sábado, 19 de septiembre de 2009

La idea de felicidad (por Fernando Gutiérrez Almeira)

La idea de felicidad puede tener contorsiones que la hacen peligrosa e inútil por demás...Si llamaramos felicidad al disfrute frugal de la existencia...a un gozo moderado de los placeres y un alejamiento prudente de los dolores...siempre recordando a Epicuro...entonces hablemos de felicidad. Pero si de lo que se trata es de, por ejemplo...

1)...la felicidad como un estado de extasiada participacion en alguna clase de perfección entonces añorar esta felicidad es tan peligroso como añorar esa perfección ya que si las perfecciones y lo perfectamente existente es imposible y en esto incluido el presunto dios perfecto que pseudoexiste arrostrando un mundo imperfecto plagado de humanos crueles, entonces apuntar hacia allí es darle un tiro en el rostro a la necesidad casi inmediata que tenemos de reconocer que vivimos imperfectamente una vida imperfecta y que esto es todo lo que alcanzaremos.

2)...la felicidad como un estado de completa satisfacción y seguridad entonces cabe el peligro de añorar junto con ella el retroceso al estado fetal, al estado en que nos libramos del desamparo de nuestra libertad de conciencia y elección, prefiriendo con ello tal vez pacer como bueyes una tranquila obediencia en lugar de asumir los riesgos de ser libre, prefiriendo con ello quizás infantilizarnos soñando con cristalinos paraísos en lugar de destapar los caños que seguiran inevitablemente inundándose de desperdicios.

3)...la felicidad irrisoria del placer irrestricto entonces haríamos de la convivencia humana un auténtico caos ya que si nos dieramos el lujo de no poner cotos, reglas, trabas, prohibiciones, candados, cerraduras, etc. en torno de cada uno de nosotros entonces el deseo humano diluviaria sobre lo humano hasta ahogar toda convivencia...algo parecido al libre mercado irrestricto con el que algunos sueñan, claro. ¿Quien puede suponer, por otra parte, que el placer irrestricto es placer convivencial? El gozo, el placer sin límites, tiene entre sus posibilidades el sabor de la carne cruda humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario