viernes, 9 de julio de 2010

Morir hacinado y prendido fuego en una cárcel uruguaya



Morir hacinado y prendido fuego en una cárcel uruguaya

8 de julio de 2010

"Esos muchachos que la quedaron ahí", asi se refirió el presidente José Mujica a la cremación en vivo de doce presos de la cárcel del departamento de Rocha que no tenían, en general, más de 30 años de edad. Si, "la quedaron" y este hecho no es un caso aislado sino la punta del iceberg decadente, degradante, cruel y contrario a toda rehabilitación del esperpento carcelario uruguayo. Una vez más podemos darnos cuenta de que tratándose de la cuestión de la disminución del delito, de la pacificación de la vida civil, la solución que se ha ejercido durante décadas y se sigue ejerciendo es la de encerrar a como de lugar a los que cometen delitos, embutirlos como carne dentro de un saco de concreto, amontonarlos como cerdos en un sucio establo, empujarlos para adentro a patadas en el culo y dudar mucho mientras se queman envueltos en humo venenoso acerca de si seria o no apropiado abrir la maldita reja.

Estamos muy lejos aquí, mientras nos olvidamos al menos momentáneamente de las ilusiones futboleras, de ser un pais donde la vida sea el último baluarte de nuestras consideraciones y la rehabilitación la meta de un sistema carcelario bien pensado. Tenemos nuestros pequeños infiernos donde no faltan literalmente los cadáveres calcinados. Doce jóvenes a las 3 y 30 de la madrugada del 8 de julio fueron inmolados en el altar de la ineptitud constante, sistemática, casi perfecta, que han tenido gobiernos de toda laya para tratar el problema de la delincuencia. ¿Quién se atreverá a decir que las cárceles uruguayas rehabilitan? No, no rehabilitan ni medio piojo, lo que hacen es terminar la obra del delito corrompiendo aún más las almas, intoxicandolas todavía más con crueldad, con vejaciones, con olvido y destrucción. Son laboratorios del odio y el salvajismo, laboratorios de la estupidez y la violencia.

Y ¿qué decir del hacinamiento? Si se quisiera realmente que una persona recapacitara acerca de su vida debería forzársela al menos durante unas cuantas horas al dia a la meditación en solitario junto a una hoja en blanco, con un lapiz y unos cuantos libros como elementos de regeneración. En lugar de ello estas almas son empujadas las unas contra las otras como si se estuviera embutiendo chorizos para que en ese atroz amontonamiento pervertidor se contagien todas sus historias y errores, se transmitan mutuamente sus malas influencias, centuplicándolas, y encuentren en ese estado de aglutinamiento hediondo un fermento cada vez mayor para delinquir. Es la posibilidad de pensar en un aparte acerca de si mismos lo unico que debia darseles y eso es justamente lo primero que se les quita, impidiéndoles brutalmente toda recapacitación. La cárcel de Rocha es un ejemplo clarísimo de esto que estoy diciendo, mal planeada para que habiten en ella 60 personas y superpoblada con 120. Y esta es, sin duda, no solo la receta para que el delito continue sino también para que tenga sus caldos de cultivo carcelarios y aumente tanto en cantidad como en negatividad.

Es hora de que todos los uruguayos y sus gobernantes se den cuenta de que no se puede actuar con los seres humanos como si se estuviera amontonando desperdicios en un basural. Las personas, sea cuales sean sus crimenes, siguen siendo personas y no actuar con ellas como tales es ser el más despiadado criminal. La represión estatal no debe tener como cometido intrínseco la venganza o la supresión social...ello la dejaría cerca, muy rapidamente, de la receta nazi. La represión estatal debe estar dirigida a la contención primero y a la canalización después, de los impulsos en el seno de una convivencia que debe dar a todos la oportunidad de valerse según el mérito y de rehabilitarse para esa convivencia cuando sea necesario. La represión vacía de todo sentido pedagógico es solo brutalidad organizada. Y esto es lo que son en este momento las carceles uruguayas demostrando a ciencia cierta que los uruguayos no solo debemos reconstruir imágenes sino construir realidades.

En fin, que es urgente la modificación de la política carcelaria uruguaya y la recuperación dentro de ella del sentido de rehabilitación pedagógico. Que asimismo es necesario que se comprenda la importancia de que cada presidiario disponga de un espacio individual para la meditación en solitario, para la recomposición de la capacidad de reflexionar sobre su propia vida. Y que es necesario incorporar fuertemente a la doctrina carcelaria la importancia del arte, del deporte y de toda forma de cultivo personal como herramienta fundamental de la rehabilitación.

Saludos, Fernando Gutiérrez Almeira, filósofo uruguayo.

lunes, 5 de julio de 2010

Humanismo Laico (II), Carlos Sequeiro



En una fase de nuestra evolución fuimos conscientes de nuestra existencia, esto supuso ser conscientes de nuestro fin (del fin de nuestra existencia), algo difícilmente digerible mentalmente. Fue como conocer el día y hora de nuestra muerte. Esta situación produjo una gran zozobra interior. Para superar semejante desazón tuvimos que echar mano de la imaginación y nos inventamos un mas allá, un transcender (nace el dogma). Claro que esto tenía que dar respuesta a muchas situaciones, a muchas culturas y a muchas personas (liturgia). Y esta situación tenia que venir de la mano de otro humano especial (divinidad) o de un ser superior que nunca somos capaces objetivamente de ver, de oír o de sentir (dios).
Podemos recrear imágenes con los ojos cerrados, oír música en el silencio más absoluto y sentir que se nos erizan los pelos al recordar sucesos pasados reales o imaginados.
La religión cumple entonces una función balsámica en el ánimo del ser humano que le promete no tener fin y mitiga su angustia de desaparecer sin resolver la pregunta de “cual es mi misión aquí”; pregunta ya polarizada.
Pero la religión creada y evolucionada por humanos, algunos con sus mejores propósitos lo polariza todo, lo influye todo, en lo humano y en lo post humano.
La religión emerge con el poder de coacción infinito (mas allá de lo humano) para alcanzar la transcendencia.
La explotación de los miedos se eleva a límites insoportables que contradicen la razón.
Recordemos la "Santa Inquisición", las purgas a personas y colectivos y el ejemplar castigo a todos los que se desviaban de la fe.
Se comprende la dificultad de obtener respuestas convincentes en ese momento en que se descubre a la conciencia la existencia. Pero el tiempo pasa y la evolución continúa y la situación actual es muy distinta.
El desarrollo de las religiones juegan con la ignorancia hasta que el conocimiento se va abriendo camino lento, obstaculizado y difícil (nace la ciencia, se crean sus normas, epistemología y se dotan de lo empírico).
A partir de este momento la ciencia se convierte en el primer enemigo de las religiones.
Errores crasos como los del comportamiento religioso con Galileo Galilei, han dado paso 500 años después a "la disculpa".
Los miedos de Charles R. Darwin por publicar su "El origen de las especies" que tuvo reposando en su estudio durante 7 años hasta que al final tuvo la valentía de publicar.
La discreción de Gregor Mendel al realizar sus investigaciones en un convento aislado y sus discretas epístolas con los científicos de su tiempo.
Y tantos otros tan o menos significativos que los anteriores, incluso desde el mismo centro de lo religioso, Tomas de Aquino, Francisco de Asis.
Los radicalismos islámicos y cristianos, como resultado de una lectura sesgada y acomodada de los textos religiosos originales.
El obstinato budista e hindú.
Llevan a sus seguidores a dios en la imaginación y a lo absurdo en lo humano.
En nuestra historia conocida, las interpretaciones que se han hecho de textos religiosos, orales y escritos, han sido numerosas - hasta la saciedad. Hoy recogemos multitud de versiones que desvirtúan su espíritu original.
Las religiones se dotan de elementos fidelizadores de sus simpatizantes y desarrollan técnicas en sus liturgias para alcanzar este objetivo.
Hoy desde el marketing echamos mano de estas técnicas para fidelizar a los clientes.
El logotipo
Los iconos
Los colores
El uniforme
Cenar juntos
Cantar juntos
La fiesta anual
La solemnidad y gestos de los actos
También desde la psiquiatría y psicología volvemos la vista a las técnicas usadas por las religiones para incorporarlas en lo laico a sus correspondientes disciplinas aportando procedimientos de curación o alivio en lo intangible.
Descarga de conciencia (confesión)
Terapia de grupo (cantar y cenar juntos)
La situación actual es otra. La ciencia se defiende y mantiene a si misma por el rigor, la evidencia y lo empírico.
Esta situación conlleva a las religiones a represiones para defender sus postulados o a una constante redefinición o al ajuste de los mismos.
Esta actuación influye como un lastre para la sociedad que avanza con ese freno aunque cada vez con mayor inercia liberadora.
El sentido de la religión se ha debilitado por los avances de la ciencia que nos propone ideas y respuestas que pueden ser aceptadas por nuestra razón, sustituyendo a las ideas y respuestas basadas en la fe.
Hoy podemos preguntarnos "la necesidad de Dios".
Podemos razonar nuestro origen desde el conocimiento en base al azar y la necesidad.
Podemos entender lo esotérico y misterioso desde un planteamiento no milagroso ni religioso.
Podemos razonar lo escatológico.
Incluso podemos cuestionarnos él por que estamos aquí, que misión tenemos.
Podemos explicar desde la psicología y psiquiatría muchos de los fenómenos que nos suceden, sin explicación aparente.
Desde el punto de vista de la razón, negar la existencia de dios requiere el conocimiento empírico de esta afirmación, conocimiento que no se tiene. Lo que si podemos afirmar es que dios, si existe, no se manifiesta y no condiciona nuestros actos, nuestras vidas. Por lo tanto podemos organizar nuestra vida sin contar con él, sin necesidad de él.
En cualquier caso aceptamos desde la posición de la ciencia la ignorancia que tenemos y la esperanza de que la investigación arroje luz en un futuro a lo que hoy desconocemos. Y aún aquello que creemos conocer mejorarlo con nuevos descubrimientos y esfuerzos.

© csl

François Raffoul: Los Orígenes de la Responsabilidad



[Conferencia pronunciada el 14 de enero de 2010 en el Auditorio Roberto Murillo Zamora de la Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica.]


La ambición de mi libro The Origins of Responsability (Indiana University Press, abril de 2010), ha sido reelaborar la cuestión de la responsabilidad en el pensamiento europeo post-nietzscheano, con el fin de explorar sus sentidos post-metafísicos, fenomenológicos y ontológicos, lejos de su tradicional interpretación en tanto rendición de cuentas (accountability) de parte de la voluntad libre de un sujeto autónomo. En efecto, el concepto de la responsabilidad ha sido asociado tradicionalmente —si es que no ha sido totalmente identificado— con el de la rendición de cuentas, bajo la autoridad de una filosofía de la volutad libre y de la causalidad, que pertenecen de suyo a una metafísica basada en el sujeto. La responsabilidad ha sido concebida en términos de la causalidad como el fundamento del acto o del evento. Identificada con el concepto de la rendición de cuentas, la responsabilidad designa así la capacidad de un agente de ser la causa y el fundamento de sus actos. Las llamadas incesantes a la responsabilidad en nuestra cultura contemporánea son siempre un reforzamiento de la agencialidad, de la posición de un sujeto-causa, y de la identificación de un ‘quién’. Una interpretación metafísica del concepto de la responsabilidad —a saber, la rendición de cuentas en tanto indicación del poder de un sujeto volitivo— determina exhaustivamente el dominio hermenéutico de la responsabilidad. Irónicamente, esta ‘ideología de la responsabilidad’ predominante suele acompañarse de una singular negación respecto de una genuina reflexión en torno a los sentidos de la responsabilidad y en torno a lo que significa ser responsable. La responsabilidad es simplemente supuesta como la rendición de cuentas de un agente libre. Sin lugar a dudas, se trata de una situación irónica, dado que resulta bastante irresponsable no saber qué significa la responsabilidad cuando se la trae siempre a colación. Se debe preguntar: ¿Se agota el concepto —más bien, la experiencia— de la responsabilidad en el sentido de la rendición de cuentas? ¿Se agota con base en la intención voluntaria, en tanto subjetividad que fundamenta el acto?
Ningún concepto es atemporal o ahistórico. Nietzsche ha lanzado un reto a la tendencia de acercarse a los problemas filosóficos de forma ahistórica o deshistorizada. Tal sería el ‘yerro común’ de los filósofos: no dan cuenta de la historicidad de su objeto. La falta de sentido histórico es “el error familiar de todos los filósofos” (Nietzsche, 2006: 13). Lanzando un reto al mismo tratamiento ahistórico acerca de la cuestión de la responsabilidad, Derrida afirma que “usualmente se cree, con base en un análisis de los mismos conceptos de responsabilidad, libertad o decisión, que ser responsable, libre o capaz de decisión no puede ser algo adquirido, algo condicionado o condicional” (1996: 5). En cualquier caso, como escribe Nietzsche, “todo ha devenido: no hay hechos eternos, así como no hay verdades absolutas. En consecuencia, lo que se necesita a partir de ahora es un filosofar histórico y, junto con ello, la virtud de la modestia” (2006: 13). La responsabilidad ha de ser resituada en su propia historicidad. Un filosofar auténtico sobre la responsabilidad enfrentaría la propia historia del concepto de la responsabilidad y buscaría inquirir: “¿Qué sería la responsabilidad si fuera motivada, condicionada, y posibilitada por la historia?” (Derrida, 1996: 5).

Esta es la razón por la cual he emprendido el proyecto de una ‘historia de la responsabilidad’ (que, de ninguna forma, es exhaustiva) con el fin de mostrar de qué manera la responsabilidad ha sido construida de forma que progresivamente ha llegado a identificarse con la rendición de cuentas de un sujeto volitivo. El concepto tradicional que prevalece sobre la responsabilidad designa la capacidad de un sujeto de ser el autor y la causa de sus actiones. Se dice que una acción depende del agente que ostenta la posición de subiectum, de sujeto-causa. Ahora bien, la nociones de ‘el ser autor’ (authorship), de agencialidad y, de hecho, de subjetividad, son cualquier cosa menos naturales; más bien, son el resultado de una cierta construcción (lo que Nietzsche denominaba una ‘ficción’ o una ‘mentira’), la cual puede ser retrotraída históricamente en una genealogía específica y en una descontrucción, donde exponer esta construcción implica de suyo el emprender su desconstrucción, si seguimos en este punto a Jean-Luc Nancy, para quien “como toda construcción en concordancia con la ley general de la construcción, ésta se expone a sí misma constitutivamente a su desconstrucción” (2008: 48). Dicha desconstrucción no niega la posibilidad de la responsabilidad, sino que contrariamente permite su reconceptualización sobre una base diferente. Por ejemplo, la crítica nietzscheana de la moral abre el camino para un nuevo tratamiento del concepto de responsabilidad liberado de su asociación con la metafísica de la voluntad y de la sujetividad, o de la rendición de cuentas.

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La prostituta envejece, Gustavo Rubens

La prostituta envejece



Lo abrazas a plena luz para olvidar.
ahora que nadie sabe quién tomará la

pócima de tu amor desterrado en cuya cartografía
ríen los románticos con el fuego
o no sabes que nadie te espera al otro lado de la calle,
sonríe. No hay piedad en esta luna de agosto,
tú, la afligida, que maldices tus amantes,
imagina ese ronco arpegio de la soledad;
toma mi mano esta noche en una habitación
cualquiera;
una y otra vez arrastrarte hacia la ventana,
tan descabellada,
apenas puedes maquillar tus ojos.

Y ese soplo del amor que nadie sabe:
a pura lumbre tu corazón.

Vienen en vendaval los momentos vividos,
ilusoria, esta alcoba te espera,
en días insólitos,
juntando retazos de tu piel;
a veces decir adiós es romper el reloj.

Gustavo Rubens Agüero

Salta, 19 de septiembre de 2008)

El abismo de Haití, por Fernando Gutiérrez Almeira


Después de unos dias de interiorizarme lo más intensamente posible acerca de la tragedia de los haitianos, tragedia de larga data que nace en el exterminio masivo que los españoles produjeron en los indígenas de esta isla, que continuó con el esclavismo exacerbado y terrorista a que sometieron los franceses a los esclavos negros traidos de África, que se consolidó con la destrucción de los intentos de los haitianos afrodescendientes por autodeterminarse soberanamente como una nación, destrucción en la que tuvo la mayor responsabilidad posible el neoimperio estadounidense al invadir la isla más de una vez, al establecer en ella las dictaduras titiritescas de los Duvalier, al intervenir contra Aristide en un golpe de estado, etc...al interiorizarme, digo, acerca de esta tragedia, encontré la necesidad finalmente de reflexionar acerca de ella y expresar el resultado de mis reflexiones...

1) DEMOSTRACIÓN DE LA HIPOCRESÍA DE LOS GOBIERNOS LATINOAMERICANOS QUE COLABORARON CON EL ESTABLECIMIENTO DE LA SOLDADESCA DE LA ONU EN HAITÍ.

Al momento de que en Haití se produjo el terremoto estaban sobre sus tierras establecidas firmemente las milicias enviadas por varios paises, incluyendo grandes contingentes de soldados uruguayos y brasileños, bajo el comando de la ONU. Durante los largos años en que estas milicias ocupantes permanecieron en Haití su pobreza no se vió resuelta ni un ápice, su calidad de vida no avanzó con notoriedad alguna...en fin, la vida de los haitianos no cambió más que en el hecho de que vieron pasearse por sus calles y tierras a estos miles de soldados que no hicieron más que garantizar que Haití siguiera estando como estaba...¿Para que enviar soldados cuando Haití necesita muchas más escuelas, muchos más hospitales, sistemas de seguridad medioambiental para prevención de terremotos y catástrofes climáticas, labor científica, traspaso de conocimientos, contribuciones a la salud sexual y el control de la natalidad en un pais con una población dificilmente sostenible en un país con escasas tierras agricolas, aportes indispensables de tecnicas y medios para el uso razonable de estas tierras cultivables, que cada vez más se encuentran empobrecidas y erosionadas por el mal uso masivo al que recurren los pobres a causa de su hambre e ignorancia.? ¿Para qué soldados? ¿Para alardear de buena voluntad? Llamo a la vergüenza pública al gobierno de Tabaré Vazquez en Uruguay y a igual vergüenza pública al gobierno de Brasil, porque la mano que debieron tender debia constituirse con muchos menos soldados y muchísimos más medicos, maestros, científicos y técnicos, con muchísimas más construcciones de medios para la subsistencia y la superación del pueblo haitiano. Y el que menos tiene disculpas es el gobierno de Brasil puesto que al tiempo que pretendian con esta mezquindad ayudar al pueblo haitiano acrecentaba su riqueza petrolífera con el descubrimiento de nuevos yacimientos y aumentaba la inversión a fin de mejorar y potenciar su logística bélica, lo cual es posible porque Brasil es hoy una de las potencias económicas emergentes a nivel mundial. ¿Qué clase de hipocresía y falta de hermandad de un gobierno latinoamericano hacia un pueblo latinoamericano empobrecido se revela aquí? La más baja, la más despreciable.

2)DEMOSTRACIÓN DE QUE EN HAITÍ ACABA DE OCURRIR UN GENOCIDIO

Debajo de este reflexión dejo un texto que la apuntala...

En Haití murieron más de cien mil personas en pocos minutos y lo hicieron tan masivamente y no en numero de decenas o centenas como hubiera sido en un país como Japón porque sus casas estaban construidas con pobre resistencia. Estas casas estaban construidas con pobre resistencia y sin pensar en prevención alguna frente a un posible terremoto que todo científico entendido en el tema conocería en su posibilidad (pues hay muy cerca de Haití una falla geológica)...porque en Haití ni siquiera está resuelto el problema del alimento y el agua para sus habitantes, independientemente de este terremoto. En Haití no están resueltos estos problemas ni ha habido prevención frente al terremoto, entonces, a causa de la pobreza generalizada de la población cuya esperanza de vida promedio es una de las más bajas del mundo. Esta pobreza, a su vez, es producto de la falta de una conducción apropiada del país incluyendo la corrupción y falta de interés por el pueblo de sus gobernantes...e incluso por la falta simple y llana de conducción soberana de la nación haitiana. ¿A que se debe esta falta de una conducción soberana y responsable de Haití por parte de sus gobernantes? Se debe, simplemente, a la intervención extranjera, que destruyó y descompuso sistemáticamente las instancias de autodeterminación del pueblo haitiano, siendo las potencias occidentales directamente ocupadas en esta sistemática descomposición y manipulación de la política haitíana la Francia de Napoleón el cornudo y Estados Unidos, país en el que los afroamericanos siguen viviendo en barrios-guettos o en ciudades-guettos, para vergüenza y escarnio de una nación que dice ser representante mundial de la democracia. Así pues...atando hilos...si murieron tan masivamente los haitianos el dia del terremoto fue por la intervención política extranjera que condujo a la descomposición política del país, que condujo a una pésima conducción o falta de conducción de los intereses del pueblo haitiano, que por ello cayó en la pobreza, que por lo tanto no tiene a su disposición los medios para subsistir dignamente y mucho menos para prevenirse de un terremoto de esta magnitud. Por lo tanto, si vemos a los cadáveres de los haitianos transportados apilados como basura en camiones para ser trasladados a grandes fosas comunes en las afueras de Puerto Príncipe y empujados finalmente a ellas con palas mecánicas...esto podemos verlo como el síntoma de un lento genocidio que ha tenido su culminación el dia de la tragedia. Y podemos decir que este es un genocidio porque una vez establecido que la mortandad masiva tiene como responsable indirecto pero frontal a la intervención extranjera en Haití podemos preguntarnos porqué esta intervención ha sido tan brutalmente destinada a descomponer política, económica y socialmente al pueblo haitiano, de un modo que no lo ha hecho con otras naciones caribeñas...y la respuesta contundente es...porque es un pueblo netamente afroamericano.

"Ensayo de materiales en Haití

18 Ene 2010

por Isaac Rosa

No sé si han visto alguna vez las pruebas a que son sometidos un mueble, un juguete, una estructura o cualquier producto antes de su fabricación y uso: los llamados ensayos de materiales, por los que en laboratorio reciben sobrecargas, son doblados, golpeados, estirados, y todo tipo de perrerías para comprobar su calidad y resistencia.

Pues los desastres naturales funcionan a la manera de esos ensayos, sirven para poner a prueba la solidez de un país. Así, un terremoto de la misma intensidad causa decenas de miles de muertos en Haití, pero sólo unas docenas en Japón o Estados Unidos. Incluso dentro de un mismo país los desastres delatan la desigualdad entre ciudades, y un huracán de fuerza cinco puede dejar miles de muertos o sólo una decena, dependiendo de si golpea Nueva Orleans o Miami.

Un desastre natural dice mucho de una sociedad, de la preparación de sus infraestructuras y servicios para resistir, pero sobre todo para recuperarse, pues en casos como el de Haití las peores réplicas serán en forma de hambre y enfermedad. La ONU podría usar los terremotos y huracanes como un elemento más al calcular el Índice de Desarrollo Humano. Ahí está el caso de Cuba, por ejemplo, modélica ante los frecuentes ciclones, y que el día del terremoto evacuó a más de 30.000 personas en pocas horas por si había un tsunami, y a continuación mandó cientos de médicos a Haití.

Todo ello demuestra algo que estos días se repite: que no mata tanto el terremoto como la pobreza del sitio sacudido. Y en esto Haití, tras décadas de expolio, corrupción y tutelas extranjeras, ha resultado ser un taburete de cartón sometido a una prueba de resistencia propia de sillas de hierro. Así ha quedado."

3) DEMOSTRACIÓN DE QUE EL PUEBLO DE HAITÍ NECESITA EN PRIMER LUGAR QUE SE LE RECONOZCA SU DIGNIDAD Y SOBERANÍA

Estados Unidos y Francia, como responsables frontales aunque indirectos del abismo en que yace hundido Haití deberían compensar este crimen transfiriendo al pueblo haitiano las riquezas que sean necesarias para que este pueblo alcance el estatus de vida que hubiera tenido hoy dia en caso de no haber sufrido las intervenciones que hoy lo tienen deshecho. Por supuesto que este deber de compensación, mucho mayor que el deber de hermandad que tienen los latinoamericanos, pues parte de una actividad criminal que debe ser redimida de algún modo, no será cumplido, sino que en cambio veremos a los europeos y estadounidenses dar de sus economías lo que de acuerdo a las dimensiones de las mismas sería algo así como sacar una moneda de un monedero repleto de billetes apretujados, con el solo fin de compensar su hipocresía histórica, su culpa histórica, en un acto de munificencia parecido al que hacen los ricos en las puertas de las iglesias con los pobres que estiran sus huesudas manos para pedirles una limosna. La mirada compasiva no es una mirada que dignifica al otro sino que es una mirada en la que se esconde por un lado la oscura sospecha de que el otro tal vez se merezca sus padecimientos por ineptitud o mala conducta y por el otro la vanidad de estar un escalón por encima y lejos de la tragedia que el otro padece. No es compasión lo que necesitan hoy o necesitarán mañana los haitianos sino que se reconozcan sus derechos a participar de los conocimientos civilizatorios que hoy posee la humanidad y que una minoría acapara en el secreto y la soberbia científica, y que se reconozcan por sobre todas las cosas su derecho a vivir dignamente, que no es otra cosa que su derecho a vivir de acuerdo a su propio bienestar y futuro, con soberana autodeterminación. ¿Acaso Haití tiene hoy esos derechos reconocidos? Si contemplamos la ridicula inercia de su actual gobernante, el presidente Preval, y la desarticulación en la que han caido sus estructuras políticas psicológicamente subordinadas a la intervención extranjera constante y en forma de soldadesca, podemos decir que NO, y que por lo tanto esta es la mayor exigencia que nace y permanece en tanto persista este genocidio.

Un saludo cálido a todos, Fernando Gutiérrez Almeira, filósofo virtual.

A la búsqueda del amor perdido, Rodrigo Eugui Ferrari

(Ponencia dictada en el marco de las I Jornadas de Filosofía, celebradas en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación durante los días 10 y 11 de diciembre de 2009).

Este trabajo tiene como finalidad incentivar la reflexión filosófica en torno a un aspecto relevantísimo de la vida humana, el amor, que por su marcada tendencia a la manifestación física (acompañada a la asociación mundo material-ciencia), ha sido relegado de la filosofía para ser trasplantado a los campos científicos de la psicología, la física y la genética principalmente. Si bien las explicaciones científicas resultan útiles para la comprensión de este “estado vital”, existen ciertos aspectos del mismo que trascienden la mera manifestación física, y es en ese punto donde “nos damos cuenta” que las respuestas ofrecidas por la ciencia son incompletas, exiguas, y que la necesidad de otra postura (proporcionada por la meditación filosófica) se vuelve inmanente a los propias interrogantes.
Primeramente, se presentará –de un modo somero- el abordaje del tema a través de la historia de la filosofía, rescatando aquellos aportes que mejor se presten a la reflexión con la intención de aunar los senderos teóricos y los prácticos; y por último se realizará un enfoque partiendo de la actualidad y sus desafíos, acercando así nuestra disciplina a la vida cotidiana.
Asimismo, se advierte que las traducciones efectuadas de pasajes de dos artículos pertinentes son personales, por lo que el parafraseo de los mismos predominará a su mera traducción literal.

Sobre la esencia del amor
Al igual que todos los problemas filosóficos, este es uno que ha sido, es y será fuente de sempiterno debate. Y es que la pregunta ¿qué es el amor?, planteada al estilo socrático y que indaga sobre la naturaleza del mismo, conlleva a otra, quizá precedente a ésta: ¿pueden los demás seres vivientes amar? ¿es capaz una planta, por ejemplo, de amar? ¿necesita el amor una expresión visible?, aumentando la lista de interrogantes cada vez que se profundiza más en el asunto. La poesía ha dado hermosas y diversas conceptualizaciones, y entre tantas bellezas resulta difícil escoger una y decir “esto es amor”. Pero aunque así sucediese, esos versos, tan dulces al oído, se muestran frágiles al tacto filosófico. ¿Qué es el amor? El amor es...un gran enigma. Voltaire, en su Diccionario filosófico, expresa que es “un no sé qué compuesto de todo eso; es un sentimiento confuso semejante a las pasiones fantásticas que los muertos conservaban en los Campos Elíseos.” Entonces, ¿qué podría ser? Personalmente, comparto la visión de Zygmunt Bauman, quien introduce una analogía entre la muerte y el amor, ya que “sólo se puede entrar en el amor y en la muerte una única vez: menos aún que en el río de Heráclito.”(1) Así, ambos “son acontecimientos del tiempo humano, cada uno de ellos independientes, no conectado (y menos aún causalmente conectado) a otros acontecimientos similares, salvo en las composiciones humanas retrospectivas, ansiosas por localizar –por inventar- esas conexiones y comprender lo incomprensible.”(2) Por esto, “la naturaleza del amor implica –tal como lo observó Lucano dos milenios atrás y lo repitió Francis Bacon muchos siglos más tarde- ser un rehén del destino.” (3) ¿Pero es esto cierto? ¿Por qué hay personas que, por ejemplo, se enamoran “a primera vista”, y mantienen encendida esa llama durante toda su vida (tal es el caso de la historia romántica de la película Titanic)? ¿Hasta qué punto el destino no está determinado?

Distinción helénica del término en tres tipos: Eros, Agape y Philia
Los antiguos griegos habían diferenciado tres aspectos del amor personal, a los que clasificaron y denominaron Eros, Agape y Philia.
El primero de ellos, Eros, refiere “a esa parte del amor que constituye lo pasional, el deseo intenso por alguien, y está casi siempre dirigido al deseo sexual (de ahí proviene la moderna noción de erótico, en griego erotikos).” (4) Algunos autores, como Nygren, lo describen “como amor del deseo o amor adquisitivo y, por consiguiente, como egocéntrico” (5); y otros, como Soble, afirman que es “especialmente la creencia de lo que es bueno o bello” (6) (éste último destaca su dependencia racional).
Por otro lado, Agape supondría la antítesis de Eros, ya que “refiere al amor paternal de Dios hacia el hombre y del hombre hacia Dios, pero se extiende a incluir el amor fraternal hacia la humanidad toda.” (7) Este aspecto, podría sostenerse, “busca un género perfecto de amar en cuanto a cariño, trascendencia del particular y a pasión refiere, independientemente de la reciprocidad.” (8) Rumi, poeta sufí y figura cumbre de la cultura persa, refleja con perfección lo precedente en sus composiciones: “La casa de mi corazón está vacía,/exenta de deseos, como el paraíso./Dentro de ella no hay afán salvo el amor de Dios,/ningún habitante salvo la imagen de la unión con Él.” (9) El ágape, adoptado y modelado por el cristianismo, ha sido –y todavía es- criticado, puesto que trae consigo una variedad de implicaciones ético-morales. Tómese la norma que conlleva a un amor igualitario, aquella que dice “ama a tus enemigos”. ¿Cuál sería el contenido ético de la norma para quien rechaza esta clase de amor? ¿Es éticamente adecuado amar con imparcialidad a todos los hombres? ¿Cómo debería responder yo ante el desprecio del otro? Por ello, “tempranamente los cristianos se preguntaron si el principio se aplicaba sólo a los discípulos de Jesús o a todos” (10), resultando victoriosa la segunda alternativa. “Para los cristianos pacifistas, poner la otra mejilla a las agresiones y a la violencia implica la esperanza de que el agresor eventualmente aprenderá a comprender los más altos valores de paz, perdón y amor hacia la humanidad.” (11)
Sin embargo, el agape también posee un lado sombrío que quienes lo comparten se esfuerzan por sepultarlo: si así se promueve una suerte de “elevación del alma”, ¿no se despreciaría, a su vez, todo lo corpóreo? ¿No se estaría tolerando, indirectamente, cualquier violación física? ¿Hasta qué punto el agape concuerda con nuestra naturaleza, y hasta qué punto es tan sólo una mera invención humana? “Otros mantendrían que el concepto de amor universal, o amor por igual, no es sólo impracticable, sino lógicamente vacío. Aristóteles, por ejemplo, afirma: Uno no puede ser amigo de muchas personas en el sentido de tener una relación perfecta con cada una de ellas.” (12)
Finalmente, se encuentra Philia, que “originariamente significaba un género de consideración afectiva o sentimiento amistoso para con los amigos, los integrantes de la familia, y el país libre de uno.” (13) Como se aprecia, hay una cierta semejanza entre eros y philia, ya que ambos aspectos son “generalmente (pero no universalmente) entendidos a ser sensibles a las (buenas) cualidades en el propio amado.” (14) No obstante, difieren, según lo enuncia Soble, en la importancia de lo sexual: en eros es imprescindible, mientras que en philia no lo es. Las enseñanzas del filósofo chino Confucio, en lo que a amor filial corresponde, elucidan bien este aspecto. De esta manera, por ejemplo, sostiene: “El que tiene arraigada la piedad filial en lo más profundo de su corazón, ama a su padre y a su madre hasta el último día de su vida. Son ilustrados aquellos de quienes sus padres alaban el fiel cumplimiento de la piedad filial y sus amigos de juventud exaltan el profundo respeto hacia sus hermanos.” (15)

Interpretación metafísica de la unión amorosa
Quizá sea la más loada por poetas y escritores. El hecho de elevar el amor a la categoría de “divino”, de complemento espiritual, hace que el enamorarse perdidamente de otro individuo fuera el más sublime de todos los estados.
La influencia platónica fue –y es- de suma importancia para el mantenimiento de esta concepción. En el Simposio plantea, en boca de Aristófanes, que los amantes anhelan “llegar a ser uno solo de dos, juntándose y fundiéndose con el amado.” (16) Pero esta unión no es entre cuerpos, sino entre dos almas que quieren volverse una, es decir, a su estado original: eso permite que el lazo perdure a través del tiempo (idea que rescatará más tarde Justiniano, agregando también la relevancia del elemento material), y que, como sostendrá Sócrates después (con algunas variantes), los amantes alcancen la perfección: “Un hombre enamorado, en efecto, soportaría sin duda ser visto por su amado abandonando la formación o arrojando las armas, que si lo fuera por todos los demás, y antes de eso preferiría mil veces morir.” (17) Así, “amor es, en consecuencia, el nombre para el deseo y persecución de esta integridad.” (18)
Fue tal la preponderancia de Platón, que filósofos naturalistas como Lucrecio se valieron de esta doctrina. En su obra De Rerum Natura (IV, 968-1288) expresa lo siguiente: “…cuando en la flor de la edad se unen dos amantes y el cariño los aproxima ante la presencia de Venus que preside la fecundación femenina, se estrechan y se halagan como si quisieran ambos confundirse en una sola alma y en un solo cuerpo…”
En Oriente, Ibn Hazm de Córdoba tal vez sea el defensor más destacado de esta línea. En El collar de la paloma, escribe: “Mi parecer es que consiste en la unión entre partes del alma que, en este mundo creado, andan divididas, en relación a cómo primero eran en su esencia elevada…” (19) Y luego se encarga de presentar una serie de argumentos contra las refutaciones planteadas a la teoría. La objeción que se le puede hacer a esta concepción, se captura en el siguiente razonamiento: Si el amor fuese una concordia entre almas, entonces el afecto sería recíproco entre el espíritu del amante y el del amado (es decir, ambos se amaría por igual). Pero esta concordancia mutua no existe: siempre hay uno de los dos que ama más al otro, y los términos “amante” y “amado” hacen mención de ello. Por consiguiente, el amor dista de ser una mera concordia entre almas, aunque nos sintamos heridos poéticamente. El argumento que expone Ibn Hazm de Córdoba contra lo anterior descansa en otro postulado metafísico que, en sí, se basa en la información de su conclusión para reforzar sus premisas.
Por otra parte, la explicación metafísica queda abolida al rechazar la existencia del alma, dando paso a la explicación científica y sus teorías al respecto.

Explicación científica
Se asume que el amor es un fenómeno físico y, en consecuencia, puede ser examinado e interpretado científicamente. La física y la genética, áreas que muestran mayor interés al respecto, “reducen todos los exámenes del amor a la motivación física del impulso sexual.” (20) Según piensan, el hombre, sea en una etapa consciente o inconsciente, es dirigido por ese impulso a encontrar un objeto que le garantice cierta gratificación sexual. “Los deterministas físicos, aquellos que creen en el mundo totalmente físico y que cada evento tiene una causa material, consideran el amor como una extensión de la parte química-biológica constituyente de la especie humana, y que el mismo sea explicable acordando a dicho proceso.” (21) Los genetistas, por su parte, invocan la teoría de que “los genes (el ADN del individuo) establece los criterios de determinación en toda elección sexual o supuesto romántico, especialmente en lo que a escoger pareja se trata.” (22)
Sin embargo, la ciencia no ha podido responder con satisfacción una serie de interrogantes que son incompatibles a sus postulados, y que proporcionan a este “fenómeno físico” cierto aire metafísico: ¿por qué, cuando se habla de “amor verdadero”, éste no se extingue después del fallecimiento de uno de los partícipes de la relación, sino que permanece vivo en la memoria del otro, generándole efectos que antaño (Como manifiesta con belleza Ibn Hazm de Córdoba: “Tú hallarás personas que ellos mismos creen haber olvidado ya su amor y que han llegado a edad muy avanzada; pero, si se lo recuerdas, verás que lo sienten revivir en su memoria, y se lozanean y remozan, y que notan que les vuelve la emoción y les excita el deseo.” (23))?¿por qué, cuando se está perdidamente enamorado, se es capaz de dar la vida por el amado (Como lo expresa Alcibíades en el Simposio: “…cuando tuvo lugar la batalla por la que los generales me concedieron también a mí el premio al valor, ningún otro hombre me salvó sino éste, que no quería abandonarme herido y así salvó a la vez mis armas y a mí mismo.” (24))? ¿Y por qué, si nuestros genes determinan la “pareja ideal”, a veces amamos a otras personas inferiores en belleza y vigor, o somos amados por otros que exceden tales expectativas para con nosotros?
Si bien la interpretación metafísica no está exenta de crítica, podría decirse que la explicación científica tampoco.

Otra exégesis de la obra de Empédocles
Habitualmente, tiende a interpretarse el pensamiento de Empédocles, filósofo presocrático, desde una “óptica” aristotélica. Así, se lo califica –al igual que Anaxágoras- como pluralista, es decir, seguidor de un sistema filosófico (post-parmenídeo) que, a grandes rasgos, afirma la existencia de la multiplicidad y el cambio en el universo. No obstante, Empédocles fue el primer pensador occidental en otorgar al Amor un papel preeminente en su concepción de la realidad. Y, desde esta perspectiva, se lo puede considerar como el fundador de una rama filosófica: la filosofía del amor.
En los fragmentos de un poema suyo (atitulado, pero que la tradición da el nombre de Sobre la naturaleza, y en el cual expone su doctrina), declara que existen dos fuerzas capaces de unir y separar las cosas, a las que identifica con el Amor y el Odio: “Todos estos nunca cesan de cambiar locamente; ahora se unen en unidad por el Amor; ahora se separan por la repulsión engendrada por el Odio, hasta que se reúnan en la unidad del Todo y se someten a ello.” (25) ¿Cuál sería el significado de este pasaje, considerando que su autor fue un verdadero “filósofo del amor”? ¿Qué nos quiere transmitir con ello? Según este enfoque, estaría manifestando que la pareja (o sea, el Todo, ya que implica la totalidad de las partes en una relación) necesita, para su consolidación como tal, establecer un “equilibrio” entre estos opuestos: la unión es imprescindible, pero cuando se lleva a su extremo, cuando los amantes empiezan a depender cada vez más entre sí, el germen de la separación, del odio, deviene inevitable; a su vez, cuando la separación impera en la relación, y el amor es una tenue lucecilla en la oscuridad, la ruptura es ineludible. “Vuelen juntos, pero jamás atados” dice un antiguo proverbio indio, que parece coincidir con esta postura.
Por otro lado, también se le atribuye a Empédocles el proclamar que existen cuatro elementos primitivos universales, a saber, fuego, agua, tierra y aire, de los cuales se componen todas las cosas: “Y escucha en primer término las cuatro raíces de todo: Zeus, el brillante, Hera la donadora de vida, Hades, y Nestis, cuyas lágrimas son una fuente de vida para los mortales.” (26) Ahora bien, ¿por qué escogió para mencionarlos nombres de dioses? ¿Qué significado hay más allá de la mera elegancia poética? Como se sabe, Zeus –fuego- era famoso por tener una vida sentimental regida por la pasión (el rapto de Ganimedes es un claro ejemplo de ello), a la inversa de Hades –agua-, cuya serenidad lo caracterizaba (amó únicamente a Perséfone, y con total diligencia). Hera –aire- representa la imagen idealizada de la mujer, lo divino, lo contemplativo; mientras que Nestis –tierra- lo es de lo terrenal, del deseo que nos arranca lágrimas cuando no somos capaces de saciarlo. Entonces, se puede hacer una vinculación entre ellos y revelar así el “pensamiento oculto” del filósofo: cuando se está en una relación amorosa, lo pasional y lo contemplativo son los aspectos dominantes (Zeus y Hera eran esposos); los amantes ven “la vida en rosa” (viven en su propio Olimpo) y, al enfadarse, no tardan en reconciliarse nuevamente para continuar reinando en su paraíso. Al final de dicha relación (el Hades), que se encuentra asociada al elemento pasional (Zeus y Hades eran hermanos) y a la soberbia, se abre el camino a la reflexión (recuérdese la liberación del dios de los infiernos y sus hermanos por Zeus), que exige sosiego, calma, paz. pero también se origina en nosotros el deseo de volver al ser amado, de tenerlo en brazos y besarlo. Y he aquí un nuevo conflicto entre lo espiritual y lo corporal: lo que parece sugerir Empédocles es que sólo al final de un enamoramiento verdadero el alma es capaz de elevarse o no hacerlo.
Esta exégesis de su teoría permanece todavía inconclusa, lo que significa que quedan símbolos y frases por interpretar desde la óptica de la filosofía del amor. Lo cierto, es que fue un pensador muy involucrado en el asunto, que vivió de acuerdo a sus creencias, y cuyo aporte –opacado por la interpretación aristotélica- es de gran utilidad para la aplicación práctica de nuestra disciplina.

La formación de una pareja en la actualidad
Si bien la philia es de suma importancia para la vida sentimental del hombre, la búsqueda de su “alma gemela”, es decir, el establecimiento de una relación amorosa, es la que satisface en mayor medida esa necesidad humana de contacto social.
En un mundo globalizado como el nuestro, donde pareciera que los avances tecnológicos aumentan desmesuradamente, encontrar un compañero de por vida “es más difícil que en una aldea primitiva, donde al menos todo el mundo se conocía y para tomar esposa uno tan sólo debía elegir entre las relativamente escasas personas disponibles.” (27) ¿Hasta qué punto el progreso nos beneficia? ¿Qué tan comunicados estamos? Como bien expresa Marinoff: “…sufrimos la contrapartida de la pérdida del espíritu de comunidad, con el consiguiente debilitamiento del tejido social que vincula a los miembros de dicha comunidad.” (28); ergo “el contacto entre las personas pierde la intimidad necesaria para establecer relaciones individuales y a su vez comunidades.” (29)
Hoy en día, la mayoría de las personas desean más una compañía sexual que una sentimental. ¿Y es que acaso sexo y amor son sinónimos? La cópula, a diferencia del amor, es efímera. Además, se pueden tener relaciones carnales con un individuo sin siquiera amarle. Para Fromm, el orgasmo “cumple una función no demasiado diferente del alcoholismo o la adicción a las drogas. Como ellos, es intenso, pero transitorio y periódico.” (30) Y Bauman complementa esta idea añadiendo: “Toda capacidad generadora de unión que el sexo pueda tener se desprende de su conjunción con el amor.” (31) ¿Pero por qué si el amor es un estado, llamémosle superior, con respecto al sexo, los sujetos persiguen más este último? La respuesta conlleva a la presentación del dilema “amar o ser libre”, denominado por Solomon como la paradoja del amor, la cual sería la siguiente: Todo lo que obstaculiza la libertad se combate. El amor obstaculiza la libertad, al generar cierto vínculo de dependencia entre los amantes. Por lo tanto, el amor se combate (Fisher manifiesta que “la pérdida de autonomía individual es una consecuencia aceptable de amar” (32)). Es por eso que “la moderna razón líquida ve opresión en los compromisos duraderos; los vínculos durables despiertan su sospecha de una dependencia paralizante. Esa razón le niega sus derechos a las ataduras y a los lazos, sean espaciales o temporales.” (33) Y el sexo es visto como la vía más rápida, versátil y segura de experimentar ese estado de bienestar característico del amor, aunque sea por unos pocos segundos. Y sus efectos secundarios son el fruto amargo de su cosecha: “…la unión alcanzada durante el breve instante del orgasmo deja a los desconocidos tan alejados como lo estaban antes de modo tal que sienten extrañamiento aún más profundamente que antes.” (34)
Todo esto involucra la consolidación e imposición de una cultura consumista, “partidaria de los productos listos para uso inmediato, las soluciones rápidas, la satisfacción instantánea, los resultados que no requieren esfuerzos prolongados, las recetas infalibles, los seguros contra todo riesgo y las garantías de devolución del dinero. La promesa de aprender el arte de amar es la promesa (engañosa, falsa, pero inspiradora del profundo deseo de que resulte verdadera) de lograr experiencia en el amor como si se tratara de cualquier otra mercancía. Seduce y atrae con su ostentación de esas características porque supone deseo sin espera, esfuerzo sin sudor y resultados sin esfuerzo.” (35)
En este juego mercantil, donde todo vale y todos participamos del mismo, hasta el propio Estado ve en amor una fuente económica muy provechosa: “La supuesta llave de la felicidad de todos, y el explícito propósito de los políticos, es el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). Y el PBI es medido en función de la suma total de dinero gastada por la población.” (36) E incluso algunos fenómenos contemporáneos, como la revolución sexual, son motivados por las grandes empresas multinacionales, especialmente las de fabricación de preservativos, quienes se sirven de la causa para la incrementación de sus ganancias.
La “Red de Redes” es otro suceso que si bien acorta distancias, también actúa como agente fortalecedor de este amor comercial. Al respecto, Bauman manifiesta: “O así es al menos como uno se siente cuando entra a Internet para comprar compañeros: igual que cuando hojea las páginas de un catálogo de ventas por correo sin obligación de compra que garantiza en la cubierta el reembolso en caso de quedar insatisfecho.” (37) Las llamadas “citas virtuales” han suplantado, poco a poco, a los encuentros personales, con la consiguiente pérdida de la capacidad humana para establecer vínculos directos, es decir, de su relacionamiento social real: “…para los corazones solitarios de hoy, las discotecas y los bares de solos y solas no son más que un recuerdo lejano. No han adquirido (y no temen haberlo hecho) suficientes habilidades sociales como para hacer amigos en lugares semejantes.” (38)
Con todo, parece que el encuentro de nuestra “media naranja” en la actualidad exige, tal cual lo enuncia Fromm, “humildad, coraje, fe y disciplina”. Por mi parte, agregaría constancia y empatía; y pronunciaría, acompañando a François Mauriac, que en estos tiempos gélidos, “si vosotros no ardéis de amor, habrá mucha gente que morirá de frío.”

Notas bibliográficas
(1) Bauman, Zygmunt. Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, Fondo de Cultura Económica USA, 2007, pág. 17
(2) Ibidem
(3) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 21
(4) http://www.iep.utm.edu/love/ (The Internet Encyclopedia of Philosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(5) http://plato.stanford.edu/entries/love/ (Standford Encyclopedia of Phylosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(6) Ibidem
(7) http://www.iep.utm.edu/love/ (The Internet Encyclopedia of Philosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(8) Ibidem
(9) Rumi. Amante del amor, trad. Miguel Grinberg, 1ra. ed., Buenos Aires: Longseller, 2002, pág. 19
(10) http://www.iep.utm.edu/love/ (The Internet Encyclopedia of Philosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(11) Ibidem
(12) Ibidem
(13) http://plato.stanford.edu/entries/love/ (Standford Encyclopedia of Phylosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(14) Ibidem
(15) Confucio. La Sabiduría de Confucio, trad. María Merino, Buenos Aires: Errepar S.A., 2000, pág. 112
(16) Platón. El Banquete, Montevideo: EL PAIS S.A., s/d, pág. 34
(17) Platón. Op. cit., pág. 15
(18) Platón. Op. cit., pág. 34
(19) Ibn Hazm de Córdoba. El collar de la paloma. Tratado sobre el amor y los amantes, Alianza, 1981, pág. 101
(20) http://www.iep.utm.edu/love/ (The Internet Encyclopedia of Philosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(21) Ibidem
(22) Ibidem
(23) Ibn Hazm de Córdoba. Op. cit., pág. 103
(24) Platón. Op. cit., pág. 76
(25) Empédocles, Frg. 17 (DK, I, 308-354)
(26) Empédocles, Frg. 6 (DK, I, 308-354)
(27) Marinoff, Lou. Más Platón y menos Prozac, trad. Borja Folch, Barcelona: Ediciones B, 2004, pág 147
(28) Ibidem
(29) Ibidem
(30) Fromm, Erich. El arte de amar, Buenos Aires: Paidós, 1999
(31) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 67
(32) http://plato.stanford.edu/entries/love/ (Standford Encyclopedia of Phylosophy). Consulta 12 de noviembre de 2009
(33) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 70
(34) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 67
(35) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 22
(36) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 92
(37) Bauman, Zygmunt. Op. cit., pág. 91
(38) Ibidem

Rodrigo Eugui Ferrari

Humanismo Laico (I), Carlos Sequeiro


Desde el punto de vista tangible y físico nos diferenciamos de otras especies, genéticamente. Los humanos tenemos cerca de 30.000 genes e intuimos la complejidad del mismo en cuanto a la diversificación (ejecución del “programa”) de nuestro genoma no por el tamaño o número de genes (el arroz tiene cerca de 60.000 genes). También encontramos evidencia de diferenciación en el aspecto morfológico, apariencia, funcionalidad, tamaño del cerebro, etc.
Desde el punto de vista intangible (ley socio-histórica), la diferenciación la vemos en nuestra capacidad de sentir y controlar esos sentimientos, superar los instintos y modificar nuestra conducta en base a un adiestramiento, educación o voluntad.
Esta atención a lo humano - humanismo atiende la vertiente biológica de la evolución y la vertiente socio-histórica en el sentido de evolución en cuanto a expresión genética y educación evolutiva. En una abstracción al intento de emulación de una computadora con un humano, sería el equivalente al Hardware y al Software.
Disponemos de conciencia como elemento de referencia y objetivo de los sucesos que vivimos y nos encamina hacia acciones concretas a ejecutar, superponiéndolas a voluntad a los instintos.
El razonamiento que nos permite sobre la base de proposiciones obtener conclusiones en “buena experiencia o en buena lógica”.
La imaginación que nos permite simular cualquier situación real o no y en función de la intensidad de lo deseado y de la capacidad de aceptar la dolorosa realidad, convertir lo imaginado a real para vivir una pseudo realidad, pero al fin y al cabo "vivir".

© csl

David habita en Gaza, Fernando Casares



David habita en Gaza
Domingo, 18 de enero de 2009


¿Cómo abstraerse de las imágenes del horror?

¿Acaso existe algún método válido, aunque amoral, para no sufrir contemplando la masacre del otro?

¿Como describir en pleno siglo XXI esta figura dantesca que se levanta opípara, monstruosa, orgullosa y prepotente frente una población privada de sueños, derechos y vida?

¿Cómo explicarle a los niños que serpentearon la matanza, ilesos en la carne y rotos en la vida, que aquello fue obra humana y no divina?

¿Cómo decirles que David también tiraba piedras pero que hoy día las cambió por fósforo, bombas racimo y uranio empobrecido... que se parece más a Goliat y ya no tiene cara de niño?

Esto lo escribo desde la cómoda y posmoderna Europa. Mis hijos están sanos y salvos. Tengo trabajo, aunque allí fuera se estén manifestando ya una nueva legión de parados. Mi vida es muy "normal", común, con las mínimas preocupaciones cotidianas. "No hay de qué preocuparse" es la frase que mejor define a nuestra clase media occidental y cristiana. Regio. Hacemos apología de la mediocridad, maquillamos nuestra mísera existencia con valiums de olvido, telebasura, manipulación massmediática, repetición de frases hechas y un sinfín de tópicos y estereotipos que siempre parecen salvarnos de la hoguera, pero no de las vanidades, la ignominia y la ignorancia. Pura ceguera.

No hacen falta tantos esfuerzos para derribar los mitos y las mentiras. No hace falta hablar de la Historia de Palestina y de la creación del Estado hebreo. No hace falta hablar de las guerras y los acuerdos entre estos dos pueblos. No hace falta describir el exilio y expulsión, nunca sin sangre derramada, del trágico pueblo palestino. Ni siquiera hace falta seguir hablando del Holocausto judío, como si semejante barbarie fuese una marca registrada y su palabra monopolizada, que cuan patente de corso les da derecho al genocidio.

Sólo hace falta imagen, sonido y una pequeña geografía entre muros, bloqueo y control militar.

Gaza, que emula a Varsovia y se ríe de Guernika.

Gaza, la humillada, la vejada, la violada.

Gaza, que agotó sus lágrimas y amputó sus vidas.

Gaza, al retrete toda una generación tirada.

Gaza, que ni sus gritos, ni su ruido han podido quitar el velo a este mundo, ciego, sordo... mudo.

¿Qué le cuento a mis hijos? ¿Qué les digo?



Fernando Casares

Los pecados de Haití, un texto de Eduardo Galeano



Los pecados de Haití

Por Eduardo Galeano

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema: Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.

Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Wilfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.

En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado…. de artistas.

En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934.. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.

Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.

En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl Von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.

La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.

La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.

La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

Fuente: Brecha 556, Montevideo, 26 de julio de 1996

La parabellum del buen psicópata, Bernardo Borkenztain

CÓMO MENTIR CON LA VERDAD

Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum

Vegecio

No hay palabras que permitan expresar el asco que me da la guerra ni mi incapacidad de entender que se mate a una persona por la razón que sea, y en el terrible asunto de Gaza, mi principal sensación es de horror por la cantidad de muertes que hubo, en ambos lados. Muy especialmente me asquea la cantidad de miserables que está lucrando con ellas. Una película uruguaya utiliza en su spot la frase "qué sponsor la muerte", yo parafrasearía "qué negocio, la muerte".
Voy a hacer, sin la más mínima fe en mis compatriotas ni en la humanidad, un último intento de explicar el problema de medio oriente y de desenmascarar las mil y una formas de desinformación que se aplican en contra de Israel. Pero no porque intente defender a Israel, que puede hacerlo sin mi ayuda, sino porque la mentira de los que lucran con la muerte de otros me asquea tanto como la miseria de los que matan para sembrar el terror. Tampoco me voy a dedicar a atacarla, ya hay miles abocados a la tarea, y no hablo de Hamas en este caso.
Hace unos días, en "El Espectador" se reunió un grupo de eruditos y "expertos" en el problema como Susana Mangana e Isabel Pisani (no retuve el nombre de los otros) que, basándose en sus estudios o experiencias pintaron un panorama que dejaba a Israel a la altura del III Reich, poco más o menos. Y eso es tan falaz como miserable. Entre las cosas dichas, recuerdo que la Dra. Mangana (arabista académica) dijo que el problema es que la "comunidaz internacional" (es española) está "harta" de las actitudes de Israel que son un continuo atropello a los derechos de los palestinos y que aunque la información lamentablemente "parecía sesgada" eso era porque en efecto ya se habían rebasado todos los límites. Yo acoto que hay una excelente razón para que pareciera más ladeada que la Torre de Pisa: estaba sesgada, no lo parecía.
En todo momento se refería a "Israel" sin aclarar si el pueblo, el ejército o los gobernantes, todo en la misma bolsa, lo cual sería análogo a pensar que todos y cada uno de los españoles ("del primero al último" diría un viejo gagá, hoy afortunadamente lejos del poder en Uruguay) son una manga de xenófobos miserables y responsables de los atropellos a los derechos humanos que su gobierno ejerce un día sí y otro también cuando expulsa a los africanos que llegan en pateras o cuando llegan sudacas sin papeles y "los fletan en un avión". Nadie, en su sano juicio, sin ser un malparido o un ignorante, puede afirmar tal cosa.
Jamás podrá, aunque el pueblo español, así como el francés, inglés y alemán esté corroído por el cáncer de la xenofobia, ser verdad que todos sean culpables de la ignorancia y el odio. Pero esto, que es tan obvio, como que no todos los uruguayos somos culpables de que los genocidas entre nosotros estén libres, colapsa ante el poder del estereotipo antisemita y sí se afirma - con pretensión de verdad - que todo Israel es culpable de la miseria que se quiera creer y cristianamente se le aplica "palo porque bogas y porque no bogas, palo". Parece mucho. ES mucho.
En el transcurrir de la nota - que me banqué entera como un duque sin masticar la radio - la Dra. Mangana se dio cuenta de que se fue de mambo atacando a Israel y matizó: "cierto es que hubo provocaciones" como para decir que por ahí Hamas o Hezbollah no eran la Madre Teresa, pero eso es la segunda manera de mentir con la verdad. A ocho años de bombardeos continuos del sur por Hamas, del norte por Hezbollah, OCHO AÑOS, insisto, se los describe, retóricamente, con un relativizador y una connotación minimizadora, algo así como decir: "che, por ahí a Galtieri se le fue la mano con esto de las Malvinas" o "qué tipo este Hitler, mirá que hacer eso".
Esas minimizadas "provocaciones" son 6000 misiles katyusha que salieron de Gaza y muchos otros del Líbano, a lo mejor parezco sesgado, pero no logro imaginarme una forma de minimizar el poder de un grupo terrorista capaz de tirar un promedio de 2-3 misiles diarios durante ocho años.
Sin dudas, el lector que haya advertido que comencé por la segunda manera de mentir con la verdad pensará que me equivoqué, cosa que hago mucho, pero no en este caso. La primera, de hecho, es culpa de los medios periodísticos del país que a la hora de facturar (y no seamos ingenuos, junto con las violaciones y asesinatos, despotricar contra Israel factura mucho, y esto es algo que vamos a analizar) arman estas supuestas mesas de análisis en las que se escucha una voz "objetiva", "neutral" o cualquier eufemismo que sirva para adjudicar al opinante de turno el papel de vox dei, lo que condimentan con la realización de preguntas que en realidad son centros fáciles de cabecear hasta por un enano, y que, y esto es lo grave, presuponen en su formulación la culpabilidad de Israel.
Jamás se pregunta por "la situación de Gaza" sino por "los ataques israelíes en Gaza" y se instala en el oyente la predisposición a la ratificación antes que a la refutación. Como estrategia, sugiero a otros sionistas, no intentar responder estas preguntas mal formuladas, rechazarlas de plano, y obligar a los "levantacentros" a preguntar bien y así a lo mejor logramos levantar el nivel en algún momento. Y quiero aclarar que no hablo de nadie en particular. El ejemplo que analizo es ilustrativo, ni mejor ni peor que otros.
El problema es que mezclar a un propalestino (Pisani), con una doctora altamente laureada (Mangana) y no incorporar a nadie que hable por la otra posición, mientras las preguntas presuponen complacientemente las respuestas, es una trampa retórica de la que nadie puede salvarse. La inquisición y Goebbels, con otra virulencia y métodos, hacían exactamente lo mismo. Curiosamente, el sambenito cuelga del mismo pueblo en los tres casos.
Otro "detalle": a diferencia de Argentina, Uruguay no tiene ni embajador palestino ni una comunidad palestina organizada, aunque sí haya en cambio sirias y libanesas, no son lo mismo ni se pueden comparar a la voz oficial de un embajador de la Autoridad Palestina. Pero sí hay embajada del Estado de Israel y varias comunidades judías, sionistas y no sionistas, pero cuyos dirigentes sabiamente suelen declinar asistir a estas "entrevistas" porque suelen ser, insisto, invitaciones a ser agredidos no ya desde la retórica superior o mejores verdades de los oponentes, sino desde las propias preguntas de los entrevistadores. Lo mejor que vi en este sentido, obviamente fue en la televisión argentina.
Ahora bien, no estoy suponiendo que esto se haga con una intencionalidad maligna de agredir a Israel, sino que esto se hace, prosaicamente, porque es lo que el público quiere escuchar. Como expresé antes, despotricar contra Israel, vende, y al público si quiere pan y circo, pan y circo se le da [1]. Pero esto genera una dinámica perversa que obliga a distraer la atención del problema central, y que es quienes están en guerra, y, mucho más significativo, por qué. Pero la racionalidad de un medio es la de una empresa y sería muy estúpido presuponer que la verdad se antepondrá jamás a las ganancias.
Sin embargo, por ahí a veces convendría que chequearan un poquito la información, el "Corriere della Sera", un diario que puede ser acusado de muchas cosas, pero no de ser proisraelí, ciertamente, publicó una nota [2] en la que denuncia que Hamas infló a más del doble el reporte tanto de muertos como de civiles. Igual, un muerto ya es demasiado, pero llama la atención como los medios uruguayos, que tanta gárgara se hacen con esa cosa de "verificar con tres fuentes", cuando el culpable es Israel saben que tienen vía libre par decir cualquier cosa.
Una perlita, al igual que "judío", "árabe" es una palabra de mala prensa en este occidente cristiano, y así Mangana declaró que hay que cortar con eso de hablar de árabes y decir "palestinos" (una palabra que genera la adhesión hipócrita del occidental por el supuestamente débil y así sentirse un justiciero gratis) incurriendo en la falacia de negar que todos los judíos que nacieron en el actual territorio de Israel, pero antes de 1948, son tan palestinos como los árabes, y así figura en sus pasaportes, otra joyita del antisionismo disfrazado, en este caso, de academia.
La estrategia de deslizamiento, de convertir un problema étnico en lingüístico es tan eficaz como un shuriken, con ese simple gambito se instala, de una realidad de confrontación árabes/israelíes, ambas fuerzas importantes a nivel mundial, en una agresión de los todopoderosos judíos a los pobrecitos palestinos, claramente falaz. O si no, pensar únicamente en las connotaciones de estos conceptos árabes: Al Quaeda, ablación, lapidación, Yihad. Separar el concepto de "palestino" del de "árabe" es una jugada retórica falaz pero poderosa, si se la permite.
Por cierto, basta ver cómo Europa trata a los musulmanes inmigrantes para ver lo poco que le importa su suerte, si a la Comunidad Europea le importaran algo los derechos humanos, podría empezar por atender sus famosas "leyes de extranjería", "mobbing" y por supuesto, sus simpáticas manadas de "skin heads".
Lo que nos lleva a otra forma de mentir con la verdad, la tercera, y que alude a la justificación del reclamo de propiedad del territorio de Israel y una de las pretensiones más esotéricas de los palestinos, el "derecho de retorno". Pero esta exigencia, absurda desde un punto de vista occidental pero no desde el musulmán, requiere analizar el problema de los refugiados, porque primero hay que ver qué significa esta burrada internacional sin precedentes de tener refugiados de segunda generación.
Por cierto, los refugiados palestinos genuinos existieron, cómo no, y se originaron por el rechazo árabe en 1947 de la partición de Palestina, resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, y de la guerra que inmediatamente emprendieron para eliminar del mapa a Israel. Muchos palestinos árabes, alentados por sus líderes, o por miedo a vivir en un estado judío cuyas reglas desconocían, abandonaron sus hogares, pero que quede claro: POR VOLUNTAD PROPIA Y SIN NINGUNA ACCIÓN POR PARTE DE ISRAEL, pero en Jordania, dónde la mayoría fue, no se los incorporó a la población (que estaba compuesta de palestinos como ellos) sino que se los mantuvo en campamentos de refugiados, hasta que intentaron eliminarlos en la acción conocida como Septiembre Negro, que fue árabe y no israelí, esto también debe quedar claro. Es por esto que reclamar una causa israelí al problema de los refugiados es hipócrita, y se ceba en una racionalidad occidental que, por no comprender la mentalidad árabe, en concreto la árabe-islámica, creen que son como occidentales excéntricos.
Nunca, desde el punto de vista occidental, insisto, puede ser obvio que fueron los propios palestinos transjordanos los que trataron a los refugiados, palestinos cisjordanos como parias y luego trataron de eliminarlos, pero esa verdad histórica no es discutida por nadie. Dejo planteada esta pregunta, que me parece más interesante que la respuesta - que conozco y me reservo - ¿Qué impulsó a los jordanos a hacer esto? ¿Por qué el resto de los países musulmanes tampoco asimiló a los refugiados?
Ahora bien, en todas las situaciones de guerra de la historia del mundo hubo desplazados que se iban a otras tierras y se asimilaron a las poblaciones, formando comunidades con identidad, por cierto, pero, como en el caso de nuestro país, sus descendientes se volvían locales. Sin embargo, los de estos refugiados siguen siéndolo, no adquiriendo la nacionalidad de ninguno de los países en donde viven desde entonces.
El objetivo no es solamente reclamar la creación (hoy realizada con el beneplácito de Israel, mal que les pese a los antisionistas) de un Estado Palestino (Como Cisjordania y Gaza lo son) sino reclamar el derecho a reocupar las propiedades que sus antepasados abandonaron por propia voluntad y sin ser obligados y que han sido propiedad de israelíes desde entonces [3].
Justo es decir que luego de un tiempo la actitud del gobierno jordano cambió [4] y fue el único que intentó terminar esta eternización de lo que debe ser efímero: el estatus de los refugiados. Por qué los países árabes mantienen por siempre la pobreza y precariedad de los refugiados, es parte de la misma pregunta que dejé planteada, y no es trivial desde la óptica musulmana, insisto.
La ventaja es que entre los desposeídos es más fácil reclutar a los suicidas que se rodean con U$S40000 de explosivos (¿Cuánta comida y medicamentos compran esos mismos cuarenta mil dólares?) que entre los que viven cómodamente, y por eso los gobiernos radicales como Irán se dedican a gastar millones en armar a Hamas pero ni un dólar en mitigar el sufrimiento de los civiles de Gaza. Por cierto, una digresión, el 6/1, 9/1 y 12/1 hubo denuncias internacionales de que efectivos de Hamas robaron provisiones de la asistencia humanitaria para venderle los pertrechos a los civiles de Gaza, pero no la vi reproducida en los medios locales, la razón es la misma: no vende porque desacralizar a Hamas parece ser visto como una argumentación proisraelí. Claro, así los periodistas se pasan más tiempo hablando de objetividad que ejerciéndola.
La ONU incluso crea algo sin precedentes, la UNWRA (agencia para los refugiados en Palestina) en lugar de hacer lo que hace con los refugiados del resto del mundo y que es encontrarles un hogar, para eternizar el problema por generaciones. El problema es que se aplican la definición de la Convención de 1951 y el Protocolo de 1967, que no mencionan a los descendientes, pero que sin embargo le otorga, ex manu militare y sin genuinidad, el estatus de refugiados a los descendientes de éstos, perpetuando así el problema, y multiplicando su número, dada la prolífica tasa de reproducción de los árabes. Ahora bien, si tienen Gaza y Cisjordania, ¿por qué no viven ahí en paz en vez de dedicarse a bombardear Israel desde su mismo establecimiento y a seguir reclamando el "derecho de retorno"?
Porque acá se revela la cuarta forma de mentir con la verdad, la incorrecta asignación del nexo causal, o la inversión de factores. Los antisemitas travestidos de antisionistas (diferente collar para el mismo perro, insisto) acusan a Israel de incitar al odio con su bloqueo infame y el muro en la frontera, cuando es al revés, ambos se establecieron por estar la población civil de Israel harta de ser bombardeada con misiles y suicidas forrados de plástico C4 un día sí y otro también.
Me pregunto dónde estaban todos los pacifistas que hoy - con toda justicia - se horrorizan de las muertes en Gaza cuando cayeron los 6000 misiles - desde ahí - sobre miles de civiles, mujeres, niños, etc., tan inocentes como los de Gaza pero israelíes. Los muertos israelíes no pagan diarios ni avisos en la radio, se ve, y son las "provocaciones" de las que al pasar y minimizando daba cuenta Mangana.
Por supuesto que no acepto la miseria de empezar con el ranking de cuantos mueren [5] de cada lado, porque eso es atentar contra el valor sagrado de la vida humana, no es más sacrilegio mil muertos inocentes que uno, y no hay que perder de vista una cosa: todos los civiles, israelíes y palestinos son rehenes en esta guerra, pero mientras Israel lucha por su derecho a existir, Hamas lo hace para hacerlo desaparecer. No hay que caer en el engaño de creer que Israel ataca a los palestinos y Hamas los defiende. Nadie los defiende, de hecho, los guerrilleros de Hamas los usan de escudos vivientes.
Sobre Israel caen hoy en día dos acusaciones que son mutuamente excluyentes, es lógicamente imposible que ambas sean verdad a la vez: la primera, que son el poderosísimo ejército que ataca a los pobres palestinos que se defienden con palos y piedras y la segunda que intenta exterminar al pueblo palestino. Una de dos, o no es tan poderoso o no los trata de eliminar, porque si fuera tan así hace rato les habría pasado por arriba. Como la evidencia rompe los ojos, los palestinos, lejos de estar armados con palos y piedras lo están con Katyushas y explosivos "state of the art", debe ser que o Israel no es tan poderoso o no los intenta erradicar.
Y hablando de misiles y C4, armas caras por cierto, demos cuenta de la otra mentira que se suele repetir goebbelianamente desde foros antiisraelíes. El ejército israelí es potente, por cierto, y es lo único que protege a los judíos del mundo de los Hitlers y Torquemadas que surgen a la sombra de la podredumbre de la intolerancia, y como cualquier ejército, responde a la racionalidad militar. Por suerte ésta es sencilla de entender, es más o menos así: de un lado del rifle está el caño y del otro la culata. El de adelante del caño es el enemigo y si no lo mato, me mata. Pedirle a un ejército que se comporte de otra manera es ridículo. Y pedirle a un país bajo ataque constante que no lo tenga, absurdo.
Supongamos que un soldado tiene un moderno rifle de alta tecnología, pongamos por caso un TAVOR TAR-21, de última generación, el nec plus ultra de las armas de asalto, y de repente es atacado desde el sur por un perro rabioso y desde el norte por una hiena. ¿Qué acción sería racional en un soldado? ¿Considerar que los animalitos están desarmados, dejar su arma y defenderse a mano desnuda? ¿O acribillarlos a balazos y terminar el problema de una? Bueno, una pregunta que nadie se hace - aparentemente - es por qué Israel, si pretende, como los antisionistas proclaman, eliminar a los palestinos, no lo hace. Después de todo, Gaza representa, desde el punto de vista táctico, un obstáculo fácil de eliminar.
La respuesta es que no lo hace porque no es su intención ni su deseo exterminar a nadie sino vivir en paz. Una paz que ni Arafat ni Abbas fueron jamás capaces de ofrecer, porque los perros (Hamas) y las hienas (Hezbollah) les ponen permanentemente un cuchillo en la garganta. Mal que le pese a Galeano y su miserable carta que da vuelta el mundo, no es verdad que los palestinos son libres de elegir a sus mandatarios solamente cuando estos son los correctos, son libres como pocos árabes en el mundo son (las democracias y el Islam se llevan mal, y es culpa de imbéciles como Bush, por cierto) pero cuando en Gaza eligieron a Hamas para gobernar en lugar de Al Fatah, eligieron un movimiento que en su carta constitucional tiene como principio "echar a los judíos al mar" (y no al revés como dice Figares).
Pero la miopía de Galeano no da para abrirse las venas, basta leer la carta constitutiva de Hamas, preguntarse por qué, si Israel tiene intenciones genocidas no las ejecuta, si con poder nuclear sería una pasada hacerlo (salvo para los que sí valoran la vida ajena y eligen respetarla dentro de lo que se le permite) y, mucho más importante, qué quiso decir Arafat cuando Mike Wallace lo entrevistó al finalizar las negociaciones con Barak, las que fracasaron porque el líder palestino rechazó aceptar 29 puntos y fracción de una lista de 30 en total.
Insisto: Israel con Barak ofreció casi el 100% de las demandas palestinas, solamente a cambio de garantías de paz. Esto no es opinable, está publicado y es objetivo: pero cabe preguntarse qué clase de diplomático no sabe que en ninguna negociación se obtiene el total de lo que se pretende, y, más importante, por qué los medios suelen callar al respecto. En efecto, aparentemente "negociar" para los palestinos significa que el otro acepte todo sin proponer nada, o te bombardean con misiles y suicidas explosivos, sino, como le dijera Arafat a Wallace, si acepto eso me matan.
Otra mentira que se cimenta en una verdad, es la diferencia tecnológica del lado israelí y el palestino, como si alguien en su sano juicio pudiera compartir tecnología de punta con alguien que la usa para bombardearlo. El problema es que el mundo entero parece tener derecho a usar la racionalidad práctica, salvo Israel, obvio.
Ahora bien, las guerras son todas miserables y las muertes son todas trágicas, es obvio, pero aunque yo soy un civil que escribe cómodamente desde una hamaca en Las Toscas, no soy tan idiota como para pensar que un soldado israelí de 18 años puede masturbarse intelectualmente con el imperativo kantiano mientras las hienas atacan. pero, si el mundo sabe esto, si el ejército de Israel es supuestamente tan poderoso como un pelotón de kriptonianos furiosos, apenas menos que una horda de arcángeles vengativos, ¿qué busca Hamas con sus ataques -supuestamente - inofensivos con "palos y piedras" de cuarenta mil dólares? Es obvio que una avispa no puede matar un dragón.
Ganar es imposible, y como ningún ejército del mundo ataca si es imposible ganar, la conclusión es inevitable: o tienen un plan secreto para ganar o la racionalidad militar no aplica en este caso.
Me quedo con la segunda, porque en esta guerra el único ejército es el israelí, Hamas es un movimiento terrorista, y por eso su objetivo no es la victoria (ocho años de ataques espurios lo demuestra) sino sembrar el terror. Importante sería que los zurditos bienpensantes de este continente [6] entendieran de una vez que no es lo mismo un movimiento de liberación nacional que uno de terroristas, aún cuando a veces usen las mismas estrategias y armas, sus objetivos no pueden ser más disímiles. Sin irnos de tema, es la diferencia entre los viejos Irgún, Haganá o Al Fatah (ex terroristas) que luchan por ser libres y autodeterminarse, y Hamas o Hezbollah, que o te convencen o te tratan de matar [7].
A ver si queda claro, los primeros son genuinos guerreros que fracasan si no mueren libres y asegurando la libertad de sus hijos. Los segundos, unos carroñeros que, como las hienas tienen por misión sembrar el terror y atacar indefensos. Y esto es claro: Israel no hubiera atacado civiles en Gaza si primero Hamas no los hubiera usado de escudo, un soldado no puede dudar si su vida está en juego, y, que esto también quede claro, los terroristas no van de uniforme sino de civil, es imposible saber quiénes son quiénes.
Para más condimento, los valientes líderes de Hamas se esconden en escuelas y hospitales. Ahora, si los terroristas los ponen como escudos humanos frente a los rifles de un ejército, hay un solo resultado posible, pero ¿quién es culpable y quien inocente? ¿El soldado que mata porque está en guerra? ¿El terrorista que calculada y premeditadamente utiliza mujeres y niños desarmados como escudo? ¿Los civiles de Gaza que al elegir Hamas eligieron negar la existencia de Israel y comprometerse a "tirar a los judíos al mar"? ¿No será que la realidad es algo más compleja de lo que parece desde la comodidad de un living con cable y aire acondicionado?
Sí es verdad que Israel respondió a las "provocaciones" con fuerza singular, pero eso hacen los ejércitos. Todos. Cada soldado israelí es un hombre o mujer que casi con seguridad perdió seres amados en los ataques cobardes de Hamas o Hezbollah, ¿quién tiene derecho a pedirle que no esté enojado, harto, rabioso? Ocho años en los que tanto palestinos como israelíes son rehenes del terror, pero el único culpable para la "comunidaz internacional" parece ser Israel. vamos.
La diferencia, radica en que Israel es una democracia, y ahora se verá qué ocurrió con las bombas de fósforo blanco, y con todos los excesos cometidos. Los culpables serán castigados, y la verdad conocida. No toda, claro, porque falta saber por qué Arafat sabía que si aceptaba lo que ofrecía Barak lo iban a matar. ¿por qué sería?
Bernardo Borkenztain
[1] Por suerte no en el sentido que todos los uruguayos con media neurona tememos: con la vuelta del panquéquico conductor de la media sonrisa "inteligente".
[2] http://www.corriere.it/esteri/09_gennaio_21/denuncia_hamas_cremones...
[3]Sin embargo, del derecho a recuperar las propiedades que los millones de judíos que debieron ser rescatados de países musulmanes como Etiopía y otros los árabes no se hacen eco, se ve que hay derechos de los musulmanes que los perros infieles no tienen.
[4] Aunque la enemistad entre Faisal y Arafat permaneció hasta el fin. Había un chiste en Israel que decía que si en un cuarto estaban esos dos y Menajem Beguin y tenían un solo revólver con una sóla bala, Beguin podía dormir tranquilo. Sirva esto para graficar lo profundo de esa enemistad que rivalizaba la que sentían por el más duro de los dirigentes derechistas israelíes.
[5] Un excelente artículo del Lic. Patricio Brodsky que refuta la falacia de genocidio israelí puede leerse en EL MITO DEL "GENOCIDIO" PALESTINO: USO POLÍTICO Y BANALIZACIÓN DE LA RETÓRICA. Para los que se sientan tentados a caer en el facilismo de comparar a Israel con los nazis, convendría leerlo antes.
http://es.geocities.com/patriciobrodsky/mo08.htm
[6]Cuya estupidez y miopía jamás me harán renegar de mi propia condición de zurdito, solo que en este caso prefiero ser maldito, si eso me pone del lado de la justicia.
[7] Qué diferente con el glorioso EZLN, cuya consigna de "un mundo en el que quepan todos los mundos" no incita al odio sino todo lo contrario. Ése sí que es un movimiento

Lenguaje e ideología, María Vidal

Entusiasmada por la excelente Conferencia "La lingüística y el nacionalismo lingüístico español" del Prof. Juan Carlos Moreno que escuché en esta Red, me propongo tomar algunos de los elementos teóricos que plantea para iluminar nuestra realidad uruguaya en lo referente a políticas y prejuicios lingüísticos.

Empezaré por una de sus afirmaciones finales que suscribo y percibo como de las menos comprendidas por la generalidad de las personas: No existe ninguna Lengua superior ni mejor que otra. Ni más rica, ni más clara, ni más lógica, ni más facilitadora de la "convivencia". Tampoco existe ninguna Lengua "naturalmente" asociada a una nación.

La Lengua es un "Modelo" nos dice J. C. Moreno y ya lo habían dicho Saussure y Chomsky con otros términos: la lengua es una virtualidad que nadie conoce ni habla enteramente. "No existe" afirma Moreno. Existen sí actos de habla y hablantes, esos sí reales.

En el caso del Uruguay, pasa algo similar a lo que describe el citado lingüista en España, con las diferencias de variedad de regiones, lenguas otras que conviven y mayor número de variedades a contemplar por políticas lingüísticas adecuadas.
En nuestro país, por su pequeñez y menor número de hablantes, tenemos mayor homogeneidad en sus producciones habladas o escritas, no obstante, poseemos numerosas "variedades" que tienen que ver con los ya considerados en otro artículo de Blog, niveles diatópicos( diferentes lugares), diastráticos (diferentes estratos socio-culturales), diacrónicos (diferentes edades) y diafásicos (diferentes estilos).

Se ha elegido, por parte de las autoridades educativas que fijan las políticas lingüísticas a llevar adelante, el Español como variedad estándar para enseñar en todo el territorio nacional (tal como sucede en España, con mucho más conflictos, claro)

Acá el conflicto se plantea en los departamentos fronterizos con Brasil o cercanos a ellos (Norte del Río Negro) donde las variedades de los Dialectos portugueses del Uruguay (D.P.U) o "portuñol", genéricamente, tienen vigor y uso por parte de un importante número de hablantes.
Alfabetizar y educar en la variedad estándar del español, sin considerar la existencia de otras o pretendiendo ignorarlas cuando no barrerlas, es -además de lingüísticamente equivocado- injusto y discriminador, generador de problemas muy complejos.

De estas tensiones da cuenta Moreno en su descripción de las erróneas políticas lingüísticas desarolladas en España, que no consideran o colocan en un lugar secundario, para ser habladas en la casa, variedades históricas y vigentes como el catálán, el gallego el vasco y todas sus variedades (diatópicas, diastráticas diafásicas)

La noción de "variedad" es mucho más neutra que la de lengua o dialecto, ya que no establece la superioridad de una sobre otra: lengua sobre dialecto, en este caso.
Tenemos en esta conferencia parte de la explicación de por qué se llegó a imponer en España el prejuicio lingüístico de la superioridad del español frente a cualquier otra variedad.
Se recuerda a Menéndez Pidal quien afirmó en una extensa y explicitada teoría que apuntaló ese nacionalismo español al que refiere Moreno: Dice Menéndez Pidal, por ejemplo, que "el español no titubea como las otras lenguas o dialectos", que es más fácil de aprender porque sólo posee 5 vocales -el catalán también tiene 5 vocales- contrapuntea Moreno- y agrega: pero el español posee casi 900 verbos irregulares. Vale decir: no hay explicaciones lógicas y menos naturales que ubiquen al español en un sitial de privilegio más que razones ideológicas y prejuicios de toda índole.

Trayendo esto a Uruguay, tenemos que con razones similares y de aunar nación y territorio con lengua, se intenta imponer como única variedad a enseñarse en todo el teritorio nacional el español, ese que vendría del castellano y de "un abolengo riquísimo". Los hablantes de portuñol, esos cuya lengua madre es el portuñol ¿qué deben hacer con su variedad? Los más "generosos" sugieren que lo hablen en su casa o en ámbitos informales. Esto no sería tan grave si no se lo enfrentara con una fuerte estigmatización que hace que esos hablantes sientan que lo que hablan, que su cultura y costumbres...son una porquería. Son hablantes de segunda y no meramente hablantes.

Como último punto queremos tomar el de una afirmación falaz, que proviene de toda esta prejuiciosa e ideológica historia: los catalanes, gallegos, vascos sí entienden el español, en cambio, los españoles NO entienden el catalán, vasco o gallego. Se pregunta Moreno; ¿es que somos peores que ellos, más torpes? Porque lo que se entiende de un lado, debe poder entenderse también del otro, cuando las similitudes son tantas. Evidentemente estas ironías remarcan esta cuestión actitudinal e ideológica de unir nación y lengua como algo natural cuando esto no tiene por qué serasí, desde el punto de vista lingüístico.

En la frontera Uruguay-Brasil tenemos una situación parecida, de la que los uruguayos hablantes de portuñol se quejan. Los uruguayos entienden perfectamente el portugués y lo hablan cuando cruzan la frontera, en ciertas situaciones, en cambio los brasileros dicen NO entender el español y no lo hablan. La misma situación de unilateralidad. Dos lenguas con tanto de similar, que se encuentran en contacto fronterizo: se entiende por parte de unos y no de los otros...Nuevamente lo actitudinal y prejuicioso, en este caso de Brasil ante Uruguay. Para las lenguas y sus variedades no hay fronteras: éstas son arbitrarias, políticas, económicas, militares. Los actos de habla de los hablantes de frontera no pueden, a la hora de producirse, tener en cuenta todos estos factores que son extralingüísticos. Sostiene Moreno que para erradicar una variedad, no se lo logra con políticas e imposiciones: habría que exterminar a todos los hablantes de esa variedad, cosa que se ha hecho en algún caso de colonización y avasallamiento de pueblos y culturas.

Concluimos adhiriendo a la postura tan justa, rigurosa y claramente expuesta por el conferencista citado:
Es un mito que el español sea una lengua superior a las demás, es un mito el del español como koiné, que sea el punto de encuentro de otras variedades, es un mito la virtud del castellano del que deriva, es un mito que sea lengua global por sus valores intrínsecos y no históricos.

Es por tanto también un mito que se ha impuesto en nuestos países que fueron colonizados por los españoles con sus mitos lingüísticos y culturales.
Nuestra batalla para impulsar políticas lingüísticas adecuadas a nuestra realidad y no al irrespeto de variedades minoritarias es la de darle al "portuñol" el lugar que posee y le corresponde, guste o no a unos cuantos puristas prejuiciosos.