viernes, 11 de septiembre de 2009

José de San Martín, la prueba del ADN del General (por Carlos Freytag)

En este texto el autor, Carlos Freytag, docente y abogado argentino, miembro desde hace pocas horas de Red Filosófica del Uruguay, nos instruye ampliamente sobre la identidad mestiza...mezcla de sangre guaraní y europea, del procer argentino José de San Martín y de los intentos persistentes que siguen existiendo por ocultar esta identidad mestiza...(¿por motivos racistas, tal vez?). Un placer la lectura...

San Martín , la prueba de ADN del General y otras pruebas

Como muchos de los lectores saben, desde estas páginas hemos promovido la investigación de la verdadera identidad del General José de San Martín. La presunta filiación de San Martín, que aprendimos de la historia oficial y sus titulados padres Juan de San Martín y Gregoria Matorras, está severamente cuestionada por investigaciones de distintos historiadores.

Quién ha ido más lejos y más profundamente en este tema es Hugo Chumbita, quien en su libro “El Secreto de Yapeyú”, ha revelado con fuentes orales, documentales y de interpretación integral ,que los verdaderos padres del prócer serían el marino español Diego de Alvear y Ponce de León y su verdadera madre la aborigen guaraní llamada Rosa Guarú o Rosa Cristaldo, como se la habría bautizado posteriormente . Los San Martín serían solamente sus padres adoptivos por propio encargo del marino, su padre biológico.


Para determinar fehacientemente este aserto, un grupo de personas, avaladas por 2000 firmas de distintos ciudadanos, hemos solicitado ante la Secretaría de Cultura de la Nación la realización de una prueba del ADN del prócer para compararlo con una muestra de un descendiente de la familia Alvear, quien ha hecho donación de sangre a este fin.

Con este método se podría establecer fehacientemente la procedencia de San Martín y si pertenece o no al linaje de los Alvear.


¿Por qué el análisis del ADN?


Mediante esta prueba se puede establecer si entre dos personas hay coincidencia de linaje, por ejemplo si uno desciende de otra persona, como ser hijo o nieto, dado que entre ellos existen marcadores genéticos comunes. Es necesario comparar dos pequeñas pruebas de tejido o en caso que ambos estén vivos, basta con una muestra de sangre y de esta manera el análisis se hace posible.

Hago referencia a esto último porque solamente se retira una pequeña parte de tejido de un cuerpo fallecido – del tamaño de un dedal – y con eso se puede practicar la prueba, sin que signifique una alteración del cuerpo, argumento este que han esgrimido los que se oponen al ADN del prócer, su presunta alteración.

El análisis o la prueba del ADN es de una confiabilidad muy alta, ya que entre dos personas (por ejemplo padre e hijo) se puede establecer si pertenecen o no al mismo linaje con un grado de certeza cercano al 100 %

El ADN (Ácido Desoxirribo Nucleico) constituye una huella genética única para cada individuo que viva o que alguna vez haya existido sobre la Tierra.

Los niños heredan el ADN de sus padres biológicos. Exactamente, la mitad proviene de su madre y la otra mitad exactamente de su padre.

Por esta razón es posible establecer las conexiones biológicas familiares.

Esta disciplina científica biológica se ha desarrollado particularmente en la Argentina a partir de los estudios de las restos de prisioneros muertos durante la última dictadura militar y la necesidad de establecer el parentesco con las familias vivas y los descendientes de los desaparecidos en particular, muchos de ellos bebés nacidos en cautiverio, entregados a otras familias.

En la historia mundial se conocen varios casos de estudios de ADN de personajes históricos y ello ha venido a echar luz sobre aspectos negados de la vida de éstos. Ellos son por ejemplo el niño muerto en la prisión de Temple de París, el que se probó era hijo de Luis XVI y María Antonieta. El corazón del pequeño sirvió para demostrar que era el heredero de la corona francesa.

Otro caso emblemático es el del nazi Joseph Mengele. Una prueba de ADN confirmó que el cuerpo enterrado en el cementerio de Ambu (Brasil) era el del exterminador de Auschwitz.

Otros dos casos fueron el de Cristóbal Colón y el de Thomas Jefferson.

Del primero de éstos, la importancia era echar luz sobre el misterio de dónde estaba enterrado el explorador, si en Sevilla, España , o en Santo Domingo, en América Central. Y aunque el análisis de ADN se realizó, sin embargo la duda continúa , y creo que tiene que ver con la utilización de las muestras para su manipulación política.
José Antonio Lorente, experto forense de la Universidad de Granada, para aventar todas las dudas sobre la manipulación de los restos del Almirante, dijo que a los fines del análisis : "Tomaremos trocitos del tamaño de un garbanzo".

En el caso de Thomas Jefferson se trataba de averiguar la filiación de los descendientes de un mulato, presunto hijo de aquel, con una esclava suya Sally Hemings. Al menos el primogénito de la mujer, Eston, era hijo de Jefferson, redactor de la Declaración de Independencia de EEUU, que además era ardiente defensor del esclavismo.

Similar caso es el de George Washington, líder de la Independencia de Estados Unidos, quien habría concebido con su esclava Venus a su propio hijo mestizo de nombre West Ford.,que gracias a un estudio de ADN pudo ser acreditado.

¿Quiénes se oponen al análisis de ADN de José de San Martín?


Entre los que se obstinan en negar las pruebas sobre la filiación mestiza del prócer se encuentra el Instituto Nacional Sanmartiniano.

Este Instituto que nació por un loable propósito de investigar todo lo relativo a la vida y obra del ilustre prócer, sin embargo , cumple una función censora, llena de prejuicios de todo tipo. Desde este sitio, cierran filas contra toda investigación que afirme que el prócer pueda ser hijo ilegítimo, por ser descendiente de una unión accidental de sus padres biológicos; que sea mestizo, que es otro prejuicio de carácter racista que campea fuerte en nuestro país y en particular en los círculos conservadores.


Este Instituto tiene un carácter de organismo asesor. Y sus conclusiones no obligan a la Secretaría de Cultura de la Nación, de la cual depende. Pero evidentemente que ejerce un poder que los funcionarios no quieren enfrentar.

Asimismo el Instituto Sanmartiniano se ha pronunciado con una declaración- que cualquiera puede ver en la página web de este Instituto- cerrando filas en la opinión de algunos de sus miembros, en contra del estudio de ADN del prócer.
Resulta al menos curioso que esta Institución que tiene un carácter público, y que es solventada con fondos del presupuesto nacional, tenga una posición tan dogmática y cerrada, y renuente a cualquier otra opinión que no sea la suya, cuando su finalidad es la investigación sobre la vida y la obra del prócer. De esta forma han convertido al Instituto Sanmartiniano en una especie de “partido político” con la idea de que de esta forma defienden a San Martín.
En realidad San Martín no es patrimonio de ningún grupo, ni de ninguna persona, más allá de las buenas intenciones. Nosotros creemos que a San Martín no es necesario defenderlo, porque lo hace por sí mismo, ya que tiene sobrados méritos para eso. A San Martín hay que practicarlo para lo cual es preciso conocer su vida y su verdadera historia. Y practicarlo es una palabra con mayúscula.
Y la actitud del referido Instituto – que obstinadamente niega las diferentes pruebas existentes sobre la sangre indígena de San Martín – justamente, por eso, hace más necesario la realización del análisis del ADN. Es gracioso, pero es justamente eso lo que busca evitar


Téngase en cuenta que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, por resolución unánime de sus miembros, proveyó una resolución donde recomienda al Poder Ejecutivo que se profundice la investigación del presunto origen mestizo del General San Martín.

Y el Instituto Sanmartiniano, a pesar de ser un organismo público, con su conducción actual hace precisamente lo contrario, obstaculizar dicha investigación.

Sin embargo, la Secretaría de Cultura de la Nación, en el año 2002 (D 1628/2002 ), 2005 (D 90/2005) y presuntamente en el 2008, cuando vencía su mandato, prorrogó la actual conducción del Instituto, lo que demuestra lo poco que le importa las recomendaciones de la Honorable Cámara de Diputados.


Vamos a referirnos a algunos de los dichos del Instituto Sanmartiniano para restar veracidad a los argumentos sobre la identidad mestiza del General San Martín. La refutación de otros argumentos históricos del Instituto lo podrán encontrar en la publicación Cuaderno Isquitipe Nº1 de lo que informamos más abajo.

Una de las pruebas más significativas para la veracidad del origen mestizo del General San Martín son los testimonios orales que existen en Yapeyú, donde nació el prócer. Allí se ha conservado, en la memoria de muchos habitantes, la certeza de que su madre real era la indiecita guaraní Rosa Guarú.

¿Porqué sostenemos que es significativo ese testimonio? Porque la memoria oral logró conservar la verdad trasmitida de padres a hijos, hecho éste escondido a medias en los hogares de Yapeyú, que saben lo que significa revelar secretos que la sociedad oficial se empeña en ocultar.

¿Cómo pudieron saber los antiguos habitantes de Yapeyú que Rosa Guarú era su verdadera madre? Muy sencillo: PORQUE LA VIERON EMBARAZADA y posteriormente se habrán enterado que dio a luz, porque es algo que requiere ayuda de otras personas y porque la misma madre habrá manifestado con orgullo su maternidad.

Todo esto sucedía en un pueblo de pocos habitantes donde todas las novedades se comentan. Así también pueden haber sabido que Gregoria Matorras no era la madre de este niño porque NO ESTABA EMBARAZADA, inmediatamente antes de producirse su nacimiento.


Ahora con respecto al padre: ¿podrían saber quién era su verdadero padre? Les recordamos aquella frase que viene desde los juristas romanos que dice en materia de filiación: “madre cierta, padre incierto”. Esta es una verdad biológica: la madre es la que parió el hijo a la vista de todos; el padre puede o no estar presente, puede conocerse o no.


El lógico que el padre biológico de San Martín – en la investigación que hacemos referencia- Don Diego de Alvear y Ponce de León, no aparece reivindicando públicamente la paternidad. Hombre español, militar de prestigio, soltero, tal paternidad no era condescendiente con su condición y las costumbres de la época. Pero sin embargo, también se sabe, que habría pedido a los San Martín se hicieran cargo de darle su apellido al pequeño José Francisco y que él -Alvear -se haría cargo de su educación militar, lo que no sería posible en la época si se trataba de un niño mestizo. Así, la verdadera relación de los San Martín con José Francisco sería el de padres, verdaderos padres de crianza, pero padres adoptivos, a quien le dieron su apellido, por las convenciones sociales.

Esto puede ser una clave para entender porque la partida de bautismo en Yapeyú de San Martín no existe.
Algunos sostienen que la partida de bautismo de San Martín se habría perdido porque algunos años después los invasores portugueses quemaron los libros parroquiales. Pero falta demostrar que la partida de bautismo verdaderamente existió y que,por ende, estaba en los libros quemados, que es otra cuestión.
Lo cierto es que la familia San Martín se ausentó de Yapeyú antes de la quema de los referidos libros; ellos llevaron a Europa consigo las partidas de los restantes hijos del matrimonio. Faltan la de dos de ellos, una de las cuales es la de José de San Martín.

Hay razones para suponer que la partida de bautismo nunca existió.

Siempre siguiendo un método conjetural, resulta poco creíble que Juan de San Martín -máxima autoridad de Yapeyú- fuera a reconocer la paternidad de José Francisco en el acta de bautismo, si como dejamos dicho TODO EL PUEBLO DE YAPEYU SABIA QUE LA MADRE DE JOSE FRANCISCO ERA ROSA GUARU.

O sea que lo que se trata de comprobar aquí con la investigación de la filiación de San Martín es la ocultación de su verdadera identidad, donde los otros documentos civiles del General, están en consonancia con esta ocultación, porque así convenía a las convenciones sociales, militares, etc ,de la época.

Sin embargo lo que argumenta el Instituto Sanmartiniano es la falta de prueba documental sobre la filiación, cuando los documentos existente tienen el propósito de ocultar su filiación biológica.

Verdaderamente ,un despropósito de los presuntos especialistas en la historia del prócer.


La prueba documental –a la cual la práctica y doctrina jurídica actual le da amplia validez- no se aplica en este caso. Sin duda la han sacado de esta práctica, pero desconociendo su valor y utilidad en este caso.

No se puede reclamar prueba documental para probar el ocultamiento de identidad. La ocultación de la identidad es una cuestión de hecho, cuando dicha ocultación va unida con la alteración de los mismos documentos personales de a quien se le oculta.

Además, téngase presente que la prueba documental en general, resulta seriamente cuestionada cuando proviene de un Estado de constitución irregular, como es el caso del Estado colonial, donde los funcionarios podían hacer y deshacer documentos a su antojo y donde no había publicidad, ni control de partes. De esto la doctrina jurídica administrativa ha investigado mucho. Ver .por ejemplo, los trabajos del Dr Agustín Gordillo sobre la ilegitimidad de los actos administrativos en los Estados de constitución irregular .


De cómo se puede ocultar la verdad histórica mirando para otro lado


Existe otra forma de ocultamiento que no es explícito, pero a esos fines, también rinde sus frutos.

Se trata de decir a mí no me concierne y así mirando para otro lado, hacemos como dicen que hace el avestruz, que para no ver el peligro mete la cabeza en un hueco.

Entonces, la Secretaría de Cultura ha resuelto archivar la petición de ADN interpuesta por un grupo de personas notables del campo de la cultura, la ciencia, etc, sosteniendo que no es de su competencia, a pesar de que de ella depende el propio Instituto Sanmartiniano, la Dirección de Monumentos Históricos y otros organismos conexos. Es el organismo nacional con más conexión con el tema, porque a no dudarlo el asunto de San Martín es de competencia nacional.

En la petición elevada por nosotros a la propia Secretaría pidiendo el análisis de ADN del General San Martín, se aclara que de considerar que no es de su competencia resolver esta petición, lo gire al organismo del Poder Ejecutivo que deba entender en el asunto, lo que ya a dos años de interpuesta la petición, no ha sucedido.

Tampoco ninguna autoridad de la Secretaría nos ha recibido en audiencia, como hemos solicitado, a pesar de que ello es obligación de los funcionarios, solventados con los dineros públicos.


Ediciones Isquitipe, acaba de publicar lo que es el comienzo de una serie de trabajos llamados Cuadernos Isquitipe. El primer cuaderno lleva el título “José de San Martín- Documentos sobre el origen mestizo del General” , y tiene el propósito de contribuir al esclarecimiento de esta importante cuestión.


Queremos-finalmente-decir que a todo esto se llega por el trabajo enjundioso de historiadores y genealogistas que han sabido articular los testimonios orales y las pruebas documentales sobre la filiación de nuestro prócer, con maestría y seriedad. En particular la tarea del Dr Hugo Chumbita, que en su investigación “El secreto de Yapeyú” expone las líneas maestras de esta investigación.
Igualmente es meritorio el trabajo y aportación de documentos del genealogista Diego Herrera Vega ,en particular en el caso de la hija del General Carlos de Alvear, Joaquina, de quien se conserva un testimonio documental de gran valor para demostrar la filiación del prócer (“El testimonio de Joaquína”).

Carlos Freytag

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