lunes, 28 de junio de 2010

Historia de Al-Andalus

Historia de Al-Andalus

... los llegados de la Tingitana eran germanos visigodos, y quizás algunos rifeños de antiguo origen Amasir, de etnia semejante a los habitantes de la Península Ibérica





H. S. Sa´îd b. Aÿiba

Según la documentación existente en archivos y bibliotecas nacionales, antes de su muerte el rey de la Bética, Witiza, nombra gobernador de Tingis (Tánger) capital de la provincia Tingitana, a Táric. En materia de religión esta ciudad pertenecía al obispado de la Bética, ¡no a los árabes!. Por lo tanto no conocían el Islam. Según la descripción de San Isidoro obispo de Sevilla.

Tras la muerte de Vitiza, su adolescente hijo Archila, cristiano unitarista seguidor de las enseñanzas del obispo Prisciliano, enterrado en Compostela, reclama en el 711, por pacto de fidelidad, ayuda a su correligionario y súbdito, el gobernador visigodo Táric. Esto lo hace con el fin de preservar sus derechos al trono en contra de las pretensiones de usurpación por parte de Roderic (Don Rodrigo) rey de Toledo de confesión trinitaria-romana.

Sabemos que el nombre Táric no es árabe, ya que la partícula (ic) del sufijo, es de origen germánico, y significa hijo de… Por lo que Tár-ic sería hijo de Tar. Así como Roder-ic sería hijo de Róder, Alar-ic sería hijo de Alar, Eur-ic sería hijo de Eur, Amalar-ic sería hijo de Amalar, Ilder-ic sería hijo de Ilder, etc. No podemos buscar aquí a un árabe invasor, sino a gentes germanas, lo que explicaría los rasgos raciales de los Omeya, de tez blanca, ojos azules y pelirrojos.

GERMANOS Y RIFEÑOS

Por lo tanto los llegados de la Tingitana eran germanos visigodos, y quizás algunos rifeños de antiguo origen Amasir, de etnia semejante a los habitantes de la Península Ibérica. Los bereberes, o bárbaros según autores, son lo que queda de aquél pueblo Amasir, del Cáucaso, que unos 10.000 años antes habían sido empujados hacia el sur por los Dorios, asentándose en el sur de nuestra península y en el norte de África.

En esta época eran, en su mayoría, pertenecientes a otras religiones o al cristianismo arriano-unitarista. Al igual que el Conde D. Julián de Ceuta, y sus correligionarios de la Bética.

Decíamos antes que la Tingitana pertenecía al obispado de la bética porque S. Isidoro obispo de Sevilla, 75 años antes de la supuesta invasión, escribe en sus Etimologías, libro 14; IV-29, diciendo que la Provincia Tingitana, cuya capital era Tingis, o Tánger, pertenece al imperio Visigodo.

Esto seguía siendo vigente más de un siglo después, y está confirmado por un manuscrito de origen asturiano con fecha del año 780 (69 años después de la pretendida invasión), que se conserva en la biblioteca del Escorial.

En dicho documento se describe una relación de los obispados de la Península Ibérica, dividida en seis regiones. La sexta región, la Tingitana, está incluida como parte del obispado de la Bética.

Por lo tanto en estas fechas, 69 años después de la supuesta invasión, no estaban los árabes en Tánger, ni el Magreb era el actual Marruecos, ni era musulmán todavía. El estado marroquí se inicia por el sur a principios del siglo X. De lo que deduciremos que en el 711 no entraron ni los árabes ni los bereberes musulmanes por Tarifa, sino los súbditos de Archila, que eran visigodos arrianos.

Repetimos que, aún cuando pudieran acompañarle grupos de rifeños bereberes estos no eran árabes, ni musulmanes todavía, sino gente de una etnia descendiente del pueblo Amasir, como la de aquí.

MÁS DATOS AL RESPECTO

Al entrar los visigodos arrianos por Tarifa ¿con quién comparten el mando de la tropa para conducirla por aquellas tierras?. Con Don Opas, que a la sazón era obispo arriano de Sevilla. Es verdaderamente extraño que D. Julián, un conde visigodo arriano, preste las naves a unos sarracenos invasores y un obispo cristiano arriano les ayude y comande.

Si continuamos estudiando la línea de la contradicción nos enteramos de que en el año 784 Elipando es obispo de Toledo, y a sus 82 años escribe cartas a los obispos de las Galias, con el fin de condenar toda otra corriente cristiana que no fuera trinitaria-romana. Recordemos que no obstante, aunque con dificultades, habían aprendido desde antiguo a convivir cristianismo arriano visigodo y cristianismo trinitario romano optando, alternativamente, por el poder.

Pero curiosamente el obispo Elipando no sabe nada del Islam, ni se siente amenazado por una nueva religión, y sí en cambio por lo que pasaba lejos de su tierra, en las Galias. Se supone que en esta época, y conviviendo con Elipando, Abderrahman I gobernaba Toledo.

Luego el Islam no era en el año 784 una cuestión pública o generalizada. Aunque la lengua árabe se fuera introduciendo progresivamente en los nombres y las modas, tal como sucedió en su momento con el latín. O como nos sucede hoy día con el inglés y lo americano, el Islam en cambio no se había definido aún en su singularidad. Todavía se mantenía en un ámbito de discreción como una variante del culto arriano-priscilianista.

Esta alusión la encontraremos en la obra de Menéndez Pelayo “Heterodóxos”. De la editorial Bonilla y San Martín, págs. 143-144.

EL CATÁLOGO DE MONEDAS

Del museo arqueológico de Madrid, comentado por Codera en el 1.879, por Lavoix en el 1.888, y por Rada en el 1.892, nos muestra una moneda acuñada en España en el siglo VIII.

En una de sus caras dice en latín: “In nómine Dómini non Deus nisi, Deus solus sapiens, non Deus similes alius”. En el nombre del Señor, de Dios, sólo hay un Dios Sabio, no hay otro parecido a Dios. Y una estrella de ocho puntas, como en el Islam.

Esta era la fórmula en latín de la profesión de fe arriana, y la mitad de la profesión de fe musulmana posterior, faltaba todavía añadir la presencia y reconocimiento de la dimensión profética de Muhammad. Que se añadió muy posteriormente.

En los textos de los autores cristianos de la escuela de Córdoba, en el siglo IX, no existe alusión alguna al Islam.

Tanto en la obra del abate Esperaindeo, como en la del abate Sanson, se arremete contra las doctrinas del arrianismo predicadas por el obispo Hostogesis de Málaga, muy parecidas al Islam Muhammadí. Pero de las enseñanzas de Muhammad, como doctrina diferenciada, no sabían nada todavía.

EL CRISTIANISMO EN ESPAÑA

Nos hacemos otra pregunta. ¿Se conserva documentación fiable de la entrada del cristianismo en España?. La respuesta es clara y contundente, NO.

Pero sabemos que se introdujo, progresivamente, por una labor de evangelización que duró siglos.

El Abate Valerio del Bierzo (m.690) nos dice que el cristianismo trinitario se comienza a propagar por el norte de la Península a finales del siglo IV. También lo leemos en las actas de los santos Vicente, Leocadia de Toledo y Cristeta de Ávila. Según el jesuita García Villada, que lo extrajo de la pasión de S. Fermín y otros textos del siglo VII.

Las referencias que sobre los pasiegos hemos aportado anteriormente son lo suficientemente esclarecedoras al respecto, y nos dan fechas considerablemente tardías para algunas zonas más aisladas geográficamente.

El unitarismo, a pesar de la abjuración de Recaredo en 589, fue la religión mayoritaria, según el historiador Gregorio de Tous, aunque el año 649 no estaba totalmente definido. Por esta razón el diecisiete concilio de Toledo, en el Canon V y en concordancia con el primer mandamiento del decálogo mosaico, condena las prácticas idolátricas (veneración de imágenes, etc.) en obispos, sacerdotes, y fieles. Y según Schultz, el Concilio 581 prohíbe en España el culto a los árboles y las fuentes, practicado por los indoeuropeos en general y por las culturas celtas en particular.

Entonces y según la lógica. ¿No pudo entrar el Islam, tan semejante al cristianismo unitario, de manera parecida a como lo hizo el propio cristianismo, máxime cuando sabemos que existían las condiciones adecuadas?.

¿Qué razón hubo para montar la leyenda de una invasión para la entrada del Islam?. ¿Quizás se montó el fraude de la conquista para justificar la invasión del sur y la expulsión, o conversión forzosa de sus habitantes, como una “reconquista”?.

Luego seguimos en el mismo planteamiento, cuanto más avanzamos en la arqueología y la documentación racional existente, más entendemos que el Islam entró por la vía del unitarismo arriano, progresivamente, y no por efecto de invasión imposible alguna. A semejanza de cómo en siglos anteriores lo había hecho el cristianismo.

En la actual Bosnia el Islam entró en la época en la que comenzó a ser erradicado violentamente de nuestra patria. Y tampoco sucedió por el uso de la fuerza, sino que fue, como aquí, a través de los antiguos bosnios cristianos unitaristas, los Bogomilos. Pero aún hay mucho más.

El lenguaje humano: un código específico, por María Vidal

Ferdinand De Saussure, considerado como el padre de la Lingüística moderna, postuló una posible ciencia o disciplina que se ocupara de todos los códigos y sistemas de comunicación existentes: la denominó: Semiología.
Propone a la Lingüística como una ciencia aparte y define su objeto de estudio: la Lengua como sistema de signos de los que los hablantes se valen para comunicarse. Distingue entre la Lengua (Langue) y el Habla (Parole) como partes del más amplio Lenguaje humano, que sería una capacidad natural de la especie. La primera sería social, compartida, convencional; la segunda, individual, un acto de puesta en uso de esa Lengua compartida por una comunidad de hablantes. Ambas se necesitan y complementan, no puede existir una sin la otra: la Lengua está en "la masa", afirma y el Habla es la puesta en práctica de ese tesoro compartido por individuos particulares que nunca la conocen enteramente.
Sin su uso, la Lengua no existiría; sin un sistema de signos compartido, los individuos no podrían comunicarse.
Inicialmente, dice De Saussure, la lengua fue oral, es más, se refiere mucho más a ella en su Curso de Lingüística General (publicación póstuma en 1917) que a la lengua escrita a la que le dedica sólo algún capítulo.
Habla del circuito de la palabra como aquél que parte del cerebro (proceso psíquico) donde se asocia un concepto con una imagen acústica, luego a través del aparato fonador de un hablante A (Emisor), que emite un sonido (proceso fisiológico), llega al oído de un hablante B (receptor) que decodifica ese sonido, encontrando en su cerebro esa asociación entre igual concepto e igual imagen acústica. Una vez ocurrido ese proceso (también físico de transmisión de sonido), el hablante B queda en posición de reiterar el mecanismo. pasando a utilizar su aparato fonador de la misma manera que el hablante A, completando el denominado por De Sausure, circuito de la palabra.

Estos son los inicios de la Lingüística científica y la base para una serie de revisiones y aportes que se hicieron en posteriores siglos, aunque siempre respetando la idea de que la Lingüística es una ciencia que posee un objeto de estudio propio. Posteriores autores tomaron como objeto al Lenguaje como actividad y capacidad privativamente humana. Se entendió que los usos del término "lenguaje" para otros fines: lenguaje del arte, lenguaje del cine, lenguaje de las aves, lenguaje animal, lenguaje de señas, etc, etc. es un uso inadecuado y metafórico o por extensión.

El lenguaje humano es ese que posee, según el lingüista André Martinet, una doble articulación: en unidades fónicas distintivas (fonemas) y unidades fónicas significativas (monemas o morfemas)
Los fonemas distinguen en un sistema fónico en el sentido de que en un mismo contexto fónico, pueden otorgar diferentes sentidos. Ej: contexto -esa, según usemos el fonema /l/ /m/, /p/, /r/,/s/, /b/ , obtenemos: lesa, mesa, pesa, reza (fonema /s/ grafema z), cesa (fonema /s/ grafema c), besa.
Unidad sin significado propio pero que lo otorga si se cambia uno por otro en el mismo contexto fónico.
Los morfemas, en cambio, poseen significado, a veces coinciden con una palabre, otras no. Por ejemplo los morfemas de género y número. Tenemos niña -niñaS, donde S además de ser un fonema es también un morfema en tanto tiene significado de "plural". O en niñA - niñO, la A y la O, además de ser fonemas, también son morfemas ya que tienen el significado de masculino y femenino en el sistema de la Lengua o Español.

Noam Chomsky, en 1965, propone una distinción asimilable a la de De Saussure. Distingue entre Competencia (Competence) y Actuación (Performance). La primera refiere al conocimiento total de la Lengua y de su gramática que poseen los hablantes, que es compartido y virtual (Un Hablante-Oyente Ideal), la Actuación es individual y un acto que manifiesta el desempeño o uso de esa competencia por parte de un hablante real.

Los tres autores mencionados, estudiaron, fundamentalmente, la lengua oral: lo enunciado o proferido por los hablantes. Los tres, también consideraron al lenguaje como una capacidad específicamente humana.

Los estudios de la Escritura corrieron por otros carriles, más vinculados a los Estudios literarios y Filológicos.

La distinción entre código oral y código escrito y el estudio de la escritura como una nueva tecnología, fue propuesto y abordado en profundidad por el lingüista y antropólo Walter Ong, ya más recientemente.
Ong habla de la aparición de la escritura como un fenómeno que generó todos los temores que puede generar hoy cualquier nueva tecnología, fundamentalmente el temor a la pérdida de la memoria de la comunidad, que hasta estos momentos, tenía reglas nemotécnicas de tipo diverso y siempre colectivas.

La escritura aportó ventajas, claro está, y la sociedad tuvo que ir aceptándola. Recordemos que los primeros filósofos griegos no escribían y Sócrates llamó a la escritura, con desprecio; "esa sustituta" defendiendo "la phoné" por estar más próxima al corazón, al alma. La fonación es algo que emerge del individuo, de su cuerpo: cabeza y corazón.

La escritura fonemática, en la que unidades denominadas grafemas (letras), corresponden más o menos a los fonemas (esas unidades sonoras distintivas) es sólo un tipo de escritura. Las hay ideográficas, silábicas y de muchos otros tipos por lo que la relación oralidad-escritura, no en todas las culturas y lengua es la misma.
En nuestro español, la relación es bastante biunívoca, aunque tenemos varios grafemas para representar un solo fonema por ej. El fonema /s/ posee las grafías s, c y z como en "suelo", cielo","zapato", o el fonema /k/, los grafemas c, qu y k, como en "casa", "quiero" y "kilo". No distinguimos diferentes sonidos para leer estas palabras escritas con diferentes grafías. Hablo de Latinoamérica ya que en España sí se distingue "casar" y "cazar", también en la oralidad.

Algunas de las diferencias más importantes entre ambos códigos serían:

-En la escritura se utilizan señales intratextuales porque su contexto es textual-En la oralidad se usa menos sintacticidad, el contexto es la situación de ambos interlocutores.
-En la escritura debe explicitarse todo-En la oralidad los sobreentendidos abundan
-En la escritura los gestos y formas paralingüísticas no tienen cabida- En la oralidad convive lo lingüístico con lo gestual.
-El la escritura, la entonación hay que explicarla-En la oralidad la entonación opera como un factor fundamental de comunicación de intencionalidad.
-En la escritura puede volverse atrás-En la oralidad, lo dicho, "se lo lleva el tiempo" o debe reiterarse.
-En la escritura las reiteraciones se perciben como defecto- En la oralidad las reiteraciones son necesarias
-En la escritura se utiliza la subordinación (Hipotaxis) - en la oralidad las frases son cortas y sin subordinación (Parataxis)
-En la escritura, los conectores como "y" reiterados denotan una escritura pobre - En la oralidad, los conectores como "y" se usan mucho.

Hay muchas diferencias que los propios lectores podrán proponerse notar, partiendo de que son dos códigos diferentes y no uno, la representación gráfica del otro.

También Walter Ong afirma que el lenguaje es una capacidad específicamente humana y estudia las sociedades que denomina "Culturas Orales Primarias", esas que no conocieron jamás la escritura.



Curso de Lingüística General, De Sausure, Ferdinand, Madrid, Alianza Editorial,1987
Éléments de linguistique générale, Martinet, André, Paris, Armand Colin, 1960
Aspectos de la teoría de la sintaxis, Chomsky, Noam, Madrid, Aguilar, 1970.
Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, Ong, Walter, México, Fondo de Cultura
Económica, 1987

LA UNANIMIDAD DEL FETICHE: Notas acerca del Plan Ceibal (3), por Andrés Núñez Leites

USOS PEDAGÓGICOS

En teoría las laptops de OLPC permitirían el desarrollo de un número y variedad interesante de actividades pedagógicas. El software instalable en la máquina incluye unos cuantos programas para uso pedagógico, a los que hay que agregar unos cuantos más que pueden descargarse del sitio de OLPC y del sitio del Plan Ceibal. Algunos de estos programas provienen del esfuerzo de programadores voluntarios de todo el mundo, inclusive Uruguay, y constituyen herramientas utilizables para el trabajo de los docentes. Es necesario, sin embargo, hacer algunas observaciones.


Tiempo para enseñar

En primer lugar, el uso efectivo de los programas está seriamente limitado por las deficiencias técnicas que mencionamos en el artículo anterior, entre ellos: limitaciones técnicas del hardware que enlentece el trabajo en el aula, en la mayoría de los casos insuficiente conectividad vía redes inalámbricas, y por supuesto, limitaciones técnicas del plan en cuanto a la formación de los docentes para el trabajo con las máquinas.

La "mathesis" como principio epistemológico prima en la investigación educativa empirista norteamericana, con todo lo bueno y malo que ello tiene. Porque así como esto da lugar a interpretaciones que, desde el estructuralismo y posestructuralismo nos pueden parecer "superficiales" también permiten objetivar la realidad de acuerdo a las más viejas tradiciones científicas, desnaturalizando la mirada por la sistematización del registro. Es así que las investigaciones hechas en Estados Unidos acerca del trabajo de aula de los docentes, han mostrado -y esta es una variable que varía con mucha dificultad...- que el 80% del tiempo de clase se destina a tareas de organización y mantenimiento del orden. Esto puede variar de acuerdo a las características de cada grupo humano y su contexto sociocultural, pero en todo caso es siempre un altísimo porcentaje. El tiempo destinado a la enseñanza, es mucho menor. El uso de las ceibalitas implica una reducción significativa del tiempo de enseñanza, que de por sí es escaso. En este sentido el problema principal es la ineficiencia del hardware y de las conexiones de red, que llevan a que el tiempo necesario para la conexión a internet y la búsqueda de textos sea muy largo. Y como esta búsqueda no puede realizarse, en la mayoría de las zonas, en el domicilio de los niños, por los problemas que mencionamos del alcance de las redes, el resultado es pérdida de tiempo. No ocurre tanto, vale decir, con el software educativo ya instalado en la máquina, sobre todo en los grados superiores de la enseñanza primaria. Un factor agregado es la poca experticia de los maestros, que no tuvieron una capacitación previa suficiente para el uso de las computadoras, aunque también es menester reconocer, que esta condición se irá atenuando con el paso del tiempo si el programa se mantiene, a través del autoaprendizaje y del papel que están cumpliendo los docentes mentores del Plan Ceibal en cada escuela.


Visión pedagógica implícita

La pedagogía implícita de algunos programas instalados es el "aprendizaje programado", de raigambre conductista, que constituye la norma en algunos estados de Estados Unidos, pero que está bastante alejado y hasta reñido con las tradiciones pedagógicas locales. Por cierto que las tradiciones merecen revisión y si es necesario remoción, pero es claro que no se ha dado ninguna discusión pública en el ámbito de la enseñanza respecto de las implicaciones del uso del software del Plan Ceibal. El aprendizaje programado, procede de modo similar al de los video-juegos: planteo de metas individuales y superación de etapas al ritmo de la capacidad de aprendizaje del jugador, en relación con un dispositivo que ya contiene las respuestas correctas explícita (las famosas "fichas de autoaprendizaje") o implícitamente (en el caso de los videogames pero también de los progrmas de cálculo matemático de las ceibalitas implica la superación directa de la etapa por acierto.). Enamorados del estructuralismo francés, los pedagogos uruguayos siempre se han decantado por el constructivismo, que implica modalidades de trabajo colaborativas sobre la base del conocimiento previo de los estudiantes y la superación de desafíos y conflcitos cognitivos. La pedagogía derivada de la psicología constructivista del aprendizaje tiene más que ver con nuestra tradición católica y socialdemócrata, admitiendo incluso variantes socialistas como la "educacion popular" llevada adelante por algunas destacadas ONGs. Si bien simpatizamos más con esa tendencia no tenemos una oposición radical contra el conductismo y el aprendizaje programado, y podemos pensar en asignarle, como pensaba Vigotsky respecto del asociacionismo, una validez local y específica, en una lógica de acumulación en los períodos de estabilidad del desarrollo de un esquema lógico-cognitivo. A lo que si nos oponemos es al uso acrítico de cualquier metodología.

Por otra parte quizás esto coincida con una tendencia de nuestro sistema educativo, que del humanismo cuyo eje era la formación de personas-ciudadanos con una vasta cultura general, está pasando velozmente -tanto en los aspectos pedagógicos como en los administrativos, organizativos y en la relación escuela/comunidad- hacia un sistema más cercano a la proficiencia en el manejo de herramientas técnicas, la flexibilidad del aprendizaje y competencia para el desempeño en variadas funciones, la resolución de problemas sin plantearse el sentido político de los procesos, armonizando así la institución escuela y las nuevas pautas de acumulación capitalista desde los años 1950s y más claramente desde los 1970s (cuya expresión política y económica más clara es el neoliberalismo). "Educación orientada al trabajo" rezan los documentos de la nueva ley de educación...

De todos modos, un software educativo no debería ser en sí el estructurador del proceso de enseñanza. En todo caso, su lógica interna determina varios aspectos de ese proceso, especialmente parte de la forma en que se elaboran las inferencias que llevan a la construcción de enunciados tenidos por verdaderos. Otra parte tendrá que ver con la forma en que los docentes estructuran la propuesta didáctica: por ejemplo, la inclusión de una actividad de aprendizaje programado no tiene por qué signar todo el trabajo, en la medida que este puede incluir otras actividades con una lógica diferente.


Laicidad en la búsqueda de información

Podemos decir que el uso más extendido de las ceibalitas, en las experiencias escolares que hemos podido conocer, en términos de trabajo pedagógico, es la producción de textos y la obtención de información por internet. Respecto a esto último, nos parece muy bien que los niños accedan a diversas fuentes de información y que los maestros los orienten al respecto sobre la base de su sincero buen criterio. Sin embargo vemos con preocupación dos cosas: la inmerecida valoración de Google como buscador y proveedor de servicios, y la institución de Wikipedia como fuente legítima y confiable de información. En cuanto a Google, se trata de un buscador que emplea algunos algoritmos de búsqueda de sitios web cuya lógica está centrada en la cantidad de visitas y vínculos de un sitio. Es cierto que en el Renacimiento los cuadros eran valuados según la cantidad de pintura dorada que tenían, pero quizás sea hora de superar estos criterios cuantitativos y dar lugar a otros que aprecien más la calidad de la información dada. Por ello nos parece importante la discusión de este punto y la promoción de diversidad de buscadores generales y buscadores temáticos, para que los niños puedan acceder a una mayor diversidad ideológica de ofertas de información. Casualmente Google es el buscador por defecto de las OLPC-XO... Casualmente Google tiene un entente con Wikipedia, por el cual si uno busca algún dato, cualquiera, siempre aparecerá en los primeros lugares la santa Wikpedia y su versión del mundo. El origen de Wikipedia es una fundación (Wikimedia) y el trabajo colaborativo de los visitantes: cualquier puede proponer cambios, agregar información a cualquier página de Wikipedia ya que su fundamento es la construcción colectiva de una enciclopedia universal al alcance de todos; pero un consejo de notables es quien decide qué cambios quedan ("Anarchista ma non tropo" dijera un viejo inmigrante). Pruebe el lector buscar información sobre "Palestina" y verá que parece que no existe como nación ni como estado fallido, siendo apenas una denominación del imperio británico a una ex-colonia ahora inexistente o zonas que antaño pertenecieron al imperio turco, y por supuesto que esa nación que no existe tampoco sufre genocidio alguno. O pruebe buscar en Wikipedia "golpe de estado en Honduras" y verá que la carga de la culpa se desplaza hacia los gobernantes democráticos expulsados por la dictadura... Internet es un rizoma, sí, pero de origen militar, y así como hay tendencias a las líneas de fuga también las hay a las dictaduras de sentido, de los servicios de seguridad sin lugar a dudas, pero también y más sutilmente -a veces no tanto- de las megaempresas de servicios informáticos como Microsoft, Yahoo, Google, que para maximizar sus ganancias intentan capturar a los internatutas en sus redes de servicios gratuitos y comerciales, y como toda propuesta de marketing, moldear consumidores que hagan crecer a la empresa. Se sabe: la estrategia del marketing es que cada persona elabore su identidad asociando los pasajes de una etapa a otra de su vida tomando como objetos transicionales a las mercancías y sus marcas; la "fidelidad a las marcas" está dando paso a algo más "interno" si cabe la palabra: la configuración psíquica en torno de aquellas. Esto no puede asumirse acríticamente, y menos en contextos educativos.


Información no es conocimiento

Una confusión promovida por la reforma de Germán Rama en los años 1990s, que ha perdurado hasta la fecha, que intentó adecuar la estructura del sistema educativo, su currícula y su currículum a la estrategia de acumulación capitalista neoliberal, es la que señala oponiéndosele el subtítulo. Esta identificación falsa entre información y conocimiento, tiene su origen en el discurso pedagógico que se desprende de la concepción norteamericana del constructivismo, afirmada sobre las teorías psicológicas del procesamiento de la información, que a su vez parten en buena medida de la analogía computadora-cerebro. Este discurso pedagógico elabora una noción de aprendizaje que es análoga al desarrollo de "competencias cognitivas" de los estudiantes. Hay varias interpretaciones de qué es una "competencia cognitiva" y cuándo una persona es competente, en términos cognitivos. Digamos que dichas interpretaciones se mueven entre dos polos: un polo tecnicista o instrumentalista y un polo contenidista. La interpretación hegemónica en Uruguay en los años 1990s es coincidente con el primer polo. Puede rastrearse su vigencia en los indicadores de evaluación que utilizan los maestros. Los mismos toman una habilidad o un área de conocimientos y la desgranan en competencias más elementales, cuya transversalidad puede verse sobre todo en el área de ciencias, pero que en una visión más general también abarca el lenguaje y la matemática: plantear problemas, formular hipótesis, buscar información, clasificarla, analizarla, contrastar resultados propios con ajenos, por mencionar algunos. Nótese la similitud de esas competencias y el procedimiento hipotético-deductivo del neopositivismo lógico. Curiosamente una lectura de la epistemología neopositivista podría haber llevado a privilegiar la construcción del marco teórico del que se deducen problemas e hipótesis; el propio Popper reconoce en algún lugar que en última instancia los datos de la investigación se construyen en la teoría (refiriéndose al dato como una estructura que implica unidad de análisis, variable y valor). Lejos de esto, la interpretación de las competencias como habilidades en abstracto llevó a pretender enseñarlas picoteando temas de distintas materias, haciendo (demasiado) hincapié en los procedimientos hipotético-deductivos, con bajo énfasis en la formación teórica. El resultado es la devaluación de los logros de la enseñanza primaria y del ciclo básico de secundaria. No atribuyo de ningún modo al método de enseñanza responsabilidad exclusiva en los malos resultados educativos; es tan solo una variable, pero existe (aunque la precariedad laboral y la pauperiazación económica y cultural de la población tiene más peso). Digámoslo de modo sencillo: en los años 1990s no se usó el verbo "enseñar". De hecho estaba proscrito de las planificaciones docentes. Antes había que "generar oportunidades de aprendizaje" y "facilitar aprendizajes". Otra interpretación de las "competencias" hubiera sido una más materialista. Partiendo de las personas competentes en un área u otra, es claro que ninguna formó sus habilidades en abstracto, cual simples herramientas. Al contrario: profundizó en conocimientos teóricos, en sistemas ordenados de conceptos y relaciones conceptuales, y una vez con dominio en ese campo, pudo saltar por parecido de familia y/o inferencia lógica a la conquista de otras áreas del conocimiento. No al revés. Dentro de la interpretación tecnicista, la primera que mencionamos, la que quita niveles conceptuales a la enseñanza uruguaya, la información es el sumum del conocimiento. Se "accede" a la información. Ante tal o cual problema, se consigue tales o cuales datos de diversas fuentes y con ellos se resuelve de modo creativo, desde cero, reinventándolo todo. Los resultados del sistema educativo (medidos no por el propio sistema educativo, evidentemente) han hechado por tierra esa interpretación que confunde información con conocimiento. De ahí que decir que la proliferación de computadoras portátiles provocará una democratización social del conocimiento, es un salto lógico demagógico. Podrá proliferar la información elemental, el dato sencillo o la curiosidad enciclopédica (¿wikipédica?) pero no el conocimiento. El conocimiento requiere disciplina, en el doble sentido vulgar y foucaultiano. Disciplina como actitud de trabajo, como rutina sistemática de lectura, diálogo, experimentación. Disciplina en el sentido de construcción del cuerpo para incorporarlo a una maquinaria del saber y/o a una maquinaria productiva, del deseo, a través de prácticas de (auto)limitación de la satisfacción inmediata del mismo de un modo tal que lo inmediato deja paso a lo mediato y el largo plazo. El conocimiento requiere el aprendizaje de relaciones conceptuales jerárquicas (inclusiones horizontales, subordinaciones, supraordinaciones) y reticulares. La información se inscribe como insumo en esa construcción, pero no coincide con el conocimiento entendido como relaciones de discurso que van más allá del simple dato, y que relacionan categorías abstractas (y generales).

¿Debemos universalizar el uso de las computadoras? Aparentemente sí. Se trata de un elemento técnico clave en la organización del trabajo actual, y cada vez más del ocio y las relaciones interpersonales. La cuestión es si, en el ámbito de la enseñanza pública el método elegido es el más indicado, o si sólo respondió a un impulso de venta de una ONG acaudalada (OLPC) y a la fascinación fetichista que las laptops generan en nosotros. Hay caminos mejores, sin duda alguna. De ello nos ocuparemos en notas subsiguientes.

Los niveles del lenguaje, por Fernando Gutiérrez Almeira

Los niveles del lenguaje

Fernando Gutiérrez Almeira

El lenguaje implica un código, una codificación y una
decodificación. Cuando el código y la codificación no son
deslindables, es decir, cuando el código es el mensaje, estamos ante
un lenguaje de señales. Es a este nivel que podemos comprender con
bastante facilidad que es lo codificado...por ejemplo...¿qué es lo
codificado en un cachetazo? La intencionalidad de la conciencia, la
intención misma de dar el cachetazo. La primordial finalidad del
lenguaje es, por lo tanto transmitir o comunicar la intencionalidad
de la conciencia. En este sentido toda actividad ejercida por un
agente es actividad comunicativa...con la condicion de que dicho
agente sea un ente conciente y que el receptor de su acción sea
tambien un ente conciente (ambos seres vivos, entonces). ¿Qué es la
decodificación? En principio, al nivel de las señales o los simples
agenciamientos entre conciencias, la decodificación es la
interpretación de intenciones, interpretación que se da como la
reactividad perceptiva y muchas veces anticipatoria del receptor
frente al emisor. Ejemplo: Alguien estira su mano con el objetivo de
dar un cachetazo...su intención se revela al receptor antes de
recibir efectivamente el cachetazo y este reacciona
esquivándolo...esto quiere decir que ha interpretado, decodificado
mediante su reacción el mensaje antes incluso de que el mensaje
estuviera completo. Un error de interpretación-decodificación podría
ser muy bien entender un movimiento brusco de la mano como transmisor
de la intención de dar un cachetazo cuando lo único que contiene es
la intención de arreglarse un poco el mechón de pelo que cae sobre la
frente. El nivel de las señales, lo que podriamos llamar el nivel
sintomático del lenguaje, tiene una graduación muy extensa que va
desde las señales dadas por una simple célula, por un tejido celular
afectado por alguna enfermedad, por un órgano, por un ser vivo
unicelular, por una planta, hasta las señales reproductorias de un
mamífero o las elaboradas señales de las que los seres humanos no
prescinden, como los perfumes caros. Esto lo aclaro porque implica un
gran campo de investigación, investigación que a su vez puede implicar un
aumento de nuestro respeto hacia la comunicación ejercida por seres
no humanos, incluyendo nuestras propias subestructuras vivientes.

Por encima del nivel de las señales tenemos el lenguaje que podriamos
llamar sígnico, en el que el código ya no se confunde con el mensaje.
Ejemplo: En lugar de esgrimir frente a un adversario un cuchillo
mostrando nuestro rostro furioso, babeando y gritando AAAARRRGGG, nos
quedamos estáticos y realizamos un movimiento de nuestro dedo índice
sobre nuestro propio cuello como si lo estuviéramos cortando,
queriendo significar que estamos dispuestos a cortar la cabeza de
nuestro enemigo. Hemos optado por un lenguaje sígnico, por un signo
manual, y dejado de lado el rústico y evidentísimo lenguaje de
señales. No hay que descreer por completo que este lenguaje sígnico,
sobre-sintomático, no sea accesible para algunos seres vivos no
humanos...hay que recordar el intercambio sónico entre ballenas y
entre delfines, las comunicaciones entre las abejas o entre las
hormigas, etc.

El tercer y último nivel conocido del lenguaje es el nivel simbólico.
En el lenguaje simbólico el código no solo se puede discernir claramente de la
codificación sino que se autonomiza respecto de la codificación en la forma de una
tecnica de codificación, esto es, el código de un lenguaje simbolico
es una tecnica de codificacion.

Dijimos que a nivel de las señales la finalidad del lenguaje es la
transmisión de la intencionalidad...podemos decir ahora que la
finalidad del lenguaje signico es similar, solo que la
intencionalidad no se manifiesta ya directamente en el mensaje sino
que el código actúa en este caso como un enmascaramiento que exige
mas que una mera reactividad interpretativa del receptor un proceso
interno, estructural, de decodificacion y por lo tanto la existencia
de un minimo de desarrollo nervioso y de la memoria neural...A nivel
del lenguaje sígnico ya podemos hablar de significado pero lo
significado no es otra cosa aun que la intención o sentido del
mensaje...de modo que significado y sentido no estan disociados. En
el caso del lenguaje simbólico el enmascaramiento es mucho más profundo
y aun cuando la finalidad de transmisión de la intencionalidad, que
vendría a ser, como he dicho, el sentido del mensaje, se mantiene,
surge por la distincion entre sentido y significado una nueva
finalidad que es la de significar conceptualmente, es decir, la
codificación no se limita a la codificación de la intencionalidad de
la conciencia sino que se codifican contenidos neurales, los
conceptos, y las estructuras que estos conforman. Dicho con sencillez:
en el lenguaje simbólico, que no deja de ser un sofisticado
lenguaje de signos asi como el lenguaje de signos no deja de ser de
cierto modo un lenguaje de señales...la codificación es una
significación y la significación abarca tanto la transmisión del
sentido-intencionalidad de la conciencia como la transmision
conceptual que pone las mentes pensantes en una red informativa-
comunicativa mas allá de sus meras intenciones, engendrándose una
comunidad simbólica. Digamos que la transmisión conceptual es la
funcion de enunciación del lenguaje simbólico, que lo caracteriza
frente a los niveles menos elaborados del lenguaje.

El lenguaje simbólico en cuanto a su función de enunciación tiene una
estructura dependiente del nivel de conceptualización que
enuncia...si lo que enuncia son conceptos empíricamente muy bien
determinados, como el concepto de manzana o de estrella, entonces
puede mantenerse muy cercano al nivel sígnico con todos sus elementos
técnicos cargados de significación...se trata de un lenguaje icónico
representacional...la enunciación pasa aqui por mera designación.
Pero cuando de lo que se trata es de conceptos mas elaborados, no muy
bien determinados...como el concepto de armonía, la enunciación exige
una superación del nivel sígnico y una ingresión del concepto en
campos conceptuales que lo sostengan y complementen su
interpretación...aqui es donde la metáfora entra a tallar fuertemente
como el movimiento fundamental del lenguaje simbólico.

Esto no es todo...hay que recordar la importancia que tiene el
alfabeto como técnica simbólica. A diferencia de las formas
anteriores de codificación, la tecnica alfabética implica elementos
técnicos no significativos, puramente mnémico-cerebrales, las letras,
cuya arbitrariedad simbólica no sígnica permite a la mente individual
poner en juego muy fuertemente su autonomía creativa en la creación
de conceptos...No es casualidad que la alfabetización haya acompasado
el surgimiento de la mentalidad filosófico-científico-técnica
occidental...sobre todo técnica. La tecnología, es decir, la técnica
conceptual y conceptualizante, la sincronía entre lógica y tecnica,
emergió con la alfabetización.

Comentario de María Vidal el enero 9, 2010 a las 5:37pm Fernando, leí con mucho interés tu trabajo que entiendo que se enmarca más dentro de la Semiótica o Semiología, que estudian todos los sistemas de signos o códigos.
El lenguaje humano, es específico y diferente. Comenzó muchos siglos antes de la aparición de la escritura. Señalo esto aquí, y me entusiasmaste para escribir en artículo aparte la caracterización del lenguaje humano y la relación entre dos códigos con elementos comunes pero diferentes entre sí: el de la oralidad y el de la escritura.

Un abrazo, María

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 7, 2010 a las 4:23am Fernando: Me interesa mucho tu artículo. María tiene toda la razón. El planteamiento es semiótico o semiológico, cosa que tú no has negado. Y me animas también a escribir un texto, más bien que un comentario en el que quisiera tratar de distinguir la concepción semiótica de la concepción retórica del lenguaje, un tema que me viene calentando la cabeza en un diatriba sostenida en otro foro. La comunicación es algo en lo que participan muchas especies, hasta el delfín y el perro. Pero el lenguaje es una forma de comunicación articulada de un modo especial. Y el lenguaje escrito es ya, comodice María, algo más avanzado (Walter Ong: Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra). La semiótica parte del significante al significado. Y como significante se toma el signo o símbolo. Para la retórica yo diría que "significante" no es un sustantivo cualquiera, sino un sustantivo verbar. El significante (o significador) es el ser humano que usa el signo. La discusión se desliza entonces a otro terreno. Es ahí donde cabe hablar de intención. Volveré más despacio.
Un abrazo

Comentario de María Vidal el febrero 7, 2010 a las 11:51am Qué bueno lo que anuncias, José Luis. Comparto la distinción que haces entre la dimensión semiótica del lenguaje, a la que refiere Fernando, y la dimensión retórica, de la que me consta eres profundamente conocedor y apasionado. Ya intercambiamos bastante en torno al tema que ahora dices "te calienta la cabeza" como para escribir un artículo que aporte a la Red esa dimensión relativa al hablar humano como actividad , esos "actos de habla" con intencionalidad siempre.
En las últimas décadas, esa disciplina y enfoque que se emparenta con pero que se separa de la Retórica clásica, se han revivificado y adquirido esta nueva trascendencia. Los estudios de Retórica e Ideología, por ejemplo y los que sé que tú has llevado adelante en cursos específicos. Todo un campo más que nuevo, interesante y que espero plasmes en estas páginas, aunque "vuelvas despacio".

Mis cordiales saludos, María

Comentario de F.G.A. el febrero 7, 2010 a las 5:11pm En la interacción humana, José Luis, subsisten todas las profundidades anteriores del lenguaje (lenguaje en sentido amplio y hasta que un nuevo término no venga a ocupar este espacio terminológico, ¿podriamos decir "conector comunicativo" y reservar la palabra lenguaje para el caso humano?)...A ver, de nuevo...

En el caso humano subsisten y subyacen las profundidades biológicamente previas de la conexión comunicativa...por lo cual la comunicación humana nunca, ni aún en los casos más estrictos de tecnificación telecomunicacional, deja de estar impregnada y subsumida en conectores comunicativos más elementales, más primitivos...que conectan al nivel de las irracionalidades, la emotividad, la voluntad expresada con brutalidad lo menos mediada posible. La articulación simbólica (¿podemos decir esto, creamos términos?, después de todo a veces los filósofos deben dedicarse a esta tarea por carencias de los términos existentes)...es un ápice de la mente humana, ápice que sin estar aislado podemos decir también que tiene jerarquía y limitaciones respecto de las conectividades más profundas. Digamos esto último así...si consideramos que el lenguaje humano es más expresivo cuando mayor es la implicancia en él de las conectividades primitivas (señales, signos burdos de la pasión y el deseo, etc.) e inversamente más técnico cuanto más se aleja de esas formas comunicacionales para restringirse a la labor simbólica de expresión de resultados instrumentales...entonces al tiempo que notamos en la tecnificación del lenguaje su jerarquización y potenciación telecomunicacional...¿prefigura el alfabeto la digitalización informática?...notamos su empobrecimiento, su abstracción cada vez mayor para la expresión profunda de los deseos, pasiones, sentimientos, emociones...con lo cual se ensancha eficazmente pero se esteriliza vitalmente.

Un abrazo, Fernando

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 8, 2010 a las 2:02am Fernando: No entro aquí a comentar lo que planteas en tu último comentario porque eso me lleva a profundidades o elementareidades que me han ocupado tanto tiempo que si empiezo a explicar y deshacer entuertos se convierte casi en un libro. No soy capaz de poner en claro en unas pocas líneas algo que esta tan sumamente confuso, puesto que afecta a un ámbito de nuestra experiencia y nuestra realidad que es imposible estudiarlo sin al mismo tiempo estar mezclándolo. El lenguaj es como una cárcel y es imposibe verla sin saltarse las paredesde la propia cárcel con la sábana de la misma cárcel. Hay quien dijo que es impósible nombrar la metáfora sin cometer con ello una metáfora. Ya que "metáfora" viene del griego que significa "traslado". Esa afirmación con la que uno trata de hecerse el listo y mostrar que domina su dominia de la lengua, que sabe hablar del hablar, tiene un error. Si "metáfora" significa "traslación", la palabra "metáfora" no es una metáfora sino una metonimia. Pues la palabra "metáfora" es el resultado de una traslación, no la misma traslación.
Estoy simplemente ponendo de manifiesto lo difícil que es tratar de aclarar cuestiones básicas de lenguaje, ya que para eso hay que usar el mismo lenguaje y eso nos atrapa de nuevo imponiéndonos las condiciones de la cárcel que tratábamos de abandonar.
Hacer un comentario como es debido de las cuestiones que planteas me llevan a escribir un texto largo y dilucidatorio de toda otra serie de ellas.
Fíjate que la misma palabra "lengua", que es el órgano que tenemos en la boca, nos enreda ya en cuestiones metalingüísticas que nos desvían de lo que estábamos estudiando, para estudiar el estudio de lo que estábamos estudiando. "lengua" para el acto de hablar no supone cometer una metáfora ("no es una metáfora" dicen todo equ+ivocamente) sino cometer una metonimia, ya que la traslación de significado no se hace por analogía sino por la relación que asocia al organo bucal (lengua) con uno de sus papeles (!) principales: el acto de hablar.
Qué es la Retórica? that is the question

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 8, 2010 a las 2:07am Para salir al paso de un comentario que yo mismo haría a lo que he dicho anteriormente: cuando hablo de que metáfora significa en griego traslado, me veo usado a utilizar la palabra traslado que a su vez también es el resultado de una metáfora o una metonimia. Nótese eso de "tras-lado" y preguntémonos como ha derivado el castellano esa palabra de otras. Y la palabra metonimia se utiliza metafóricamente a partir de lo que en girego significaba "cambio de nombre" (meta nomos). Es decir que explicar el sentido conduce a un regreso al infinito. Habría que llegar a un grupo reducido de raíces significativas primeras, las primeras que se usaron por razones onomatopéyicas o por otras razones, ya analógicas o asociativas. No nos liberamos nunca de las gafas para poder explicarlas.

Comentario de F.G.A. el febrero 9, 2010 a las 10:17am
Si consideramos lo que dije anteriormente, José Luis, es decir, que la conexión comunicacional tiene formas diversas y que el conector humano...la expresión simbólica...es una forma últerior en el desarrollo evolutivo de la conciencia...entonces el lenguaje no es una pura autorreferencia cuando a través de él el pensamiento se refiere al lenguaje...más bien es una referencia que hace el pensamiento desde la profundidad de la conciencia y envuelto en formas expresivas más antiguas hacia la forma en que llega a liberarse de lo meramente biológico para alcanzar la tecnicidad, la articulación analítica de la expresión en partes objetales. Lo que es autorreferencial es el sujeto reflexívo en la reflexión sobre si mismo...pero el lenguaje es un medio, un conector, una forma de circular la interacción comunicativa entre los seres humanos...un medio que tiene la instrumentalidad necesaria para catalogar objetalmente según su propia articulación los entes que entran en la fabricación humana, en la construcción humana de la artificialidad. Aquí se encuentra la metonimia, justamente, José Luis, en creer que el lenguaje es "el que hace la referencia" cuando "el que hace la referencia" es el pensamiento por medio del lenguaje. Y aquí vuelvo a recordar que el pensamiento existe independientemente de su expresión simbólica pues el pensamiento es preacción humana y los movimientos humanos hacia la construcción-fabricación no siempre se simbolizan pero siempre se piensan.

Un abrazo, Fernando

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 9, 2010 a las 2:58pm Fernando: Comienzas tu comentario diciendo: ”En mucho estaré de acuerdo...” que es una manera más discreta de decir “Algo hay en lo que dices ... pero no mucho”. E insinúas a continuación que no me doy cuenta de lo que implica la naturaleza del lenguaje con una afirmación comparable con mi ejemplo de “Eso es idealismo...” de un comentario mio precedente. Noto especialmente la palabra “sino” que es sumamente significativa, aunque se esconda en la frase. Me atribuyes algo que no es mío, sin demostrarlo. Pues mi mensaje trataba justamente de la “naturaleza del lenguaje”, la cual supone complicaciones. Si yo le digo al médico que tengo fiebre y me dice que lo que quiero decir es que tengo dolor de cabeza, me parece que eso es marear la perdiz. Hablas de “lenguaje (humano)”. Quizá deba de aclarar también (una vez más de los cientos de veces que lo he hecho) que yo considero el “lenguaje” como el medio de comunicación exclusivamente humano, siguiendo la explicación aristotélica en la Política {1253a 7-18}a la cual me adhiero totalmente. Hablas a continuación de una “discrepancia” que debe ser con otro, no conmigo. Lo que pasa es que nos gusta distanciarnos, aunque sea ficticiamente, para que nos saquen la foto. Si la discrepancia consiste en que yo no crea que es el pensamiento – y “no el lenguaje (simbólico)” –
el que hace la autorreferencia, estás tratando de que mire a otro lado para robarme la cartera, que es lo que hacen todas las inevitables metonimias del lenguaje y, concretamente, de la palabra lenguaje. Que estás acusándome de ser tonto se ve a la “lengua”. Pues cuando alguien es tonto decimos que “no distingue”. Saussure se vio obligado a distinguir Langue y Parole. Y Cicerón aclaraba la concepción aristotélica diciendo que LOGOS (que unas veces se entiende como pensamiento y otros como palabra) es propiamente Ratio et oratio. La lengua (que aparte del órgano bucal denomina distintamente al instrumento) es lo que posibilita el pensamiento dándole estructura. Sin lengua no podríamos pensar. Eso es lo que hace al lenguaje ser distintivamente humano. Lenguaje y pensamiento son distinguibles pero inseparables (distingo entre lo distinto y lo separado), que es lo que afirmaba Saussure al hablar del significante y el significado como dos lados constitutivos del lenguaje.
Y Sexto Empírico, que fue el que distinguía más claramente a estos dos elementos de la racionalidad (humana naturalmente), afirmaba que “el lenguaje es como la escalera que nos sirve para subir a lo alto del pensar, y una vez arriba podemos darle una patada y deshacernos de él”. Es una frase poética que se las trae. Entendemos lo que quiere decir. Podemos distinguir pensamiento y lenguaje? Yo distingo entre dos tipos de distinciones (permítaseme la paradoja). Distinción precisiva y distinción positiva. La distinción entre lenguaje y pensamiento es precisiva, no positiva. No podemos mencionar a la una sin que la otra esté también presente. Hay un artículo muy mencionado que está a punto de traducirse al inglés y que creo que conocerás: “Arte de hablar y arte de decir”.

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 9, 2010 a las 3:12pm Al mencionar a Saussure y aludir a la distinción que él establecía entre Significante y Significado tenía el propósito de mencionar sobre todo la distinción etntre Langue et Parole, pero se me pasó. Una cosa es el sistema de signos usado y otro la acción de usarlos. Y en qué medida podamos distinguir positivamente (no precisivamente, como aspectos de una misma realidad) el hablar del pensar no es nada fácil.

Comentario de F.G.A. el febrero 9, 2010 a las 5:32pm Si, pues, José Luis, hablas de la naturaleza del lenguaje...y ese es el punto y de esto me ha gustado seguir charlando contigo...siguiendo una ya vieja discusión entre nosotros...si hablas de la naturaleza del lenguaje cuando dices...

"El lenguaje es como una cárcel y es imposible verla sin saltarse las paredes de la propia cárcel con la sábana de la misma cárcel."

y en eso me detengo y a eso iba mi comentario...entonces interpreto que entiendes que para referirse al lenguaje es necesario el lenguaje. Y no discrepo, claro...y por eso he dicho que no hay lenguaje sin autorreferencia (lo cual comprende y tal vez amplia el asunto). Ya ves, no corro al desacuerdo...sino que como he dicho, "en mucho estaré de acuerdo". Mas luego, simplemente, he querido señalar que la referencia del lenguaje al lenguaje cuando éste es el objeto de estudio no es una "referencia hecha por el lenguaje" sino por el pensamiento...y ahí, precisamente, está la puerta de la cárcel.

Pero como no quiero reiterarme y no vale la pena...veré si puedo decir lo que pienso a este respecto...limitándome ahora a hablar del lenguaje como exclusivamente humano...que para eso habia sugerido el termino "conector comunicativo" aunque quien sabe si los delfines, las abejas y las hormigas lo tengan en cuenta.

Digo pues...he ahí el martillo...y diré que el martillo, al igual que el lenguaje, es un medio, un instrumento, una mediación entre el hacedor y su tarea. Asi pues el que sostiene el martillo es el hacedor, así como el que habla es el sujeto pensante (la actividad pensante, el pensamiento, pues el sujeto está en la acción)...mientras que la tarea son golpes y sus resultados...el uso lingüistico. He aqui mi analogia: Sujeto pensante=El que martilla, Lenguaje=Martillo, Uso lingüístico=Acción y resultado de martillar.

Una vez establecida mi analogía casera resta aún considerar aquello de la autorreferencia. Si con el lenguaje nos referimos al lenguaje...del otro lado de la analogía...con un martillo golpeamos un martillo...¿Es esto posible? ¡Por supuesto que si!. Aunque, claro, es más útil seguramente referirse al lenguaje con el lenguaje que martillar un martillo...¿o no? ¿Acaso el herrero no necesitará de un primer martillo para moldear un segundo martillo en la fragua?. Pero...me detengo...un martillo no es lo mismo que "El martillo"...sino un ejemplar del martillo. Así pues...en lugar de hablar del lenguaje y nada más para extendernos en este punto debemos usar otro término...sea el término "discurso". Un discurso, digo, es un ejemplar de lenguaje, así como un martillo es un ejemplar del Martillo. Y así como un martillo puede golpear a otro martillo, un discurso puede referirse a otro discurso sin que en ello haya dificultad ni trance alguno...Tu puedes hacer un largo comentario y yo puedo hacer un análisis de tu comentario...con lo cual el lenguaje se refiere al lenguaje pues un discurso (mi análisis de tu comentario) se refiere a otro discurso (tu comentario). Aquí podemos introducir el termino metadiscurso (pues del termino metalenguaje podemos ver aquí sus dificultades e inadecuación)...diciendo que el discurso A al referirse al discurso B es un metadiscurso del discurso B. La autorreferencia del lenguaje viene a ser según esto el martillar de los martillos sobre los martillos en la fragua...o lo que es lo mismo...la sucesión de discursos que se refieren unos a otros metadiscursivamente. Y yo he dicho, y en eso sospecho que no discrepo contigo, que el lenguaje es siempre, de algun modo autorreferencial...porque hasta en este momento, mientras intercambiamos comentarios, mis comentarios se refieren a los tuyos y a los que anteriormente hice y tus comentarios a los mios y a los que anteriormente hicistes...con lo cual quiero decir que ningun discurso permanece cerrado sino que siempre está abierto metadiscursivamente hacia lo que Marcuse llamaría "universo del discurso"...que es el universo del lenguaje en la perspectiva de ese discurso.

Por lo tanto jamás he dicho que discrepaba contigo en lo principal...la necesidad del lenguaje para referirse al lenguaje...sino que he puntualizado que la autorreferencia no la hace "el lenguaje" así como el martillo no es el que martilla...es decir...el martillo no puede ser identificado con el herrero y del mismo modo el lenguaje no puede considerarse un sujeto de la acción sino solo un medio del pensamiento para alcanzar a sus fines simbólicos. Con lo cual, volviendo a la cuestión, es el pensamiento el que realiza la autorreferencia...yendo de un discurso a otros, estableciendo discursos sobre discursos metadiscursivamente, incluso creando universos discursivos enteros y hasta opresivos si de totalitarismo se trata. Con lo cual la única prisión posible para el pensamiento no es prision lingüistica sino prisión del pensamiento...pues el pensamiento puede crear sus propias cadenas...y sin embargo...también puede destruirlas en tanto y en cuanto él es su autor.

Un afectuoso abrazo, Fernando

Comentario de María Vidal el febrero 9, 2010 a las 7:22pm He seguido este intercambio con mucho interés y siempre pensando-con lenguaje que la relación entre lenguaje y pensamiento ha sido problemática y problematizada desde los griegos antiguos así como la existente entre "las palabras y las cosas" citando la expresión de Foucault. No considero al lenguaje como un instrumento del pensamiento, comparable a un martillo que es herramienta o instrumento para cumplir con una tarea decidida, la que podría realizarse con cualquier otro objeto más o menos duro o pesado: una piedra, un garrote, una maza,cualquier objeto que pueda funcionar como instrumento para la finalidd perseguida.
En el lugar del lenguaje no encontraríamos NADA que pudiera sustituirlo, cumplir su o sus múltiples funciones, que no se reducen a la de comunicar.
Roman Jakobson, siguiendo a Karl Bühler estudió lo que llamó las "Funciones del lenguaje", y consideró la existencia de seis. Posteriormente otros autores como Eugenio Coseriu y otros hablaron de más funciones de los enunciados y discursos.
El comunicar o comunicarse, requiere al menos de dos actores o hablantes, que manejan un código compartido, en un determinado contexto o situación, para transmitir un mensaje, usando cierto canal. Jakobson afirma que se prioriza unas veces al emisor y otras al receptor, así como al propio código o lengua utilizada, al contexto en que se produce, al canal de la comunicación o al mensaje transmitido Cuando el discurso humano se inclina hacia el emisor, Jakobson dice que se cumple lo que denomina Función emotiva (o expresiva), cuando se inclina el discurso al receptor, se cumple la Función Conativa (o apelativa), cuando el centro de la orientación es el contexto (mundo) se cumple la Función Referencial, cuando el discurso posee el fin de iniciar o mantener el contacto,o sea, se inclina hacia el Canal de comunicación, simplemente, Jakobson dice que se cumple la Función Fática del mismo modo, cuando el discurso o enuncido se inclina u orienta hacia el Código utilizado se cumple la Función Metalingüística del mismo,y por último cuando el discurso se orienta hacia él mismo como Mensaje, se cumpliría la Función Poética (la que más interesó al autor) Tenemos en este planteamiento seis funciones, vinculadas cada una al Factor de la Comunicación sobre el que se incline el discurso: Emisor, Receptor, Código, Canal, Contexto o Mensaje. Nos dice también Roman Jakobson que estas funciones no se cumplen nunca de manera exclusiva, que pueden convivir en un enunciado pero que siempre una de ellas prevalece o predomina.

Existe una relación compleja entre lenguaje y pensamiento, que estudia la Lingüística Cognitiva y otras, que nos dicen que no puede afirmarse que el pensamiento preceda al lenguaje o viceversa. Ambos se interpenetran y poseen un entramado que tiene que ver con esa dificultad de la que habla José Luis: pensar el lenguaje, conceptualizarlo, referirse a él... que no es hablar únicamente del código (sistema de signos) sino de su puesta en acto, sólo puede hacerse con lenguaje. La intencionalidad a la que ha referido Fernando en su inicial artículo, está en el pensamiento y en el lenguaje, no es que únicamente se exprese "a través" de él usado como mero instrumento. Muchos poetas han sentido y expresado de diferentes maneras esta certeza: “el lenguaje habla por mí” o “soy hablado”, “Yo es otro”...
Creo que haría falta, ahora que nos metimos en estos asuntos, otro artículo de Pragmática que refiera a los "actos de habla" y al “lenguaje en uso” en sus ámbitos diversos, entre interlocutores diversos, al lenguaje "vivo". El antropólogo, lingüista y estudioso de la cultura, el ruso Mijaíl Bajtín ya afirmó entre los años '20 y '30 que el enunciado y hasta el signo lingüístico no son neutros sino que son dialógicos e ideológicos: siempre responden, comentan, se vinculan a algo dicho antes por alguien del mismo o diferente grupo o clase social.
Es un tema muy rico y apasionante que merece un tratamiento más extenso y riguroso. Confieso que me tienta acometerlo, a la luz de este rico intercambio.

Mis cordiales saludos, María

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 9, 2010 a las 11:13pm Bravo, María. Has sacado a relucir varios autores de los que mejor han penetrado la paradójica realidad del lenguaje. Aun cuando naturalmente cada uno de ellos hace descubrimientos extraordinarios y pierde de vista alguna cosa. Pues cuando encontramos un camino interpretativo solemos aobcecarnos un poco en él. Jakobsson fue quien me puso en órbita en el camino de la metonimia aunque fue Lacan el que me dio la referencia. De la lógica antigua no debemos olvidar los estoicos. No olvidar a Bachtin me parece también valioso.
Por supuesto que el lenguaje no es como las herramientas que cogemos con las manos y que son perfectamente separables de su función. A mi la misma palabra "herramienta" (una construcción semántica hispana demasiado burda) nunca me ha ca+ido bien. Trato a menudo de evitarla y prefiero decir "instrumento". Pues mi problema es que a mi nunca se me mueren las metáforas. Es imposible deshacerse del pensamiento cuando decimos "lenguaje". Lo del loro son palabras pero no es lenguaje. Lenguaje es el concepto integral más expresivo de lo humano.
Tan integrados están que lo más problemático es eso de "metalenguaje". Siempre me pareció pretencioso el uso de este término, ya que trata de salis´rse del lenguaje para hablar de él, cosa que es imposible. Yo suelo mostrarlo escribiendo "Metalenguaje" en cima de "Lenguaje" y me pregunto si el hablar de esa relación no es algo que objetiva a ambos y que debería denominarse con un tercer término: "Flancolenguaje" (Lenguaje lateral) o algo así. Lo cual supone que estamos creando un nuevo nivel externo que necesitará otro meta- meta-meta-nombre en un regreso al infinito. Lo mejor es aceptar que no podemos salir de la cárcel del lenguaje. La pretendión de levantarse de sus propios pelos ha sido propia d e diversos filósofos. Hegel veía la contraposición entre tesis y antítesis y la slavaba con la síntesis, que es un esquema explicativo paralelo al de la metalingüística. Pero Kierkegaard (o Unamuno) se ríen de eso. Si no conocéis la obra "Ovetenskaplig efterskrift", que significa algo así como "Epílogo a-científico" os lo recomiendo. Para Kierkegaard no hay síntesis superadoras. Hay que aguantarse i vivir encerrado en la paradoja. Que noes más que una imagen de la propia existencia humana.
Unamuno tenía una insignia de una asociación a la que sólo él pertenecía. "Si se la pone otro, me la quito yo", decía.

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 9, 2010 a las 11:29pm Quizá tenga necesidad de aclarar que el separar tratar de colocar al penamiento fuera del lenguaje es como tratar de decir que el cocinar algo no implica lo cocinado. Por supuesto que necesito artículos comestibles para poder cocinar. Pero esos artículos, como las palabras y sonidos utilizados por el lenguaje, no son separables del pensamiento, sino lo que hace posible a este ser pensamiento, que es una estructura, no una mera metrialidad. La separación de pensamiento y lenguaje es simplemente precisiva, es decir no es separación propiamente dicha. Lo fantástico es que podamos llegar a una situación en que las palabras se borren de nuestra memoria, pero el pensamiento siga claro. Es en este camino en el que surge la diferencia entre la lógica o filosofía racional y la mística. El entendimiento (NOUS) llega a convertirse en la luz cognoscitiva orientadora. San Juan de la Cruz diseña el camino hacia lo alto del monte Carmelo (el camino hacia la santidad) lleno de vericuetos y elecciones. Pero una vez llegado a lo alto aparece un cartel que dice: "Por aquí ya no hay camino, pues para el justo no hay ley". Esa narración poética, aun cuando no seamos creyentes, es mwetafórica de lo que significa el camino del conocer. Aristóteles distinguía el LOGOS del NOUS. El primero es humano y el segundo es divino y carece de estructura. El ser humano también tiene nous que a veces denominamos intuición. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" pero cuando ya está hecho; "al volver la vista atrás, verás la senda que nunca has de volver a pisar" (Machado) . Hegel denominaba síntesis a esa atalaya superadora. Todo es ya poesía, no lógica.

Comentario de F.G.A. el febrero 10, 2010 a las 1:28am Bueno...me das pie en este punto, José Luis, para contestarle a su vez a María. Pues lo cierto es que, como dejo dicho en el artículo que agregue recién en el foro de discusion (Enlace:Las raices conceptuales) los conceptos no surgen de su definición por medio de otros conceptos sino que las definiciones son postreras y secundarias respecto de la captación intuitivo-experimental que los genera y que yo llamaría nocionalización conceptual...por lo cual el primer movimiento del pensamiento por el cual se generan los conceptos y son nombrados...no es un movimiento del lenguaje. Sea por ejemplo el concepto de mesa...¿como es adquirido por un niño? Pues lo adquiere quizás mucho antes de que la palabra mesa sea pronunciada por la función que ella desempeña en su vida...y si alguien se la señalase diciendo "mesa" sin que él tuviera la experiencia de su función pues para él no sería más que otro objeto con otro nombre...olvidable el objeto y olvidable el nombre...y esto bien lo deben saber los educadores...que si no hay experiencia propia de los conceptos que se pretende transmitir los educandos no los adquirirán verdaderamente ni aún cuando se den de ellos las definiciones. Pero para no complicar y ser explicito en lo que digo consideremos este sencillo ejemplo...la resolución de un rompecabezas. Damos a un niño las piezas, le mostramos una imagen y le sugerimos haciéndolo y sin palabras la tarea de colocar las piezas de tal manera que se reproduzca la imagen. Esto es sencillo de hacer y no será, en el caso de un niño, un ejercicio de imitación sino de auténtico pensamiento sin necesidad de palabras...pues habrá análisis, sintesis, busqueda de correspondencias, concatenaciones, analogías...etc, etc. y todo actuando simplemente con las manos en la interacción mano-cerebro que es mucho más necesaria al pensamiento que la interacción entre el cerebro y la lengua. ¡Sé puede pensar sin palabras así como no es necesario hablar o discurrir diciendo "esta pieza va aqui, esta pieza va allá" cuando nos entretenemos con un rompecabezas. Un ejemplo más basto es la construcción de un castillo de arena...y estoy seguro que cuando invité a mis hijos la primera vez en una playa uruguaya a hacer un castillo de arena lejos estaban de entender qué era un castillo...y solo adquirieron la idea por la experiencia concreta de construir un "castillo-de-arena" y no a partir de la idea de castillo, que es más lejana, compleja y alejada por completo de su experiencia. Hace un castillo-de-arena, por otra parte, es una tarea pensante pero que puede realizarse en silencio...con ágiles manos.

Si un antropólogo entrara en esta discusión quizás diria...en efecto, no hay desarrollo humano si no hay manipulación...y esto quiere decir, ahora digo, que no hay pensamiento sin manos...lo cual es mucho más cierto, profundo y elemental que decir que no hay pensamiento sin lenguaje...lo cual, sin embargo, también es cierto, porque los cerebros humanos son interactivos, dialógicos...continuamente conectados en red de tal modo que la suspensión prolongada del uso lingüístico en un individuo puede dar lugar a la descomposición mental...

Con esto solo quiero aclarar que el lenguaje es, en efecto, un medio, un medio para el pensamiento en un aspecto que le es imprescindible, es cierto, y por lo tanto un medio imprescindible...la comunicación de un cerebro humano a otro...pues el pensamiento humano ciertamente no es UN MONÓLOGO AISLADO sino una actividad interactiva entre individuos comunicados, en comunidad. Pero que el lenguaje sea imprescindible al pensamiento no quiere decir que el pensamiento no existe sin lenguaje...asi como que un herrero no pueda ser en efecto herrero sin sus herramientas...no significa que sin sus herramientas el herrero no exista.

Todos tenemos algo de herrero...

Un saludo afectuoso, Fernando

Comentario de María Vidal el febrero 10, 2010 a las 2:03am Bien interesante lo que aportas, José Luis y me alegro de que coincidas con mi postura en lo que refiere a diferenciar al lenguaje de una herramienta e incluso un instrumento. Me satisface también haber traído, a propósito de esta relación compleja, a los autores que enfocan diferentes aspectos de ese lenguaje en uso, funcionando, en un concreto "acto de habla". Olvidé mencionar a Austin y Searle y su aporte a los estudios pragmáticos del lenguaje. Sí Jakobson, sí Bajtín, sí Coseriu, en sus trabajos posteriores a la etapa saussureana... Mucho se ha producido en torno al texto y/o discurso como objeto de estudio, vale decir al lenguaje proferido o escrito con intencionalidad y donde interesan además de sus elementos constitutivos, la coherencia, la cohesión y la adecuación como propiedades del texto postuladas por Hallyday y Hasan en su obra "Cohesion in English".
No coincido en una afirmación que haces:

"Lo fantástico es que podamos llegar a una situación en que las palabras se borren de nuestra memoria, pero el pensamiento siga claro."

Insisto en que el pensamiento no puede ser "claro" sin el lenguaje. Tal vez te refieras a esa "noción" de la que habla Fernando considerándola como previa al concepto (en otro artículo en Foro de esta Red) Una nebulosa, una bruma, pero no conceptos claros, no sin palabras que los sustenten. Creo que ha sido una manera de expresarte ya que -de acuerdo a todo lo que manifestaste- no me parece que puedas sostener esto que cito; lo percibo como contradictorio. La intuición es -creo- otra cosa, sí un camino más para el conocimiento como dices, refiriéndote a la metáfora "de lo que significa el camino del conocer".

Gracias por tu "Bravo!", que tal vez deberíamos dejarnos expresar nosotros más a menudo. Me siento muy halagada proviniendo ese aliento de alguien tan conocedor de temas lingüísticos, retóricos y filosóficos como tú. Yo soy apenas una apasionada docente que aprende cada día algo nuevo, que acepta equivocarse y que está siempre abierta al aporte, más si proviene de alguien con tu formación y trayectoria.
Disfruté mucho de este intercambio a tres voces. Esperamos tu artículo sobre Retórica. Yo veré de escribir algo más pormenorizado sobre Pragmática, dimensión que quedó en el debe en mi artículo: "El lenguaje humano: un código específico"
En cuanto al verso de Machado q citas, creo que allí asoma "la differánce" derridiana
Este autor tampoco considera superación alguna como sí lo hace la "dialéctica" hegeliana.Da para mucho más...

Un cordialísimo saludo, María

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 10, 2010 a las 6:27am Sí, Fernando, la misma palabra ”concepto” está emparentada con la “concepción” que supone parto y nacimiento. Y yo la palabra “definición” la tengo, si no porhibida, restrictivamente vigilada. Pues “definir” tiene que ver con límite. Y no podemos comenzar por definir, como hacen tantos sabiondos. Reacciono por otra parte contra expresiones aparentemente intelectuales como eso de “nocionalización conceptual”, que es bastante abstrusa y un poco pleonástica. (Si hubieras dicho “nacionalización conceptual”, la habría calificado de “pleonazi” ha, ha! – Un poco de chacota no viene mal en el forro del foro).
Los niños aprenden palabras en parte con la señalización digital, como el ya viejo Crátilo del que habla Platón. Pero no entienden bien el lenguaje sin llegar a comprender la función. Según Lacan hay un momento llamado “estadio del espejo”, en el cual yo incluiría el límite hacia la comprensión del lenguaje. Pero los padres se empeñan en que el niño no entienda el lenguaje por lo que propiamente lo justifica, sino de manera dictatorial. “Eso no es un juguete” le dicen al niño que está jugando con un cuchillo. Que bestias somos! Si un juguete no es aquello con lo que jugamos, que venga la RAE y lo vea.
Claro que la mano significa más que la lengua. Se ve a la lengua. Uno puede ser mudo y no dejar de ser humano. El tema de la importancia de la mano para la racionalidad se declaró hace algunos decenios y parece que se ha dado por totalmente supuesto y olvidado. Es bueno recordarlo. La mano es instrumento de la racionalidad, pero no llega a ella sin el lenguaje, que no tiene que ser un lenguaje sonoro, si es articulado. Lo que hace a los monos acercarse más a la racionalidad humana es justamente el poder erguirse y utilizar las manos. Pero no alcanzan a articular su comunicación. El lenguaje es la muestra de que somos racionales, no propiamente su causa. Y desarrollamos la racionalidad con el lenguaje. Y aunque el lenguaje hablado no sea lo absolutamente racional, si no se hubiera desarrollado el lenguaje hablado, andaríamos todavía lejos y un poco asimiados. Pues aunque los sordomudos no pueden usar el lenguaje hablado, su nivel de competencia lingüística se nutre de la de los hablantes. Cuando estudiaba magisterio tuve la experiencia de comunicar incluso con un sordomudo ciego y percibir a qué nivel pueden llegar. Aquel muchahco seguía la música del piano por las vibraciones en las manos.
La base de la creación de conceptos es la metáfora, pero a eso ya volveremos. Como ves soy más riguroso en lo de la significación del lenguaje para la racionalidad. No confundamos la causa con el resultado. Y sin diálogo no hay lenguaje, pues dia logos no significa que dos hablen (lo cual se denominaría “duólogo”, no diálogo). En mi monólogo también llevo a cabo un diálogo. Jamás dialogo mejor conmigo mismo que cuando estoy escribiendo un texto.

En casa del herrero, cuchillo de palo

Comentario de José Luis Ramírez el febrero 10, 2010 a las 6:35am A Maria Vidal.
Olvidé de rogarte en mi último comentario, que echaras (si puedes) un vistazo a Eduardo Benot. Su "arquitectura de las lenguas" son tres tomos y su "Arte de hablar. Gramática filosófica de la lengua española" uno. Quizá sea difícil de encontrar, pero no imposible. Es bueno que ensalcemos los nombres hispanmos que merecen la pena.
En cuanto a tus dudas sobre "conceptos borrosos", que pierden el lenguaje, te diré que ya te llegará la hora de experimentarlo por tí misma. No son los conceptos los que se hacen borrosoa, sino las palabras.Yo sé bien de lo que hablo por lo que la edad me está imponiendo desde hace apenas un par de años a esta parte. Llegará un día en que sepa lo que pienso pero se me haga imposible formularlo. El problema de la afasia no es muy conocido por los habladores. Y no hace falta padecer un stroke para ello, Maria. Yo entiendo hay día lo que es el lenguaje mejor que nunca, porque veo lo que supone cuando el lenguaje se borra, aunque sabes lo que quieres decir (lo tengo ne la punta de la lengua, decíamos). Hay viejos bilingües que al final de su vida pierden una de las dos lenguas.

VERDAD, RELIGIÓN Y METARRELATOS, por Arturo Ruiz

Un metarrelato quiere decir un relato sobre el relato, entendiendo como el relato a la Historia. La Filosofía Moderna se caracterizó por dar a la Historia una interpretación teleológica desde la propia Filosofía de la Ilustración, que daba como sentido de la historia el concepto de Progreso, el cual asumió diferentes formas hasta llegar al Marxismo que tenía como sentido de la historia el arribo a la Sociedad Comunista, pasando por Hegel que ponía el fin en un Espíritu Absoluto. Los metarrelatos surgen como una forma de entender la historia en cuanto a un proceso con una finalidad moral, es decir, un bien.


Nietzsche será el primero en entender esto como Cristianismo, que no es para él sino un platonismo para el pueblo. Así como la filosofía de Platón puso el fin en el mundo de las ideas y el Cristianismo en un paraíso tras la muerte, para Nietzsche la interpretación teleológica de la historia es una negación del presente, por tanto de la vida misma que transcurre más bien en un eterno presente. Cualquier finalidad histórica será para él nada más que un reemplazo de lo que alguna vez fue el paraíso cristiano que venía tras la muerte, dado que un futuro más allá de la propia existencia es un futuro que no tiene sentido dentro de la vida misma, por tanto una negación de la misma. De ahí que diga que tanto la moral del cristianismo como la moral del progreso le restan valor a la vida.


La Filosofía se ha identificado en gran medida con la actividad de crear estos metarrelatos. Es por ello que también Heidegger afirma que ha llegado el fin de la Filosofía y que ha llegado un nuevo modo de pensar, sin embargo, cuando dice esto, se refiere sólo a la Filosofía en cuanto entendimiento teleológico del mundo y no en cuanto a la actividad que interroga al Ser. La Filosofía no se agota en la creación de un metarrelato histórico social.


Es bastante más fácil entender una finalidad en el individuo: la finalidad del individuo es la felicidad. El problema con la felicidad es que asume, cuando va más allá de la satisfacción de las necesidades fisiológicas, características diferentes para cada persona. Es por ello que en la vida en comunidad se ha buscado un metarrelato que haga de la búsqueda de la felicidad una cuestión también común a todos los integrantes de esa comunidad. Desde La República, se ha entendido que corresponde al Estado o al menos a un pensamiento más bien público definir aquello en lo que esta felicidad consiste.


La llamada modernidad encontró en la idea de Progreso una finalidad digna de ser puesta al final de la historia, sin embargo, la propia modernidad dio diferentes nociones del mismo que iban desde el capitalismo hasta el marxismo, pasando por el humanismo cristiano, el positivismo y otras filosofías. La crisis de los metarrelatos consiste en comprobar el fallo de estas teleologías, su irreconciliable contradicción o bien el descubrimiento de su base en meras cuestiones psicológicas o políticas como hacen respectivamente Nietzsche y Foucault.


Es natural pues que, finalmente, todos estos metarrelatos hayan entrado en crisis. La crisis de estos metarrelatos consiste en que a ninguno de ellos se le concedió el derecho de imponerse al otro y en que a cada uno se le concedió una especie de validez relativa: si tiene sentido para mí entonces es válido, esto se hizo ante la imposibilidad de construir un metarrelato común que pudiera dirimir. El problema es que esta crisis de los metarrelatos alcanzó también a otros aspectos del saber, al menos en cuanto a recepción vulgar, que en realidad gozaban de buena salud: así la Ciencia y la Técnica fueron entendidas como metarrelatos, más que por los científicos o por algunos filósofos, por el mundo. La universidad no es vista sino como una autoridad más que basa su poder no en los conocimientos que acumula, sino en un metarrelato particular que dice que el conocimiento debe ser poderoso. Esto coloca a las instituciones del saber en el mismo pie que la opinión de cualquiera, y a las Ciencias Exactas en el mismo plano que las Ciencias Sociales[1], aunque esta no fuera en principio la intención de los pensadores posmodernos.


Sucede que la Ciencia y la Técnica no basan su autoridad en ideas teleológicas, sino en la correcta, efectiva y funcional explicación y modificación de los hechos, pero esta correcta, efectiva y funcional explicación de los hechos, aparece como el fin de la Ciencia y herramienta en la Técnica, y al aparecer como fin, se parece mucho a un metarrelato más.


Si la Ciencia y la Técnica son un mero metarrelato, entonces no hay ningún impedimento para oponer a ella otro metarrelato y decir que ese otro metarrelato es igualmente válido que el metarrelato de la Ciencia y de la Técnica. Así nada impide que al viejo pensamiento racional y metódico vuelva a oponérsele el pensamiento mágico mítico y que este pensamiento reclame para sí el mismo valor que el que han logrado la Ciencia y la Técnica.


La Ciencia puede esgrimir, sin embargo, resultados y la Técnica puede aplicar dichos resultados y convertirlos en cosas tales como vacunas o el computador en el que escribo en este momento. Es por ello que, si bien es posible entender el que desde la Ciencia nos viene dado un metarrelato, no es posible entender que la ciencia consista puramente en uno, al obtener resultados tangibles. No, simplemente no se trata de un mero metarrelato.


Así como la ciencia no se trata de un mero metarrelato, la fe y la religión tampoco consisten puramente en uno. En efecto, la doctrina religiosa no se contenta con contemplar el mundo y establecerle un sentido. Si así fuera, entonces tendría el pleno derecho que tiene la Filosofía de intentar dotar de sentido a las cosas del mundo. La Religión quiere ser una explicación alternativa a la que nos entrega la Ciencia, sin embargo, carece de los resultados técnicos de esta. Pensadores han temblado ante la posibilidad de que el resultado técnico se vuelva la única medida de lo verdadero, sin embargo, es la medida de lo probable y de lo aplicable la que nos entrega un criterio de distinción para decir cuáles hechos efectivamente ocurren y cuáles no, independientemente de su valoración.


Cuando se postula que una persona ha creado el mundo desde la nada, lo que se postula no es una mera valoración sino un hecho y un hecho improbable que además tiene pruebas en contra, como la Teoría de la Evolución y el Big Bang. Los metarrelatos seguirán en crisis, pero tal cosa no significa que son los hechos los que están en crisis, sino su significado para nosotros. Así pues, una Filosofía que no sea mera teleología asoma ya no para explicarnos el mundo, porque para ello tenemos a la Ciencia, sino para enseñarnos a habitar en él, pero este nuevo pensar debe ser un pensar verdadero y no un pensar que permita que en esta transacción con las cosas aceptemos pactar con el diablo o con un dios que nos haga llamar verdadero a algo que es falso a todas luces.


--------------------------------------------------------------------------------

[1] Esta distinción es bastante antigua, debiera decir Ciencias Nomotéticas y Ciencias Ideográficas, sin embargo, ello requeriría de un ensayo extra y se trata sólo de señalar la diferencia entre las disciplinas y no de hacer precisamente aquí una filosofía de las ciencias.

Las muñecas, por Gustavo Rubens

Las muñecas


Las calles
con
perros
de mi infancia.

Bajo
el dintel de tu casa
pasan ventanales de sueños,
cortinas borgoña,
bisagras que rechinan.


Es una mirada lánguida la belleza
de Lila la cubana,
ajustada en el lino de la camisola

y Gregoria de Managua,
muestra el lunar de sus pechos.

Y es la noche
Marimelda Yucatán,

junta cascabeles y le prende velas
a la Cruz
de Cuernavaca.

Y las trenzas hasta sus caderas
baila Ladia Madrigal en una taberna
de Cuzco.


Sobre esa luna menguante
Yolanda hila lentejuelas
en su saya caporal.

Languidece un bandoneón
entre las piernas de Nicole de San Telmo,

y Rocío Candela traída de Tamarindo
y Sofía de Temuco es una máscara
de espejos;
toda la pasión en los besos de Teresa Lituma.


Desde las repisas de tu alcoba espían
tus muñecas,
esos corazones de porcelana
me abrazan,
hijas de mi vida.

Gustavo Rubens Agüero
(Calle 12 de Octubre al 700, 18 de noviembre de 2001)

La Islamofobia es una ideología fomentada, por Fernando Casares



14-11-2009

Entrevista a Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana
"La islamofobia es una ideología fomentada"

Diagonal


Abdennur Prado, que ha sido colaborador del ex relator especial de la ONU para la islamofobia, Doudou Diene, considera que muchas redadas antiterroristas son "la puesta en escena de una ideología, una estrategia de fabricación de un enemigo". Además de ser presidente de la junta islámica catalana, es promotor del Congreso Internacional de Feminismo Islámico

¿Qué es la islamofobia? ¿Cómo se expresa?

El término islamofobia se refiere a la hostilidad y la aversión hacia el islam y los musulmanes, considerados como un grupo homogéneo y cerrado entorno a valores arcaicos, cuyas características negativas los hace peligrosos: una amenaza para la seguridad y para la cultura dominante. Esta hostilidad se manifiesta en forma de discriminaciones, prejuicios y agresiones. Los informes de la ONU, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la UE demuestran que estas discriminaciones son reales en terrenos como el acceso a la vivienda o a un puesto de trabajo, pero también en las dificultades para abrir mezquitas o ejercer con normalidad sus derechos religiosos. Además, han catalogado centenares de ataques, agresiones, incendios de mezquitas, profanaciones de cementerios… incluso asesinatos. Todo esto está sucediendo en estos momentos en Europa. La islamofobia es una ideología dominante, no es tan sólo un odio irracional de gente ignorante y fanatizada, sino un discurso fomentado desde determinados centros de poder con una intencionalidad política.

¿Por eso sostienes que ocupa un lugar destacado en la política?

La demonización de los musulmanes es parte fundamental de la geopolítica energética de Occidente, y se sitúa entre los mecanismos económicos y políticos que caracterizan el Nuevo Orden Mundial. La definición de los musulmanes como totalitarios, machistas y violentos sirve para justificar invasiones de países extranjeros. Está en relación directa con la distribución geográfica de las reservas mundiales de gas y de petróleo. Existe además una conexión entre la islamofobia y la ocupación israelí de Palestina, actuando la demonización del islam como ideología legitimadora de la colonización y la represión sin límites de la resistencia palestina.

Destacas que tiene una amplia aceptación en el mundo intelectual...

La violencia se da allí donde existe un sustrato discursivo que la justifica. La aceptación e incluso respetabilidad de la islamofobia en el mundo académico occidental resulta significativa. Es inimaginable encontrar discursos racistas contra negros, judíos o gitanos entre la intelectualidad europea, y sin embargo numerosos intelectuales aceptan de forma acrítica el discurso islamófobo, la idea del inevitable choque de civilizaciones, la incompatibilidad de islam y democracia, la identificación del islam y la violencia, o la aceptación de estereotipos negativos sobre las mujeres musulmanas.

¿Por qué estableces una relación entre antisemitismo e islamofobia?

La islamofobia es el viejo antisemitismo europeo, con un rostro nuevo. Todos y cada uno de los componentes de la judeofobia clásica son proyectados ahora hacia el islam: los musulmanes son representados con rasgos demoníacos, son acusados de no integrarse y de ser quintacolumnistas de una “invasión islámica de Europa”, las mezquitas son presentadas como lugares de conspiración... Se repite que la presencia del islam constituye "un problema", y que por tanto requiere “una solución”. Del "problema judío" hemos pasado al "problema islámico".

¿Crees que islamofobia y lucha antiterrorista están relacionados?

Al Estado le interesa hacernos creer que existe una "amenaza yihadista". De ahí la proliferación de supuestos expertos sobre lucha antiterrorista que tienen acceso ilimitado a la prensa, y sobre todo las numerosas redadas realizadas, en las cuales no se ha encontrado ni una sola arma o explosivo, ni el más mínimo indicio que vinculase a los detenidos con el terrorismo... Puede decirse que estas redadas tienen finalidad propagandística: los enemigos están entre nosotros, pero "papá Estado" nos protege… Si no, ¿por qué la policía antiterrorista es acompañada en dichas operaciones por los medios de comunicación? Se trata de la puesta en escena de una ideología, una estrategia de fabricación de un enemigo, que persigue fines políticos y económicos precisos. Con todo esto se genera un clima de terror que justifica la deriva de las democracias occidentales hacia políticas basadas en la seguridad y la identidad nacional, en contra de las políticas basadas en el desarrollo de los derechos humanos y sociales.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-islamofobia-es-una-ideologia.html

Democracia versus Teocracia, por Arturo Ruiz

Democracia versus Teocracia
Comentarios y notas a una conferencia de Ibn Warraq
DEL BLOG EL DESTINO DEL ISCARIOTE

«Una democracia no puede durar mucho sin libertad de expresión». Con sólo una frase, el autor de Por qué no soy musulmán resume la tragedia de nuestro tiempo, una tragedia que lucha por imponerse dando pequeños pero firmes pasos. Uno de los más famosos llamamientos del fundamentalismo islámico es sencillamente aterrador: conquistaremos Europa con el vientre de nuestras mujeres. Y es aterrador porque es una puerta abierta a la tiranía, que puede llegar de manos de una nueva mayoría social extraña a los valores humanistas o de una respuesta oficial que traspase la frontera del racismo.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice en su artículo 18 que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Resulta llamativo que el derecho a abandonar la religión no sea reconocido, un agujero que se repite también en su versión Sharia, la Declaración de los Derechos Humanos en el Islám (al que añade unos cuantos agujeros más en materia de libertad religiosa o igualdad de sexos). De hecho, grupos religiosos bien conocidos (sunís y chiís) ni siquiera admiten la posibilidad de cambiar de religión y seguir con vida.

Hace un mes, en una decisión incomprensible, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió prohibir la crítica en su seno a las prácticas religiosas islámicas contrarias a la declaración que le da nombre. En una sesión vergonzosa, se impuso un modelo de respeto basado en el tabú. Apelando al diálogo y al entendimiento, la Comisión se declaró incapaz de debatir sobre lapidaciones y vejaciones a mujeres. La ONU contra los Derechos del Hombre.

Esta situación pone de manifiesto que la Democracia sin etiquetas no es suficiente. Las mayorías sociales no pueden imponer la impunidad debido al origen metafísico de los actos. El choque que existe entre Democracia y Teocracia se transforma en una batalla entre Democracia y Democracia Liberal en Europa, donde un exceso de relativismo ha llegado a plantear que todas las posturas son respetables sin ver la evidentes contradicciones que de ello se derivan. Un sistema democrático vacío es simplemente eso, vacío. En palabras de Spinoza «el propósito del Estado es la Libertad», y para ello debe proporcionar las armas (racionales) a los ciudadanos que les permitan pensar, decidir y formarse juicios de opinión.

La Sharia es incompatible con la Democracia Liberal por una razón demasiado visible: mientras en un estado moderno la normas básicas se construyen entre todos y respetando un marco de convivencia, la Sharia es una ley infalible y definitiva, Además, es incompatible con los Derechos Humanos en tanto legitima la discriminación contra las mujeres, el esclavismo y la tortura y regula hasta la asfixia las relaciones sociales. No existe un término equivalente a «laico» o «secular» en el vocabulario fundamentalista, por lo que es imposible ninguna separación del Estado respecto a la religión. Aún así, no en todos los países de mayoría musulmana practican su fe de la misma forma, ni dentro de un mismo país se ve todo de la misma manera. Existe un Islám tipo I, que se basa en las palabras del profeta y en su libro sagrado; un Islám tipo II que basa sus leyes de convivencia en la interpretación que teólogos e instituciones hacen de las palabras del profeta (y que englobaría a la Sharia), y un Islám tipo III, representado por cómo vive la sociedad islámica su propia creencia. A medida que descendemos en esa clasificación, el nivel de tolerancia es mayor: las personas, en su convivencia normal y diaria, son mucho más tolerantes y flexibles con las prácticas de los demás que los estudiosos y eruditos que interpretan el Corán. Y éstos, aunque sólo sea por las alturas de la Historia en las que estamos, son un poco más tolerantes que las palabras literales del profeta.

Si hay alguna posibilidad de evitar un choque cultural que puede terminar en un estallido de violencia (y a la perpetua situación en Oriente Medio me remito), ésta pasa irremediablemente por impulsar el pensamiento laico en el Islám. Y para ello debemos servirnos de la emigración, tanto de trabajadores como de estudiantes. Los inmigrantes que llegan desde sociedades musulmanas suelen ser precisamente de las capas más tolerantes, y se deben convertir en embajadores de excepción de nuestra forma de ser: es más convincente una palabra de tu vecino emigrado describiendo las bondades y el progreso que se derivan de la sociedad laica que cualquier discurso desde un púlpito. Los musulmanes moderados, los que son capaces de convivir y han aceptado que su religión, como todas, es sólo poesía, son nuestros mejores defensores. Porque son testimonios vivientes de por qué la ley en Occidente es mejor que la Sharia. Lamentablemente, aún no nos hemos dado cuenta, y ellos seguramente tampoco, de manera que todavía jugamos al racismo por un lado y al enroque que provoca el victimismo por el otro.

La esencia del genio: singularidad de su naturaleza y la necesaria autonomía para su estudio, por Víctor Montero Cam

La esencia del genio: singularidad de su naturaleza y la necesaria autonomía para su estudio

Por: Víctor Montero Cam

En esta oportunidad quisiera aclarar algunas cuestiones que me asaltan desde hace varios años en torno a la naturaleza, características, orígenes, peculiaridad y papel histórico en torno a la figura del genio. A raíz de varias observaciones a mi artículo “El Genio o sobre plagios, coincidencias, imitaciones, ejemplos y c... (1) recibidas por algunos colegas e intelectuales, me he animado a desarrollar ahora varios puntos que considero básicos para plantear adecuadamente el tema de la genialidad. En primer lugar, considero que es una lástima que el tema haya perdido interés debido a lo que denominaría en el mejor sentido posible la estandarización, homogeneización o democratización de los patrones de creatividad. “Justos pagan por pecadores” o el error profundo de nuestra sociedad actual que intenta medir a todos con el mismo rasero, dejando de lado la riqueza y la complejidad que distinguen la humanidad particular de cada individuo. La democracia política ha traído sin duda grandes beneficios para la adquisición de derechos humanos para grandes mayorías de la población mundial. Me alegro muchísimo por estos valiosísimos e indiscutibles aportes para la humanidad. Sin embargo, considero al mismo tiempo que este proceso también ha traído una serie de problemas en torno a la comprensión de un fenómeno que considero vital para la configuración de la identidad cultural de un pueblo, de una nación. Sin genios nacionales la identidad cultural de un pueblo se diluye y carece de singularidad espiritual.

¿Podríamos pensar fácilmente en la vida espiritual de Grecia sin Sócrates o en la de Alemania sin Goethe, en la de Inglaterra sin Shakespeare o en la de Italia sin Dante o en la de España sin Cervantes o en la del Perú sin Vallejo? Pienso que sería muy difícil borrar los nombres de estos genios fundadores sin dejar de alterar seriamente los contornos culturales y espirituales de los pueblos en los que estos creadores desarrollaron su vida y su obra.

Quiero agradecer aquí públicamente a algunas personas cuyas ideas me han sido útiles para el desarrollo de las ideas que expondré a continuación. Luis Alvizuri, José Luis Herrera, Mario Garvich, Luis Solari Reinoso y Fernando Gutiérrez Almeira son los nombres de cinco intelectuales independientes cuyas ideas me han sido de innegable valor para replantear las características que asigno a la genialidad y que son fruto de algunos años de reflexiones personales sobre el tema. Recuerdo que hace algunos años planteaba el tema del genio en dos círculos filosóficos entre amigos intelectuales independientes. Me refiero a las discusiones llevadas a cabo en el antiguo Cenáculo san borjino en casa del Embajador Antonio Belaúnde Moreyra en las que la Dra. María Luisa Rivara de Tuesta y Gustavo Flores Quelopana tuvieron un indiscutible protagonismo intelectual, pese a las diferencias formativas y distintas líneas de interés académico de ambos pensadores. También tuve oportunidad de abordar este tema en casa de mi apreciado y singular amigo Luis Solari, autor –dicho sea de paso- de una original teoría del protagonista (2) que considero próxima en algunos aspectos a la teoría del genio cuyo esbozo es mi propósito delinear en las líneas siguientes.

Tal como el título de este artículo señala, considero que hay dos aspectos que tienen que considerarse para un adecuado planteamiento de la genialidad. En primer lugar, no es posible hablar del genio sin reconocer la originalidad creativa de su aporte. No todos podrían ser fácilmente considerados como genios fundadores de una nación. Y es al esclarecimiento de este tipo de genio en particular –pues la clasificación de la genialidad podría ser prácticamente infinita de otro modo- hacia el que mis mayores esfuerzos intelectuales van dirigidos. El genio es singular, único, original o no es tal. No es posible hablar de genios si no existe la huella de la personalidad del autor y la marca distintiva de su espíritu en su obra. El genio fundador imprime a la cultura de un pueblo rasgos que antes no tenía o, en todo caso, no eran claramente visibles. Una de las características del genio fundador consiste en hacer visible lo que de otro modo no sería distinguible. Y la peculiaridad de su aporte consiste en hacerlo con tal fuerza, intensidad, significatividad y lucidez expresivas que una vez que el genio lo ha hecho no es posible asociar su aporte al de su cultura y a la región determinada del saber o de la acción humanas sin tergiversar o minar significativamente la esencia misma de la materia de estudio. Es decir, la contribución del genio fundador inaugura un antes y un después de él. Marca un hito histórico. Un genio fundador generalmente marca una época histórica, una tendencia cultural o instaura un movimiento de renovación social en un pueblo. De ahí que no me sea posible compartir una afirmación como aquella que señala que la creación genial está básicamente delimitada por sus circunstancias y se explica enteramente por ellas. Dicho relativismo sería mediocrizar de tal manera su figura que prácticamente todos podrían ser genios o afirmar ingenuamente –sin suficiente respaldo argumentativo histórico, sociológico y cultural- que el genio es básicamente un producto explicable casi exclusivamente a partir de los intereses o necesidades de su sociedad y sería ella la que lo reconocería como tal. Considero que esta tesis sostenida por Luis Alvizuri (3), sin dejar de ser cierta en algunos casos, como en el de los pseudo genios o los genios mercenarios, no es válida para el fenómeno de lo que precisamente denomino los genios fundadores, cuyo propósito y determinación son tales que estos orientan –con conciencia y voluntad explícitas- el destino de sus pueblos y no son simples títeres de personajes con poder político y económico que obedecen a mezquinos y oscuros intereses de grupúsculos o resultado exclusivo o predominante de factores extrínsecos o circunstanciales.

El genio abre una puerta y deja ver cosas que antes no eran (fácilmente) visibles. Ciertamente el genio es fruto de su época y de su contexto histórico cultural, pero no se reduce a ellos. Su singularidad vital, su capacidad original para desarrollar una propuesta propia permite realizar una especie de corte transversal en la antigua configuración de un estado de cosas o de una realidad sociohistórica anterior a la de su aparición en escena. Nascitur Genius, nascitur Novo Ordo. Por eso los genios fundadores tienen la capacidad de adelantarse a su época, oteando el porvenir de un pueblo al hundir su mirada en las raíces históricas que alimentan su vida espiritual. Un genio que no se alimenta de su historia cultural específica –la de su pueblo- no es un verdadero genio. En ese sentido, no sería imaginable pensar en ninguno de los genios fundadores que mencionaba al principio de mi pregunta, si es que se separa su existencia individual de la cultura de un pueblo que ha sido precisamente reconfigurada por ellos. No obstante, los genios son, a su vez, resultado evolutivo máximamente logrado de esas raíces históricas que los explican.

En segundo lugar, además de la característica de la singularidad o unicidad de la manifestación de la genialidad en la historia, es preciso considerar la necesidad de un estudio autónomo para su correcta interpretación científica. Sólo preservando la autonomía en el análisis del origen, naturaleza y peculiaridad del genio es que se garantiza un estudio realmente científico que pueda tener una relevancia para el conjunto de la cultura de un pueblo, como es el caso de los genios fundadores. En ese sentido es necesario relativizar juicios aparentemente categóricos y que pretenden otorgar una validez absoluta a sus afirmaciones. Entre estos juicios –que deben ser puestos entre paréntesis y analizados con mucho más cuidado- se encuentran aproximaciones muy generales a la naturaleza –e insuficientemente fundamentadas- de la genialidad como las siguientes: “La mayoría de los genios han sido homosexuales o la homosexualidad es un componente clave para entender el carácter propio del genio”. “La mayoría de los genios han sido judíos o su pertenencia a la cultura judía es clave para comprender su naturaleza”. “La mayoría de los genios han sido cristianos o el cristianismo es un elemento clave para entender la naturaleza del genio”. Considero que cualquiera de las tres afirmaciones anteriores comete el error de enfocar inadecuadamente el problema porque, de algún modo u otro, intenta explicar el fenómeno de la genialidad por elementos que son ajenos a su naturaleza. En la primera afirmación, se intenta explicar al genio por su condición u orientación sexual. Sin embargo, los (presuntamente) homosexuales Sócrates, Miguel Ángel y Oscar Wilde no son los únicos genios. Genios también son los heterosexuales Rousseau, Vallejo y Mariátegui, por ejemplo.

En la segunda afirmación, se comete el error de atribuir la genialidad a las raíces étnicas de un pueblo, como si la genialidad fuese patrimonio exclusivo o eminente de un pueblo en particular. Los judíos Kafka, Freud y Marx no son los únicos genios. Genios también son el hindú Siddharta Gauta (Buda), el chino Lao-Tse o el musulmán Mahoma. Basta con revisar mínimamente las historias culturales de los principales pueblos del mundo para entender que este juicio no puede ser absoluto ni definitivo. Es cierto que grandes genios famosos han sido judíos, pero no es cierto afirmar tan ligeramente que la mayoría de los genios son judíos o que existiría un vínculo profundo y misterioso entre el genio y la cultura hebrea. Como ha observado agudamente mi amigo Luis Alvizuri cualquier asimilación sionista del tema no hace justicia al estudio de la genialidad. Como Alvizuri igualmente señala, habría que aceptar varioss supuestos ideológicos para aceptar que una tesis semejante es válida.

Finalmente, una tercera afirmación, aquella que busca atribuir a la genialidad una conexión inextricable con el cristianismo no deja de ser menos válida, pues existen genios ateos, agnósticos, no creyentes, no cristianos. Los cristianos Newton, Pascal y Einstein no son los únicos genios. Genios también son Lord Byron, Percy B. Shelley y Darwin. La conexión cristianismo-genialidad se torna así igualmente artificial y frágil. ¿Vallejo fue cristiano? ¿Podríamos sostener que el hecho de que Vallejo no haya sido cristiano disminuye el carácter genial de su poesía humanista? En resumen, la genialidad no tiene que ver, en esencia, ni con la orientación sexual, ni con la pertenencia étnica ni con las creencias religiosas de los individuos en los que sí encarnan por otra parte ciertas características que, en mi opinión, permiten que podamos adscribirles la condición de genios fundadores de una nación.

No pretendo ser exhaustivo en la enumeración y desarrollo de las características que atribuyo a la figura del genio, pero sí considero que la ausencia de una o más de las siguientes características hace difícil que podamos atribuirle el carácter de tal a un individuo. En cierta forma, varias de estas características han sido mencionadas ya en el primer artículo que escribí sobre este tema y que mencioné al comenzar este artículo. Aquí me propongo sistematizar dichas ideas presentando una visión más analítica.

a) El genio se caracteriza por la singularidad de su aporte creativo. Es difícil ver un genio cuando se sigue fielmente la manera tradicional de pensar los problemas. Los genios se caracterizan por la manera original de presentar sus ideas, sentimientos, valores a través de sus diversas acciones y obras. El genio suele tener una mirada no convencional u ortodoxa de plantear y proponer soluciones a los problemas con los que se enfrenta.

b) El genio existe sólo cuando hay una afirmación de la voluntad individual cuyo desarrollo se engarza directamente con la historia cultural de un pueblo. Dante, Goethe, Nietzsche y Garcilaso de la Vega me parecen buenos ejemplos de esta característica del genio. En este sentido es posible afirmar lo siguiente: El genio es hijo de su época, pero su época es también deudora, en significativa medida, del aporte creativo del genio.

c) El genio es audaz, libre, espontáneo y sincero en su decir y en su actuar. Sus obras reflejan la transparencia de su moral y la honda espiritualidad de su ser comprometido con los valores e ideales morales que se expresan en sus obras. Como ha observado, Michael Foucault, la parresía (4) o franqueza en el decir en la conducta del genio es una rasgo típico que se expresa en la valentía y la sinceridad con que éste se atreve a dirigirse a sus contemporáneos, cara a cara, sin medias tintas y con su peculiar estilo expresivo.

d) La obra del genio tiene un carácter universal, permanente, duradero en el tiempo y en el espacio. El genio se distingue porque su obra si bien es deudora de su época histórica y de su cultura particular, su profundización en el tratamiento de la naturaleza humana, sus problemas y circunstancias son tales que dichos condicionamientos histórico-culturales no son óbice para reconocer que el valor de su producción creativa –al reflejar aspectos comunes a la naturaleza humana- es reconocible en la época actual y reactualizable y resemantizable, con las adaptaciones necesarias, a nuestra época actual. La facilidad con que podemos leer o traducir las obras del genio –haciendo los reajustes pertinentes- de acuerdo a un contexto espacio temporal determinado, pero manteniendo rasgos propios y esenciales, es una prueba elocuente de su carácter universal y trascendente. Las obras geniales nos siguen interpelando y dando mensajes vivos de humanidad pese a que entre nosotros y ellos puedan mediar siglos de tiempo y haberse producido en el ínterin cambios culturales significativos. La unidad de la obra genial le habla a la unidad de nuestra naturaleza humana. Por eso, por ejemplo, Homero (aceptando la discutible tesis de una autoría individual de esta obra) sigue siendo un referente fundamental en la Literatura Universal no sólo occidental.

e) El genio es, casi por regla general, una realidad insular. El genio es solitario por propia naturaleza. Y no me refiero a una soledad solamente física sino sobre todo metafísica o espiritual: en el plano de sus ideas, sentimientos, creencias, valores e ideales. De esta característica se desprende la natural incomprensión o rechazo inicial de su propuesta creativa. Al ser demasiado original la creación del genio que rompe con los paradigmas anteriores, no es posible –o en todo caso muy difícil- que este tenga hermanos en su misma época y contexto histórico. Por lo general los lazos espirituales profundos y conscientes entre genios vienen dados entre épocas y contextos diferentes. Así es más fácil hermanar espiritualmente entre sí a los genios (pertenecientes a distintos siglos y países) que hacerlo con sus propios coetáneos. Esto nos permite afirmar que la proximidad física no es siempre ni necesariamente sinónimo de un mejor comunicación o de un mayor entendimiento entre los hombres, sobre todo cuando sus diferencias son muy notorias.

f) El genio es manifestación sincera de las fuerzas de la Naturaleza. El genio es un hijo de la tierra. Nietzsche es un buen ejemplo de la fuerza explosiva propia del genio. Su fuerza no le viene solo de su naturaleza psicológica individual sino de la conexión de ésta con los fenómenos de la naturaleza en un sentido más bien cósmico o tal vez místico. El todo de su ser humano individual proviene y se conecta con e el todo de la naturaleza en su conjunto. El genio es un servidor y un escucha atento de la voz sabia de la Naturaleza. La iluminación que recibió Rousseau en Vincennes en 1749 es elocuente al respecto. La armonía de la obra genial es mímesis recreativa del orden intrínseco a los fenómenos de la naturaleza. La Naturaleza utiliza al genio como un intérprete de su sabiduría. Así, en gran medida, la calidad del genio viene dada por su capacidad de expresar la fielmente según su propia personalidad.

g) La genialidad es una realidad multifacética. Los genios generalmente son personas que por combinar de manera original la intuición, la imaginación, la sensibilidad y los conocimientos adquiridos producen fórmulas sumamente innovadoras. Pese a que podríamos decir que existen genios cuya fuerza se manifiesta más en un determinado sector del saber o la praxis humanas. De esta manera podríamos hablar de genios poéticos, genios de la pintura, genios musicales, genios científicos, genios religiosos o espirituales, genios políticos, etc. Lo más frecuente –tal como ocurría en el Renacimiento y en el mundo griego antiguo- es observar que los genios desarrollan un complejo tinglado de experiencias y conocimientos bajo la unidad de una existencia particular. Leonardo Da Vinci es el típico ejemplo de genio que reunía en su figura un conjunto suficientemente rico y variado de conocimientos dispares, alcanzados hasta la época renacentista, en la unidad de su persona.

h) La extravagancia, rareza o comportamiento atípico del genio como constante general de su comportamiento. No es por eso inusual o sorprendente que el genio sea visto como un endemoniado o un loco extravagante por sus contemporáneos o por un ser humano promedio. No son pocas las anécdotas que nos han dejado los historiadores de las distintas culturas acerca de la vida de varios genios famosos. ¿Es posible olvidar el comportamiento distraído de un Einstein, la necesidad de beber café en dosis extremas de Balzac, las constantes preguntas incisivas e irónicas de Sócrates frente a sus interlocutores, las poses megalomaniacas y radicales de Salvador Dalí o los comportamientos obsesivos y paranoicos de Van Gogh?

i) El genio se caracteriza por su precocidad intelectual, aprendizaje voraz y creatividad acelerada, abundancia en la producción de sus obras o por su muerte prematura, tal vez fruto del sobreesfuerzo de creatividad desbordante durante los años de infancia, adolescencia y juventud. Mozart, Mariátegui y Platón son algunos ejemplos interesantes. Mozart fue un niño prodigio para la música; Mariátegui escribió cientos de artículos en un lapso relativamente corto de tiempo hasta antes de morir a los 37 años; Platón nos ha legado una obra filosófica monumental, constituyendo su aporte uno de los más importantes para entender la historia espiritual de Occidente. Rimbaud, Percy Shelley y Mariátegui, fallecidos antes de cumplir los cuarenta años, son ejemplos de genios muertos en forma prematura, en plena efervescencia de sus potencialidades creativas.

j) La mitificación o legendarización del genio es un proceso que surge como consecuencia de la peculiaridad de su personalidad y de su obra en una unidad sintética dinámica que refleja una máxima coherencia entre pensamiento, palabra y acción. Ejemplos de este tipo de congruencia o coherencia existencial en sumo grado han sido Sócrates, Catón y Rousseau. Existe una interacción esencial entre el genio y el género humano. La humanidad necesita del genio así como el genio necesita de la Humanidad. El destinario natural de la obra del genio es sin duda la Humanidad, la especie humana en su conjunto. Sus obras por ello van dirigidas en forma eminente a una humanidad futura, potencial, utópica. Por otro lado, la humanidad beberá de las raíces puras de la inteligencia elevada, la fuerza moral y la nobleza espiritual a través de las obras del genio. El tipo de mitificación al que me refiero no consiste en una divinización de la figura del genio, sino en el reconocimiento de su superioridad intelectual, moral y espiritual al compararlo con los talentos y habilidades del ser humano promedio, portador de inteligencia, emociones y creencias religiosas fácilmente reconocibles y ubicables dentro de los estándares convencionales o institucionales establecidos. Es una cuestión de darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, para que cada quien tenga lo que le corresponde.

k) Entre algunas facultades características de su humanidad, el genio posee también una imaginación viva y poderosa, una intuición desarrollada, una sensibilidad fina y exquisita, una visión comprehensiva sobre el curso de varios acontecimientos futuros. El genio muchas veces se adelanta a los acontecimientos de su época presente por lo que su destino en vida es generalmente trágico.

Notas

(1) Artículo originalmente publicado el 18 de diciembre de 2009 en el Blog “Holismo Planetario en la Web” y posteriormente publicado el 23 de diciembre del mismo año en Red Filosófica del Uruguay.

(2) Cf. La dimensión aristocrática. Italia: Edizioni Progetto Gutenberg, 1995 y El contratste y el protagonista: ensayo filosófico. Lima: Lebyram, 1999.

(3) Mensaje de correo electrónico enviado por Luis Enrique Alvizuri a la cuenta gmail del autor de este artículo el 26 de diciembre de 2009.


(4) Foucault, Michael. Discurso y verdad en la antigua Grecia. Introducción de Ángel Gabilondo y Fernando Fuentes Megías Paidós I.C.E. /U.A.B, 2004.