jueves, 17 de junio de 2010
Mito y Logos: reconstruccionismo eterno, Orlando Morales Carrillo
ORLANDO A. MORALES CARRILLO
1-11-2009
MITO Y LOGOS: RECONSTRUCCIONISMO ETERNO
Creo que una analogía más correcta seria decir que somos como el adolescente que cuestiona a sus padres. Toda generación ha criticado a sus padres y luego se han vuelto los criticados por sus hijos. Así ocurre en la historia, es una continuidad de generaciones de conocimiento. Y creo que en el futuro, vendrán otros hijos que nos demostraran que nuestro pensamiento actual es anticuado. Pero al mismo tiempo, todos los hijos, aprenden algo de sus padres y muchas veces se dan cuenta de lo equivocados que estaban cuando eran jóvenes, y entonces entendemos muchas cosas. Creo que la historia siempre es reflejo del humano mismo, y por lo tanto siempre somos adolescentes cuestionando a nuestros padres, pero también aprenderemos lecciones cada vez que cometamos un error, y nos volveremos sociedades mas maduras, hasta que otras generaciones nos superen y cuestionen todos nuestros logros, como ocurre ahora en la postmodernidad. El padre tiene razón en algunas cosas y el hijo en otras, pero ambas son visiones de mundo que se van heredando y desarrollando juntas.
Es una critica eterna entre mito y logos, uno criticando al otro, y sin embargo ambos avanzando juntos, porque el logos no puede ser sin el mito y el mito no puede ser sin el logos, y se puede decir que EXISTE DIOS (la verdad del padre) puesto que el mito es irrefutable, pero NO EXISTE "ESE DIOS" (nuestra rebeldía al padre), en cuanto el logos es irrefutable también, no aceptamos la verdad de alguien especifico, sino que cada uno define su verdad, demostramos los errores de las verdades pasadas, y creamos la nuestra, pero eso si, siempre asimilando pedazos de las verdades pasadas para construir la nuestra. Luego otros llegaran con nuestra verdad y la destrozaran y la reconstruirán. Un reconstruccionismo eterno. Y en esa reconstrucción o reparación, vamos agregando parches y remiendos en nuestras verdades reconstruidas, y todas nuestras verdades se convierten en mito para nuevas generaciones, pero sin embargo las nuevas generaciones también pasaran por lo mismo, y así, se puede decir que el mito y el logos, son ambas parte fundamental de nuestro conocimiento, y no puede existir una sin la otra, ya que ambas son visiones de mundo contrapuestas.
La verdad no existe en cuanto una sola afirmación, pero si existe en la manera que cada uno la ha adoptado en su pensamiento, negándola o aceptándola, y su definición varía de ciertas mentes a otras, o de algunas religiones a otras, o de filósofos a otros, y los que no la aceptan, ya la están definiendo de alguna forma, y todos definen, aunque crean no definir. El pensamiento por si mismo, cada vez que los sentidos nos llegan a nuestro intelecto, ya ha definido esa verdad de cierta manera, la ha ordenado y la catalogado según nuestros conocimientos previos, por lo tanto, la verdad existe en cuanto no nos pertenece, pero no existe en cuanto nosotros la definimos en nuestra mente y la personalizamos, y de esa manera la reconstruimos. Cada uno construye su verdad de los pedazos de otras verdades, que al mismo tiempo fueron parte de otras verdades, y todas las verdades comparten una única característica, que es tener carácter verdadero en la mente de toda persona. Por lo tanto no es solo una construcción y una deconstrucción, sino también una "reconstrucción" (o una reparación?), porque no son verdades individuales, sino que todas son la verdad misma, hecha de nuestros propios conceptos, y todos estos conceptos provenientes de otros conceptos, hasta remontarnos a nuestra etapa de mito donde creamos nuestros primeros conceptos, ante el asombro de la naturaleza, por lo tanto todo nuestro razonamiento tiene algo de logos, pero también tiene algo de mito, y esto es inevitable porque es heredado.
Cada pensamiento tiene una gota de fe, de absurdo, de sentido, de verdad en algo, porque ya esta expresando ideas, y esas ideas por mas que nieguen la verdad en si, ya esta expresando su propia verdad que es esa afirmación (o negación, como sea), y esa verdad ya es reconstruida de la verdad misma que fue construida y deconstruida infinidad de veces, cada vez agarrando mas datos y mas experiencia del mundo, pero al mismo tiempo ese mundo lo ha experimentado con ideas y conceptos previos provenientes del mito, de la fe misma, de la búsqueda de entender la verdad. Por lo tanto, toda mirada escéptica, ya esta cargada de fe, ya esta cargada de seguridad en mi “propio razonar”, aunque este sea ponerlo en duda. No puede haber verdad sin fe, y todo aquel que ha creído afirmar algo verdadero, ya ha tenido tal experiencia, pues ha creído en su propio razonar, y aunque esa sea su manera de pensar la fe o a "Dios", están afirmando precisamente, lo que la religión trata de hacer: no de destruir el logos, sino de proteger la verdad (el mito), en cuanto fundamento de nuestro conocimiento, para no olvidar que hemos partido de un punto, de la naturaleza misma y esa naturaleza misma (el universo) unos la consideraron Dios, en cuanto la definieron en su existencia directa en el mundo. Balbucearon sobre el mundo, y el conocimiento mismo siguió progresando en términos de aceptación de verdades directas, que fueron siendo asimiladas por otros, que las corrigieron, crearon otros dioses, otras explicaciones, osea seguimos balbuceando "verdades" corregidas, que nos han servido para irnos adaptando mejor a los fenómenos. Y ninguno tiene la verdad, pero al mismo tiempo todos están siendo participes de ella en cuanto están siendo participes de la naturaleza y del universo, y están siendo participes de su propia existencia.
Por lo tanto no es cuestión de decir que no existe la verdad solo porque nuestra lógica lo impida, sino que la verdad misma esta antes de la lógica, ya que la verdad es nuestro propio lenguaje, que no es mas que el reflejo histórico de la naturaleza en nuestra mente. Y somos una sola cosa en cuanto el lenguaje representa la unión con la naturaleza, porque hemos seccionado esa verdad en nuestro intelecto, lo hemos ordenado, pero sigue siendo acción de la naturaleza misma en nuestros sentidos. Y esa experiencia primera del lenguaje se ha heredado hasta nosotros hoy en día, que seguimos buscando esa verdad afuera, como si fuera una cosa, pero en realidad, cada vez que hemos pensado, hemos pensado lo verdadero, que es nuestros sentidos y el universo. Y ese universo puede ser subjetivo u objetivo pero esta dentro del ámbito personal de cada uno, por lo tanto se convierte en una fe hacia lo que sea que piensan. Y un Dios no es más que la representación holística de todas esas verdades en una sola, en una verdad irracional, que es la aceptación de todas las verdades contradictorias de todos. Y permite reconocer nuestra incapacidad de comprender esa verdad completa que es la naturaleza o el universo, ya que esta seccionada y repartida en las diversas mentes de quienes "predican" esa verdad o mundo "objetivo".
Pero sí se puede comprender subjetivamente la verdad completa en cuanto experiencia mística o fenomenológica de la naturaleza misma, dándonos cuenta que es mas misteriosa de lo que nuestro conocimiento particular individual nos puede decir, pues la verdad es la naturaleza entera y nuestro conocimiento de ella siempre será parcial, pero la experiencia misma de experimentar esa naturaleza en cuanto seres existentes y la interpretación racional heredada nos hace crear una verdad seccionada, que refleja la verdad completa que logramos entender en el fenómeno mismo que inquieta a nuestros sentidos. Y entonces todos predicamos verdades distintas, pero las religiones buscan reunirlas en visiones más unitarias, que no busca minar la libertad individual, pero si busca crear un respeto por el prójimo, y un amor por la verdad y el prójimo mismo, en cuanto contenedor parcial de esa verdad, que es la naturaleza reflejada en el intelecto de forma parcial.
Por eso, no es una obediencia, sino un respeto por la verdad, y entender que ninguno de nosotros la posee en su totalidad, pero que todo nuestra existencia si se debe a esa naturaleza total, y por lo tanto somos uno con ella y estamos destinados a ser parte de ella y "servirle", puesto que siempre vamos a hacer acto de nuestra existencia como seres, una existencia que no elegimos, sino que es devenir propio de todo el movimiento y los fenómenos y solo somos una parte de esos fenómenos que logra comprenderse a si mismo en cuanto interpretador de esos fenómenos. Por eso la religión y el mito siempre va a ser parte del ser humano (es mas, es su característica esencial además del logos), ya que da cuenta de donde proviene nuestro propio conocimiento, eso si, a interpretación individual de cada ser, y algunos deciden ser su propio dios, ya que de por si, habita en ellos la naturaleza y el intelecto, así como otros deciden compartir verdades más o menos parecidas en dioses compartidos, sin embargo, como dice la sociedad teosófica: todos comparten una misma verdad "revelada" en el intelecto y en los sentidos que experimentan la naturaleza, ya que nuestra mente es como el prisma que rompe la luz blanca en colores individuales (así como religiones, u opiniones).
La religión como el nombre lo dice: es una religación a una verdad, y busca que todos los seres que comprendan esa verdad "natural", disfruten su misterio y entiendan la "dicha" de ser individuos obrando por fines comunes que logren armonizar su existencia en cuanto parte de la naturaleza, y no la destrucción de unos a otros. Entonces como decía Ghandi: “La verdad es Dios”, osea, la verdad es mayor que cada dios individual que solo representa esa verdad en cuanto palabra misma en el intelecto, y es históricamente la forma más conocida de referirse a la verdad, la justicia, el amor y todas las características racionales y culturales que son particulares de la especie humana. Por lo tanto el dios siempre es humano en cuanto representa todas las porciones de "verdad" que están repartidas en el inconsciente colectivo humano, y por eso en las religiones monoteístas hay representaciones "carnales" de Dios, en cuanto representa nuestra propia existencia como mensajeros de nuestra propia verdad, y victimas de nuestro propio intelecto cuando nos odiamos unos a otros que se representa en la crucifixión, que también muestra el dolor de la vida del ser consciente de su propias existencia, y de sus placeres y penurias.
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El fundamento de toda religión es siempre humano, y siempre dirigido a explicar, no por consuelo, sino por iluminación misma, la composición de los seres en cuanto parte de una sola realidad, (que puede explicar científicamente su funcionamiento) y la naturaleza "asombrosa" o "sublime" de ser parte de esa realidad sin poder comprender la causa misma por completo. Es decir, de vivir en un misterio parcial durante toda nuestra vida ante los componentes racionales de consciencia, recuerdo o muerte, que son simples efectos de poder razonar sobre nuestros propios sentidos, que otros seres "vivos" no tienen. Nuestro razonamiento es efecto natural de nosotros mismos en cuanto materia dinámica que llego a una organización más "compleja". Y lo que los religiosos llaman espíritu o alma racional, simplemente es la forma de representar que esa naturaleza divina y misteriosa (DIOS) es creador o causa de eso, así como la naturaleza y el universo es causa del hombre mismo, y lo que en la religión se llama trascendencia, no representa más que el estado de desaparición de esta consciencia, y regresar a ser materia y recuperar "la paz" inconsciente del "paraíso" donde no pensábamos y éramos como cualquier otro ser, precisamente como se ve en el mito de la creación de Adán y Eva. Eso si no se puede negar que las religiones están marcadas por un fuerte carácter machista que jerarquiza al hombre sobre la mujer, no por antojo, sino por ordenamiento esencial de la reproducción en cuanto el hombre protege a la mujer como productora de vida.
Toda esta simbología, aunque parezca que hoy en día no debería ser necesaria, porque podríamos discutirlo de manera científica, sí es parte vital de nuestro carácter humano, ya que no somos enteramente racionales, sino también emocionales. Y los seres humanos somos muy diversos, algunos somos más emocionales que otros en el sentido de que el carácter místico de la realidad es preferido antes que el carácter frío y racional de la ciencia, en el que se dejan de lado aspectos morales o irracionales del ser humano. Entonces así como la religión en cierta manera se especifica en el asunto mismo de la existencia humana, la ciencia se va al otro extremo de especificarse en el funcionamiento de la existencia humana, y la filosofía ha nacido como puente entre ambas para crear la ética o la epistemología, o la metafísica y ha fusionado las preguntas antiguas del mito, y las ha modernizado con la ciencia Pero estoy en desacuerdo que la filosofía deba tomar posiciones a favor de una u otra parte (la religiosa o la científica), pues ambas discuten esencialmente de lo mismo, que es del ser humano y su entorno.
La filosofía debería haber tenido esto claro hace tiempo y ver que el ser humano tiene características muy diferentes a las de los demás seres, pero al mismo tiempo también somos parte la naturaleza, y que la ciencia no busca contradecir la religión, y la religión no busca contradecir la ciencia, sino que ambas buscan hablar de la realidad de diferente forma. Y como dije antes, la "verdad" de cada uno es precisamente la forma de interpretar esa naturaleza, algunos más religiosos que científicos o viceversa, y la discusión no debería ser si existe la verdad o no, porque claramente lo único que tenemos todos es opiniones ( la religión no niega eso), pero si afirma que todas esas opiniones limitadas, son representaciones naturales provenientes de nuestro histórico intelecto generado por la naturaleza misma en sus procesos naturales, osea todas nuestras opiniones son porciones construidas de esa verdad, y cada uno de nosotros posee ese conocimiento o verdad, en cuanto ya hemos interpretado la naturaleza que es parte de nosotros mismos, pero no podemos comprenderla, porque nuestro intelecto se remite a las capacidades cerebrales de nuestro organismo y sus sentidos.
El lenguaje científico no es más que la modernización de toda esta forma antigua de comprender el mundo, y la herramienta de comunicación entre ambas ha sido la filosofía. Siento que lo que ocurrió en la Edad Media simplemente fue resultado de la fusión de las mismas verdades, tanto religiosa como científica, que predicaban los mismos principios, pero al verse como opuestas, deformaron cada una a la otra, con tal de complacer a la opinión del momento, de una clara inquietud racional ante los misterios de la religión. De ahí que la modernidad haya ido tan en contra de los principios dogmáticos "deformes", y haya querido proponer un Dios más natural, o separado de la naturaleza. Pero lo que nuestra postmodernidad (Y la iglesia misma) no ha entendido es que no se trataba de la separación y extinción de Dios de nuestro mundo (es imposible, pues es el universo mismo y la esencia de todas las cosas), sino devolver a Dios al carácter más místico de la realidad, en cuanto lenguaje diferente a la ciencia, que busca comprender el misterio que evoca la existencia, y la naturaleza armoniosa y dinámica de esta naturaleza, que el hombre mismo debería afirmar con su intelecto, y buscar el balance y el Amor entre los seres para su propio beneficio, además de un amor por toda la creación.
También la modernidad buscaba entonces enfatizar que ahora le correspondía al nuevo lenguaje, osea la ciencia, investigar de manera mas minuciosa y metódica (menos especulativa) todos los fenómenos, y dar respuestas más organizadas y efectivas a los humanos, que nos sirvieran en todo nuestro desarrollo cultural. Esto porque la ciencia demostró que su lenguaje podía dar respuestas más precisas, y menos expuestas al error, ya que aunque el misterio de la existencia persiste, muchos otros misterios si pudieron ser "revelados", o mejor dicho despejados hacia explicaciones mas útiles para nuestras necesidades humanas. Sin embargo el positivismo y el materialismo, cometieron el mismo error dogmático de la Edad Media, creo yo, al creer que todo el error de la historia había estado en creer en Dios, ¡cuando Dios era precisamente la ciencia de la antigüedad! Osea que sin el mito no hubiéramos llegado nunca al logos, porque fue necesario para comprender la naturaleza misma y asombrarse ante los fenómenos que luego dio lugar a la filosofía precisamente. Pero el mundo moderno ha dicho que todo esto ha sido un error, porque se refieren básicamente a la Edad Media, y como si el cristianismo fuera la única religión del mundo. Como hemos visto tal pensamiento ha dejado miles de muertes en El Holocausto, y en el Tíbet, debido a la creencia de que la religión lo único que quiere es poder y dinero. Es cierto, que la religión como la disciplina de mayor conocimiento, era de mucho respeto y por lo tanto siempre estuvo ligado a los lideres de las sociedades, pero es totalmente falso asegurar que los dogmas lo único que buscan es la dominación, o la ignorancia de los pueblos, cuando precisamente fueron las religiones las que impulsaron las construcciones de la antigüedad (y con eso el conocimiento de ingeniería y matemáticas), crearon los calendarios, la astronomía, la agricultura, y regían todo el orden social y la ética, y precisamente buscaban el orden en el caos natural. No se puede culpar entonces al fenómeno religioso únicamente de los consecuentes errores de ligar ciencia con religión en la Edad Media, que sin embargo no fue tan oscura como todos dicen, ya que si hubo preservación del conocimiento, aunque si hubo segmentación.
Pero hoy en día claramente se puede ver que las religiones, aunque siguen teniendo un carácter político e institucional, su filosofía y dogma sigue basándose en el misterio de la existencia misma y en la búsqueda de un sentido y una ruta moral que adoptar dentro de la vida misma, y no lo hace imponiéndola, sino que simplemente esta ahí para el quiera unirse. La religión es casi que presente, no solo en todos los países del mundo, sino en todas las mentes del mundo. Es tema fundamental de la existencia humana, y no solo como algo negativo, sino como algo esencial en la comprensión de nuestra propia vida y muerte y en todos los fenómenos que nos rodean. La pregunta ontologica precisamente ha sido desvirtuada, especialmente después de Kant y dejada al plano de lo emocional, como si fuera un adorno del ser humano, cuando es parte esencial de su vitalidad, como pensaba Nietzsche, pero que precisamente nosotros hemos destruido, o "matado". Sin embargo religiones como el budismo o el hinduismo, que no han sido tan influenciadas por occidente siguen teniendo su carácter místico y armonioso con la naturaleza, y precisamente por eso se han puesto tan "de moda" para el mundo occidental, pero que para el mundo oriental no son una moda sino un deber, como cualquier otra religión, pero si lo viéramos de ese modo, seguramente ya no nos parecería tan "cool".
El mundo moderno lo único que ha logrado con desechar la religión, precisamente es desechar el carácter misterioso de la sociedad, ha desechado la metafísica y el misticismo de las sociedades y las convirtió en simples temas de circos y de ferias, en cosas de tontos y de ignorantes, en cosas de políticos y de capitalismo. Occidente ha hecho que el ser humano se deje de preguntar por el ser. Ahora la filosofía ya no es ni siquiera una disciplina importante en las universidades, y menos aun en el conocimiento mundial, y la tergiversación de la religión la ha convertido en simples libros de auto ayuda y meditación, y lo único que conocemos de oriente es el sushi y el yoga. Hay religiones intermedias precisamente entre Oriente y Occidente, como el Islam que reflejan esta enfermedad. Esta religión apenas esta viviendo las transformaciones capitalistas, y cada día más Occidente le "exige" a esos países que "liberen" a sus poblaciones del dogma, y que dejen de lavarles el cerebro, y nos hacen ver a los estados confesionales como culpables de sus ciudadanos pobres, y hemos satanizado a sus gobernantes, y ahora cualquier árabe nos parece un terrorista. Pero hemos visto que esto no es cierto. Las mujeres de las universidades turcas más bien luchan para que las dejen usar velos, y las sociedades islámicas son pobres porque la dinámica y la economía mundial funcionan a favor de los países capitalistas y materialistas donde el libre mercado sea lo único que rija las sociedades, y han convertido la religión en un objeto de dinero. Los países islámicos claramente se han visto influenciados por estas sociedades y sus tecnologías y la religión ha sido tachada de algo innecesario y un estorbo para el desarrollo, o para un consuelo de tontos y pobres.
Pero por dicha, tenemos más ejemplos. Podemos ver que países muy alejados de esta influencia, como Japón y China, aunque si fueron muy ayudados por occidente en su modernización, han logrado un equilibrio entre religión y sociedad, entre lo antiguo y lo moderno, como lenguajes distintos, aunque también como uno mismo. El carácter alejado y la creación de una autoindustria asiática ha llevado a estas sociedades ha desprenderse de la ideología occidental, aunque si han adoptado conocimientos universales, y tecnologías como Internet y lo digital. Desgraciadamente en China, aunque no llegó el capitalismo salvaje y alienante y estupidizante, si llego el comunísimo radical y materialista, que aunque de diferente mentalidad ética y económica, practica la misma filosofía pragmática y atea. Este comunismo claramente ha creado bastante conflicto y destrucción en lugares como el Tíbet, y las religiones antiguas de oriente, que se han mantenido casi intactas al mundo moderno. La intolerancia y la racionalización de la sociedad hicieron que la población dejara su carácter espiritual y se convirtieran en robots al servicio de la industria, aunque a diferencia de occidente, el chino, a pesar de todo esto, ha logrado seguir manteniendo una creencia espiritual importante.
Todos estos ejemplos, en los que no he mencionado America ni Europa, de los que ya estamos enterados, nos muestran que la religión no es hoy el componente dominante de las sociedades, como solemos afirmar ciegamente, y tampoco buscan dominar al mundo, lavándonos nuestras cabezas, porque claramente ha habido un discurso racionalista y moderno, que ha querido desechar todas estas ideas, como si nunca hubieran sido parte de nuestra humanidad, y las han querido desvirtuar, además, creando híbridos de las religiones, convirtiéndolas en simples instituciones de lucro y de superstición. No lo ha hecho un ser humano, lo ha hecho la historia misma. El choque entre religión y ciencia no fue balanceado por la filosofía, sino que esta tomó bandos, y al principio apoyó la religión, pero luego con la modernidad, traiciono sus propios principios y se fue del lado de la ciencia. Y cuando hablo de filosofía no hablo solo de los griegos sino de la filosofía oriental.
No podemos pretender que todo el asunto de la religión se trata de si Dios existe o no existe (en el budismo no hay dios por ejemplo, y la trascendencia es diferente), o de si la verdad existe o no existe. Creo, incluso, que nuestra propia arrogancia racional, nos transformo en escépticos y ahora andamos negando la verdad como si fuera un deporte, de quien logra insultar más a Dios, o quien logra dejar más en ridículo el absurdo de las religiones, desvirtuando el carácter místico de sus practicas y burlándose de los misterios de la existencia. Andan arrogantemente diciendo que ellos no conocen la respuesta, pero que no les interesa responderla, porque de todos modos no existe la verdad, cuando ni siquiera podrían hablar de la verdad si no supieran que es.
Creo que el problema del logos mismo, fue no comprender que su entendimiento de la naturaleza era el mismo al que querían llegar los religiosos pero con respuestas simples, en la que Dios representa el misterio que no puede ser resuelto de la creación y causa de todas las cosas. La filosofía y la ciencia se aliaron para refutar esto y empezaron a buscar cualquier argumento legal y jurídico para que la metafísica no pudiera hablar, ni siquiera balbucear sobre el ser. Llenaron de reglas y de lógica la naturaleza, como si la naturaleza ya estuviera totalmente calculada o medida, cuando ni siquiera han podido resolver el misterio del origen del universo.
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El problema de la verdad es el problema mismo de la existencia. La existencia es verdadera, y solo puede conocer la verdad aquel que ya esta existiendo. Nuestra comprensión e interpretación de la naturaleza, como ya dije, nos fue heredada en forma de verdades incompletas (opiniones) pero que son reflejo de la misma verdad, que es la naturaleza misma, pues solo de ella podemos sacar nuestro intelecto, (puesto que también somos materia y naturaleza) y por lo tanto lo que queramos afirmar como cierto es algo que interpretamos de la naturaleza, en este caso los fenómenos de la antigüedad.
Todo nuestro lenguaje y nuestro intelecto, están ligados al universo mismo y su existencia misma es creación de todo su intelecto, y su intelecto no se ha referido más que a ese mismo universo, y nuestros ojos no son más que espejos de como hemos organizado ese universo cada vez que hemos creado un concepto. Cada uno de los conceptos que existen, están en relación con la naturaleza, la representan, son algo de ella. Y la verdad no puede ser nada más verdadera que lo que al hombre le ha permitido siquiera pensar en ella, eso es su propia existencia. Su intelecto y consciencia posterior no es más que la porción de verdad que el ha tomado de esa existencia propia y la ha organizado para definirse como un “yo”, que convive con otros seres sociales y que comparten el mismo grupo de conceptos parecidos sobre su realidad. Estos paradigmas le han permitido a sus sociedades desarrollarse y generar más verdades parciales y seguir las cadenas de herencias y reconstrucciones a fin de que cada uno generara, a su manera, su propia verdad personal, y privada de la realidad, en cuanto cada verdad es mi propia interpretación de la realidad. Y todas estas representaciones ya son verdaderas en cuanto existen y en cuanto representan al universo mismo en mi propio intelecto.
Ninguna verdad personal es superior a otra, o es correcta, pues todas son la misma verdad, tomada desde diferentes puntos y esa única verdad que ninguno conoce verdaderamente es la naturaleza o el universo, que es a lo que los antiguos consideraban el misterio primario de todo, osea Dios. Y con naturaleza y universo no me refiero a lo que percibimos o conocemos de ellos, pues precisamente eso es nuestro pedazo de verdad y opinión que hay en cada uno, sino que la naturaleza misma y el universo mismo son esa verdad total, la suma de todos los entendimientos y de toda la naturaleza representada en ellos, en resumen, todo lo que abarca y no abarca nuestro entendimiento, y por lo tanto la causa misma de existencia de ese universo, que no podemos dar nosotros mismos con lógica nada más.
Las religiones, como ya dije, no han hecho más que agrupar, diferentes individuos en torno a verdades comunes, que sirvan para comprender la naturaleza y la existencia mejor, que si cada uno la interpretara a su manera, pero al mismo tiempo ha permitido la acción individual y el libre albedrío en torno a esa verdad. Por eso creo que es valido seguirse haciendo la pregunta por la verdad y el sentido de la existencia, pues es el sentimiento por excelencia del ser humano que se encuentra ante la realidad sin ninguna respuesta real, que no sea opinión. "Dios", en este sentido, no es una respuesta, pero si una afirmación de que el misterio existe, de que la naturaleza, osea "el", es incomprensible y que sin embargo la existencia misma, osea la naturaleza misma, por el hecho de ya estar existiendo, son bien supremo, osea omnipotente, y por lo tanto omnisciente de todas las cosas, osea la naturaleza misma ya es todas las cosas. Dios ya esta en todas las cosas y se hace “hombre” para representarnos como ser individual racional frente a los misterios de la vida. No nos ha dicho las causas pero si ha afirmado la naturaleza misteriosa de toda la vida y la muerte y les ha dado a los humanos las herramientas eso si de compartir la misma verdad, inherente a todos, y vivirla en armonía, osea con amor.
Esto no solo es una ética cultural, sino que representa todo el misterio de la vida, ya que el amor mismo puede considerarse precisamente como la causa de todo el movimiento de las cosas y de todos los seres, de la potencia y el acto, definidos como un bien, y no como un bien de obrar o de obedecer, sino como un bien de existir, osea de servir a la existencia misma en cuanto existentes, darle sentido tratando de religarnos a las cosas en vez de separarnos más de ellas, ya que el intelecto aunque nos separa, no está hecho solo para separar, sino que la sabiduría esta en aquel que sabe que la verdad está en la unión de todos los intelectos. De ahí que los psicólogos hablen del inconsciente colectivo, esa verdad superior que ya esta presente en todas las inteligencias humanas y que comparten el mismo carácter histórico y de irracionalidad de la existencia, en cuanto somos materia todos y existimos todos. No importa si es objetivamente o subjetivamente, el todo sigue siendo todo, este separado de nosotros o no. La verdad, no es alcanzada por nadie, pues nadie es dios, pero el ser humano no puede renegar de ella, pues es renegar de el mismo, no en cuanto idea, sino en cuanto acto "ya existente", "ya ocurriendo", en cuanto ya estoy afirmando algo que ha sido interpretación histórica de conceptos que me han sido heredados y por lo tanto lo que ya digo es algo de la naturaleza. Ya estoy diciendo algo en mi intelecto, osea en mi organización mental de la realidad por medio de mis sentidos. Y en tanto eso, estoy diciendo una verdad limitada, una opinión, pero sin embargo ya soy la realidad completa, en cuanto hablo, porque solo habla algo existente no porque yo lo diga, sino porque ya esta pasando.
La verdad existe en cuanto ya la dije, porque estoy siendo algo para decirla, y solo podría decir algo verdadero el que es, porque si no fuera, no podría decir nada. Decir que la verdad no existe es contradicción del terco, que prefiere seguir preguntando a la nada, ya que los únicos misterios que va a poder resolver, son los misterios de la naturaleza y de los conceptos que el ha armado en verdades limitadas. Pero el misterio de la naturaleza misma es incapaz de responderlo, porque él mismo se lo impide, y es incapaz de buscar una solución sin que esta implique otra que la provoque y así hasta el infinito. Y sin embargo sí encuentra la verdad, porque la pregunta se convierte en su verdad, en cuanto la pregunta se convierte en su acto de existir, y aunque niegue la verdad, ya la esta afirmando, y nadie es dueño de su existencia misma, porque es absurdo que alguien sea dueño de su existencia, como si el intelecto se lo permitiera. El intelecto no es una caja, simplemente es una cualidad de un ser pensante, y la existencia no es el argumento mismo. Yo no soy dueño de mi existencia solo porque así lo afirmo, sino que la existencia no es de nadie, porque ya toda la existencia es una sola cosa, es toda la naturaleza y nuestras mentes solo han creado construcciones interiores temporales y limitadas sobre la realidad, que llamamos un “yo”, y que nada verdadero pueden decir de ella, mas que opiniones, pero que si comparten todas un carácter verdadero en cuanto existen, y solo pueden compartir conceptualmente ese misterio en cuanto algo irracional que no pueden comprender, y físicamente expresarlo en emociones propias de la naturaleza que los controla como el amor, la tristeza, o la angustia.
Aquel que quiera seguir preguntando que lo haga, pues ya ahí es verdadero, pero que no critique al que afirma que la verdad existe, pues es más terco el que no la ha visto mientras habla, y nadie es ignorante, pues todos lo somos, y no existe un tal rebaño de obedientes, pues la oveja que se escapa y se cree "libre" no es libre en cuanto sigue existiendo como oveja. La verdad no existe porque alguna religión la invento. Todas las religiones predican la verdad, en cuanto comprenden que esta es el misterio irresoluble de la existencia humana, todas comprenden que es el acto mismo de estar en el universo, en la realidad o en los sueños, lo que ya nos hace verdaderos, porque la verdad es todo, no puede ser parcial, y la idea que tenemos de la verdad siempre es parcial, pero el acto mismo de haber pensado esa verdad, y el acto mismo de existir del que piensa esa verdad, que no controla el mismo, ya lo hace comprender de cierta manera esa verdad, y le “hace sentir” devoción y amor hacia todas las cosas ya que comprende que todo esta entrelazado en cuanto todo es materia, y todo es existencia, y el argumento y la opinión de cada ser humano es incapaz de expresar algo mas verdadero que eso, y es incapaz de negar algo que ya es verdadero. Toda la materia esta unida, nada la separa más que nuestro intelecto. No hay espacio ni tiempo más que en nuestras mentes.
Por eso creo más en la frase de Parmenides que curiosamente le fue “revelada”: EL SER ES, EL NO-SER NO ES. El argumento lógico de todo esto es: todo es ya, y todo lo que pensamos es lo que es, porque pensar es ser lo que se es, y la nada no puede ser pensada porque ya todo es todo. Y sin embargo la Doxa existe cuando alguien afirma lo que no es, osea cuando alguien afirma que lo verdadero es precisamente lo que no es el todo, osea cuando alguien afirma lo particular, osea cuando alguien niega la existencia de la verdad. Y el discurso logocentrista desde tales días se fue tergiversando en cuanto no quisimos oír la verdad, y preferimos vagar errantes en nuestra doxa. Y sin embargo creemos que hacer filosofía es precisamente no encontrar la verdad, cuando realmente hay un camino a la verdad. Lo que si podemos hacer es criticar a aquel que no tiene la verdad, como el que niega al ser mismo. Kant negó esa posibilidad, y todo el discurso moderno lo ha hecho. ¿Porque citamos tanto a los griegos entonces, si renegamos todos los principios fundamentales, y solo tomamos los que más nos convienen? Las religiones predican la verdad. No la crean. Cada una crea su propia verdad en cuanto poseedoras de la verdad seccionada. La construimos de verdades reconstruidas que provienen de la verdad misma que es la naturaleza creadora y dinamica de todo lo que hay, tanto de lo que percibimos como de lo que percibe. La religión solo nos permite recordar los principios de existencia de tal verdad, osea el comportamiento adecuado que deberían efectuar seres con la capacidad de caer en la testación de destruirse los unos a los otros por medio de la razón y la subjetividad de la verdad, osea de la destrucción de ésta.
Por eso propongo, en vez de desechar las religiones, ya que sin darnos cuenta, desechar el cristianismo es un acto de desprecio a la religión en si que predica la verdad, deberíamos permitir el entendimiento filosófico de ambos lenguajes, el científico y el religioso, que se fundamentan en el mismo universo y la misma naturaleza, osea el mismo Dios, ya que el mito y el logos son una relación padre e hijo innegable, y que siempre existe, porque el hijo eventualmente termina siendo padre, y así hasta el infinito, y lo que para nosotros es logos, para otros será mito y así por siempre. He ahí el misterio de la trinidad, representado en la historia misma, ya que tanto la religión ha atacado la ciencia como la ciencia ha atacado el mito, sin darse cuenta que son lo mismo. El espíritu que mueve todo nuestro conocimiento es precisamente la existencia, o el amor, o la aproximación de las cosas, o Dios mismo, como quiera verse, porque todos son lo mismo. TODO ES TODO.
Sin embargo acepto que hay religiones que se han enfermado gravemente, como el cristianismo. Algunos afirman que ya murió, o que la asesinamos. Pero yo creo que nada muere en este universo, tampoco hay nada vivo realmente, solo hay una existencia (lo que antes llamaban vida precisamente, en la Biblia), y es total, y sufre el que va en contra de los principios de esa existencia y esa naturaleza, y obtiene paz aquel que ama y logra buscar religarse con todas las cosas, con aquello que en principio se ha separado, pero que es uno en esencia, y será uno al final de los tiempos, osea nuestra propia existencia. Y muchos pensaran que esta es solo una verdad para consolarme, una idea que los humanos han creado. Pero de donde nacen las ideas si no es de la verdad misma? (Osea la naturaleza), Y si no soy yo esa naturaleza, entonces tendría que desaparecer, pero no ha ocurrido, en cuanto eso solo es posibilidad, y la existencia es necesidad que no dejará de ser a pesar de la razón misma, que es temporal y limitada.
El reconstruccionismo, o reparacionismo es así, la manera en que veo yo, hemos llegado a construir nuestras verdades limitadas en la eterna transición del mito al logos, y luego del logos al mito, reparando y reconstruyendo verdades heredadas, todas sin embargo ligadas a la búsqueda de la verdad. Entonces nuestro conocimiento, es lo “feo”, lo imperfecto, lo reparado, la opinión, la parte en relación al todo, y al mismo tiempo somos “feos” en relación a lo “hermoso”, que es lo verdadero, osea el todo al que comparamos nuestras opiniones. Opiniones en relación a que? En relación a la verdad, al origen de nuestras verdades, y de nuestros, pedazos, puesto que los pedazos tienen que tener un todo del que ser pedazo, una verdad de la cual ser opinión, y esa es la naturaleza ordenada (caótica para nosotros), que hemos desordenado (ordenado para nosotros) en nuestras cabezas. Porque si vemos bien, es afuera donde están los originales de las ideas, los conceptos, los sentidos, las cosas, tal como son, incluidos nosotros mismos. En cambio es dentro de nuestro intelecto donde hemos digerido y revuelto esas ideas, organizado a nuestra propia manera a base de remaches y parches y creado un caos verdadero, una aproximación a la verdad, un “casi”, siempre un “casi” lo feo siempre es casi, pero no la cosa en si. Como dijo el pirata Morgan: “Casi es lo mismo que nada”
El pensamiento es una “nada”, un vacío, porque realmente son un montón de sinapsis y conexiones, que sin embargo podemos percibir como cosas percibidas, que realmente no estamos percibiendo, sino creando, digiriendo, y desechando en forma de palabras. Representan una “nada”, porque solo son una reconstrucción del afuera, mezclada con nuestros propios jugos mentales. Nuestras ideas no son más que bolos alimenticios que se convierten luego en excremento, osea palabras. Y solo decimos mierda, cuando lo que intentábamos decir era manzana o el objeto real de esa manzana. Vemos el pensamiento y sin embargo no esta ahí. Nuestra realidad es real, porque aquí estamos existiendo, sin embargo, existimos sumergidos en un espejismo temporal, sin una temporalidad real más que en su propio tiempo, que solo se puede sostener e impulsar en lo eterno. Una realidad que parece dual cuando en realidad ya es una. La nada y el todo conviviendo juntos. El ser y el no ser en una sola afirmación, como predicaría Parmenides. Verdad revelada por una diosa, y al igual que él en todas las religiones. EL SER ES, EL NO SER NO ES. El todo existe, y la nada no existe. La verdad no es el contenido, sino la oración misma, que contiene ambas verdades parciales, que no podemos comprender como una sola, sino como separada, letra por letra, un remiendo en nuestra cabeza de una verdad dicha, pero que nosotros hemos interpretado. No comprendemos y solo hemos de servir al fin último de esta verdad, pues ya lo hacemos, sea cual sea nuestra decisión. La famosa frase de Jesús seria interesante para terminar: “Dichosos los que creen sin haber visto.” Aunque no me he referido a otras religiones, sobreentiendo que el principio sobrenatural es la base fundamental de el creyente, en cuanto entiende que no es sus sentidos y su intelecto simeplemente lo que lo compone, sino aquello mas verdadero, lo que lo hizo pensar, los subyacente a la realidad. No podemos negar lo que ya es parte de la humanidad misma en el desarrollo de su conocimiento, como muestran los autores Mircea Eliade o Carlos Castaneda. Negar el problema o al sencillez de tales practicas, solo refleja una ignorancia y conformismo, sobre la realidad, en cuanto preferimos un universo incompleto y coherente, mientras que el religioso prefiere un universo completo e incoherente, pero que precisamente es completo y coherente en la practica, en la plenitud del ser en cuanto lo que esta existiendo.
ORLANDO A. MORALES CARRILLO.
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