En su "Teoria General de Sistemas" von Bertalanffy admite la
necesidad practico-teorica de superar la fisica determinista y por lo
tanto la ciencia determinista al introducir la noción de sistema.
Cito:
"La meta de la física clásica era...resolver los fenómenos naturales
en un JUEGO DE UNIDADES ELEMENTALES gobernadas por LEYES CIEGAS de la
naturaleza. Esta visión mecanicista no se alteró- antes bien se
reforzó- cuando en la física las leyes deterministas fueron
reemplazadas por leyes estadísticas...Sin embargo, en contraste con
esta visión mecanicista han aparecido en las varias ramas de la
física moderna problemas de totalidad, interacción dinámica y
organización...Es necesario estudiar no SOLO PARTES Y PROCESOS
AISLADOS, sino también resolver los problemas decisivos hallados en
la organización y el orden que los unifican, resultantes de la
interacción dinámica de partes y que hacen el DIFERENTE
comportamiento de estas cuando se estudian aisladas o dentro del
todo."
Al leer este fragmento comprendi, ante todo, que cualquier crítica dirigida hacia el
determinismo y la analiticidad de la ciencia tradicional vale tanto
para el determinismo y la analiticidad sostenida mediante las
leyes dinámicas como para el determinismo igualmente analitico
sostenido mediante leyes estadísticas. Determinismo dinámico y
determinismo estadístico son solo las dos caras dicotómicas y
extremistas de un mismo intento de someter la diferencia a un
pensamiento identitario absoluto. En ambos casos un reductivismo
basado en la disección de la realidad a minimas partes...las unidades
elementales o básicas...pretende ignorar el pensamiento de la
complejidad y la libertad. Sin embargo adelantar hacia el pensamiento
de la complejidad como sin duda lo permite la teoria y el concepto
mismo de sistema no es suficiente para adelantar hacia el pensamiento
de la libertad pues el determinismo en ultima instancia se sigue
sosteniendo de uno u otro modo si se persiste en la reducción
cuantitativa necesaria para la utilización de ecuaciones
diferenciales como descriptores de sistemas reales y se cree que esta
reducción no es un mero esquematismo sino una descripción integra de
lo real (algo de lo que Bertalanffy en esa obra, valga aclararlo, nos
previene). Además el concepto de función matemática vigente detrás de
la utilización de ecuaciones diferenciales (o integro-diferenciales)
como modelos para los sistemas reales es un concepto para el cual
rige la inyectividad y la suprayectividad que, se puede decir, son
las caracteristicas que hacen al determinismo matemático. El
determinismo matemático, que es el determinismo presente tanto en las
leyes dinámicas como en las leyes estadísticas (incluyendo la versión
estadística del segundo principio de la termodinámica) subyace en el
concepto de función. Toda funcion consiste, en primer lugar, en la
relación uno-a-uno entre la x determinada a la que se le asigna un
dato y ese dato...de tal modo que no existe duda ni elección entre
datos que se le puedan asignar a una misma x...y en segundo lugar,
consiste en la asignación inevitable del dato a la x, de tal modo que
ninguna x puede permanecer indeterminada por su respectivo dato. Asi
se sostiene por un lado la no indeterminación del campo de estudio
funcional en ninguno de sus puntos, y la univocidad de la
determinación que impide toda elección o duda...y nótese que el campo
de estudio, el dominio funcional, es reducido a puntos indiferentes
de un conjunto, justamente a x de pura identidad. El concepto de
función matematica es, pues, lo que sostiene el determinismo más alla
de si se procura una descripción estadística o una descripción
dinámica de la realidad. De modo que al trasladar la preponderancia
en las ciencias fisicas, quimicas, etc, del modelo funcional a otros
campos de estudio lo unico que se hace es trasladar la pretensión
determinista bajo su forma mas elaborada y sutil. La teoria de
sistemas es novedosa y progresiva en grado sumo en materia de
comprensión de la complejidad pero su éxito puede enlentecer el
surgimiento dentro de la ciencia del pensamiento de la diferencia y
la libertad.
Estas palabras de Bertalanffy exhiben, por otro lado, de un modo
claro en que ha consistido el imperialismo de lo analitico en materia
cientifica. Se ha procurado entender el todo reduciéndolo a sus
partes, se ha profundizado en este acto de descuartizamiento tratando
de obtener las minimas partes, las unidades elementales...se ha
intentado por todos los medios que la consideración de esas partes no
quedara abrumada por la interminación o la indeterminación aislando
las partes, tomando supuestos elementos componentes como si
existieran claramente por separado...no solo descuartizando hasta el
fondo sino tambien con cuidado de que al descuartizar las partes no
quedasen superpuestas, adheridas o entrelazadas. Esto explica el
éxito de esta visión en la construcción de máquinas y en su
mejoramiento asi como la brutalidad de carniceria que acompañó
históricamente a estos desarrollos, el grado de crueldad al que se
llegó paralelamente en materia política mientras los cientificos se
abocaban a su tarea de disección. Esto explica también el que los
pueblos europeos educados ferreamente bajo la vara castradora del
catolicismo y su retoño ferviente, el protestantismo, hayan sido los
psicologicamente mejor predispuestos para esta tarea cognoscitiva. El
monstruo de Frankenstein fue y es una insuperable metáfora de una
época singularmente productiva en materia de analiticidad y crueldad
cientifica. Pero no debemos creer que la mera emergencia de ciertas
renovadas teorias acerca de lo orgánico, de lo sistemático, de lo
procesual...es ya un alejamiento de la conciencia cientifica respecto
de su gloriosa epoca de analiticidad extrema...la critica de esta
analiticidad extrema y de aquel determinismo, que ahora podra llegar
a camuflarse bajo la pretensión de que los nuevos modelos matemáticos
no recaen en el...debe continuar. Lo que es cientificamente necesario
reconocer no es simplemente que ha concluido el sueño determinista o
la obsesión analítica...tambien debe sucumbir la pretensión de
reducir la comprensión de la realidad a la modelación
matemática...asumiendo que la modelación matemática, aun teniendo en
cuenta su futuro promisorio y vastamente prolongado, nunca será
suficiente mientras se base en la reducción cuantitativa y funcional,
que contiene intrinsecamente los presupuestos de una analiticidad y
determinismo encumbrados, para lograr una comprensión sintética de la
realidad que no ignore la diferencia y la libertad, la novedad y la
duración, la creatividad y la indeterminacion-interminación de lo
real.
Quiero aclarar que la insuficiencia de la modelación matemática no
equivale a su impotencia o a su inutilidad y para ello no hay más que
contemplar la historia de los progresos humanos en los que la
matemática fue un fundamento teórico claro, como ser los adelantos de
la física o la astronomía...La insuficiencia a la que me refiero es
una limitación y no un impedimento. La teoria matemática podrá
avanzar sobre lo cualitativo indefinidamente a partir de la reducción
cuantitativa o funcional...alcanzando hitos de una comprensión
matemática cada vez más profundad de lo real...pero no podrá dar un
salto absoluto que liquide la distancia entre la finitud discreta de
sus esquemas, procedimientos, cantidades, funciones hacia la
infinitud intensiva de lo cualitativo que permanecerá siempre como su
dato marginal. Esto no quiere decir que la matemática no encuentre
ella misma sus limites...los ha encontrado y los sigue encontrando de
muchas maneras...en la inexpresividad de los irracionales, en la
imposibilidad de representar graficamente y solo muy raramente de
modo algebraico las funciones continuas no derivables en todo punto,
en la inexistencia de un procedimiento general de integración de
funciones, etc, etc.
En el texto, finalmente, aparece una interesante metáfora que ha sido
utilizada mucho en el pasado...y aun se usa. Bertalanffy se refiere a
la pretendida ceguera de las leyes naturales, y si uno lo piensa
bien, esta ceguera viene a ser la absoluta inconciencia, la absoluta
ausencia de intencionalidad en tales leyes...es, pues una ceguera de
la pre-visión, una ceguera con respecto al futuro.
Fernando Gutierrez, docente y filósofo
martes, 21 de julio de 2009
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