jueves, 17 de junio de 2010

La verdad es dios, Orlando Morales Carrillo



27-10-2009

Si mi necesidad es encontrar la verdad, entonces deberia poder encontrarla, o al menos desearla, en cuanto eso podria llamarse fe, y si esto no es mas que un sentido extraracional, como pensaria Kant, entonces todos estamos destinados a parar en algun momento y afirmar el sentido que mas nos complazca, pero estoy seguro que tanto el, al haber afirmado eso, como cualquier otro individuo solo podra tomar como sentido aquello que tenga un grado de verdad, aunque sea para ellos mismos, y por lo tanto comparten un deseo o fe por la verdad sea cual sea su naturaleza. El conocimiento cientifico jamas ha sido absoluto y mucho menos verdadero, como pensaria Popper, ya que solo avanzamos en la negacion de nuestros propios errores, y la verdad, a como lo veo cientificamante, redundara en un infinito consolador para el ateismo energico y dinamico que prefiere vivir su vida en tan sutil verdad, para no enfrentarse a la afirmacion de un Dios del cual no esten en control o del cual puedan avergonzarse por habernos olvidado de la eternidad de la exitencia y habernos conentrado en la finitud de la ilusion espacio temporal, que tenemos colgados en los calendarios de nuestras cabezas.

Entonces me puse a reflexionar y es necesario que todo individuo se detenga en algun momento, no por deseo de ignorancia, o por pensar que la ciencia no aporta nada, sino mas bien por perdida de fe en un camino que no puede seguir caminando, sino se propone una meta que le de mas sentido al sin sentido. Un sentido imaginario que todos definimos en algun momento frente a la muerte finita que se nos avecina y a la que no tenemos mas remedio que saludar. ES SIN EMBARGO NECESARIO ARROJARME EN ESTE MUNDO SIN SENTIDO Y NO QUERER LUEGO RESPONDER? Pues estamos obedeciendo mas al escepticismo que a la verdad y sin embargo en el primero lo unico que encuentro es angustia. No creo que esa deba ser el sentimiento por excelencia, ni mucho menos lo que nos defina como humanos. Creo que podria llamarse mas una curiosidad, la curiosidad de ver aquello que otros no pueden ver, asi como cuando veiamos pequeños insectos que otros adultos no ven y conforme crecemos, tambien los olvidamos y deseamos razonar lo que de por si es razonable. Pero lo irracional?... El "adulto" le tiene mucho miedo a los deseos por la verdad de cualquier niño, y temen enfrentarse a esa regresion. Sin embargo hemos sabido que nuestra mayor felicidad probablemente se encuentre en tal epoca, sea cual sea nuestra clase social, porque siempre la fantasia va a caracterizar el placer que recordamos con mas nostalgia y al cual aspiramos de alguna manera u otra en nuestras intelectuales vias de conocimiento.

Solo el arte he visto como un acerrimo guerrero de tales ideas, y sin embargo se ha definido en muchas partes, pero ha roto en otras. Creo que el ser humano definitivamente es un ser para el arte y esa dimension que tiene una naturaleza religiosa es lo que define cualquier individuo. Porque todos quieren ser artistas y todos quieren crear lo que en algun momento desearon de niños, y algunos logran crearlo, pero los que fracasan se hunden en el escepticismo y fallan ante su propio deseo que sin embargo es igual para todos los niños. Debe ser el resultado empirico el final de su camino? O tenia su fantasia una necesidad primera de por si que los hacia felices? No es mas bien el mundo el que luego nos obliga a cumplir nuestros sueños, y a vivir la realidad? Que clase de realidad es esta, a la que solo unos cuantos pueden aspirar como un Olimpo burgues de disciplinas y ordenes jerarquicos. Y es aqui donde quiero llamar a la Verdad el caos mismo, pues ya no existe tal distincion entre ambos terminos, pues el orden solo existe para aquel que cree ver orden, asi como el adulto que cree ver un metodo en la naturaleza y no un deseo existencial de descubrir su ser, sea cual sea el camino, fantasia o realidad, pues ambos son reales y verdaderos en cuanto existen.

Es aqui que me llamo la atencion una frase de Ghandi: "Allí donde se halla la Verdad también se halla el conocimiento, que es verdadero".

Y he pasado largas horas pensando sobre que es la verdad, pero mas que todo, cual quiero que sea mi verdad, pues si descubro cual es, esa sera necesariamente, y el mundo tomara su sentido en esa verdad, y lograre ver que es verdadero y que es falso, sin la necesidad de determinar si era verdadero o falso en primer lugar, pues la verdad esta dicha para mi, que en primaria instancia soy mi realidad completa y de aquello por lo cual he de vivir en primer lugar y he defender para vivir. No es cegarme, pues si la he descubierto es porque sus causas estaban ahi para verse y sus efectos para comprobarse, y lo que quiero decir es lo verdadero, que si satisface a mi ser sera igual de verdadero que este, osea mi propia esencia.



"LA VERDAD ES DIOS"

Antes de poder cuestionar la naturaleza de Dios y de toda la verdad, primero hay que creer en esa verdad, al creer en algo, ese algo existe como algo pensado en primer lugar, y si existe como verdad, aunque sea en la mente, hay una realidad verdadera en su existencia que confirma la naturaleza de esa verdad, y por consiguiente cualquier critica que siga a esa verdad, en especial su negación, es una contradicción en principio imperceptible, que debe ser sacada a la luz antes de cualquier otro error, y por lo tanto es imposible hablar de que no haya verdad, pues al hablar ya hemos dado cuenta de nuestra facultad de existir, que no controlamos, y que somos antes de cualquier razonamiento, en el evento inmediato del acontecimiento y en existencia implícita en relación a la muerte que nos define día con día, y con lo cual esta presente el mayor de los misterios que es la realización angustiosa de nuestro propio fin, propio de los sentidos, pero la consiguiente realización de la conciencia y de nuestra naturaleza de ser ahí nos permite ver que la verdad que justifica tal realización fue antes de lo que éramos cuando no pensábamos, porque si no lo que pensamos ahora no seria producto de nada, y en tanto eso, la verdad primera es necesaria aunque no pueda ser pensada ni conocida. La verdad no necesita que la digan para estar ahí, puesto que en ningún momento de la existencia del universo algo ha dejado de ser y esto es conocimiento mayor al de cualquier mente finita que pueda interponer una argumento falso sobre algo verdadero. Es falso el que habla pero verdadero el que piensa y por lo tanto solo se puede pensar para hablar pero no hablar para pensar. Hablar implica siempre una respuesta a los estímulos, pensar solo implica la recepción de estos y la confirmación de nuestra existencia. Las palabras son solo el residuo y el excremento apantallador de la gran verdad que ha de ser dicha en nuestros “corazones” o en nuestro gozo de existir hacia la verdad que ya es eterna.

La existencia de la verdad irrefutable en nuestro ser, es por lo tanto prueba correspondiente a la existencia de un Dios, puesto que todo Dios seria equivalente a la verdad y tendría sus atributos, por lo que son iguales, y nada es mas que el otro, puesto que son lo mismo. Y no se puede preguntar de lo que ya no se puede tener comprensión pues solo compele a nuestro ser, ya que los sentidos aunque verdaderos su entendimiento esta en la respuesta y en la palabra hablada que es un reflejo del ser mismo, y por lo tanto una falsa imagen que hemos encerrado en nuestro cuerpo. Solo en un silencio lograríamos ver tal verdad, pues la seriamos, y al ser siempre ruido, estamos predispuestos a no ver la verdad con los ojos, sino devolviéndonos a los primarios nidos de nuestra alma o intelecto que esta en la incomprensión de su propio yo y en la inmanencia del ser en su propia esencia, en el principio motor de todo el movimiento y el espacio tiempo, antes de cualquier tiempo, que no podría existir sin un principio atemporal y estático y perfecto.

Como podría afirmar esto, o el hombre poder decir o pensar algo así, si no fuera yo verdadero en primer lugar y si por consiguiente no fuera verdadero todo lo que afirme lo verdadero, pues no habría contradicción alguna en servir a lo que ya somos parte y al no poder separarnos hacia ningún lado siempre estamos en la misma substancia creadora.

Y ya no quiero buscar mi propio entendimiento, ni del exterior, porque ya no me es propio ni del exterior, sino de lo que ya no puedo pensar ni controlar, porque ya lo estoy siendo y no lo he decidido, pues nadie decide lo que es, ya que si lo hubiera hecho así, asimismo podría dejar de serlo, pero esto no seria verdadero, porque nada ha dejado de ser nunca.

Es fundamental incluso apreciar la gran aproximación que puede haber entre la ciencia y la verdad en el sentido de que el hombre inevitablemente la ha perseguido por todos sus medios y no puede argumentar ahora que el simple objetivo de su ciencia no ha sido el de comprender los principios y las causas que, se dieron cuenta, fundamentan todos los conocimientos de sus disciplinas de apropiación y dominación de la naturaleza, que al principio parece cultural y meramente humano, pero comparte todas las categorías esenciales y relaciones espacio temporales de toda la materia en el universo, empezando su necesario apego a esta red dimensional, de la que solo podemos percibir, apenas, algunos de sus rasgos.
Es por lo tanto todo el conocimiento la búsqueda de la verdad en cuanto esta habla, y su palabra ya los niega en cuanto nunca van a encontrar esa verdad porque hablaron, y su palabra nunca va a equiparar la verdad que buscan, pues si vieran la verdad no la podrían decir, y por lo tanto tampoco la han conocido, pues ya la son, y conocerla implica que está en un lugar exterior a nosotros pero no existe tal separación, pues la verdad ya es ella en nuestro ser, y existimos antes de poder pensar cualquier cosa sobre la realidad, por lo tanto solo un verdadero silencio diría algo real del mundo. Pero una ausencia de silencio, que es nuestra naturaleza presente, no implica una ausencia de Dios, pues el ruido solo existiría ante un silencio mayor que resuena con miedo. El ruido no cesa por miedo al silencio y de descubrirse solo en medio de la gran verdad que no puede alcanzar, y sin embargo el ruido tiene una naturaleza necesaria y es fin de todas las cosas en cuanto son ruido por que es parte de lo que ya es todo y si dejara de ser ruido no seria para lo que fue hecho que en principio es contradicción, por lo tanto es ruido siempre como parte de la verdad del Dios que es el único que decide y es el silencio y el ruido, y cuando decida ser solo silencio, será el silencio y no nos daremos cuenta de nada, y este estado apenas es perceptible de una escala de ruidos, y de colores, y de pensamientos, pues su conocimiento no ha de ser todo, sino ya lo sabría todo, pero no conoce la verdad que busca, por lo tanto sigue existiendo en cuanto definición en torno a lo finito y la muerte y comprueba que su existencia es limitada y amarrada a la verdad que el mismo habla con su ser.

He aquí que afirmo la existencia de Dios y propongo la expansión de esta comprensión, con amor y con bondad en todos los pueblos de la tierra, no como conquista, puesto que todo el ser ya ha sido conquistado por nuestra racionalidad y el movimiento en el espacio tiempo, sino mas bien a reconquistar las glorias del silencio, no como contradicción de lo que ya es ruido, sino como comprensión piadosa que nos ofrece la misma verdad par seguir cumpliendo con la “función sonora” de nuestra existencia que por ahora seguirá siendo definirnos frente al silencio o la muerte y así completar los designios o destinos ya programados en el tiempo antes de cualquier voluntad o “yo” individual que intente separarse de tal verdad. Y aunque muera su intelecto y trate de sonar triunfante, su intelecto no es un “por si mismo”, sino que solo deja de ser presente en su constitución y pasa a ser parte de otros entes que lo abarcan en su naturaleza y del cual ese ser no podrá escapar por lo que la falta de comprensión no afectara la verdad, mas si retrasará la llegada de una unión del ser, por lo tanto seguiremos separados aunque si se hace el bien y se busca el fin, los intelectos bondadosos gozarán antes del silencio, porque, en la verdad y Dios, el tiempo ya no tiene recorrido ni dimensiones y están destinados a viajar y constituirse en la pura verdad que ya es todo y alcanzar la máxima estabilidad con el ser, y la división de las mentes que se dispersan en mas mentes seguirán sirviendo hasta encontrar su final descanso de los males corporales que acechan el propio sacrificio divino del libre albedrío hecho a favor del amor de los seres que cargan con la tarea de contemplar y entender su propia naturaleza, y cumplir un misterio inalcanzable para el hombre que es la propia naturaleza de esa verdad y su verdadera cara, pues al verla, ya estaríamos muertos y no pensaríamos ni siquiera. Lo sabremos.

Si en algo se piensan que me he contradicho es imposible probarlo, pues la demostración de pruebas en la naturaleza esta limitada en su conocimiento, pues es imposible demostrar un conocimiento completo de todo el universo, por lo tanto miles de variables están abiertas que ellos aun no conocen o ni siquiera comprenden y por lo tanto mi existencia anterior y primaria que los determina en cuanto parte de mi no puede contradecir mi propio ser que ya es uno con ellos y solo pueden reflejar el objeto de mi predicación de la verdad, en la que yo busco reflejar el entendimiento por medio del amor y la tolerancia, y la defensa de la verdad ante la mentira que no puede triunfar nunca y sin embargo crea dolor en la separación que quema al ser y lo confunde, para olvidarse de si mismo, y aunque sean tales sus perniciosos efectos, es necesario su enfrentamiento para comprobar el poder de un Dios en la redención de todas las falsedades y la afirmación de todas las verdades, aunque no comprendamos el objetivo de esta misión que es el olvido para disfrutar del gozo del recuerdo y hacerlo presente como vivencia única y con sentido.
Y al haber hablado he dicho lo que tenia que ser dicho, pues todo lo que cualquiera ha dicho y dirá ya estaba contemplado en el tiempo, y nada será dicho que destruya al ser o la verdad, y todo seguirá siendo a pesar de lo que se diga, y solo gozara de mayor verdad y luz aquello que afirme lo que ya es, mientras lo que lo niegue, errara y caminara sin fin en su Doxa y la ignorancia eterna de la palabra que no se sostiene por si sola sino que ha sido dicha siempre por el Sujeto.

El que no ve la verdad aun es dichoso porque busca la verdad de alguna otra manera inevitablemente y trata de ser coherente en torno a ella. El que la conoce y no la sigue es sin embargo el que debe corregir su camino, ya que duda sobre algo verdadero que entonces tiene que ser aclarado antes de caer en el error de la contradicción y del desprecio por la verdad o el escepticismo asfixiante. Esta verdad solo pude ser sabida por el corazón, pues siempre sabemos por nosotros mismos cuando queremos la verdad y no la tenemos, y entonces hay que dejar de ser necios y saciar nuestra sed y llenar nuestra alma de la luz que se ocupa para llevar el mensaje a todos los ámbitos de mi ser.

ORLANDO A. MORALES CARRILLO


Incluyo el comentario que me hizo luego Jonathan Piedra de Red Filosofica de Costa Rica, y tambien incluyo mi respuesta al comentario.




Estimado Amigo:

Comprendo la necesidad y la inseguridad de vivir sin certezas, precisamente por eso los seres humanos crearon los mitos, la sociedad y muchas otras cosas que ya conocemos. Desde este punto, no comparto la idea de que el "arte" es basicamente religioso (si es que con esto te refieres al busqueda de una verdad trascendente o no). Me parece que apesar de tus puntos terminas por caer en un solipsismo de fondo y en muchos puntos debatibles. Primero niegas la "verdad" que brinda el empirismo cientifico y luego dices : "si la he descubierto -te refieres a tu verdad- es porque sus causas estaban ahi para verse y sus efectos para comprobarse" (se ve lo que se quiere ver, y no solo esto de esto que quiero ver, lo interpreto de la manera que mejor quiero) y luego hablas de tu ser inmovible y otras cosas. Obviamente desde este punto, tus ideas podrían tener sentido porque se basan en una gran petición de principio. Ya Nietzsche decía que no tenía mucho merito encontrar algo que uno mismo había escondido. Pero no es mi interes generar discusión a este respecto, sino más bien sobre la verdad de dios.


Dios es otra de esas construcciones clinicas (me explico, curativas, paleativas). Decir que para hablar de Dios es necesario creer en Dios, es casi como decir que para hablar de las mujeres hay que ser mujer (se encuentra dentro de la misma lógica). La existencia de un Dios con la caracteristicas que mencionas (aún si solo existe en tu mente, como dices) es la negación misma de la Verdad (si es que algo así existe).

Dios es un producto tardío de la verdad (de la verdad en la que siempre hemos estado) En la condición irreflexiva o pre-teorica de la vida (simplemente vivir), dios aparece como un conjunción de conceptos que viene a ver la realidad como cosas. Creo que le das muchas caracteristicas teologales a Dios (en cierto sentido me recuerda a aquello que decía Heidegger de la onto-teología)

"La existencia de la verdad irrefutable de dios" solo viene a poner ruido en ese silencio que mencionas que deberiamos volver. Tal parecería, que esta verdad (Dios) es una especie de paliativo para desviarnos de la incognita de la X (o la angustia, la muerte, en este caso). De una manera un poco extrañas, mencionas que no puedes ser refutado, porque el conocimiento humano es limitado (ergo: solo podría refutarte Dios??????!!!!!!!!) prácticamente terminas diciendo que Dios es todo (así de nuevo vuelves al punto del cual iniciaste.)

Escribes cosas que francamente me asustaron, menciono solo tres a manera de ejemplo:

1. "ya no quiero buscar mi propio entendimiento, ni del exterior, porque ya no me es propio ni del exterior, sino de lo que ya no puedo pensar ni controlar, porque ya lo estoy siendo y no lo he decidido, pues nadie decide lo que es, ya que si lo hubiera hecho así, asimismo podría dejar de serlo, pero esto no seria verdadero, porque nada ha dejado de ser nunca".

2. "nada será dicho que destruya al ser o la verdad, y todo seguirá siendo a pesar de lo que se diga, y solo gozara de mayor verdad y luz aquello que afirme lo que ya es, mientras lo que lo niegue, errara y caminara sin fin en su Doxa y la ignorancia eterna de la palabra que no se sostiene por si sola

3. "El que la conoce -la verdad-y no la sigue es sin embargo el que debe corregir su camino, ya que duda sobre algo verdadero que entonces tiene que ser aclarado antes de caer en el error de la contradicción y del desprecio por la verdad o el escepticismo asfixiante".

Espero que te estes refiendo a una especie de verdad intima (no teologal-unilateral o idolatra).

En fin cada una de estas frases se explican por sí mismas... Pero me parece que pasas de TU verdad a una supuesta verdad general... o viceversa. Creo que tu verdad, no es tan tuya...


Creo que en el debate de la existencia de Dios siempre va a estar presente cierta imaginacion que parece destruir todos los argumentos reales. Pensar en un Dios como el que nos dice la biblia o las peliculas a veces nos asusta a todos, pero estoy de acuerdo, trato de expresar una verdad mas intima y un sentido mas como de "desprecio" talvez, hacia todo lo que representa una racionalidad sin sentido y sin limites a la que tambien Nietzsche despreciaba por querer alcanzar verdades sin antes pensar en el propio origen de sus palabras. Dice en Mas alla del bien y del mal:
"Lo que tiene un valor supremo debe tener un origen diferente, una genesis propia; no puede proceder de este mundo efimero, engañoso, ilusorio ademas de miserable, de esta amalgama de fantasias delirantes al igaul que de deseos ocultos, sino, mas bien, de las entrañas del ser, de lo que no cambia, del Dios oculto, de la "cosa en si". (p.14)

Precisamente la verdad que trato de expresar es mas solipsista, puesto que solo en una posicion tal no podria afectarme lo que la razon ha hecho con este mundo, convertirlo en una red de coordenadas que creemos controlar, pero de la que no hemos dicho en millones de años, solo simples balbuceos, y ni siquiera sabemos a donde nos dirigimos, y sin embargo destruimos la Tierra a nuestro antojo, y dictamos al mundo que es falso y que es verdadero, quienes son maduros y quienes no.

Es por eso que una verdad del tipo "divino" solo puede ser alcanzado en darse cuenta que el ser nuestro (el mismo de todas las demas cosas) es uno solo y esta solo, abandonado, encerrado en el universo. Arrojado diria Heidegger, y pido perdon por aprovecharme del termino, pero me parece que esta vision Heideggeriana precisamente busca demostrar que si nos definimos frente a la muerte es porque sabemos que nos ocurrira a nosotros y nadie mas, y todo el mundo gira en torno a esta verdad. Entonces, porque tengo que pasar por esta etapa de vivencias? Que sentido tiene? Parece no tener sentido, pero creo que el existencialismo no tiene otra salida que el solipsismo, pero un solipsismo que permita darle a ese ser o esencia que tenemos toda la comprension posible, pues solo a ese ser se deberia toda nuestra realidad. Lo que somos en nuestro acontecimiento diario, durante cada minuto es antes que cualquier razon, y ese ser es la verdad, lo que no se puede controlar y no puede ser cambiado. Todo lo que digamos despues de nuestra propia verdad de estar siendo esta condicionado a ser falso, a ser debatible, por no pertenecer a la dimension del ser sino a la de la mente y la razon. Incluido por supuesto lo que acabo de decir, pero en una vision solpsista no haria mucho daño puesto que ya estoy consciente que lo que digo es refutable, pero estoy obligado a decirlo ya que refleja el sentimiento verdadero de exisitir que ya estoy siendo, sin embargo la refutacion no tiene tal dimension, pues solo responde a lo que oyo, vio o percibio, no responde al ser y a la verdad, y refuta al ser implicitamente sin darse cuenta, y por lo tanto cae en la absoluta contradiccion de refutar al ser mismo, al ser que el mismo esta siendo y qu estan siendo todas las cosas en este momento.

Como diria Nietzsche en ese mismo libro: los juicios sinteticos a priori "no deberian ser posibles"; no tenemos derecho alguno a formularlos, pues en nuestros labios no son mas que juicios falsos". (p26.) Y por supuesto se que tambien afecta a lo que digo, pero en el solipsismo soy irrefutable, pero no por el deseo de que yo triunfe, sino que triunfe el argumento de la verdad, por defender la verdad y no dejar que nadie la contradiga.

Estoy totalmente en contra de la religiosidad desmedida y "racional". Si, precisamente creo que la Iglesia y todo su estilo "paliativo" es parte de esa racionalidad, es como una ciencia mas, no tiene muchas diferencias. Todas usan pruebas y no saben como es que pueden pensar tales pruebas, solo las usan, sin realmente ser las pruebas, pues la prueba de la verdad solo puede ser ella misma. La ciencia es como otra religion asimismo, otra supuesta verdad que exige que la obedezcamos. Creo que si me equivoque al referirme a las pruebas de Dios, pues sigo en contra de un empirismo cientifico, que solo se basa en cosas que no saben porque las estan diciendo, y que no justifican su propio ser, mas que como palabras que han dicho luego de un acto de existencia, que es igual al que estoy siendo yo en este momento. El ser siempre es primero, "Dios" siempre es primero, la verdad siempre es primero, y no tiene sentido refutarlo que ya de por si es verdadero, pero claro, el que refuta tambien quiere tener la razon, pero porque refuta? Porque no se da cuenta que el que siempre habla una verdad ya esta expresando al ser, refutar ese ser y esa revelacion seria refutarse a si mismo, y asi cualquier refutacion ya esta dada por menos. No creo en las palabras que estoy diciendo, pero tengo que usarlas para demostrar la existencia de mi ser qe es el mismo ser de todos, y aunque mi palabra pueda ser refutada, no lo sera la verdad que ya viene dicha en mi mismo acto de haber hablado y que ya abarca ser toda la realidad que solo existe para mi y que es el todo, la verdad innegable, y aunque se le niegue, no desaparecera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario