Murió Claude Levi Strauss, sobrevivió al estructuralismo, por María Vidal

Murió antes de pasar a esa categoría de "más de 100 años", y no de soledad sino de productividad, de aportes, de ideas, de modelos, de interdisciplina... El 28 de noviembre hubiera cumplido esos 101 años que lo pondrían en la antes mencionada categoría...

El maestro de tantos...Sin duda de los estructuralistas que lo tomaron como referente, junto a Ferdinand de Saussure, ya gran paradigma para el filósofo-antropólogo.

La idea que tenemos unas cuántas generaciones acerca de qué cosa es un antropólogo tiene en Levy -Strauss su modelo. Esa postura teórico-vital de irse a vivir, a convivir con los pueblos estudiados en su diario quehacer primero, en la postulación de sus "estructuras" diversas: de parentesco, de intercambio, de rituales de iniciación, del tabú del incesto, de unión matrimonial, estructuras significativas de pinturas faciales, concepciones de mundo, luego....Los MITOS como "estructuras dinámicas" y producidos, siempre por una contradicción social, y que concibe como una tercera dimensión del lenguaje, superando la contradicción entre langue y parole, mitos que estudió en su estructura recurrente, dan lugar a esa "unidad mínima": que utilizaron los estructuralistas estudiosos del relato: el "mitema" o "mitologema".

La idea de que "todo es relato" y del "Análisis estructural del relato" que lidera Roland Barthes y otros narratólogos estructuralistas( Jakobson, Metz, Greimas, Genette, Todorov, etc.), se apoya en las postulaciones de este gran científico y filósofo, junto a las del lingüista denominado también: Padre del Estructuralismo, Ferdinand de Saussure.

Levy-Srauss convivió con la única raza que reconoció: la raza humana, en diversos territorios del planeta. Jamás cedió a la idea de que fueran "primitivos o salvajes" como se las veía en Occidente.
Regiones de América indígena, la Amazonia del Brasil, hoy tan esquilmada por el interés económico sin miramientos, sin respeto al equilibrio ecológico, los sitios más recónditos pero que presentaron algún interés antropo-lógico, para quien, sólo quiso saber, analizar, describir, conocer con el respeto que, hoy, ya no nos es lo habitual.

Él mismo, en entrevista antes de dejarnos afirmó: "este mundo ya no es el mío"...qué triste. Y no sólo porque hoy tenga 600 millones de habitantes frente a los 150 que él pudo concebir (también lo dijo) sino porque las prácticas de avasallamiento, de desprecio a su querida y estudiada "raza humana", le indicaron que éste ya no era su mundo, que él no lo comprendía...

Que un talentoso y referente de un pensamiento que permeó a todas las ciencias sociales durante varias décadas nos abandone con tal desencanto e incertidumbre, nos debe hacer reflexionar.

Levy -Strauss era como una "figurita repetida" en las clases de Teoría Literaria, ya que aparecía vinculado no sólo a los estructuralistas de los `70 sino también, como epígono del pensamiento de Vladimir Propp, analista del cuento popular ruso y sus secuencias, y sus unidades, unos cuantos años antes. Levy-Strauss lo leyó y tuvo en cuenta esas fijas 31 unidades del relato, del cuento popular ruso que postuló Propp. Esas que se repetían como acciones, funciones, independientemente de qué parsonaje las cumpliera. Actantes les llamó luego Greimas.

Con esas lecturas, sus descubrimientos o postulados, el deslumbramiento con la teoría lingüística de Ferdinand de Saussure y sus propias investigaciones, propuso una "Teoría fuerte" que fue tomada por muchos teóricos connotados como paradigma del "giro" que los estudios sociales y literarios necesitaban, en respuesta a posturas impresionistas y a-científicas.

El modo de pensar, abordar y construir -siguiendo a de Saussure- los "Objetos de estudio" de cada ciencia, fue de su cuño. Un científico que aportó teoría para todas ellas.

Se involucró también con la Teoría Literaria en estudios que realizó junto a Jakobson de estructuras o constantes presentes en diversas obras.

Hoy sentimos mucho su pérdida, pero admitimos sus dichos. Fue y trabajó y aportó en "otro mundo" Éste que padecemos, en muchos sentidos, y que ya no es el suyo, independientemente del legado inmenso que nos deja.
Estamos seguros de que seguirá siendo un autor insoslayable para los estudios sociales y, para todas las disciplinas que de él se nutrieron y con las que él, también, se involucró.