martes, 11 de mayo de 2010

Sobre los límites, Eduardo Coli

Someras reflexiones sobre la libertad, el presunto libre albedrío (primera parte)

Sobre los límites

La vida, la realidad viviente no tiene límites, no conoce de límites. Los limites son una condición, construcción, impuesta inaugurada por la visión, división mental, de los hombres, que precisamente no son libres, y entre otras cosas, estos proyectan su condición, sus limitaciones, sobre la realidad observada, seccionada segmentada por tal acción limitación del observador.

Haciendo posible, (legal) la división y la dominación, entre las partes previamente aisladas. Segmentadas, es decir concebidas y creadas por la acción, intervención y participación del observador, que se ha aislado diferenciado de la totalidad, inaugura su dominio, él estatus de su ser y hacer, en oposición a lo que se enfrenta se resiste, de lo que se diferencia.

Si ay límites, es sensato reconocer la falta de libertades, repartir y pregonar la igualdad, el pan, entre los prisioneros, los reos, los atados y ceñidos, a sus cruces, a los límites de la fuerza, que comprende y determinan nuestro cautiverio, espacio refugio de observación, exención de la totalidad. Esto implica muchas veces una lucha un esfuerzo, una proclama política.

Las intenciones, los grandes y elocuentes discursos, de igualdad para la libertad, en un contesto de límites y limitaciones implica la demagogia subliminal.

Las condiciones, los cantos de sirenas de la política, como aquellos que adhieren a su encanto, a su fuerza, que implican sumarse a un grupo, a una participación, contenida y limitada, no implican, comprenden un comportamiento libre.

Muchos confundimos un simple y limitado elegir, entre un numero de posibles, co-sumarse, co-adherirse a distintas fracciones, fuerzas limitaciones, existentes, en puja, como un acto, de parte de las limitaciones de uno, de suma libertad.

Cuando se habla de libertad y de derecho, se habla de la libertad y los derechos, o de las condiciones que unos cuerpos, coalicionados ejercen en el dominio el empleo y la dominación, de su fuerza y poder sobre los otros. De disponer de los otros cuerpos y agrupaciones, previamente circunscriptos, limitados a una condición, división de la realidad, reducida reconocida, como previamente y mentalmente recortada y calificada como no libre.

Imposible atribuir libertad a una posición, a un cuerpo, a un ente, aun campo aislado y limitado.

La libertad que se le atribuye a la fuerza y el poder, de inclusión o exclusión, que como tal ejerce, un gran cuerpo, un ente, un campo, sobre todo otro cuerpo, es decir, sobre las otras posiciones, los otros cuerpos los otros campos, menores, es una libertad relativa, de la física, circunscripta, limitada a las leyes de los cuerpos, y las partículas fuertemente estables.

La comunicación entendida como intercambio, transmutación de información, energía, materia sutil, sensible, rompe con las posiciones y las limitaciones, de los cuerpos, los espacios, los estados, firmemente estables, ligados, inalterables.

La atracción, la fuerza y la fusión, como la concentración y la acumulación, son capacidades inherentes y posibles a los cuerpos, a la materia, estable, cuando se ha roto un equilibrio o se hace imposible sostener y mantener un equilibrio entre los mismos.

En tanto sea posible escapar a un influjo, a la atracción de una fuerza de arrastre, desprendiéndonos del cuerpo , abandonando la posición , la dirección, de la concentración, tal vez recién se pueda argüir o esgrimir la posibilidad de haber alcanzado, una sutil, sensible y posible libertad.

Los que necesitan de un cuerpo, de una realidad, de una estable artificial, construcción. Necesitan de la conservación, tanto como dependen de un espacio mental propio. Y, imperiosamente en función de los mismos serán movidos y arrastrados, animados por las condiciones externas, en tanto cuanto aun dependen y no sean capaces de libertad.

Ya que se hallan atados adheridos a su piedra, a rotar sobre su núcleo, a la propiedad de la materia inmutable, conservada acumulada por sus fuerzas. En tales condiciones se orientan, manejan y dependen de las cosas y sus posiciones y por ende carecen de libertad, al no poder prescindir de su masa.

Al hallarse encadenados a su construcción, posición cuerpo arquetipo mental.

Estas posiciones y estos cuerpos arquetipos mentales están sujetos se hallan sujetos, tanto como cumplen con las mismas y / o similares leyes que cumple la materia bruta, concentrada pesada, complejas posiciones y estados mentales no visibles, que no se, si no son mas densos y estables, que los estados de la materia visible.

La materia viva, viviente y organizada fluye trasmuta corre actúa, se manifiesta a través de la materia, no desde la materia. Mala creencia o convicción de que actúa de una posición, un lugar, una localización concreta, concentrada, limitada, inmutable, física y espacial.

La manifestación viviente de mi cuerpo es muy extensa y rica, para precisar desde donde, y hasta donde, se seguirá a su modo manifestando.

Como ya e manifestado, la materia viviente y organizada caréese de limites. La visión limitada de la misma se desprende y depende de la posición del prisionero, que creé posesionarse de ella y su imagen, y por lo tanto cree verla, como entenderla presa y limitada, subordinada explotada. Por la supuesta libre voluntad, por la penosa torturada imagen, construcción de su captor, del reo, el esclavo invisible, que no la entiende, aunque la observé.

Los limites; son una construcción psicológica, que comprende el arquetipo, el peñón mental, poco mutable del hombre.

Es una propensión del preso, que probablemente, proyecta impone y exige su condición, que la realidad se adapté a los requerimientos y sentimientos de si.

Y esto es exigido, o una exigencia, que se impone, desde muy temprano, al ver, ser, de todos, como condición previa, imprescindible, para la integración, participación social, cultural y política, de los reos, que por desgracia son mayoría.

Esto se puede concebir, como el gran entrar, en el gran advenir, en el mundo de las cosas, de las posiciones, las celdas y las limitaciones de los hombres.

Toda nuestra experiencia del mundo, se reduce a la observación desde un campo, espacio mental, sostenido, custodiado por nosotros, a mirar y contemplar, totalmente consternados, por la ventana, lo que no se comprende, no se acepta.

Y es y ha sido, cosa fundamental, el gravitar limitado, atado a un arquetipo mental, para el desarrollo del capitalismo, para la organización y construcción social, histórica, colectiva, domínate.

Historia que Implica y comprende, el orden y la dominación, la organización y la administración colectiva, entre las partes, como el martirio, la suerte y el sufrimiento, entre el reparto de los procesados.

Los limitados, son campos espacios de mucha fuerza y poder y como tales son dominados, sujetados por otros campos y espacios de mucha mas fuerza y poder, como los colectivos, los sociales, los institucionales.

Estos limites, los personales se disocian, se rompen, se pierden y extienden, olvidan extrañamente, en parte, a través del alcohol y / o ciertas sustancias. Abecés otras tantas, por el fenómeno de cierto enamoramiento o amor, que nos pueden hacer naufragar y perder, en un océano de sensaciones y dulce locura.

Como creados operados sostenidos por nosotros, conciente y inconscientemente, involuntaria y voluntariamente, también pueden ser abiertos por nosotros.

Esto es, todo un problema, porque implica abandonar, perder el orden, nuestro lugar, nuestra posición, fijación, limitación, en la estructura y la organización social.

En parte implica abandonar, las garantías, la seguridad y la estabilidad, el orden y la realidad, social-cultural-histórica, domínate.

Algo imaginable a los halcones y las águilas, cuando se deciden a lanzarse, aventurase, al vació, abandonado, desprendiéndose, de la seguridad y las garantías, del nido.


Ay toda una reglamentación, una cultura jurídica conceptualmente establecida, sobre las cosas que son y las cosas que no son , sobre las que se permiten y se hacen, y las que no se permiten y no se hacen.

Salirse, abrir los límites, implica una gran desorientación, en un gran campo, océano de sensaciones y fenómenos, no enmarcados, no dominados, ni parcializados, es decir, no limitados conceptualmente.

Es como estar sumido en la antiquísima tierra sin límites, en el gran campo, océano, universo arcaico de todos.

En donde no se distingue, naufraga y se confunde, lo de uno y lo de otro, trasmutándose en constantes y distintas cosas.
En que desconozco, no distingo quien soy, que soy, de quien soy, que no soy, donde pueda empezar, donde pueda terminar mi ser y no ser.

Estaría por lo tanto naufragando, constantemente encontrándome y perdiéndome, en una realidad, falto de realidad, concreción o limite.

En un caos de cosas y no cosas, de sucesos evanescentes, en un orden organización de sensibles sensaciones y emociones.

Invirtiendo las cosas, al vivir experimentar el interior como el exterior, el exterior como el interior, transitando trasmutándome sin limites, conciente y emocionalmente viviendo el sueño y la magia del mundo exterior, como el sueño de la realidad interior, negado ahogado y reprimido por mis limites.

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