jueves, 17 de junio de 2010

Hoy soy, Orlando Morales Carrillo

Hoy soy
Orlando Morales Carrillo
29-8-2009



Hoy soy. Soy. Que es lo que quiero decir? Que es lo que puedo decir. Vengo de mil experiencias previas y aun no puedo decir lo que soy. Vengo de una noche eterna y aun no puedo decir lo que soy. Que es lo que veo? Que es lo que percibo? Soy yo? Acaso soy yo quien puede referirse a tema tan relevante en nuestras mentes? En nuestra era tan conformista. Aceptamos lo que vemos. Aceptamos lo que sentimos. Aceptamos lo que somos. Aceptamos. Somos.

He aquí de donde he de empezar. He estado evaluando los sentidos. Y son infalibles. Los ves, los sientes, los percibes y sabes que ellos no fallan. Son científicos, son medibles, son traidores. Aunque como decir que son?

Empecemos por dónde se deber empezar? Por dónde se debe empezar? Que es empezar? Porque debo empezar? NO existe principio. No, nunca, jamás. Las cosas son. Expliquemos que es la teoría de la incongruencia. Seamos lo que somos. Dejemos de llorar, de preguntar, de afirmar, de hablar. Dejemos de pensar… Y luego… silencio.

Estamos aquí. Palabras y conceptos. Hablamos y hablamos. Afirmamos o negamos. Nos enfermamos. Decimos, creemos, entendemos. Que es lo que realmente quiero expresar de mi mismo? No existimos. No somos. Y acaso hemos estado nunca? Hoy tuve una pregunta: Que fui antes de existir? Nací? Soy? Soy acaso y me relaciono con esta realidad? Entendámoslo…

La verdad. Verdad. Lo que decimos. Que debe ser? Que soy? Las cosas son. El ser es, el no ser no es? Parmenides no existió pero lo recuerdo. Que es? El ser? Quien es?... El ser es. Dios lo dijo en la montaña: Yo soy el que soy. Soy, digo yo. SOY, SOY , SOY, SOY. Que es lo verdadero. Nada es verdadero. Hemos probado que somos falibles. Nunca tenemos la razón. Hemos probado que nuestras palabras son ilusiones, esclavitudes. Hemos probado que somos esclavos. Que ser se atrevería en este momento a asegurar algo? Quien tiene la verdad? Alguien? Quien tira la primera piedra?

Hemos evolucionado y pensado? Hemos vivido? Que somos en serio? Empecemos de nuevo y no lloremos… Somos lo que somos. Soy el que soy. La única verdad es lo que podemos decir de nosotros mismos. EXISTE. La verdad existe y somos nosotros. Somos siempre. Siempre que nos levantamos somos nosotros, cuando comemos somos nosotros, cuando nos bañamos somos nosotros, cuando existimos somos. Siempre somos uno mismo. Uno siempre es. Nunca dejamos de ser. Siempre soy en mi día. Nunca dejo de ser.

Imaginemos que nunca hubiera dicho una palabra. Nunca. Igual seria. Igual, nunca dejo de ser. Siempre soy presente, en mi mismo. Cuando sueño mi memoria esta inconsciente, todo esta inconsciente. Mi realidad desaparece. Sin embargo, soy. Soy. Que es ser? Quien es? Como es? El ser no se pregunta. Probémoslo.

Hoy somos. El que lee es, el que escribe es. Sin embargo son el mismo. No hay preguntas. No se le puede preguntar al ser. Nunca jamás. El ser siempre ha sido. Siempre es. Lo que es, es. No puede tener tiempo. No puede tener espacio. No tiene condiciones. Solo es. Pensémoslo otra vez. La verdad no existe afuera. No existe afuera nunca. El afuera no esta porque es afuera y es exterior. Lo que pensamos siempre es nuestro.

Que podemos decir de lo nuestro? Lo mío. Lo que soy. Volvamos a empezar.


Paso numero 1: Soy.
Soy.

Soy.

Que mas debemos decir?

Al decir soy ocurren muchas cosas. Primero, existimos. Segundo somos la única verdad. Nada es verdad. Todo es verdad. Cualquier palabra es verdad. Todo lo que diga es verdad. No importa lo que sea. Lo que estoy diciendo es verdad. Es verdad porque soy. Lo que es siempre es verdadero. Nunca es mentira, porque nunca dejo de ser. La duda sobre uno mismo es simple especulación, simple debilidad, simple prejuicio. Es superable. Yo me supero y me pregunto. Soy? Soy. SOY. Siempre soy. Aunque nunca me hubiera preguntado a mi mismo, seria. Siempre soy, puesto que el ser es. Y el no ser no es. Todo lo que se puede decir sobre la realidad es que es. Que mas se puede decir?

No caben las ideologías, ni las opiniones, ni los prejuicios. Hablemos desde el ser. El ser habla. Hablemos sin palabras. Que es lo mínimo que se puede decir sin usar una sola palabra… Existo? Soy? A? B? C? Z? Abro la boca pero no sale sonido. Mi realidad no tiene sentido. Si hablamos somos producto de nuestro mundo. Nada de lo que hemos dicho es realmente nuestro. Todo es humano. Todo es inventado por otros seres. Todo es inventado por criaturas que nos entrenan y que luego nos encadenan a estas palabras.

No podemos hablar de la realidad si usamos palabras, estaríamos encadenados. Incompletos. Es lo único que tenemos pero eso no significa que deba ser correcto. Nada es correcto y nada es verdadero. Que triste oír a los que saben y se ahogan en sus palabras. La emoción y el sentimiento. Todo muere en su palabra y aquí estamos hablando, diciendo, recordando.

Hablemos. Pensemos. Otra vez. Estoy aquí. Queriendo decir algo. Tengo miedo de decir algo porque si lo digo, corro el riesgo de estar equivocado. Pero lo diré. Mi verdad única es que soy. Soy yo, pero no soy yo. Solo soy. Al ser, puedo expresar, puedo dudar. Puedo decir y digo puesto que nada me lo impide. Nada me impide pensar más que mi propio cuerpo. Y si digo, que soy? Soy palabra? O soy? Soy, porque lo digo. La palabra va a ser expresión de mi ser. Nunca empezamos, y nunca terminamos

Según mi propia experiencia puedo decir lo siguiente: Somos lo que percibimos. Lo que percibimos es apariencia. La apariencia. Lo oculto. El cambio y el devenir. Todo es apariencia. TODO. Que no es apariencia? Somos una ventana. Estamos ahí, viendo al mundo. Lo vemos. Estábamos en la nada. Éramos la nada. Somos la nada. Siempre hemos sido nada, y por lo tanto no somos. No éramos, pero somos. Por qué fuimos si no éramos? Nacimiento? Que éramos? No éramos? No éramos. No ser. Ser. Fuimos. Porque? Debe preguntarse? Preguntamos? Ya pregunto. La pregunta no se cuestiona porque la pregunta no tiene origen. Nace y es pura. No hay ética nunca y la pregunta esta libre de ella. La pregunta es espontánea y nace cuando debe. La pregunta es. La pregunta somos. Preguntemos. Que somos, o éramos?

Soy lo que soy. No se puede decir nada. No se puede. Que se puede decir. Sabemos que el lenguaje es incompleto, aunque sea lo único que tenemos. Podríamos afirmar que lo que se tiene es lo único que se es. No se le cuestiona a lo que ya es y nuestro pensamiento es lo que se sabe. Pero nuestro ser no depende de ninguna palabra, de ninguna verdad y ninguna letra. Nuestro ser es, aunque nunca lo hubiera dicho. No hablemos pero soy. Soy siempre. Quien lo niega?

Soy. La única verdad. Soy lo que soy porque soy. Cual es nuestra mayor pregunta? Porque soy? Soy porque si, osea, soy porque soy. La respuesta es el ser. El ser se convierte en Dios. Pero quien es el ser. El ser no es el yo. El ser no es lo que el mundo nos hace creer que somos. El ser es aquello que siempre es, aun cuando no somos conscientes de el. El ser es único y no ocupa pruebas. Porque ya es. No se le pregunta al ser. El que pregunta es incompleto y no entiende. No sabe que es sufrir porque la palabra es sufrimiento. Al hablar y decir, sufrimos. Nos tenemos que comunicar con el mundo.

Separamos al mundo de nosotros. Todo lo separamos de nosotros. Todo esta unido de una u otra forma. Todo es uno. Pero nosotros lo separamos. Pensamos. La palabra es hija de nuestra palabra y separamos, cortamos y dividimos. Multiplicamos. Las palabras invaden nuestro ser. Los conceptos. Se convierten. Son. Podemos decir que nuestras palabras son las causantes de este desorden. Las palabras pueden provocar lo que sea.

Pero somos. Somos aunque no lo diga. Somos en el silencio. Ya estamos siendo desde hace varias horas y lo seremos por el resto de la eternidad. Porque el ser no es concepto ni explicación. El ser es lo que es. No hay teoría. Aunque haya. No se dice nada. El que dice algo es falso. Sus palabras son conceptos. Conceptos limitados, y reales. La realidad no es completa porque es lógica y niega lo ilógico. La realidad es en su límite. No deja que su espíritu sea. De la realidad no se puede decir nada, porque la realidad no es, pero es. Es la realidad y nunca ha sido nada. La palabra no es la que define al ser. La palabra no dice nada del ser. No puede decir, y esto es contradicción pues lo digo. Pero no existe la contradicción hasta que alguien o algo la inventen. Que es contradicción? Porque debe existir la contradicción? Es ficción, y por lo tanto no es. No existe. Pero es Y todo es. Siempre somos. Quien niega al ser? Como se puede negar el ser? Quien puede decir que no es? Que es entonces?

Somos, y nuestra palabra nos ahoga. Me ahoga. Hablamos pero al mismo tiempo nunca hemos logrado decir nada del ser. Desde Parmenides y Platón no se ha logrado decir nada del ser. El ser no debería hablar, debería ser. Y la percepción es el ser. Pero la percepción no es universal. Nada es universal. Universal es un concepto. Las cosas son y nadie las pregunta, y no dejan de ser ante la pregunta. Somos lo que somos, pero al fin y al cabo somos y no dejamos de ser. Nuestro ser simplemente es esclavo de las palabras y las obedece y habla desde ellas, pero sabe. Todo es falso cuando es dicho. Hasta esto. Todo lo que he dicho es falso porque lo he dicho, pero aun así quien puede decir? Digan y sean falsos pues su verdad, al ser refutable, muere. Lo que se refuta muere. Lo que se dice muere. Estamos muertos. Somos expresión de nuestros sentidos. Nuestros sentidos están y son. Somos los sentidos, pero nuestro entendimiento de los sentidos nos mata. Nos encierra en nuestras letras. Quien se afirma muere. Habla pero no es. Hay que hablar del ser. Solo de eso se puede hablar. Somos.

Somos porque el que lo niega, no es. El que habla no es. Siempre somos nosotros y no alguien más. No existe el punto de vista. Nadie es en su perspectiva. Nadie puede hablar. Quien habla verdades? Digan lo que sea. Su lenguaje es infinito, pero nunca cierto. Quien puede defender la verdad con palabras? Yo no la defiendo. Sócrates no la defiende. Nadie puede hablar pero hablamos. Hablaremos por algo? La pregunta es valida? Que podemos preguntar?

Tratemos de decir algo. Pero que podemos decir ahora que hemos comprobado que nada se puede decir. Entre mas comprobamos, mas nos damos cuenta que no somos, La verdad no es verdad. No hay verdad pero lo hay, puesto que solo hay una verdad. Aunque no lo digamos sabemos cual es la verdad, pues la verdad ya es y es que somos. Siempre somos y somos. Somos. Somos lo que siempre hemos sido. Mas allá del soy, el ser es. Existimos. No existe más allá de lo que somos. Solo se reafirma lo que ya es con la palabra. Aunque nos neguemos, seguimos siendo. Siempre somos el cuerpo y la palabra. Siempre somos lo que decimos o lo que pensamos. Lo que pensamos lo decimos de cierta forma. Somos lo que pensamos. Y si no pensamos? Dejemos de preguntar. No es lo que no es y es lo que es. La realidad es y el sueño esta en la realidad. No se debe decir nada de la realidad, porque la realidad no es nada de lo que se diga. Solo existe el sentido que no habla. El sentido puro sin mente ni análisis. Y se puede negar todo, porque la palabra lo permite. La palabra se limita a si misma y la negación se basa en racionalidad sin prueba.

La prueba soy. La prueba no se explica. La prueba es. La única prueba verdadera es lo que uno es, porque aunque uno lo niegue, sigue siendo. Se es lo que es y no se deja de serlo. Todo lo que se haga y se piense, pasa por nuestra voluntad, razón y ser, pero esas cualidades son nuestras y de ningún otro ser. Quien puede probar esas sensaciones si solo nosotros podemos percibirlas? Creer en el mundo y en los otros es tan falso como la religión. Es tan falso como la palabra. Pero aun así no dejamos de decir lo que pensamos.

Más allá de la lógica y la retórica. Pensemos. Razonemos. Digamos. Nadie lo impide. Nadie impide que el ser sea. Pero no se puede dejar de afirmar lo que ya es. Y por lo tanto siempre somos. Si soy, existo. Y existo porque soy y dudo y hablo. Me he encontrado y aquí escribo y reafirmo mi voluntad de ser. La capacidad de las cosas de ser. No se puede decir nada mas allá, pero aunque no se pueda decir nada las cosas ya son, y lo serán. El punto de vista no existe, nunca es probado. Mi propia prueba soy yo. Aunque yo fuera una mentira, el ser sigue siendo. No existe tal cosa como la mentira, porque el ser para poder ser, tiene que ser todo. Y la mentira no es el ser. Por lo tanto no la podemos conocer. Porque ya somos. Y al ser, lo único que conoceremos es lo que es. Si el ser es, sus manifestaciones solo pueden ser verdaderas.

La verdad es verdadera y por lo tanto un misterio, puesto que el ser nunca dice verdades. Pero nunca dice verdades en cuanto a otros seres. La verdad de uno mismo siempre es la verdad. Nadie nos obliga a tomar nada como falso. Ni siquiera nuestra propia consciencia. Si no somos falsos, somos verdaderos. Nuestra palabra evita que seamos falsos, puesto que la palabra ya es el que es. Habla el que dice y dice el que es. El ser se manifiesta siempre en cuanto existente y solo puede confesar ante su reflejo lo que es.

El ser es silencioso pero cuando habla dice la verdad sobre el mundo, y solo hay un lenguaje: el personal, el entendimiento, el razonamiento, el concepto anterior, que sin embargo, es nuestro, porque nadie más piensa excepto nosotros.


El ser al objetivarse se convierte en esclavo de sus conceptos. Le deja la responsabilidad de la verdad a otro. Pero no existe tal responsabilidad. La verdad no necesita que la defiendan puesto que la verdad ya es. Y la palabra siempre es dicha. Nunca digamos nada. No hablemos puesto que desaparecemos. Nos convertimos en la verdad de otro. En la realidad de otro. Aparecemos ante el. Nos materializamos. Somos palabra porque nunca podemos ser el ser. El ser siempre es el que es y nadie puede ser el ser mas que el mismo. Y solo es ser el que ha sido siempre. Uno mismo es. Uno existe y uno deja de pensar para ser. Uno es el que no piensa, el que sabe. Uno sabe y uno es.


El ser siempre será uno y por lo tanto estas palabras son para nadie. Pero no somos nadie. Todo es el ser y todo es para el. Somos reflejo de nuestro ser y solo podemos ser lo que no es cuerpo ni concepto ni percepción. Somos lo que somos más allá del sueño y de los conceptos. La palabras falla y nadie puede negarnos.

El que nos niega falla al creer que somos otro. La negación es una afirmación del ser en cuanto respuesta de su propia duda. Nada puede ser dicho más allá de la percepción del ser que percibe. Percibimos lo que es. Lo que es siempre es y no deja de ser. Quien es más allá de lo que es? Que palabras usa? Que conceptos usa? Quien lo cree? Que verdad dice? Son palabras al final. Somos experiencia pero no hablamos desde la pluralidad. Soy experiencia. Ya soy y siempre he sido y no necesito decirlo para ser, porque siempre soy. Mi sueño no existe porque soy. Soy lo que soy y Dios es lo que es. Soy es lo que digo. Dios es lo que digo. Que esté en Dios el que esté en Dios. Y que sea el que sea. Pero es mas el ser que la palabra pues siempre es. Nada deja de ser porque la palabra lo diga. Porque lo que sea es. Vemos y pensamos, pero más allá de eso somos. Creemos que somos porque pensamos pero he ahí la razón antes del ser. El ser siempre es primero porque nos deja ser. Tenemos la capacidad de ser y por lo tanto somos. Un animal no se da cuenta de que es, pero es, y por lo tanto toda la realidad tiene esa misma cualidad. Nosotros somos porque nunca dejamos de ser algo. Siempre somos consciencia o inconsciencia. Pero somos y seremos.

El ser es y el no ser no es. El no ser no se habla y no se dice, porque se crea contradicción innecesaria. Palabra pura que es parte del ser. Lo que es siempre ha sido y siempre será, porque ya es, y es porque soy. Soy el mundo porque soy. La palabra no se destruye y es expresión de nuestra angustia ante nuestro universo incongruente que nos permite ser sin darnos cuenta de que somos. Solo así se puede ser verdaderamente sin ignorarlo. Sabemos que no entendemos, pero solo así entendemos. Quien entiende lo que no entiende? Acaso yo? Acaso el? Acaso estas letras? El ser no es letras porque el ser es, a pesar de estas letras. Aunque no lo hubiera dicho seria, según el concepto. Y solo ocurre lo que tiene que ocurrir y es lo que tiene que ser.

El hombre es reflejo de nuestro ser. Nada es objetivo y por lo tanto somos el hombre. Somos voluntado de vivir, y no somos lo que nadie quiere decir del mundo. Simplemente no somos. Somos. No necesito decir que soy para ser. Y ya soy lo que soy, porque llevo siendo antes de todo lo que pienso y percibo. Soy antes. Soy siempre. No hay tiempo y voy más allá: Soy.


He aquí la conclusión de la presente discusión irracional. Seamos y seamos la manifestación de ese ser que es cualquiera. No existe disciplina que se encargue de nada y por lo tanto el ser se puede convertir de lo que sea, mas allá de lo que nos haga sentir bien o mal, porque aunque nos haga sentir bien o mal, nunca vamos a dejar de ser por lo que hagamos o pensemos y somos libres en tanto ese concepto. Libertad absoluta en Dios o en su “bondad” de ser. Somos dios, somos Jesús, o somos el espíritu. Somos lo que somos y somos eso. Nos separamos, nos unimos, nos desdoblamos, y dejamos nuestros cuerpos, nos unimos al alma. Pero somos. Y en nuestro miedo inconsciente llamamos al alma. Somos la duda que nace al percibir el alma, pero no somos esta palabra. Soy la experiencia que fue esa experiencia, porque la recuerdo o la puedo ser en mi imaginación. El alma se manifiesta y se pregunta a si misma, y el ser no es solo consciencia puesto que ya es. Y en el momento que dejemos de ser nosotros, ya no seremos, y al no ser, no existimos ni pensamos en lo que somos o no somos. Pero al no ocurrir semejante tragedia, seguimos existiendo y somos la verdad. Soy el que soy. Soy más allá de la realidad. Porque lo afirmo.

La afirmación existe. La negación existe. Ambas existen. La afirmación siempre existe como afirmación, pero la negación solo puede existir en cuanto a palabra y necesita el engaño para negarse a si misma como palabra. El concepto o la palabra no tienen fundamento existencial para ser o para ser verdaderos. Nada nos obliga a aceptarlos y la voluntad de Dios se basa en esa voluntad. El razonamiento nos encierra y nos limita. No nos muestra que ya somos lo que somos. Y el ser que más admita el ser, mas será y por lo tanto su existencia será ilimitada y eterna. Aquel que se separe de su ser, seguirá existiendo en cuanto individualidad. Será pero no se dará cuenta y estará bueno, porque todo es bueno. Lo malo es bueno y lo bueno es bueno. Aquel que pretenda que lo que sea no sea, fallara. Todo lo que es ya es y no se dice nada. SE HABLA CON LA EXISTENCIA. Nadie habla con el ser. Nadie es el ser, porque el ser es uno. Uno habla. Nadie más. Nada más. No hay razón. No hay verdad. No hay respuesta ni refutación. Que la convierte en verdad? La prueba no existe, porque la percepción existe ante todo y es reafirmación del ser. Todo es concepto y el concepto es uno. Uno es todos los conceptos. Uno es lo que la realidad es, y eso es la realidad. La realidad es y eso es lo que será. No dejara de ser porque ya es y lo que ya es no puede dejar de ser, sino no seria.

Lo que es completo siempre será completo. Y la verdad es completa en si misma y es irracional. Por lo tanto lo que sea irracional y contradictorio también será, y al ser, será verdadero. Nada deja de ser. Lo que no es, no es cognoscible. Por lo tanto no existe, y al no existir es parte del ser como no existente en su ausencia, porque al fin, todo existe en las palabras, pero en el ser, lo único que puede experimentar es su sensación, percepción y experiencia. Nada deja de ser lo que es, y la pregunta es: Porque somos? Porque existimos? Pero no se puede preguntar sin ser, y aunque no hagamos esa pregunta, igual fuimos, igual estamos siempre, y la realidad no existe, ni tampoco lo ilusorio. Existe lo que existe, y es lo que es. Porque el ser no tiene razones divinas para ser lo que es o lo que no es, porque todo es en cuanto palabra y en cuanto autor Lo demás es superstición.

Somos y soy

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