lunes, 5 de julio de 2010

El cantar del Mío Cid es arabe y musulman...

Abu-l-Walid al Waqqasi, el cronista del Cid Campeador

La especialista Dolores Oliver atribuye la autoría del 'Cantar del Mío Cid' a un poeta árabe al servicio del caballero



Portada del libro de Dolores Oliver
La profesora de Lengua y Literatura Árabe Dolores Oliver Pérez ha convulsionado a todos los filólogos y especialistas en 'El cantar del Mío Cid' al demostrar la autoría árabe sobre las hazañas del más celebrado héroe medieval español y 'azote de los moros', aquel que empuñó la espada más allá de su muerte. Esta teoría y toda su argumentación fue expuesta ayer durante unas jornadas celebradas en la Fundación Euroárabe.

Oliver, descendiente de toda una saga de arabistas, acaba de sacar del histórico anonimato la autoría de uno de los más investigados textos medievales. Asegura que el artífice del épico romance fue árabe: Abu-l-Walid al-Waqqasi. Además, desentraña la fecha de su escritura, que sitúa en el año 1095, otro de los grandes misterios relacionados con esta obra, cuya firma siempre se atribuyó a un juglar castellano. «Los especialistas en Filología Románica están un poco enfadados», dice Dolores Oliver. La arabista señala que muchos de los estudios realizados no han tenido en cuenta «las manipulaciones de los cronistas alfonsinos», en referencia a los redactores cristianos del texto.

La experta ofrece muchos argumentos que confirman su teoría, pero cinco son los pilares fundamentales. El primero está relacionado con el aspecto religioso descrito en el 'Cantar'. «Es imposible que se escribiera en 1207, que ha sido elegida como la fecha oficial. En esa época, ya existía un sentimiento de animadversión hacia el infiel. Sin embargo, en el 'Cantar' conviven moros y cristianos, no hay buenos ni malos. El Cid muestra respeto hacia quienes profesan otra religión, e incluso les trata de amigos», señala.

Defiende también que el poema tuvo que componerse en vida del guerrero castellano. Otra de las claves que demuestran su teoría está relacionada con el estudio de la imagen del Cid que ofrece el poeta. «El Cid no es tratado como el típico noble hispanogodo, sino como un paladín islámico. Se comporta exactamente igual que los héroes del Islam. El tratamiento de igualdad al que se dirige a sus hombres y al propio rey Alfonso VI denota un talante democrático que también los cronistas alfonsinos trataron de hacer desaparecer».

Un tercer argumento de peso se refiere al arte de la guerra descrito en el Cantar. Dolores Oliver descubre que el Cid emplea métodos de lucha exclusivos de los bereberes. El ejemplo más claro se encuentra en la conquista de Alcocer. «Según el poeta, en esa batalla el Cid y sus hombres llevan a cabo una maniobra bélica, un ejercicio ecuestre bereber conocido como 'haraka', en el 'Cantar' 'arrancada'».

Propagandista

Dolores Oliver explica que en el estudio de la época histórica del Cid y del ambiente cultural de las dos Españas de la época (la cristiana y Al-Andalus) reside el cuarto elemento de su argumentación. «Desde el siglo VIII, sólo en las cortes de Al-Andalus hay poetas que hacen apología de sus señores, artistas que cantan sus glorias y hazañas. Y, como es una persona inteligente, una vez entra en Valencia y se convierte en su señor, no desaprovecha esa fabulosa arma de propaganda».
¿Quién es el poeta? «Abu-l-Walid al-Waqqasi es descrito como uno de los hombres más inteligentes y con más amplios conocimientos de la época». ¿Por qué un musulmán alaba al señor cristiano? En este punto, la investigadora desarrolla una teoría según la cual el poeta sería el interlocutor con el que el Cid se entrevistó antes de tomar Valencia para convencerle de que no hubiera represalias para sus habitantes.

«Le encargan que hable con el Cid las cláusulas de la rendición de Valencia. Y consigue ganarse su confianza para, una vez convertido en señor de la ciudad, crearle una corte y enseñarle a gobernar. Una vez entró en Valencia, no hizo daño alguno ni suprimió las mezquitas», concluye.

El autor del Cantar de Mío Cid fue un musulmán afincado en Valencia en vida de Rodrigo Díaz de Vivar
Según la investigadora Dolores Oliver, el Cantar de Mío Cid es un poema de propaganda política, compuesto por Abu l-Walid al Waqqashi



La investigadora Dolores Oliver Pérez, profesora de la Universidad de Valladolid, acaba de publicar la obra El Cantar de Mío Cid: génesis y autoría árabe, en la que afirma que el autor fue Abu l-Walid al Waqqashi, famoso poeta y jurista árabe, que la escribió en vida del Cid, en el año 1095.

Dos son las tesis que más se repiten sobre la autoría de esta obra; la primera de ellas y más extendida es la que afirma que se trataba de un juglar, como afirmaba Menéndez Pidal. La segunda, considera que su autor fue un jurista culto con conocimientos de fuentes latinas y de épica francesa. Oliver Pérez, que ha presentado recientemente su libro en la Universidad de Alicante, ha llegado a la conclusión de que el Cantar de Mío Cid es un poema de propaganda política, compuesto por Abu l-Walid al Waqqashi, en la corte de Rodrigo y que se empieza a recitar en árabe y en lengua romance en Valencia en el año 1095.

Así pues, la fecha de creación del Cantar tampoco coincide con las tesis más repetidas. Hasta la fecha se consideraba que el Cantar de Mío Cid se escribió en 1207. La doctora Oliver Pérez demuestra en su obra que no pudo escribirse en ese momento, sino que tuvo que escribirse en vida del Cid, ya que era una época que se caracterizó por la tolerancia. La clave para datar el Poema en 1095, y no en 1207 como se creía hasta ahora, la encuentra la autora en expresiones incluidas en los versos como son “amar a los moros”, que el Cid dice. Teniendo en cuenta que tras la muerte del Cid, en el año 1099, finalizó este período de tolerancia que había imperado.

El examen comparativo de la Primera Crónica General de Alfonso X el Sabio, que constituye la primera obra en romance que está fundada en fuentes latinas, árabes y el Cantar de Mío Cid, con el propio Cantar de Mío Cid, da la clave de cuándo tuvo que escribirse. Así, al estudiar comparativamente los versos del Cantar con la prosificación que de este se hace en la Primera Crónica General, se aprecia cómo se ha modificado el tratamiento del Cid, del rey Alfonso o cuestiones religiosas. El motivo es que la imagen del Cid no puede ser admitida en la sociedad occidental. Como ejemplo está el hecho de que el Cid se vanagloria de engañar a los judíos en el Cantar original. Pide prestado dinero sin intención de devolverlo, porque el Corán prohíbe prestar dinero con usura.

En la época que Oliver Pérez data la obra, existían los reinos de taifas. En aquellos momentos, todos los taifas se hacían componer este tipo de obras como propaganda política. La investigadora de la Universidad de Valladolid concluye que el Cid hizo lo mismo con el objetivo de que el pueblo lo quisiera.

Abu l-Walid al Waqqashi, autor del Cantar del Mío Cid, era definido como el hombre más inteligente y sabio de su tiempo. Tanto las crónicas árabes como las cristianas y la Primera Crónica General lo definen como musulmán tolerante y con gran don de gentes. Precisamente, fue su tolerancia la que le llevó de Huecas (Toledo), de donde era natural, a Valencia, ciudad a la que se desplazó huyendo de la corte de Al-mamum. Cuando el Cid sitió Valencia, él fue el moro sabio que subió a la torre y anunció al pueblo el negro futuro que les esperaba. El autor del Cantar fue el encargado de establecer las cláusulas de la rendición de Valencia, momento en el que hizo un pacto con el Cid, por el cual el poeta le ayudaba a impartir justicia, le creaba una corte literaria y le componía el Cantar para que fuera querido por sus súbditos. A cambio, el Cid se comprometía a respetar las leyes musulmanas, las mezquitas y las creencias de este pueblo.

La investigadora ha descubierto que en la primera parte del Cantar, el Cid se comporta como un jefe de tribu, donde el Cid ama a los moros y los moros aman al Cid. En la segunda parte se comporta como un rey de taifas, como expresan escenas que describen cómo trata a su mujer y a sus hijas o el detalle de concertar la boda de su hija sin contar con su mujer.

El Cantar de Mío Cid: génesis y autoría árabe está editada por la Fundación Ibn Tubayl de Estudios Árabes y publicada en 2008. Esta obra ha sido expuesta por la profesora e investigadora de la Universidad de Valladolid, licenciada en Filosofía y Letras y doctora en Filología Hispánica, Dolores Oliver Pérez. El acto se encuentra incluido en la programación de la VII Setmana Cultural de Primavera de la Facultad de Filosofía y Letras de la UA.

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