viernes, 7 de agosto de 2009

La Filosofía y las Ciencias en el siglo XXI: un nuevo contrato epistemológico (por Alicia Poderti)

La Filosofía y las Ciencias en el siglo XXI:
un nuevo contrato epistemológico.

Dra. Alicia Poderti (CONICET - Academia Nacional de la Historia- Argentina)

Atravesamos una época en la que la industria y la técnica son las actividades humanas dominantes. Estas prácticas generan la aparición de un tipo de profesional “experto” que tiende a convertirse en el más útil para el sistema económico dominante. Así, el hiperespecialista, es el profesional que posee un gran dominio de un sector muy reducido del conocimiento (científico, técnico o artístico). Esta situación deriva en una atomización del conocimiento y una imposibilidad de los profesionales para comprender problemáticas distintas a las de su interés individual.

Una de las consecuencias negativas de la disgregación del saber es la conformación de lenguajes especializados. Por ello, en la primera mitad del presente siglo el llamado fisicalismo pretendió, bajo el liderazgo del famoso filósofo Carnap, dar unidad a la ciencia tratando de construir un lenguaje científico universal mediante la publicación de su Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada, experiencia que resultó fallida.

Los antiguos sabios griegos y, más tarde los enciclopedistas de la Revolución Iluminista del siglo XVIII, consideraron a la Filosofía como “ciencia de las ciencias”. Luego, algunos movimientos buscaron la unificación del saber o lo que hubiera de común entre las ciencias. A comienzos de la Edad Moderna se pretendió lograr tal objetivo sosteniendo que las ciencias matemáticas debían ser el vínculo entre todas las disciplinas, basándose en un criterio de “cientificidad” regido exclusivamente por las leyes de las ciencias exactas. Destacados representantes de esta tendencia fueron personalidades como Galileo Galilei (1564-1648), Inmamuel Kant (1724-1824) y Augusto Comte (1798-1857).

Recientemente se ha pretendido encontrar el elemento unificador de las ciencias en el método, como Karl Popper. Sin embargo, la imposibilidad de comunicación entre científicos debería conducir a la búsqueda de estrategias para comprender mejor el mundo y lograr la unidad de la cultura –es decir, de la ciencia, la tecnología, el arte y la educación--, así como también su vinculación con otros sectores de la sociedad (la economía, la política, el medio ambiente, etc.) y a la aprehensión de estrategias válidas para lograr la formación de profesionales distintos: seres humanos capaces de combinar habilidades generales y metodológicas sobre una disciplina con el saber actualizado, de fronteras y con visión contextualizada del mundo, la sociedad y la ciencia. Estos seres deberán ser conscientes de la imposibilidad de resolver problemas sociales mediante visiones parciales o unidisciplinarias (Cfr. Morles, 1999).

Hacia un nuevo contrato epistemológico: la transdisciplinariedad
A través del tiempo aparecieron metodologías, enfoques o filosofías que, con diferentes grados de generalidad, trataron de aportar nuevos instrumentos para comprender la realidad. Propuestas globales como el estructuralismo, el existencialismo, el pragmatismo, el neoliberalismo, la religiosidad (fundamentalista, oriental o revisionista) y el posmodernismo; o aportes de menor alcance como el análisis de sistemas, la multidisciplinariedad y la interdisciplinariedad, y más recientemente, el pensamiento complejo, el holismo y la transdisciplinariedad.

El enfoque de la transdisciplinariedad es producto de un proceso evolutivo que se inicia a principios del siglo XX y está dirigido a tratar de superar la visión focalizada o disciplinaria en el estudio de problemas humanos complejos. El proceso comienza con la consideración de que dichos asuntos no pueden resolverse adecuadamente con una visión focalizada o reduccionista de los mismos sino que requieren de otras perspectivas. Así aparece la “multidisciplinariedad” que propone que en la solución de cualquier problema social deben participar profesionales de distintas disciplinas. Posteriormente surge la protesta justa contra el “saber en píldoras” que produce el sistema educativo dominante (Palmade, 1979) y la comprensión de que con mayor frecuencia surgen problemas que no corresponden a disciplinas establecidas, y que se sitúan más bien en las fronteras de algunas de ellas. Aparece así el enfoque de la “interdisciplinariedad”, el cual ha tenido en las últimas décadas cierta influencia en los campos de la investigación científica y de la educación. El abordaje de la “transdisplinariedad”, se propone como “actitud que atraviesa y trasciende” las disciplinas; y el Holismo, como la “nueva visión y abordaje de lo real” (Weil, 1995).

La transdisciplina, como otros enfoques que trascienden las visiones funcionalistas y atomizadas de la realidad, enfatiza aspectos que pueden ayudar al logro de una visión integradora del hombre, la sociedad y la naturaleza. La transdisciplinariedad es valiosa por su énfasis en el rigor, la apertura y la tolerancia. “’Rigor’ en la argumentación, tomando en cuenta toda la información disponible como la mejor barrera contra toda posible distorsión. ‘Apertura’, que implica aceptación de lo desconocido, lo inesperado y lo impredecible. Y ‘tolerancia’ significa un reconocimiento al derecho a existir que tienen las ideas y verdades opuestas a las nuestras” (Declaración Transdisciplinaria, 1994).

Perspectiva
Como ha expresado Morles (1999), la especialización es un hecho contradictorio. Ella ha permitido al sector económico -sobre todo en las sociedades capitalistas- el logro de una mayor eficiencia y productividad (científica, técnica e industrial); y en el campo profesional es indudable que la delimitación cada vez más precisa de los campos de estudio, ha conducido a la creación lenguajes más específicos y al dominio de los contenidos y técnicas de sectores altamente complejos y especializados. Pero, lamentablemente, este proceso está gestando resultados no esperados, como la desproporcionada prioridad dada a las ciencias y tecnologías físicas sobre el estudio de los problemas sociales. Así, tanto en el campo de la educación como en el laboral y el de la ciencia, se pueden identificar dos movimientos opuestos bien definidos:

- la visión o tendencia economicista o reduccionista, de origen neoliberal y carácter materialista, según la cual, la única manera de lograr el progreso humano, de modernizar la sociedad, de aumentar la producción y la productividad, es formando trabajadores (manuales e intelectuales) que sean cada vez más especializados y competitivos;

- la visión humanista, que concibe a todo ser humano como ente polivalente, con capacidades múltiples y reconvertible. Los problemas complejos, particularmente los relacionados con ciencia y tecnología, deben enfocarse desde perspectivas múltiples, esto es: inter, multi y transdisciplinariamente, pero también sistémica, holística y dialécticamente.

La Declaración aprobada en el Primer Congreso Mundial sobre esta materia, realizado en Portugal en 1994, presenta este enfoque como una actitud de mente abierta mediante la cual se atraviesan y trascienden las diferentes disciplinas, más precisamente como “una nueva visión de la naturaleza y la sociedad” (Cfr. Anexos).

Como expresa Víctor Morles, los problemas actuales no pueden resolverse mediante visiones parciales o unidisciplinarias. En un mundo cada vez más complejizado, se requieren profesionales “de perfil amplio” que dominen el conocimiento de fronteras. Esto equivale a poseer la capacidad de resolver problemas complejos y transdisciplinarios: comunicarse fluidamente con profesionales de otras áreas y niveles; dirigir y trabajar con equipos multidisciplinarios; aprender constantemente; cambiar de ocupación si es necesario; comprender nuevos lenguajes e involucrarse activamente en la resolución de los problemas de su sociedad.

La falta de comunicación entre profesionales de distintas ramas está guiando hacia la búsqueda de estrategias para comprender mejor el mundo y lograr la unidad de la cultura. Así, la ciencia, la tecnología, el arte y la educación se vinculan entre sí y también con otros sectores de la sociedad (la economía, la política, el medio ambiente, etc.), posibilitando la aprehensión de estrategias válidas para lograr la formación de profesionales distintos

Según Basarab Nicolescu, uno de los padres de la “transdisciplina”, ese proceso de babelización puede traer como consecuencia que los dirigentes se vuelvan cada vez más incompetentes. Un dirigente que no sea individualista y tenga intereses verdaderamente colectivos es aquel capaz de tener en cuenta todos los elementos del problema que examina. Así, los desafíos más importantes de nuestra época requieren capacidades amplias.

En la era del gran "bang" disciplinar y de la especialización exagerada es posible concebir una supercomputadora programada con los conocimientos de todas las disciplinas. Pero esa supercomputadora podría saber todo y no entender nada. Quien utilizara dicha máquina sólo tendría acceso instantáneo a resultados investigativos heterogéneos y no sería capaz de comprender sus significados ni los lazos de unión entre las diferentes disciplinas.

La necesidad indispensable de entrelazar las disciplinas se manifiesta en el surgimiento, hacia el final del siglo veinte, de la transdisciplinariedad.

Así, la transdisciplina se convierte en un novedoso enfoque metodológico de indudable utilidad para el estudio de problemas complejos de carácter social, científico, técnico y pedagógico.


ANEXOS

PRIMER CONGRESO MUNDIAL SOBRE TRANSDISCIPLINARIEDAD

DECLARACION TRANSDISCIPLINARIA


POR CUANTO la presente proliferación de disciplinas académicas y no académicas están conduciendo a un crecimiento exponencial del conocimiento tal que hace imposible cualquier visión global del ser humano;

POR CUANTO solamente una inteligencia capaz de captar la dimensión planetaria de los conflictos existentes puede enfrentar no sólo la complejidad de nuestro mundo sino también el desafío presente de una posible autodestrucción material y espiritual de la especie humana;

POR CUANTO la vida en la tierra está amenazada seriamente por el triunfo de la tecno-ciencia, la cual obedece únicamente a la aterradora lógica de la productividad por la productividad misma;

POR CUANTO la presente ruptura entre un conocimiento crecientemente cuantitativo y una crecientemente empobrecida identidad interior están conduciendo a la aparición de un nuevo tipo de oscurantismo cuyas consecuencias individuales y sociales son incalculables;

POR CUANTO históricamente la evolución sin precedentes del conocimiento está aumentando progresivamente las desigualdades entre quienes poseen y quienes no poseen, reproduciendo así crecientes desigualdades dentro de cada una y entre las diferentes naciones de nuestro planeta; y,

POR CUANTO, al mismo tiempo, estos desafíos también tienen una contraparte positiva ya que el desarrollo extraordinario del conocimiento puede eventualmente conducir a una evolución sólo comparable con la conversión de los primates en HOMO SAPIENS:

En consideración de lo que precede, los participantes en el Primer Congreso Mundial sobre Transdisciplinariedad hemos adoptado la presente DECLARACION, en la cual presentamos los principios fundamentales de la comunidad transdisciplinaria, y significa un compromiso personal moral por parte de cada uno de los signatarios de esta DECLARACION, sin que ello constituya alguna restricción legal o institucional.

ARTICULO 1: Cualquier intento de reducir el concepto de ser humano a una mera definición o a una estructura formal, no importa cuál, es incompatible con la visión transdisciplinaria.

ARTICULO 2: El reconocimiento de la existencia de diferentes niveles de realidad gobernados por diferentes tipos de lógica es inherente a la actitud transdisciplinaria. Cualquier intento de reducir la realidad a un nivel único guiado por una sola racionalidad es incompatible con la actitud transdisciplinaria.

ARTICULO 3: La transdisciplinariedad complementa el enfoque disciplinario. Aparte del diálogo entre disciplinas, ella produce nuevos resultados y nuevas interacciones entre ellas. La transdisciplinariedad no busca el dominio en varias disciplinas sino abrir todas las disciplinas a lo que todas tienen en común y a lo que yace más allá de sus fronteras.

ARTICULO 4: La base de sustentación de la transdisciplinariedad es la unificación semántica y efectiva de las distinciones entre lo que ATRAVIESA y lo que TRASCIENDE las diferentes disciplinas. Ella presupone una racionalidad de mente abierta, una mirada fresca a la relatividad de nociones tales como "definición" y "objetividad". Un exceso de formalismo, de rigidez conceptual y de pretensión de completa objetividad, que implique la exclusión del sujeto, solamente puede tener efectos negativos.

ARTICULO 5: La visión transdisciplinaria es definitivamente abierta en cuanto trasciende el campo de las ciencias exactas estimulándolas para que se comuniquen y reconcilien, no únicamente con las humanidades y las ciencias sociales sino también con el arte, la literatura, la poesía y otras experiencias espirituales.

ARTICULO 6: Con relación a la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad, la transdisciplinariedad es multirreferencial y multidimensional. Al mismo tiempo que reconoce distintos enfoques relativos al tiempo y la historia, ella no excluye horizontes transhistóricos.

ARTICULO 7: La transdisciplinariedad no es una nueva religión, ni una filosofía, ni una ciencia de las ciencias.

ARTICULO 8: La dignidad humana es una dimensión tanto planetaria como cósmica. La aparición del ser humano en la Tierra es uno de los estadios en la historia del Universo. El reconocimiento de la Tierra como nuestro hogar es un imperativo de la transdisciplinariedad. Cada ser humano tiene derecho a una nacionalidad, pero como habitante de la Tierra es también un ser transnacional. El reconocimiento por la ley internacional de esta doble pertenencia, a una nación y a la Tierra, es una de las metas de la comunidad transdisciplinaria.

ARTICULO 9: La transdisciplinariedad implica una actitud abierta hacia el mito, la religión y hacia quienes respetan esas creencias con espíritu transdisciplinario.

ARTICULO 10: Ninguna cultura es superior a otra. El enfoque transdisciplinario es instrínsicamente transcultural.

ARTICULO 11: Una educación apropiada no valora la abstracción sobre otras formas de conocimiento. Ella enseña enfoques de carácter contextual pero también concretos y globales. La educación transdisciplinaria se fundamenta en una re-evaluación del rol de la intuición, de la imaginación, de la sensibilidad y del cuerpo como transmisores de conocimiento.

ARTICULO 12: El desarrollo de una economía transdisciplinaria se basa en el postulado de que la economía debe servir al ser humano y no al revés.

ARTICULO 13: La ética transdisciplinaria rechaza toda actitud que se oponga al diálogo y a la discusión, sin importarle si el origen de esta actitud es ideológica, científica, religiosa, económica, política o filosófica. El conocimiento compartido debe conducir a la comprensión basada en un RESPETO absoluto de las diversidades individuales y colectivas unidas por una vida común en una y la misma Tierra.

ARTICULO 14: RIGOR, APERTURA y TOLERANCIA son las características fundamentales de la actitud y visión transdisciplinaria. RIGOR en la argumentación, tomando en cuenta toda la información disponible, como la mejor barrera contra toda posible distorsión. APERTURA implica aceptación de lo desconocido, lo inesperado y lo impredecible. TOLERANCIA significa un reconocimiento al derecho a existir que tienen las ideas y verdades opuestas a las nuestras.

ARTICULO FINAL: La presente DECLARACION DE TRANSDISCIPLINA-RIEDAD fue adoptada por los participantes del Primer Congreso Mundial sobre Transdisciplinariedad, sin pretender otra autoridad que sus propios logros y actividades.

En concordancia con un procedimiento a ser acordado por los científicos de mente transdisciplinaria de todos los países, esta DECLARACION está abierta a la firma por cualquier persona interesada en promover medidas progresivas para la aplicación de estos Artículos en la vida cotidiana.


Convento da Arrábida, Portugal, 6 de noviembre de 1994.

Comité de Redacción: Lima de Freitas, Edgar Morin y Basarab Nicolescu.

Traductor al español: Víctor Morles, UCV, Caracas.
15-3-98

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