jueves, 17 de junio de 2010

¿A qué se debe el mundo y la realidad?, Luis Eduardo Coli

Que vivimos, concebimos, conjuntamente con su experiencia.


La mente accede a la experiencia y auto organización de su conciencia, de su dinámica realidad, en continua transformación, por medio y virtud de los objetos, las ideas, los atractores utilizados, generados como implementados para la división de la misma en partes y cosa, fenómenos en si mismas perceptivos, experimentables y analizables, desde nuestro complejos sistemas mentales.

Yo tengo una realidad, un cuerpo preciso y definido, esto es una idea, un modelo, que me auto generara o iniciara en la auto constatación de la experiencia y definición de tal cosa.

Permitiendo auto comprenderme, auto verme y auto analizarme, a partir de tal división segmentación, separación de la totalidad, lograda y establecida por mis ideas y objetos.

Yo soy indefinible irreducible tan visible como invisible, tan real como irreal, esto es una idea, un objeto, atractor, un modelo, mucho mas complejo, caótico y contradictorio, ambiguo y paradojal, que el demostrado en el primer ejemplo, que me auto iniciara en la auto experiencia y constatación de tal cosa.

Esta ultimas ideas y objetos, atractor, que empleo como formula de mi auto comprensión, me separan y unen indistintamente contradictoriamente a la apertura y al cierre como a la transformación continua de la dinámica de la realidad, la totalidad de la que me diferencio y no me diferencio.

De mi capacidades operativas dependerá la libre elección del modelo, el objeto, la idea, que empleé y utilice, con que me auto definiré y auto establecer, o no, en la organización de la experiencia de mi auto conciencia constatación perceptiva.

Como la necesidad del sistema social, cultural, histórico, esta apremiado de orden, esta realidad, mundo establecido en los hechos, me impone sus ideas y objetos, como condición de aceptarme en su mundo, en la construcción y progreso de su realidad, en virtud de los cuales estableceré, y esta realidad establecerá, por intermedios y virtud de sus objetos, ideas, la realidad que le place configurar crear, patrones mentales que me veo obligado a incorpora y utilizar , en al auto generación, de mi mundo realidad, la construcción de una determinada realidad, de un determinado comportamiento, mundo, se me impone desde los deseos, he intereses organizativos del medio, la realidad exterior, que es incorporada por mi mente.

No olvidemos la posibilidad preciosa, de la subordinación y aceptación del orden impuesto y sostenido por la fuerza de la autoridad, necesitadas de la hegemónica obediencia, subordinación de la masa al orden y el reparto organizativo, como la acción productiva reproductiva de su mundo, su poder radica en el poder de imponerle a los cientos de miles, que le son fieles, la aceptación productiva de su mundo, y esto solo es posibles, como digo, desde las necesidades del orden social, por la posibilidades de trasmitirles las ideas y los objetos, los patrones mentales, con que participaran y servirán al mundo como servidores y seguidores del mismo, por la que estos irremediablemente se auto determinan, en su respuesta , visión , reacción, conducta, productiva reproductiva, predeterminada por las ideas y los objetos que manejan, obedeciendo a las necesidades del orden, como subordinados a las razones he interese del sistema social, del que somos parte etc.

Esta situación de las ideas, los objetos de la mente no pueden llevar al razonamiento, o el equivoco de que son ellos, las ideas, los objetos, las construcciones las que viven, tienen una concreta y objetiva realidad, las que cuentan y tienen su propia realidad. Crean y establecen la historia y el desarrollo de la evolución de su realidad. Como inmutable y eternos modelos, patrones, a través del tiempo y el espacio, producido generado por sus interposiciones, generando un nuevo orden a partir de la división el desorden, una unidad operativa productiva escindida, a partir de la fragmentación y desintegración.

Ya que son ellos los responsables, o de ellos depende la experiencia generada y como veremos, la realidad en consecuencia.

Se puede decir que la adición que establece, vive, experimenta la mente, como la adición a una realidad objetiva, predecible, constatable, predeterminadle, como concreta y autónoma desde si y su acción, es resultado de esta relación productiva.

Es evidente que ay un apoderamiento auto identifícante por la realidad generada a partir de las ideas, los objetos que se sostiene a través de uno.
Se establece toda una relación emocional, afectiva, de compromiso y pertenecía, como de una supuesta propiedad y autoria, muy significante y hasta fuerte, en muchos casos, con el espacio, el entorno, inmediato, generado, configurado, creado, en gran medida por la reacción, iteración que mentalmente establecemos con nuestro corpus de ideas y objetos, adoptados y asumidos por nuestro psiquismo, comprometido con el orden social.


Las ideas modernas se correlaciona interactivamente, ya no tanto con un mundo primitivo natural, si no que entra en una relación interacción productiva con las ideas colectivas que implican la productividad y materialización conjunta y asociada, como organizativa de un mundo, una realidad significante, llena de sentido y valor, con la que se reconfortan y auto identifican sus gestores y patrocinadores.

Es como ya he manifestados en otro trabajos, el incorporar la idea, la realidad, la construcción mental, de puntero derecho, asociado a un cuadro de primera, implica la coparticipación ideológica productiva, en la construcción, realización de una muy dinámica como muy legible y concreta realidad, como una manifestación producción incuestionable en los hechos, llena de significación en cuanto a todo lo referente y concerniente con lo emocional y racional.

Es decir que tiene un valor afectivo, como una carga emocional, muy importante y significativa, en relación a la historia, de su evolución y desarrollo en el espació y tiempo, consumido, ocupado, por tal producción.


Si sumado a tal cosa, aun de todo ello, emerge un yo, resultante, que dice ser y afirmar ser el protagonista, autónomo actor independiente, de la experiencia resultante. No cabe mas que tomar a este yo como otro objeto, idea, modelo, generador de la constatación de una experiencia, una realidad en particular, indiscutible, irrefutable en los hechos.

De aquí la idea, de que las ideas, puedan tener, vivir, experimentar, como decidir sobre la realidad, su realidad en cuestión, es decir que cuente con cierto poder de decidir sobre su propia realidad construcción, tanto como arriesgarse a sufrir y experimentar una evolución o involución mental.

Es mas, la mente puede auto experimentar, vivir, una evolución o involución mental, de si o de lo que signifique la experiencia vivida a través de la sucesión, la creación destrucción, dinámica de sus objetos, ideas.


Tanto como la ideas, los objetos, las construcciones, los conocimientos, etc., pueden experimentar vivir, tener y establecer su propia experiencia, como evolución o involución a través de la generación, la sucesión generacional sostenida sobre la realidad sometida a tal construcciones, es decir sobre la vida- muerte, es decir a través del dominio, el predominio de las mentes sobre la que prospera y gravita su realidad, la realización de su ser, y hacer, producción y generación.


Esto es como afirmar que son ellos los objetos, las ideas de nuestra mentes, las que decidieron colonizar la realidad, o el reino viviente, son ellas, las que viven y deciden sobre nuestra vida-muerte, impura gracia de lo sensible, loable para mero sacrificio, entrega y servidumbre, subordinación a su inaugurado orden.

Con esto quiero constatar que es algo muy serio, este asunto, de asumir una determinada realidad social, colectiva, individual, a partir de protagonizar la incorporación productiva de las ideas pertenecientes al patrimonio, al contexto, o marco de las ideas vigentes y regentes, de el mundo creado, sostenido, abierto y realizado por las mismas.

Por que es importante intentar entender comprender algo de todo esto, porque la realidad social, colectiva, personal, que protagonizaos como la realización de nuestra persona , idea, vida, y mundo en particular, en este nuestro medio escenario mundo ideado y organizado a partir de las productividad de las mismas, es totalmente in sustentable en el tiempo.

De aquí la responsabilidad, filosófica mental, de desprenderme, distanciarme de mi realidad, de la sostenida y materializada por el corpus de ideas, personales y colectivas, para plantearme la posibilidad de otra realidad, totalmente desconocida, inexistente, solo asible a partir del manejo operativo de ideas muchos mas complejas, contemplativas de la complejidad viviente, sobre las que aun no tenemos accesos.

Esta terrible operación y complejidad de sepárame, desprenderme, desentenderme mentalmente de la realidad protagonizada y materializada en los hechos, obedece a la necesidad y angustia de la constatación de la in sustentabilidad del mundo real, sobre el que se realiza el mundo mental.

Necesidad y angustia por encontrar, hallar, otras alternativas operativas, en función de otros objetivos, he intenciones, ideas productivas, que no se funden en el dominio la depreciación y explotación, contamínate, irreversible, de nuestra fuente viviente.

La exhortación a asumir el desafío, la proeza, como un llamado convocatoria a nuestro profundo intelecto. Es un llamado a asumir la responsabilidad por esta nuestra creación este nuestro mundo.
Vaya desafío filosófico que me propongo emprender, comprender, discernir y analizar, desde mi posición de insignificante.

De aquí la supuesta importancia de comprender estos fenómenos, de tan complejos acontecimientos, derivados, a través de los sentidos participativos de nuestra responsabilidad, es decir de la acción operativa, creativa, de nuestra reciprocidad como emergencia de nuestra intervención mental.


El problema no es la muerte de dios, si bien matar a dios es un paso importante, lo esencial es saber servirnos de su cadáver, es decir… que su muerte no se en vano, o que su cuerpo vencido, o que la vida de su existencia, el cuerpo y la realidad concreta de su mundo, sirva para alimentar mi libertad, la libertad.

Es más, si puedo someter a mi voluntad, el cuerpo, poder, de tal mundo, objetiva verdad, realidad, talvez pueda servirme del culto de su sacrifico, sometiéndolo a mi voluntad de libertad, invirtiendo el orden de lo comensales, por fin la vida-muerte contradictoria y congruente en su paradojal organización como movimiento, podrá servirse de la existencia, y acceder a tomar por fin, los frutos maduros de esta usurparte realidad, gigantesco árbol, cultivado sistema, desarrollo, alimentado con el desengrane, el nutriente sacrificio, de la inversión y el costo de la muerte-vida, el movimiento productivo de miles.

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