemente me conducirá a una reflexión de orden superior y más clara pero que de todas formas me produce cierto malestar. Me refiero al trato que estas poniendo de ejemplo para todo esto, parece que esas personas son llevadas para aquí o para allá sin el mínimo respeto por su vida, su cuerpo o sus deseos. Creo que hay un abuso en tu historia demasiado claro, una visión de las cosas algo autoritaria donde parece que como algo normal se somete a las personas a las voluntades de un grupo de iluminados. Creo que, y sin intención de faltarte todo el respeto que te tengo, ¿Cuál es la importancia de que vean o no los objetos? ¿que es tan relevante a la hora de saber si es real o la sombra cuando estas personas han estado desde niños sometidos a una vida , ni mala ni buena pero si decidida por los que los pusieron en esa prisión? Más allá de que percibo cual es el fin de este relato, a donde me conduce, porque seré joven pero no del todo tonto. Quiero decirte que estas personas mas allá de que vean o no los objetos, que la sombra sea o no real o lo que quieras, son personas que están sometidas nuevamente a la decisión de un grupo de personas que ahora han decidido que la luz es lo mejor para ellos. NO solo me ofusca tal acontecimiento sino que emplees ese tipo de recurso como su fuese un pequeño. Ahora que te he expuesto mi desilusión respecto a tu relato permitidme entrar nuevamente en tu historia y dejar pasar vista algunos detalles menores.
Siguiendo esta historia fantástica, me encantaría saber ¿como esas personas presas durante años y años encadenados, pueden moverse? Creo que es de sentido común que estar postrado por largos períodos de tiempo, y más ante una pared inamovible hace imposible cualquier tipo de movimiento. Bien sabes que estar arrodillado por pocos minutos produce algunos dolores y que si no fuese que nos es necesario caminar seguiríamos en esa posición eternamente. Ni que hablar de cuello, dudo fuertemente que tengan la mínima posibilidad de mover el cuello para mirar hacia abajo y de girarlo mucho menos, ya que es sabido que han sido obligados a mirar el fondo de la caverna por años.
En lo que respecta a que se les obligara a contestar las preguntas de los guardias, me resulta sorprendente que puedan entender que las personas que les hablan sean personas, al choque que reconocimiento del cuerpo del otro sería tan problemático que no entenderían que las personas son personas, aquí coincido con lo real de la sombra.
También hay otro problemas, si les queda algo de rencor sobre la prisión a la que han sido sometidos, digo prisión por que tu la has caracterizado así, ya que para mi no es tal si es descrita desde el lugar que están ellos
Si dejamos pasar por alto estas cosas, no desconfiarían de las cosas que les muestran los guardias, ya no tanto por o que el objeto es o no es como tal, sino porque el que les muestra esto o aquello es el mismo que los obligo a estar en un determinado lugar durante años. Yo me preguntaría, tal vez ¿Por qué me hicieron ver aquello? ¿Porque me hacen ver esto? No preferiría al final de todo volver a su morada como los viajeros que se marchan a otra tierras tanto más bellas que las propias pero que siempre anhelan su lugar, porque ahí se criaron, ahí tienen sus afectos, su lugar, sus cosas. Perdón por otra intromisión y prosigue con el relato y por ultimo ¿No serian verdaderas su vidas anteriores a este nuevo atropello?

Sócrates -Mucho más verdaderas. Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludirla, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se le muestran?

Glaucón Claro que le dolerían los ojos, seguramente que nunca podrían ver la luz porque han sido liberados de dicha dependencia, como los Topos que bajo tierra viven o como las raíces que no necesitan de la luz y que al ser expuestos a esta, mueren. Porque la luz no existe, no es necesaria, es puro historia para ellos, puro relato de sus propios carceleros.
Aparte de dolerle los ojos, podrían percibir el viento, el cambio de temperatura y otras sensaciones que ahora no soy capaz de ver.
Me resulta casi profético este acontecimiento, algo irrisorio también, pues. Si estuviese en mi casa y por lo pronto apareciesen figuras antropomórficas pero extrañas y me conducieran hacia la luz, creería que estoy muerto que iría hacia la vida eterna y finalmente ver a Dios. Se sentirían liberados por dios mismo y su séquito de Ángeles, seguramente. Perdón por este ejemplo tan tonto e inmaduro de mi parte, pero no podía dejar que no lo supieses, sin descontar que los lleven a pleno día y sin que el día este nublado. Ahora que digo esto, extrañas relaciones y asociaciones se presentarían a reflexionar los prisioneros los días de lluvia, las sombras no les traerían comida, aunque tal vez el fuego este prendido todo el tiempo ¿Pero eso que importa ahora?

Sócrates -Así es. Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?

Glaucón Sigo molesto por el atropello de estos hombres frente a este sujeto desvalido y desprotegido también. Por supuesto que los fulgores de la luz les impedirían ver, eso ya lo aclaramos anteriormente. Ahora bien, mi pregunta es esta ¿No hay sorpresa al ser agarrados y arrastrados? Te digo esto por varias razones y espero que me dejes explicar así luego me aclaras todos los errores en que seguramente caigo por falta de experiencia. Si siempre han estado encadenados, el contacto con otros seres humanos no se ha producido o por lo menos es parte de un recuerdo antiguo muy antiguo que ya ha caducado. Si los guardias lo tomas de brazos y los conducen por la escarpada cuesta, seguramente tendrían una sensación excesivamente extraña ante tal acontecimiento. Sumémosle que al estar fijos a un punto, el movimiento en línea recta les produciría extrañeza, seguramente de los pocos objetos que pueden ver ni siquiera sean capaces de reconocerlos. Obviemos que no los van a reconocer porque nunca los vieron, pero la experiencia de ver algo en movimiento es sumamente problemática para quienes han visto la vida enfrentados a una pared. Sería como leer la misma hoja de un libro solo mirando una letra, desde un solo punto y que no podamos ser capaces de recorre los renglones y el resto de las hojas. Seguramente seriamos capaces de discernir entre una o dos o tres letras pero el resto de la lectura sería imposible, el menos en ese momento. ¿No?....continúe.

Sócrates Por cierto, al menos inmediatamente. Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.

Glaucón Que belleza tiene este eslabón en la cadena del relato, maestro. Lo paulatino del aprendizaje, los pequeños momentos necesarios para habituarse a percibir el mundo de forma completa. Que necesario es el tiempo en todo esto, es prever cierto lapso necesario para comprender y percibir completamente todo el mundo. Los reflejos, la noche, las estrellas, la luna, y finalmente el sol
Que riqueza tienen tus reflexiones gran Sócrates, que cierto tiene eso de ir avanzando en cada cosa, que cada acontecimiento tiene su forma de verse. Es formidable que me hagas ver que los reflejos tienen una forma de mirarse, que hay algo más que un objeto sino su reflejo, que será o no el objeto u otra apariencia, pero que hay algo escondido una nueva reflexión. Que tonto fui al no darme cuenta que la noche es como el día pero en una circunstancia distinta, diferente. Y dejemos los detalles, el atardecer o el anochecer que cambia constantemente para darnos en cada momento su mejor gala. Es hermoso el día pero hay quienes enamorados refieren la privacidad e la oscuridad ante el aparo de las estrellas, una luz mínima y suficiente para que dos escondidos amantes desplieguen su cariño abriendo en la noche la vida. Como darte gracias por hacerme percibir en tu relato pausado pero seguro cada una de las cosas que me iban a conducir a pensar que cada lugar es dueño de sus reglas. Que cada luz necesita de ojos diferentes de miradas diversas, que agradecido te estoy, maestro.

Sócrates Sin duda. Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito.

Glaucón Bueno eso me cuesta un poco, las veces que he tratado de mirar al sol de frente he quedado casi ciego. Hay relatos que dicen que hay personas que por estar mucho tiempo sometidas a enfrentarse al sol han quedado ciegas. Tal vez en otros lugares hayan optado por otro tipo de castigos y hayan sometido a los perdedores de la guerra con una exposición no ya de años sino de días que producen una ceguera segura. ¿Por eso es no es imprescindible cuidar la vista del sol excesivo?
Necesariamente. Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.

Glaucón Puede ser, pero no hubiesen adivinado eso ya en la caverna con los cambios de temperatura o según la luz del sol que entraba por la abertura y que seguramente en función de la diferente inclinación del sol era distinta también. Al menos eso creo, aunque no estoy muy seguro tampoco de eso. Pero supongamos que es así como tú lo dices y que lo aprendas solo afuera.
Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones. Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces compañeros de cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz del cambio y que los compadecería?
No se maestro, esa opinión es demasiado personal, creo que no, creo que todos queremos volver a casa luego de una salida por el parque, por mas sol que haya. El hogar es ese lugar que nos acoge, nos protege de un sol eterno, de la lluvia, del viento. El hogar es nuestro lugar, es nosotros mismos. Tal vez se sentirían felices por conocer el campo, el espacio, el sol, los objetos, pero finalmente solo lo tomarían como una experiencia más en sus vidas. Ahora sí, conocerían objetos que están pegados a las sombras y que las siguen a todos lados y se lo contraían a sus amigos de la caverna. LO extraño que es ver a esos objetos tras la sobra. Contarían que los objetos permanecen mientras las sombras se esconcen bajo de ellos cuando el sol esta muy alto, como ellos en esa misma circunstancia. Hablarían de una sombra-montaña que es mas grande que todas y las devora, incluso a ellos mismos. Hablaría del fuego y su capacidad de inventar nuevas sombras, que cada persona se puede crear muchas sombras con algo llamado fuego. En cuanto a compadecer, no creo, la caverna les da una protección de los animales y de otros hombres que afuera no tienen. Me gustaría que siguieras con tu historia, más allá de esta nueva y reiterada interrupción pero que entiendas mi punto de vista y ¿que pasaría si volviera a la caverna? según tu relato.

Sócrates -Por cierto. Respecto de los honores y elogios que se tributaban unos a otros, y de las recompensas para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles habían desfilado habitualmente antes y cuáles después, y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar, ¿te parece que estaría deseoso de todo eso y que envidiaría a los más honrados y poderosos entre aquéllos? ¿O más bien no le pasaría como al Aquiles de Homero, y “preferiría ser un labrador que fuera siervo de un hombre pobre” o soportar cualquier otra cosa, antes que volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida?

Glaucón Esta bien, tal vez, pero ya he narrado algo de mi punto de vista, Sócrates. Te pido me escuches al respecto de otro gran héroe Homérico. Imagínate a Ulises en la cueva del cíclope, sin poder volver a su tierra porque este ha puesto una roca en su camino. Recuerda como ha salido victorioso, si podemos hablar de victoria luego que ha visto como han sido devorados varios de sus amigos. Seguro que recuerdas al gran Ulises que mientras retornaba a su tierra y perdido en el mar ha caído en las garras de del gran cíclope. Ahora represéntate esa situación, este mito. Recuerda que Ulises quema el ojo del cíclope mientras este dormía, y que luego cubierto de las pieles de los corderos puede salir de esa prisión. Hora escucha, Sócrates. El cíclope pierde no por estar ciego sino por no percibir con sus manos la diferencia entre una oveja y un hombre vestido de oveja. El problema del cíclope es su dependencia de ese ojo único, el cíclope es incapaz de percibir la verdad si no es a través de su visión, ya que al faltarle las apariencias le prohíben retener su presa. Piensa esto también Sócrates, la libertad de los navegantes de la odisea non depende tanto de la visión del cíclope sino de que es la visión un aparte del mecanismo de sometimiento. Ulises tiene tanta o mas visión que el cíclope p, solo que este es físicamente mas fuerte. La visión lo asiste y la libertad de Ulises o el Det. Caverna no esta tanto en que vean o no esto o aquello sino en que sean capaces de moverse por si mismos. Y seguro sea antes o después de una vida o de otra, cada uno de ellos discernirá que conjunto de cosas hacen mejor o peor un lugar donde habitar, un lugar propio. Cada cual construye su propia morada y siempre pide retornar a ella. Ahora volvamos a tu relato que por tanta interrupción ha perdido fuerza, creo que íbamos por l aparte en que Aquiles no volvería al pasado o algo así, te sigo en tu historia pero acepta mi puesta en duda.

Sócrates -Así creo también yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella vida. Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?

Glaucón Me gustaría aclarar si vuelve por si mismo o si nuevamente es obligado, me refiero a lo que tu relato nos representa. Sabes mi opinión al respecto de si es obligad, puede pasar a una cosa diferente a que el quiera volver porque es su hogar.
Sería interesante saber ¿por que solo él fue liberado de la caverna? ¿Qué hace el resto aún preso? ¿Tiene algún privilegio con respecto a los demás? ¿Ya no dudan guardias y el puede llegar así de fácil Hay muchas preguntas y el relato es vago y falto de sustento, Cuando decís que le costaría adaptarse a la oscuridad, lamentablemente no comparto tu cambio de concepto. Parecería que salir a la luz le permite adaptarse al cambio, pero el retorno parece imposible. NO solo creo lo contrarío, ya que volver al hogar sería menos dramático ya que la experiencias son partes del sujeto que vele y se reencuentra con sus cosas, su caverna, su sombra, etc. Pero sigue que ya no queda tan claro de adonde pretendes llegar con un relato tan abstracto y arbitrario. Si tuviese que definir esta caverna, no habría nada menos general que ella, ni los personajes ni tu historia, mas que general es ambigua, poco clara, no se, diría vaga. Se que tu edad es parte de tus ejemplos así que te respeto porque has vivido mas que yo y te ruego sigas tal cual lo venías haciendo.

Sócrates Sin duda. Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?

Glaucón Tal vez si, tal vez no. Es probable que no conozcan el miedo, ya que su vida ha estado alejada de todo mal, de toda interacción. En lo que respecta a matarlo, creo que es poco probable por no contradecirte y decir que es imposible maestro. La muerte es parte de un deseo, y que podrían desear ellos que nunca han tenido nada. Pero lo que si me parece poco creíble es que estos hombres que han vivido alejados del sol sepan el significado de estropearse los ojos con la luz. Creo que tu argumento falla al poner a esos hombre bajo unas condiciones y después suponer que reaccionarían en base a otras condiciones de existencia. Debe ser clara tu argumentación, si me permites la insolencia, así evitaré confundirme de cual contexto es el que debo poner bajo cual acontecimiento. Se que soy joven y se que nunca tratarías de enredarme en ninguna argucia sofista. Pues es entonces supondré que este relato fallido esta la mano de Platón intentando hacerme pasar por tonto como si fuese un esclavo. Pero dejemos estor rodeos y dime claramente hasta donde queremos llegar, ya que ha corrido mucho agua bajo el puente de tus palabras y comienza a enturbiaste mi entendiemiento, dime si es algún tipo de metáfora sobre la condición humano o algo así.

Sócrates -Seguramente. Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mi me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

Glaucón ¡Oh! Gran Socrates, tu que has iluminado el camino de tantos durante tan largo tiempo, tu que has dejado generaciones enteras de hombres hablando sobre ti y tus enseñanzas, te pido que desvincules la idea de bien con la de Dios de una vez por todas. Te pido con toda mi alma que me liberes de tratar de entender que encerrar a hombres por milenios en el fondo de las rocas ha tenido que ver con que exitía un Dios, que de forma arbitraria los llamaría a su antojo y en el momento que se le diera en gana para subir a otro Olimpo. Permíteme aclarar que los carceleros eran algo así como arcángeles que según Dios decidiera quien sería el elegido , irían a buscarlo para acompañarlo en las alturas de la idea del Bien.

Sócrates -Comparto tu pensamiento, en la medida que me es posible. Mira también si lo compartes en esto: no hay que asombrarse de que quienes han llegado allí no estén dispuestos a ocuparse de los asuntos humanos, sino que sus almas aspiran a pasar el tiempo arriba; lo cual es natural, si la alegoría descrita es correcta también en esto.

Glaucón Peno por eso, lamento que dejen de ser importantes los asuntos humanos pero no comprendo que significa la idea de Bien, entonces.

Sócrates -Muy natural. Tampoco sería extraño que, de contemplar las cosas divinas, pasara a las humanas, se comportase desmañadamente y quedara en ridículo por ver de modo confuso y, no acostumbrado aún en forma suficiente a las tinieblas circundantes, se viera forzado, en los tribunales o en cualquier otra parte, a disputar sobre sombras de justicia o sobre las figurillas de las cuales hay sombras, y a reñir sobre esto del modo en que esto es discutido por quienes jamás han visto la justicia en sí.

Glaucón Es cierto los unicos que podrían ser justos serían los hombres que encerraron a los otros a su antojo. La justicia sería impartida por aquellos que tienen el poder de ejercerla más que aquellos o nuestros esclavos que jamás hemos dejado que vean la justicia.

Sócrates De ninguna manera sería extraño. Pero si alguien tiene sentido común, recuerda que los ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz; y al considerar que esto es lo que le sucede al alma, en lugar de reírse irracionalmente cuando la ve perturbada e incapacitada de mirar algo, habrá de examinar cuál de los dos casos es: si es que al salir de una vida luminosa ve confusamente por falta de hábito, o si, viniendo de una mayor ignorancia hacia lo más luminoso, es obnubilada por el resplandor. Así, en un caso se felicitará de lo que le sucede y de la vida a que accede; mientras en el otro se apiadará, y si se quiere reír de ella, su risa será menos absurda que si se descarga sobre el alma que desciende de la luz.

Glaucón Es cierto maestro mío, el sentido común es propiamente la vista es el sentido de lo trascendente por antonomasia. También estoy de acuerdo de que la visión se perturba en cualquiera de los dos trayectos: de la luz a la oscuridad y de la oscuridad a la luz. Pero ambos sabemos que en los dos casos la pupila se adapta a las nuevas condiciones y que en cualquiera de los casos la percepción de las cosas solo llevaría un momento. Al principio de tu relato hablabas de que unos los hombres iban a las profundidades de la caverna a buscar a los esclavos. No olvides que la diferencia de luz para estos primeros es menos extrema porque viven en la superficie y la superficie les permite el gradual paso de la luz del sol a la oscuridad de la noche. Estos hombres puedes ser libres, mas que los esclavos porque tienen las posibilidad de ver ambas situaciones y si viviesen en un mundo eternamente iluminado caerían por la cueva quedando completamente ciegos y los que reirían serian los que están en la cueva y terminarían de apiadarse de que aquellos teniendo ambas posibilidades solo se entregaran a la luz

* Publicado en la exposición " Márgenes", Subte de Montevideo, 13 al 30 de diciembre de 2005

Aproximación a los afectos, Raúl Álvarez

Nadie escribe para todos sino para sus amigos, y no es que no se escriba para que todos puedan leerlo sino para aquellos que quieran compartir el texto. De ningún modo es para todos: sea un cuento para niños, un relato de ciencia ficción o una teoría científica. No se escribe para todos porque escribir es seleccionar y se selecciona tanto sobre lo que se escribe, como la forma en que se escribe y a quien se escribe. La pretensión de universalidad de un discurso, de su texto, las ideas o los conceptos no son tanto la desinteresada entrega de una verdad descubierta como la imposición de una verdad decretada; no es tanto un intento de teoría como el establecimiento de una ley. Incluso ni se escribe para todos en esa escritura ambiciosa, la escritura política, que por naturaleza lo hace en toda dirección.
Por eso nunca se escribe para todos sino para algunos, no se hace tanto para los colegas -aunque se finja en el intento- sino para aquellas personas que comparten o que puedan llegar a compartir un tipo de conexión afectiva. Más allá de la redundancia el afecto es un tipo de conexión, una aproximación. El afecto es lo que vuelca a uno hacia otro, mueve a uno y espera por el otro en el mismo movimiento, pero no a cualquier otro, a un amigo, y ambos con el afecto se conectan.
Uno siente afecto por sus amigos y este es aquel que es capaz de generar ese afecto. La afinidad entre dos sujetos –aquí no hablamos de individuo- instala al afecto y a la amistad en un mismo acontecimiento. Afecto-amigo o amigo-afecto se presentan en una circularidad sin origen determinado. De la misma manera la amistad es bidireccional, se es amigo de quien es nuestro amigo, tanto uno como otro se ven afectados de la misma forma en un mismo intercambio. Ambos deben sentirse próximos, estar próximos, y esta implica un lugar, un territorio compartido, un espacio simbólico en común.
La amistad es un lugar de intercambio, un espacio donde se comparte. La afectividad es aquello que incita, que hace fluir un grupo de cosas, pues la amistad es un tipo de relación tanto entre sujetos como entre sujetos y cosas o entre las cosas mismas. Como líquenes en su relación simbólica, un alga y un hongo intercambiando y alternando necesidades, se afectan ambos, el uno hacia el otro.
Y además hay tantos individuos como cosas y por ello hay multiplicidad de amistades, múltiples tipos de ella: “Amigo de Pablo”, “Amigos del Museo”, “Amigos del partido”, etc. Diversidad de tipos de amigos, infinidad de cruces afectivos entre unos y otros, de distintas formas y de diferente manera. Tanto la diversidad de contextos, de objetos e individuos configura un entramado de afectividades. Solo cuando un tipo de amistad engloba a las otras y es determinante del resto es que aparece la exclusión, el fanatismo y la intolerancia. De otro modo la coexistencia de tipos de amistad permite la existencia del individuo (no ya sujeto): siendo amigo desde un lugar y colega desde otro. Entre dos sujetos puede existir un tipo de amistad para un grupo de cosa pero no para otro. Una amistad tal vez acerque pero nunca determina todos los tipos posibles de las misma.

Hablar de “Amigo del arte” implica cierto grado de inexactitud, demasiada amplitud y poco compromiso con sí mismo y con sus amigos. La amplitud revista la incapacidad de selección tanto de obras como de contextos, tanta incapacidad de encontrar afectos como reconocerlo en uno mismo. Por eso hablar de colega para un campo tan amplio e inabarcable es una forma de respetar un espacio que no es propio, no solo se reconoce lo cercano sino aquello que no lo está. El colega es ese con el que compartimos el mismo territorio, diferentes sectores del mismo pero cierta distancia. Por momentos se comparten los mismos objetos, aunque no siempre, y se apropian distintos discursos sobre los mismos. En otro campo Nietszche y Hegel por cierto son colegas pero no amigos y sus amigos no lo son entre sí. Por estos lugares sí se es amigo del proyecto de Monet no se es del de Ingrés. La amistad por uno implica no serlo del otro, pero aclarando que esa ausencia no busca ni lleva a la enemistad y menos a la intolerancia. Esas distancias son tan amplias que es imposible que el afecto actué, o tal vez sea él mismo que marque la diferencia, aunque en realidad son ambos y al mismo tiempo.
Pero las distancias no son insondables, o mejor dicho se puede estra cerca desde un lugar y lejano desde otro. No solo un tipo de objetos nos relaciona socialmente y no estamos sobre el mismo contexto en todo momento. Leni Riefenstahl fue tan amiga del Tercer Reich como amiga del Cine. La amistad siempre se presenta de diferentes maneras, no se habla siempre de la misma. En este caso hay dos tipos claramente diferentes de relaciones de afecto: uno que permite la conexión abierta y múltiple y que permite generar nuevos lazos de amistad, y otra que encierra y sofoca cualquier tipo de afecto posible y diferente; por naturaleza excluye, generadora de una potente enemistad y poseedora de una absoluta omnipotencia. Pero podemos ser amigos del cine de Leni.

Otro contexto distinto es la universidad en donde se reúnen un tipo de colegas, las facultades reúnen a otros. En estas comienzan a aparecer grupos de amigos que se reconocen en un proceso de aprehensión del conocimiento y de selección. Este genera lazos, genera el mismo tipo de afectos por el mismo tipo de objetos de conocimiento. En estas instituciones se realizan congresos, en el museo charlas, en la universidad, seminarios, en el museo, talleres. También en los pasillos y salones es en donde la amistad se solidifica pues fluye, donde aparece y se construye. Desde esos lugares y de esa forma se instala el afecto, donde aparece aquello que nos afecta. De la misma manera lo hacen las obras visuales y los textos cuando nos retiramos a un lugar apartado y distante de otros sujetos para conectarnos y dialogar con uno u otro. Somos amigos del texto, ambos quedamos sujetados por el afecto que entrega y que uno ofrece, ambos somos afectados. Ahí es cuando nos sujetamos a ese objeto y con él nos conectamos. Sea una obra de E. Degás como de M. Blanchot deja inscripta la posibilidad de una amistad. Esta – como diría nuestro amigo Deleuze – condensa un grupo de perceptos y afectos. La obra sin importar su lenguaje es un conjunto de sensaciones a entregar, es el lugar donde se ofrece el afecto, donde se da. Esto nos aproxima a la obra y a un recorte del mundo, a un territorio, y en esa primera aproximación es que encontramos las cosas que son próximas. De alguna forma el afecto es preformativo pues se construye al momento que actúa.
Nuestro amigo francés aclara:”Los perceptos ya no son percepciones, son independientes de un estado de quienes los experimentan; los afectos no son sentimientos o afecciones, desbordan la fuerza de aquellos que pasan por ellos.” Por eso es posible la amistad tanto con el texto como con la obra, dejando ser un objeto para sujetarnos a él. A veces la conexión con una obra, corriente, estilo, estética o leguaje es tan fuerte que podemos hablar de amistad, pues es generadora de afectividad, sentimos afectividad por ella y en ella.

Los “Amigos del museo” son aquellos que se reúnen en pro de que el museo funcione, son amigos también entre sí pues aquello que los vincula es un mismo objeto, un mismo objetivo – la preservación - centrado en eso que llamamos Museo. Estos no son exclusivamente amigos del edificio sino de las funciones que este cumple o que puede llegar a cumplir. No son tanto amigos de su acervo como de cómo este se maneja: como se cuida, como se expone, etc. Se puede decir que son amigos de la posibilidad de que otros generen amistad con las obras que ahí se encuentran. De alguna manera el Museo también sería amigo de su acervo y el primero como emblema es tanto contenedor como contenido; espacio y acervo unidos en una relación amistosa.
El acervo es un conjunto de obras disímiles: distintas épocas, distintos estilos, lenguajes, temas, etc. Infinidad de diferencias. La disimilitud del contexto en que cada una surge es lo que configura cada obra de diferente manera, es la que carga de preceptos y afectos particulares. La amistad con todas las obras, del tipo que sea, se ve impedida pues el afecto encuentra en la proximidad su posibilidad. Estar próximo a todas las obras implicaría serlo a todos sus contextos y la omnipresencia se ve truncada al ser poseedores de un cuerpo, por ser individuos, únicos; por estar en un espacio y tiempo acotado, móvil pero acotado y es por eso que la selección es un modo de un: ir-hacia.
J.Lacasa, nuestra amiga, propone que nos acerquemos al museo, a su acervo, y que busquemos una obra que permita construir afectos. Al momento acercarnos a este territorio tan amplio, el primer movimiento recurre a la búsqueda de la obra de un gran amigo: Mario D´Angelo, entrañable. Inolvidable amigo con el que compartimos pasillos, salones, obras, interminables charlas. Un individuo único, sensible y comprometido que recibe en uno de los Salones Nacionales uno de sus premios. Lamentablemente el museo no tiene dentro de su acervo una obra de este, ni de otros amigos también premiados: Fidel Sclavo o Mario Sagradini. Más allá de los premios, que son una de las vías por las cuales hay obras que ingresan al acervo (no debería ser la única), la búsqueda está en encontrar un obra con alguien que nos ligue una profunda amistad y nos permita hablar sobre la amistad misma.
Hay dos formas de aproximarse a cualquier obra, puede ser como con: “Prueba del cielo I” realizada por un inquieto pero sobrio amigo: Pablo Uribe. De otro lado tenemos la obra “Retrato del pintor Guillaumin” de alguien con quien compartimos una amistad años atrás: Paul Cezanne que aquí pinta a su amigo francés. Hay dos formas de aproximación pues podemos hacerlo desde el reconocimiento del afecto o desde la búsqueda del aprecio por la diferencia.
Pablo realiza una serigrafía sobre cola vinílica, la reproducción de un fragmento de cielo de una obra de J.M.Blanes. Esta ingresa al acervo por la vía del gran premio del 49º Salón Nacional. El retrato de Paul es un dibujo corriente, formalmente correcto, con una composición equilibrada, quebrada pero segura. Tener dentro del acervo de cualquier Museo a “un Cezanne” es casi una obligación, este genera tantos lazos afectivos que se transforma en un amigo “incondicional”, peligrosa maniobra porque pone la firma por delante de la obra que es la verdadera portadora de lazos afectivos. La suya no es una gran obra en sí misma, es más una firma que un grupo de afectos que nos conecten a ella. Un dibujo simple de uno de los más importantes artistas de la historia, gran amigo de ella, pero no por eso esta es una de las obras más importantes del proyecto cezanneano. Realizada por encargo de dos tipos de afecto, el de su amigo y el del el trazo. Próxima no tanto a nosotros sino al propio artista y a su pasión por el dibujo y el plano. Y no es que aún no puedan existir ese tipo de lazos entre sujetos, aún pueden, pero nosotros ya no los tenemos. El contexto sobre el que el arte se mueve en nuestra contemporaneidad reclama otro tipo de amistad adaptada a los cambios del la experiencia del mundo y del campo mismo.
La obra de Pablo, amigo cercano, es una red de metáforas que tejen un discurso de afecto.. Es un texto que deja visible la inextricable lucha entre identidad e imagen de la identidad, entre el campo de la práctica y “el cielo de las ideas” , inmanencia y trascendencia. ¿Qué cosa es la identidad sino un tipo de amistad? Una que centra sus afectos en un origen en común y en un grupo de costumbres en común, pero no la única posible. La obra nos ofrece un cielo que no posee propietarios y una tierra que está ausente, aquí nada es, cuando debería serlo. Nada esta cuando debería ser pertenencia, la identidad así lo reclama pero como amistad o pretensión de ella comienza a mostrar ciertas fisuras. Pero el gaucho aún aparece en la obra, fragmentado, ausente también. No tan claro como en la de J.M.Blanes pero aparece para marcar su ausencia con su presencia. Rastro y registro de lo que ya no es o en donde ya no está.
El gaucho es muy poco amigo, un tipo recio y austero, lejano y sombrío, solitario. El gaucho puede ser fiel amigo si se respeta un conjunto de códigos, pero si se desmarcan, el gaucho se transforma en enemigo. Pero estas afirmaciones dudosas no son otra cosa que el afecto por una idea romántica que aún sobrevuela el imaginario, más una imagen construida que un reflejo del modo de vida actual del gaucho. Lo único cercano es el cielo, se nos aproxima transformado en nubes algo oscuras y pausadas; la mirada la dirigimos hacia arriba. Pablo abstrae el fragmento y ofrece un desvío de la mirada y la atención. Visualmente el fondo comienza a ganarle la partida a la figura, el cielo al gaucho, mientras las nubes se apropian del cuadro. El cielo marca su presencia más que en la obra en la que tiene su origen. Pero ni siquiera es el cielo verdadero, final mo inmutable, es solo una “prueba del cielo”. Todos sentimos afectividad por él, por el cielo, ¿Quién siente verdadero afecto por los gauchos? y de estos como representación de la identidad. Otro amigo, Santiago Tavella, quemaba no hace tanto un pan de pasto en una performance a modo de protesta de los discursos demagógicos. Solamente la política se encarga de declarar un afecto tan amplio como inverosímil, luego marcan un solo rumbo y excluyen otros. No somos amigos de los gauchos y esto es por la distancia, por los distintos tipos de distancia. Porque la distancia es distancia de costumbres y territorio, diferentes vivencias y cosas en común, y relaciones de esas cosas en común. Pero enemistad ni se piense, no desde aquí, aunque la cultura y la vanidad sientan tanta simpatía por la exclusión por puro miedo al caos y a la imposibilidad del caos de ser amigo de alguien. Y el gaucho es ese que no quiere mapa (orden) pero si territorio, por eso es que podemos ser amigos desde ese otro lugar como lo somos con Leni. Simpatía por el gaucho tienen algunos, respeto otros, indiferencia unos cuantos. Pero los únicos amigos del gaucho son los perros, las vacas y el olor del campo bajo el desamparo del cielo. Somos colegas de un mapa, de un territorio, de una nación, pero no son representantes o una forma de identificación. Podemos llegar a una relación simbiótica entre centro y periferia si logramos aceptar las diferencias y encontrar otras vías de aproximación, otro tipo de amistad.
Pablo mantiene distancia con la imagen del gaucho pero amistad con la reflexión sobre la imagen de la identidad. Y es con el proceso que construye su obra que asume la responsabilidad de salir al encuentro de los preconceptos. La serigrafía aparenta distancia con la tecné, des-afectando la noción de obra por sí misma a partir de una forma de construcción preestablecida (óleo). Este proceso mecánico es lejano a la pincelada de Blanes pero próximo en intenciones. Mientras Juan tiene un tema (el gaucho) nuestro amigo habla sobre el tema y sobre la identidad relativizando los códigos preestablecidos.
Mientras tanto la relación que establece Pablo con su colega es diferente a la que Paul establece con su amigo Guillaumín. El primero descontextualiza un fragmento de su colega Juan para deconstruir un discurso. Guillaumín por su lado ni aparece, poco importa que este sea un buen amigo del Paul, este lo digiere, lo desplaza por completo. Transforma un individuo en imagen, en esquema, los despoja de cualquier relación de afecto que podamos llegar a tener por él, lo reduce. Mientras nuestro amigo pone a su coterráneo, a su colega, en un mismo lugar, toma su obra con respeto desviando el discurso hacia una problemática que nos compromete y que actualmente nos afecta; trae la obra y la aproxima. No nos pide ser su amigo sino conocer sus diferencias y cuando uno conoce las diferencias pierde el miedo de lo distinto.
Paul destruye a su amigo, no queda más que un despojo de aquel, leves líneas que adquieren un protagonismo que la firma solo certifica, en este caso hay una defunción declarada del origen en pos de que el dibujo “viva” pero para que este viva debe matar primero a su amigo.
Pablo y Paul, Blanes pueden generar afecto desde distintos lugares. Tanto un texto como una obra de arte visual son también sujetos que entraman la amistad de diferente manera y desde distintos lugares poniendo los perceptos y afectos a disposición de quien quiera aproximarse.
Pero el Museo no brinda opinión, está ahí en la espera, resguarda a ambas obras y a dos tipos de construcciones del afecto, es amigo de su acervo y de que este se amplíe. El museo no ofrece más afecto por uno que por otro sino que lo ofrece a un campo para que múltiples individuos se conecten y se crucen, se sujeten El museo debe ser un territorio sin alambrados donde los afectos y perceptos se encuentran condensados en múltiples obras y que estos generen afectividad en la medida que la aproximación al museo se haga posible. Este es amigo de que se abran infinitas vías de acceso a la afectividad y que se reúnan grupos diferentes de amigos y no ya, como antes, de uno solo.

Rulfo: Texto de exposición: vias de acceso III, MNAV, Montevideo , 3 de abril de 2008.